17
Yoko POV
Como cada mañana que amanezco con Faye, ella me está abrazando por la espalda, su cuerpo moldeado perfectamente al mío. Y como cada mañana que despierto con ella, durante un rato no me molesto en moverme, saboreo el momento en que puedo sentirla apretada contra mí, donde puedo sentir cada curva de su cuerpo hermosamente esculpido. Acaricio la mano de ella que estoy sosteniendo y la atraigo más a mi pecho, Faye usa el gesto para abrazarme más fuerte y besarme la nuca, moviéndose lentamente a la columna y luego para arriba a mi mandíbula y mis labios.
- Buenos días, hermosa. -Susurra su ronca voz en mi oreja. De inmediato me doy la vuelta en sus brazos y sus ojos me miran con adoración; no intensos como normalmente son, sino cálidos y relajantes.
- Buenos días, hermosa. -Susurro. Sin importarme el aliento mañanero, la beso, tomando su labio inferior entre los míos y manipulándolo con pereza. Sus manos van a mi cadera y me sube sobre ella. Mis rodillas toman lugar una a cada lado de su cadera y mi cuerpo estirado hacia adelante para mantener el beso-. ¿Cómo dormiste? -Pregunto entre besos, acunando su mandíbula para besarla con más propósito, ocasionalmente acariciando su lengua con la mía y succionándola despacio.
- Siempre duermo perfectamente contigo a mi lado.
Cuando nos besamos así, no sentarme directamente en su regazo se ha convertido en una rutina para mí, y no me había dado cuenta de que lo estaba haciendo ahora hasta que ella baja mi cuerpo para que lo siente. El fuerte agarre de Faye a mis muslos fue suficiente para encender los nervios en mi cuerpo, pero su creciente erección bajo mi centro agrega más calor a las llamas y nuestros labios por un momento no responden, el gruñido de Faye alienta mi deseo de sentir mi lengua jugando con la suya. Lánguidas respiraciones y gemidos pesados llenaron el espacio a nuestro alrededor al friccionar nuestros centros. Faye me toma fuerte de la cadera y manipula el movimiento. Con nuestro beso siendo más un enredo de lenguas y nuestros sexos apenas cubiertos frotándose entre sí, siento el primer empuje. La pelvis de Faye elevándose, presionando su pene deliciosamente contra mi clítoris mientras sus manos aprietan duro mi trasero.
- Joder, Faye. -Gimo en su oído cuando el segundo empuje desorienta nuestro beso.
Succiono la piel de su cuello mientras sus manos manipulan la manera en que mi centro mojado se frota contra su erección sobre la tela. Al escuchar sus gruñidos y su respiración acelerada, la miro y me maravillo con lo sexy que se ve; las cejas fruncidas, las mejillas rojas y los labios que no puede decidir si deberían ser mordidos o dejarlos jadear, así que oscila entre los dos. Aunque la sensación de estarnos tocando tan íntimamente se siente increíble, sé que debe sentirse aún mejor para ella. Dudo mucho que Faye haya hecho esto antes. Aun si las dos estamos con ropa interior, la presión directa es algo que ella nunca se había permitido sentir.
- ¿Ma?
Rápido miro hacia la puerta, esperando encontrar a mi hija ahí, pero no. Faye detuvo nuestros movimientos y trata de controlar su respiración, cubriéndose la cara con los brazos y la dureza en sus boxers presionando firme entre mis piernas.
- Joder. -Jadeo-. Ella no vio en qué habitación estamos, debe estar buscándonos. -Faye asiente bajo sus brazos que continúan cubriendo su cara, probablemente con molestia y frustración-. Terminaremos esto más tarde, ¿está bien? -Le susurro cerca de su rostro, bajando sus brazos, notando sus ojos casi negros y los pequeños cabellos pegados a su frente por el sudor-. Te prometo que terminaremos esto más tarde. -Repito, presionando mis dedos contra el frente de sus boxers, rozando su erección no tan accidentalmente.
Me levanto a abrir la puerta y al asomarme por el pasillo veo a Nong con cara de perdida, abrazando su oso de peluche con una mano y frotándose los ojos con la otra.
- ¿Me puedo sentar en la cama contigo y mami, por favor? -Ella no espera una respuesta. Tan pronto me vio, comenzó a caminar hacia la habitación en que estábamos Faye y yo, pasando de mí y saltando a la cama junto a Faye, quien había acomodado la cobija devuelta sobre su regazo para cubrirse-. ¿Qué haremos hoy, mami? -La frustración sexual de la mujer desapareció en el instante en que vio entrar a nuestra hija, reemplazando su molestia por ternura y sonriendo con cariño. Me siento junto a Nong y miro a Faye, esperando una respuesta.
- Bueno si te parece bien, creo que a mi familia le gustaría venir hoy. Solo por un par de horas. Almorzaremos y luego ellos se irán. Mis padres no viven tan lejos de aquí como nosotras, así que no se quedarán mucho tiempo. Sé que les encantaría conocerlas a ambas. -Al Faye mencionar a su familia, me golpeó una ola de confusión porque ella nunca dijo que vendrían. Pero estoy emocionada. Faye quiere presentarnos a su familia. Y estoy nervosa. Faye quiere presentarnos a su familia-. ¿Te parece bien, Yoko? -Pregunta nerviosamente.
- Por supuesto que sí. No esperaba la visita, pero creo que sería muy lindo. -Respondo sinceramente. Estaremos aquí todo el fin de semana y tendremos mucho tiempo para hacer lo que sea que estaba planeado, conocer a su familia será una linda sorpresa.
Poco después de revelarnos la noticia, Faye se pone unos sweatpants y las tres bajamos a la cocina. Ella sienta a Nong en el desayunador y le ordena que no se mueva -por miedo a que se caiga- mientras preparamos algunas tostadas francesas. Toda la mañana, la cocina estuvo llena de risas, ya sea porque yo dije algo estúpido, Nong dijo algo gracioso, o Faye dijo algo sarcástico/cínico. Nuestra pequeña no entiende mucho el sarcasmo de Faye, pero se reía de todas maneras porque al parecer todo lo que Faye hace es gracioso. Palabras dichas por Nong, por supuesto.
Pronto, Faye nos mandó a prepararnos para la llegada de su familia, apresurándose a tomar una ducha ya que yo no se lo permití anoche. Obviamente Nong usaría la ropa que Faye le compró, una camiseta de mariposas con un overall, para lucirse ante la familia de su madre. La pequeña estaba vibrando con suficiente emoción para las dos, yo solo he estado nerviosa desde que Faye nos dio la noticia esta mañana. Busco entre el guardarropa medio surtido que empaqué ayer, y no encuentro nada. Nada que me haga impresionar a su familia.
- No es que no me guste verte así, ¿pero dónde está tu ropa? -Susurra Faye en mi oído, parada detrás de mí. Sus dedos inmediatamente acarician mi estómago desnudo, pues solo estoy usando sujetador y bragas-. Me encantan estos en ti. -Susurra otra vez, ahora pasando sus dedos sobre las bragas de encaje blanco que apenas cubren algo de mi parte inferior, y los sube para acunar mis pechos cubiertos por un diseño similar. Tiro la cabeza hacia atrás, descansándola en su hombro mientras disfruto del vagabundeo de sus dedos. Recuerdo que se supone que estoy buscando algo y detengo sus manos sobre mi estómago.
- Nong puede entrar en cualquier momento, así que yo no haría eso si fuera tú. -Reprendo.
- Si te vieras a ti misma de la manera en que yo te veo, entenderías por qué no puedo mantener quietas mis manos y estarías haciendo exactamente lo mismo.
- Faye. -Siento sus labios presionarse contra mi clavícula, su beso convirtiéndose en risa por mi segunda reprimenda-. Pero en serio, ¿qué debería usar?
- ¿Por qué es importante? No saldremos a almorzar fuera. Usa mis sweats si quieres.
- No lo creo. Tengo que verme bien-, y no digas que siempre me veo bien. -Agrego rápidamente al presentir las palabras formándose en boca-. Honestamente, ¿qué debería usar? Quiero impresionar.
- Solo para que lo sepas, tú no necesitas impresionar. Para nada. Ellos ni siquiera te conocen, pero te quieren. Mas si de verdad no sabes qué usar, ponte esos jeans que me encantan en ti. Los claros que acentúan tu trasero perfectamente. -Sugiere con un apretón a mi culo, mi respiración saltando por la sorpresa y la excitación agregada-. Y una de mis camisas, porque me gusta verte con mi ropa.
Con un suave beso en mi cuello y luego otro a mis labios, Faye se va para vigilar a Nong, dejándome pensando en el hecho de que todo lo que ella hace me excita y realmente ese no debería ser el caso.
+++
- ¡Feliz cumpleaños, cariño!
¿Qué carajo?
- Feliz cumpleaños, ángel.
¿Cumpleaños? ¿Qué?
- Sí, feliz cumpleaños, Faye. -Faye abraza a una versión más vieja de ella misma, luego al hombre rechoncho a su lado, y por último a un chico alto y atractivo. ¿Cumpleaños? ¿Desde cuándo es su jodido cumpleaños? No me había dado cuenta de que mis palmas estaban sudando y mis ojos como los de un búho, hasta que Faye viene a mi lado y me pregunta si estoy bien.
Me siento fatal. ¿Cómo es que no sabía que es su cumpleaños? Bueno, ella nunca te lo dijo, me recuerdo a mí misma. La única vez que lo supe fue cuando leí la información en el perfil de donante. ¿Cómo no lo recordé?
- Así que -la voz de Faye me saca de mi estado nervioso y posa su mano en mi espalda baja-, esta es Yoko. Y Yoko, ellos son mis padres Apinan y Um, mi hermano menor Gap, y su novia. Sonya no pudo venir.
Rápidamente después de la presentación, Um se acerca y me abraza, Apinan también.
- Es tan lindo conocerte, Yoko. -Dice la mamá de Faye, con lágrimas en sus ojos. Apinan asiente de acuerdo.
- Es grandioso conocerlos a ambos, realmente lo es. Faye me ha hablado tanto.
Entre todos hablamos y nos hacemos preguntas hasta que escuchamos un par de pequeños pies que se acercan corriendo. Nong llega abrazando el oso que Faye le hizo y se para a su lado, una gran sonrisa en su rostro cuando nota quiénes están con nosotras. Faye la alza, descansándola en su cadera.
- Nong, ellos son mis padres. Tus abuelos.
- Hola. -Nong saluda dulcemente y luego esconde la cara en el cuello de Faye con una rara timidez. Los ojos de Um son cascadas desde que vio a Nong corriendo hacia nosotras. Apinan y ella sonríen de igual manera al ver a su hija sosteniendo a la suya tan naturalmente.
- Y él es mi hermano Gap.
Nong lentamente supera su timidez, la veo sonriendo y riendo con Gap cuyos ojos están en un estado lloroso similar a los de sus padres. Y luego veo a Apinan y Um mirando entre mis dos ojiverdes, identificando las similitudes entre las dos, arrullando y sonriendo ante lo adorables que son las dos juntas. La novia aún sin nombre no ha hablado nada más desde el saludo y un "feliz cumpleaños" a Faye, pero la hermosa sonrisa cariñosa en su rostro al ver a Faye con Nong, dice lo suficiente. Ella y Faye probablemente no son muy cercanas, pero su adoración por las dos prueba lo importante que es para la familia de Faye el verla feliz.
+++
- Nunca había visto a Faye tan feliz. -Dice Um, sentándose a mi lado en la banca.
Han pasado unas horas desde que llegó la familia de Faye y todos estamos sentados en el balcón, mirando el mar, ocasionalmente comiendo algo de la barbacoa que Apinan nos está preparando. Gap le está dando un tour por la casa a su novia quien no tenía muchas ganas de ir porque quería estar con Faye y jugar con Nong. Y luego Faye, ella está siendo adorable, como siempre, molestando y jugando con nuestra hija mientras habla con su padre. Ni ella ni yo hemos pasado mucho tiempo con Nong esta tarde porque ella solo quería jugar con Gap o con sus abuelos, quienes la entretienen más que felices.
- Me alegra que sea feliz. Estar con ella es increíble y me alegra que podamos hacerla tan feliz como ella nos hace a nosotras. Ella, quiero decir. Nong. Nong la hace feliz.
- ¿No crees que tú la haces feliz? -Especifiqué que Nong porque no estaba segura de que Faye le haya dicho a sus padres sobre nosotras, pero el brillo en los ojos de Um y esa sonrisa Malisorn, me dicen que sí-. Las dos la hacen feliz. Ella no ha parado de hablar de ninguna de las dos. -Sonríe más cuando ve mis mejillas sonrojarse y la sonrisa que me provoca también. Siento orgullo, creo. Puedo hacer feliz a Faye. Nong y yo la hacemos feliz. A una mujer que lo merece todo-. Ella ha tenido una vida difícil, Yoko. Me alegra mucho que eso esté cambiando ahora que las tiene a ambas.
- Faye me ha contando algunas cosas de su niñez y parece que sufrió mucho. -Le digo, viendo su cara entristecer al recordarlo.
- Se tuvo que cambiar de escuela muchas veces cuando era niña, no porque la gente lo supiera, sino porque nunca estaba cómoda. Cuando ella era más joven, la metimos a una escuela de solo chicos. ¿Asumo que ella te lo dijo? -Asiento, sabiendo que estaba preguntando si yo sabía o no que estuvo viviendo como varón-. Pero la forma en que se estaba desarrollando dejó claro que ella no debía estar ahí y la llevamos a una escuela mixta. A varias de ellas, en realidad, nunca se asentó. Empeoró en su segundo año de colegio, cuando toda la institución se enteró de su condición. Un par de años antes de eso ya había decidido vivir como mujer, pero fue un tiempo horrible para ella.
- ¿Cómo se enteraron? Eso nunca me lo ha dicho. -Apenas pude hacer la pregunta, mi voz llena de empatía hacia Faye y su familia, y ver a su madre casi rompiéndose al contar la historia, es doloroso.
- Ella tenía una novia durante ese tiempo. Llevaban saliendo un tiempo y cuando la chica lo descubrió, se lo dijo a todo el colegio. No sé cómo es que lo supo, pero eso es algo que no le preguntaría a Faye. Pero la rompió. No nos dijo nada durante un tiempo, hasta le pagó a Gap y a Sonya para que no dijeran nada porque por supuesto ellos estaban en el colegio y escucharon todos los "rumores". Nos enteramos hasta que empezó a llegar a casa con cortes y moretones. -La primera lágrima cayó por mi rostro, pensando en el dolor que Faye tuvo que aguantar la mayoría de su vida.
- ¿Hasta qué punto llegó? -Pregunto dudosa, limpiándome el rostro.
- Fue ingresada al hospital cuando tenía 17 años, por lesiones físicas. Era común para Faye recibir golpizas, costillas rotas todo el tiempo que nunca se curaba. Pero una vez fue particularmente mal. A ella no le gusta hablar de lo que pasó ese día, pero la encontraron inconsciente en el campo del colegio; heridas en la cabeza, la nariz rota, moretones en sus costillas, y mucho más. Me dijeron que también la cortaron, pero es algo que a Faye definitivamente no le gusta discutir.
- ¿Dónde la cortaron? -Um no tuvo que responder. Supe dónde la habían cortado por la manera en que me miró, lágrimas cayendo por su rostro, negando con enojo-. ¿Ella estaba bien?
- La herida en la cabeza fue por lo que tuvo que quedarse en el hospital algunos días, pero nada más. Los cortes solo dejaron cicatrices, ningún daño permanente, Faye sorprendentemente estaba decepcionada por eso. Sin embargo ya había pasado por algunos procedimientos antes de eso, los doctores asegurando que querían "arreglarla". Apinan y yo no recibimos una explicación completa de la operación, solo que mejoraría su vida, pero no resultó ser el caso, para nada. Habían muchas cosas que podían salir mal, así que la sacamos después de algunos procedimientos menores, por lo que ya tenía cicatrices. Creo que es seguro decir que demandamos a los doctores a cargo de su caso.
- ¿De verdad?
- Sí, Apinan y yo los llevamos a la corte por engañarnos, casi haciendo que permitiéramos que Faye pasara por eso. Ganamos y el dinero por supuesto fue todo para Faye como una pobre disculpa. Además de para su casa y su auto, ella no lo usa. Creo que no quiere estar asociada a su niñez.
- Ella es tan fuerte.
- Lo es. Y es feliz ahora, por ti. No sé cómo podríamos agradecértelo. -Las dos miramos hacia Faye al mismo tiempo, está con Nong en brazos, mirando hacia el cielo tratando de identificar formas en las nubes-. Ella nos llamó a Apinan y a mí tan pronto llegó a casa después de reunirse contigo y Nong. Estaba extasiada. No paraba de hablar de lo hermosa que es Nong y del increíble trabajo que has hecho con ella. Por supuesto Faye estaba llorando mientras nos contaba todo, pero nosotros también lo estábamos, abrumados por cómo podían cambiar las cosas para ella. Antes de la llamada ni siquiera sabíamos que había donado. Pero no podemos estar más felices por cómo ha resultado todo.
- Amo la vida con ella. -Um solo responde con una sonrisa genuina. Luego Nong viene y se sienta en mis piernas y se pone a hablar con su abuela. Miro a Faye para ver qué está haciendo, sigue en el mismo lugar, agarrada de la baranda y mirando al mar. Sin embargo, la novia de Gap está a su lado, sus espaldas hacia mí, por lo que no puedo ver si están hablando. No pensé nada, hasta que la chica puso su mano en la espalda baja de Faye y acarició hasta su hombro. Le susurró algo al oído y se fue a atender a Gap, quien la había llamado.
Puedo jurar que él la llamó "Eng".
+++
- Tuve un día muy divertido, mamá. -Exclama Nong mientras le doy un baño.
La familia de Faye también se quedó para la cena, lo que todos apreciamos. Se fueron hace poco. Faye se quedó limpiando la cocina y yo me vine a lavar los restos de comida que cubrían el cuerpo de mi hija, más la pintura en su piel por haber estado pintando con Gap. Su novia continuó tratando de acercarse a Faye todo el resto del día. Antes del momento en el balcón, no me había dado cuenta de lo mucho que ella buscaba el contacto de Faye todo el tiempo, luego lo noté a cada segundo. Estoy segura de que no fue tan obvio para los demás, pero yo lo vi. Que se paraba o se sentaba cerca de Faye, como le ponía las manos en su espalda baja o en sus brazos cada vez que caminaba por su lado. Algo estaba pasando porque también vi que tuvieron conversaciones silenciosas, y las vi mirarse mucho entre ellas, los ojos de la chica con algo cercano a amor, y los de Faye con algo que no pude interpretar.
Sigo sin superar que es el cumpleaños de Faye y yo no lo sabía. No le compré nada o siquiera le deseé un "feliz cumpleaños", aún no lo he hecho. Afortunadamente nadie hizo obvio que era su cumpleaños y Nong no lo notó. Si ella supiera que se perdió el cumpleaños de su mami, habrían lágrimas y berrinches y merecidamente me culparía a mí por no comprarle nada a Faye de parte de su hija.
Una vez que saqué a Nong de la bañera, la sequé y la vestí, la mandé a buscar a Faye para yo tomar una ducha. A pesar de que hoy me sentí avergonzada por olvidar el cumpleaños de Faye, ansiedad por lo que pasa entre ella y la novia de Gap, y angustia por las historias que su madre me contó, no sentí nada más que amor y felicidad al ver a mis chicas juntas. Como siempre me pasa. Ya sea que estén hablando o jugando, las dos siempre están sonriendo y riendo y siempre lo siento en mi corazón.
Justo como ahora. Después de ducharme salgo a buscarlas y las encuentro acostadas en una hamaca en el balcón donde ahora se puede ver la luna iluminando el mar. Con cuidado, subo a la hamaca con ellas, Nong se mueve para acostarse encima de Faye, dándome espacio para acostarme a su lado. Como Nong está casi dormida, no nota que su madre estira el brazo invitándome a acurrucarme con ella. Y si lo notó, no dijo nada. Pero eso no es común, porque es parecida a Marissa: siempre tiene algo qué decir.
- ¿Tuviste un buen día? -Le pregunto a Faye, levantando la cabeza de su pecho para mirarla.
- Tuve un gran día. Mi familia estaba muy feliz de conocerlas a las dos y ellos las adoraron. Gap y mi papá no podían parar de decir lo adorable que es esta. -Dice, señalando a la pequeña dormida en su estómago-. Y mi madre te amó. -Faye continúa hablando de lo que su familia dijo de nosotras, riéndose de la timidez en mi rostro cuando repite cada halago que recuerda. Cuidadosamente, luego de unos minutos de plática silenciosa, Faye se levanta de la hamaca con nuestra hija para llevarla a la cama, prometiendo regresar en un momento.
Tarda un poco más de lo que esperaba, probablemente encontrando algo más qué limpiar después de poner a nuestra hija en la cama. Pero regresa. Regresa a mí y vuelve a subir a la hamaca y yo no le doy tiempo de que se acomode, inmediatamente vuelvo a poner la cabeza en su pecho, acurrucándome contra su pecho y enredando una pierna sobre su cintura. Acaricia mi brazo y rompe el cómodo silencio con su ronca voz muy cerca de mi oreja.
- Mi padre me dijo antes de irse que encontré a alguien especial, y que nunca te deje ir.
Me sostengo sobre un codo y la miro directamente a los ojos. Esos hermosos ojos verdes que solo ilustran amor y afecto.
- ¿Crees que él tiene razón?
- Definitivamente. -Peina unos cabellos fuera de mi cara y acuna mi mandíbula-. Yoko, no quiero perderte nunca. -Me acerca y me besa con una tierna pasión, luego me mira directamente a los ojos-. No quiero estar sin ti. -Me besa otra vez-. Jamás. -Y otra vez-. Quiero que seas mi novia, Yoko.
Mirarla a los ojos y ver los genuina que es, no calma mis nervios. Con la forma en que nos comportamos, casi había olvidado que no estábamos juntas. Pero escucharla decir esas palabras es abrumador. La beso con más pasión que nunca, dejando que mis acciones compensen mi falta de palabras. Pasión y amor puro. Gemimos juntas cuando nuestras lenguas se acarician. Faye me gira sobre mi espalda y se acuesta encima de mí, sus manos acunan mi rostro y solo se concentra en trabajar nuestras bocas juntas. Gemimos otras vez cuando sus partes íntimas chocan con las mías y suelta mi cara para agarrarme las piernas y enredarlas en su cintura, mi trasero se levanta de la hamaca y me presiono directamente a su entrepierna.
Lento, Faye se levanta de mí y de la hamaca, manteniendo sus labios unidos a los míos. Me ayuda a levantarme también, sus manos en mi cadera y las mías alrededor de su cuello. Nuestros labios se mueven con suavidad y deseo mientras ella cierra la puerta del patio, revisa la puerta principal, y nos dirigimos a las escaleras. Todo mientras nos besamos, y continuamos haciéndolo aun cuando me levanta y me carga escaleras arriba. Cuando llegamos a la puerta de la habitación, me baja, abre la puerta y con un apretón en la cintura me anima a entrar. El cuarto está iluminado de una manera poco familiar, separo mis labios de los suyos y miro alrededor. Hay varias velas por toda la habitación, la cama ya sin almohadas y las cortinas cerradas para mantener la suave luz.
- ¿Cuándo hiciste esto? -Le pregunto, todavía maravillada con lo hermosa que se ve la habitación y el simple esfuerzo que hizo para prepararla.
Ella no me responde y cuando me giro para verla, ella me está mirando como si yo fuera la única persona en el mundo que alguna vez tendrá su atención así. Acuna mi rostro y me besa otra vez, sin prisa ni torpeza, sino con determinación y dirección cuando introduce su lengua en mi boca. Antes de que pueda pensarlo, mi camisa estaba siendo levantada y sacada de mi cuerpo. Me acaricia la espalda, arañando ligeramente, sus ágiles dedos manipulan el broche de mi sujetador y la prenda cae al suelo. El aire caliente por las velas me enciende la piel y siento una nueva urgencia. Agarro su camisa para hacer lo mismo, Faye colabora y alza los brazos para sacarla. Acaricio sus costados y luego desabrocho su sujetador, ya estoy viendo más de ella de lo que nunca he visto. No es perfecta, pero es jodidamente hermosa.
Nuestras persistentes bocas continúan sus besos aun cuando dudosamente comienzo a masajear sus pechos. Sus dedos se mueven hacia abajo para quitarme los pantalones.
- Tuve razón antes, estos jeans se te ven espectaculares. -Susurra-. Pero ahora me gustaría que ya no los tengas puestos.
Y eso hace. Mirándome a los ojos, abre el botón y los baja hasta donde quedan flojos y terminan cayéndose solos. Una vez que estoy solo en bragas, vuelve a besarme y me empuja hacia la cama.
Aunque hemos hecho esto muchas veces, nada podría prepararme para lo placentero que se siente estar bajo la atención de la lengua de Faye. Ella se arrodilla frente al borde de la cama y coloca mis piernas sobre sus hombros, inmediatamente uniendo su boca directamente en mi centro. Trabajando su lengua sobre la tela de mis bragas por un momento, luego las quita también. La suave luz provee la perfecta exposición de mi sexo mojado bajo su mirada. Su ahora experta lengua explora la piel de mis muslos y particularmente la piel en la coyuntura de mis muslos y mi vagina, un punto sensible que me tiene jadeando con anticipación. Luego de unos minutos de lenta tortura con su lengua a la piel expuesta a ella, Faye separa mis labios vaginales y ataca mi clítoris con sus labios, alternando entre suaves succiones y el roce de su lengua. Mis caderas buscan frotarse contra su cara de manera involuntaria y cuando esos intensos ojos verdes me miran, me pierdo. Tartamudeo y tiemblo mientras su incansable lengua me trae de vuelta a la tierra y los sonidos que salen de su boca limpiándome se manifiestan otra vez.
- Me encanta saborearte, Yoko.
Veo a Faye abrirse el botón y la cremallera de sus jeans, mientras me besa el pubis y los huesos de la cadera. Se pone de pie y se los quita completamente, quedándose solo en sus boxers apretados. Todavía algo aturdida la atraigo hacia mí y vuelvo a besarla al tiempo que nos acomodamos más arriba en el colchón. Faye eleva mi cuerpo para sacar la cobija de debajo de mí y acostándose sobre mí, nos cubre con ella y continuamos con nuestro beso que consiste lenguas, dientes y el sabor de mi orgasmo.
Faye se acomoda entre mis piernas y me las levanta para que las enrede en su cadera, así nuestros sexos se presionan juntos; su firme erección se frota contra la parte inferior de mi clítoris para mantener mi humedad. Sus labios abandonan los míos un momento para atender mis pezones, succiona cada nudo en su boca y muerde la piel alrededor. De vuelta a mis labios y bajando una mano a la cinturilla de sus boxers, ella murmura algo como "olvidé los condones", pero yo no estaba prestando atención. La necesito a ella. "Está bien", susurro de todas maneras entre besos, llevando mis manos a su culo y tratando de bajarle el boxer. Toma algunos segundos de inquietud bajo la cobija y bocas distraídas para que Faye finalmente se quite el par de Calvin Kleins y los tire al suelo.
- ¿Estás bien? -Pregunto preocupada cuando sus labios se tensan y todavía no vuelve poner a su cuerpo sobre mí. Exhalo pesadamente con incredulidad al no obtener respuesta, solo se posa encima de mí, apretando su pecho contra el mío, pero lo más impresionante, es su pene descansando directamente entre mis pliegues mojados.
- Joder. -Jadea ante la nueva sensación.
Volvemos a besarnos con desesperación en el momento en que me penetra con dos dedos, estirando el canal para acomodarlo para ella. Gimo en su boca por la sorpresa y accidentalmente le muerdo el labio, ella gruñe con un poco de dolor y vuelve a concentrarse en sus dedos. Los saca de mí y gimo con anticipación por lo que está por venir.
Faye se sostiene en un codo, separando ligeramente la parte superior de nuestros cuerpos y mueve la otra mano bajo la cobija. Se asegura de que mis piernas sigan enredadas en su cadera y luego siento la cabeza de su pene frotando directamente mi hinchado clítoris, lo hace algunas veces de arriba a abajo y eventualmente lo sitúa en mi entrada. Mis ojos cafés encuentran los verdes cuando suavemente mete la punta en mí, empujando centímetro a centímetro, mi cabeza tirándose para atrás con la nueva intrusión. El rostro de Faye se frunce en el primer momento en que entra en mí, determinada en no correrse de inmediato. Los pequeños "joder" que libera en mi oreja me dicen que tal vez sea algo difícil que no lo haga.
Muy lentamente, entra por completo. Mientras su cabeza cae a mi hombro, yo jadeo y mi cara se contorsiona con éxtasis y dolor. La longitud y el grosor son algo que nunca antes había experimentado; solo dedos han sido usados para complacerme y su pene grande es algo a lo que me tengo que ajustar. Tras un momento de quietud, Faye comienza a besarme la clavícula, mordisqueando la piel. Retira la cadera dejando solo la cabeza de su miembro dentro de mí y luego vuelve a meterlo todo.
- Oh, joder.
Faye tiene los ojos fuertemente cerrados y su cara muy roja y caliente.
El ritmo no cambia de inmediato, ella me penetra lento y profundo cada vez. Primero fue algo incómodo y luego enteramente placentero.
- No creo poder durar mucho, Yoko. -Murmura sobre mis labios, su tono casi agonizante y desesperado.
- Inténtalo, por favor. Solo piensa en algo.
- ¿Como qué? -Sus penetraciones se aceleran, buscando su orgasmo, así que hablo rápido.
- Cualquier cosa. En lo que harás la próxima semana, no lo sé. Solo no te corras aún.
- Bueno. -Baja el ritmo y luego hace una pequeña pausa-. ¿Y qué quieres hacer la próxima semana?
- No, Faye. Tú necesitas la distracción, yo necesito concentrarme. Piensa por ti sola.
Mis piernas caen a los lados de su cuerpo cuando sus labios me besan el cuello, succionando la piel sensible. Me retuerzo entre sus brazos.
- ¿Puedo ponerme detrás de ti? Me duelen los brazos. No sé cómo la gente hace esto. -Asiento rápidamente, pero me quejo cuando se mueve para salirse de mí, desesperada por que no lo haga. Faye nos maniobra para quedarse dentro mientras cambiamos de posición, mete un brazo bajo mi cuello y me eleva una pierna con el otro. La cobija se mueve a nuestro compás cuando sus penetraciones se aceleran y la posición se siente deliciosa. Constantemente toca ese punto dulce dentro de mí-. Tócate tú misma. -Ordena con voz ronca. Tiro la cabeza hacia atrás ante su demanda y la nueva sensación al estimularme el clítoris. Tira de mi cuerpo y me deja casi acostada boca arriba, ella continúa follándome de lado. Su boca descansa contra mi oreja, jadeando con desesperación y gruñendo.
Mi visión se vuelve oscura y borrosa, mi cabeza se vacía. De lo único que soy consciente es de Faye sosteniéndome, penetrándome lento mientras se corre dentro de mí. Mis uñas arañan su piel de porcelana y convulsiono en sus brazos mi propio climax, abrazándola imposiblemente pegada a mí, las dos nos debilitamos y nuestros besos se vuelven perezosos. Solo me sostiene por un momento, envolviéndome con sus brazos. Lloriqueo ligeramente cuando finalmente sale de mí, pero no recupero ningún sentido. No puedo verla, ni escucharla u olerla. Mis extremidades están frágiles.
Exhausta y débil en los brazos de mi novia.
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