➳ Capítulo O9.
Esto es sólo una adaptación, todos los créditos a su respectiva autora (@wishfxlthinking) y a su traductora (@A5HAddict).
Pensarían que estaría enojada por escuchar un zumbido incesante a una hora estúpidamente temprana en fin de semana, pero cuando gruño en la almohada y el aroma de Momo me golpea y recuerdo el brazo que me abraza por la cintura, nada puede quitarme la sonrisa del rostro.
Recuerdos de la noche anterior vienen a mi memoria (como si no hubiera pasado toda la noche soñando con eso). Recuerdo lo deseada que me hizo sentir. Recuerdo el gesto en su rostro cuando me vio desnuda por primera vez. Recuerdo cómo me tocó, lo mucho que disfrutó tocarme. Y luego recuerdo cómo todo se dio tan naturalmente entre nosotras después de eso: lavarnos los dientes juntas, meternos a la cama y Momo tomándome en sus brazos. Sigo medio dormida y sonriendo sobre su almohada.
Pero ella aún no ha apagado esa jodida alarma.
— Momo. —Le doy un codazo en el brazo, tratando de despertarla—. Momo. —Gruño un poco más alto.
— ¿Hmm? —Responde adormilada, enterrando más su cara en mi nuca.
Me dormí acurrucada de frente contra su pecho y me desperté dándole la espalda, con ella abrazándome por detrás, como lo hizo aquella mañana que Jihyo nos atrapó. Su cuerpo apretado al mío y su brazo envuelto posesivamente en mi cintura.
— Alarma.
— ¿Hmm?
— Momo, apaga tu maldita alarma.
— Sí, señora.
Momo se gira un poco para apagar la fuente de mi molestia, la posición causando que su pelvis resalte y se pegue más a mi trasero; su erección mañanera haciéndose más prominente. Rápidamente apaga la alarma y colapsa otra vez a mi lado, aunque ya no me está abrazando, en lugar de eso se frota los ojos con pereza.
No pienso demasiado en el hecho de que ya extraño su calidez, su cercanía y sus brazos abrazándome con seguridad. Me doy vuelta, acostándome de medio lado.
— ¿Por qué tu alarma suena en fin de semana? —Pregunto todavía irritada por haberme despertado tan temprano. Para de frotarse los ojos y se acuesta de medio lado, quedamos frente a frente.— ¿No tienes que trabajar, cierto?
— A veces mi jefe me llama los fines de semana, pero hoy no. Hoy tengo otros planes. —Explica.
— Pero es muuuuuy temprano.
— Dahyunie, son las 9am. Dormimos suficiente.
— ¿Qué? Tienes que estar bromeando. Vivo con dos niñas y aún así consigo dormir más los fines de semana. —Explico, tratando de ignorar el hecho de que con nuestra piernas entrelazadas, su muslo está muy cerca de mi sexo desnudo - y su pene también.
— Bueno, esto es probablemente lo más tarde que he de despertar, ¡así que mejor te acostumbras!
— ¿Que me acostumbre? ¿Estás implicando que esto de pasar la noche juntas va a ocurrir seguido? —Provoco, sonriendo cuando sus mejillas se ponen rojas.
Mi sonrisa se quita cuando empieza a atacar mis costados con sus dedos, probablemente recordando de anoche lo sensible que soy. Soy sensible en otras partes también, pero ella convenientemente olvidó eso...
Pronto sus dedos me sueltan y yo me muevo, sentándome en su estómago, inclinándome a ella. De defenderme de ella, pasé a estar encima de ella, aprisionando sus manos una a cada lado de su cabeza. Claramente ella es más fuerte que yo, pero está sumisa ante mi defensa y mi posición sobre ella.
Me siento firmemente en su estómago y no hago ningún intento de moverme, en su lugar, observo lo hermosa que se ve. Sus ojos marrones están más claros y su mirada es tierna, ya sea de felicidad o por cansancio. Su cabello oscuro suelto por toda la almohada y su piel brilla por la luz del sol que se cuela a través de las cortinas. Me hace soltarle las muñecas y entrelaza sus dedos con los míos.
Dejo de mirarla a los ojos y observo nuestras manos, donde ella acaricia el dorso de mis manos. Por un momento solo aprecio lo íntimo y casi natural que se está haciendo esta situación. Sostener sus manos se siente normal -la chispa cuando nos tocamos sigue ahí-, como si debiéramos hacerlo siempre, o como si siempre lo hubiéramos hecho.
Vuelvo a mirar a Momo y veo que ella no me está mirando como antes, sus ojos están fijos en otro lado.
Y es cuando recuerdo por segunda vez esta mañana que no me puse ropa interior anoche.
Los ojos de Momo están fijos en mi centro desnudo, expuesto a ella porque mi camisa se subió, mi trasero en su estómago y mis rodillas casi encima de su pecho. Dejo de lado la pena y la inseguridad que me baña primero y me concentro en el abrumador deseo evidente en su mirada. Deseo y lujuria, pero también curiosidad, fue lo que vi en ella anoche y ahora es igual.
— ¿Estás bien, Momo? —Saco a la mujer de su trance y ella me mira a los ojos, ampliando los suyos con miedo de que la haya atrapado. Lo hice, pero no se lo voy a decir.
Se aclara la garganta.
— Sí, por supuesto. Eh, tengo algo de hambre, en realidad. ¿Bajamos a comer?
Podría sacar muchas bromas de esa oración.
— Sí, claro, yo también tengo hambre. —Levanto una pierna para quitarme de encima de ella, dándole a propósito una mejor vista de mi área expuesta. Cuando se aclara la garganta otra vez, sé que funcionó—. Vamos, entonces. —Le digo mientras me pongo unos sweatpants suyos que encontré en el piso a lado de su cama.
Ella se sienta y se estira de la forma más linda, su gruñido sonando como un dinosaurio bebé.
— Tú ve a la cocina, yo ahora te alcanzo. —La miro con confusión—. Sólo tengo que usar el baño. —Dice con una sonrisa apretada.
— Ve, entonces, no me importa esperar aquí. —Me encojo de hombros.
— Eh, no, Dahyunie. Sólo ve abajo y yo estaré ahí en un segundo.
— ¿Por qué es un problema si te espero aquí? ¿Hay algo mal? —Oh—. Oh. —Mis ojos automáticamente miran su entrepierna—. Todavía estás-... —Hago un gesto hacia su área.
— ¿Qué quieres decir con "todavía"? ¿Lo sentiste? —Sus nervios causando que las preguntas salgan apresuradamente.
— Momo, estábamos muy abrazadas. —Digo simplemente.
— Oh. —Mira sus manos inquietas—. Bueno, disculpa que lo hayas sentido. —Su típica voz ronca cargada de tristeza.
Me siento a su lado en la cama y acuno su rostro.
— No estés triste, por favor. Ni avergonzada. Es perfectamente natural y te prometo que yo estaba bien con eso. —Niega, sin creer lo que le estoy diciendo—. Honestamente, Momo. Acepto todo de ti. Aún si te excitas por las mañanas.
Y ahí está la risa que he estado esperando escuchar.
— Dios, por favor, calla. —Momo se deja caer en el colchón, cubriéndose el rostro con las manos, avergonzada pero riéndose de mi comentario.
— Voy a ir abajo a asaltar tu cocina. Tú puedes... mientras yo... —Señalo su área y hacia la puerta, sugiriendo que me iré para que pueda hacer lo que sea que necesite hacer.
Rápidamente entiende lo que quiero decir y se levanta con los ojos muy abiertos, nerviosa, para defenderse.
— No, no, no; sólo necesito una ducha fría. Yo no voy a... eso. Yo no hago eso. Sólo necesito una ducha. Tú solo espera por mí abajo, asalta mi cocina todo lo que quieras.
Le sonrío y camino hacia la puerta.
— Lo que digas, Momoring. Te veo pronto.
— No, Dahyun, yo no... —Se defiende en voz más alta cuando salgo de la habitación.
Me quedo en el pasillo lo suficiente para escucharla decirse a sí misma: "yo no hago eso", en tono derrotado.
: : ✦ : :
— ¿Entonces te dejo en tu casa o donde tu madre?
Momo me está yendo a dejar a casa para ver a Sihyeon, mi mamá la irá a dejar en una hora más o menos.
Momo había vuelto a la cocina unos 15 minutos después, con otra ropa y su cabello recogido, todavía húmedo por la ducha. Yo había empezado a hacer algunos panqueques con los ingredientes que encontré en su cocina y ella me ayudó a terminarlos, dejándome comer el primero mientras ella continuaba haciendo el resto.
No hablamos de lo de esta mañana, ni de anoche. En lugar de eso, hablamos sobre Sihyeon, el trabajo y los panqueques que estaban deliciosos. Pero eso no me molestó. No quería hablar de eso porque no sentí que necesitáramos hacerlo y porque no quería incomodarla cuando parecía tan relajada.
Después de mi ducha, me dio otra camisa para usar con los sweats que había robado y comenzamos el viaje a mi casa. Esta vez no había tensión ni nervios, sólo charla sin sentido y la adorable risa de Momo de vez en cuando.
— ¿Qué harán tú y Sihyeon hoy?
— No tenemos nada planeado, así que probablemente no mucho. Tal vez ir al parque. ¿Por qué? —Miro a Momo y tomo nota de lo hermosa que se ve cuando está concentrada.
Indica hacia la derecha y dobla hacia mi calle.
— Bueno, tengo este paseo planeado para nosotras tres. No está agendado, así que podría ser cualquier día, pero el clima está excelente; no hace mucho calor, por lo que Sihyeon estaría bien en el auto. Entonces si no estás ocupada, me gustaría llevarlas hoy. —Sugiere esperanzadamente.
— Eso es muy dulce de tu parte, Momo. Por supuesto. Ni siquiera necesito preguntarle porque sé lo feliz que estará de pasar el día contigo. —Sonríe, deteniendo el auto fuera de mi apartamento.
— ¡Genial! Bueno, tengo que ver a alguien ahora, pero estaré libre en una hora. Textéame cuando Sihyeon vuelva y vendré a recogerlas.
Asiento, ansiosa desde ya por pasar el día con ellas.
No la beso al despedirme.
Pero ojalá lo hubiera hecho.
: : ✦ : :
— ¡Mami!
Sihyeon baja corriendo los escalones de nuestra entrada y se lanza a los brazos de Momo, quien está a lado de su auto, esperándonos.
— Hola, niña hermosa. ¿La pasaste bien con la abuela? —Le pregunta, sosteniéndola en su cadera.
Las dos siempre lucen tan felices cuando están juntas, que es esa simple ternura lo que hace su relación tan especial.
Poco después Momo mete a Sihyeon en el auto, sentándola en su silla especial y asegurando sus cinturones, pidiéndome después que revise que lo haya hecho bien. Lo hizo perfecto, como sospechaba, y el orgullo en su rostro fue algo admirable. Después entramos nosotras a los asientos delanteros y las miro a ambas, irradian emoción y felicidad.
— Les advierto que es un viaje algo largo. —Dice Momo, empezando a conducir—. Si alguna necesita que me detenga, usar el sanitario, o lo que sea, sólo díganme. También hay comida y bebidas en ese cesto de ahí. —Señala una caja grande en el piso del auto entre su asiento y el asiento trasero.
No es sorpresa que Sihyeon y yo estemos perfectamente bien con que sea un viaje largo y pasar todo el día con la mujer pelinegra.
— ¿Mami? ¿Tienes otra música mejor que esa? —Pregunta nuestra hija, haciéndome reír suavemente por lo lindo que se refirió a su madre para no insultarla.
— Disculpa, señorita, pero esta música es grandiosa. ¡A tu mamá también le gusta, ella me lo dijo!
El tono aniñado de Momo me hace reír más. Llevamos unos 40 minutos de viaje y "Continuum" de John Mayer ha estado sonando de fondo durante nuestra charla. Momo tiene razón, amo esta música y ese álbum es de mis favoritos, pero Sihyeon parece pensar diferente.
— No, a ella no le gusta. Mamá la odia. ¡Ella quiere que pongas otra cosa!
— ¿Oh, la odia ahora? —Pregunta Momo cómicamente, mirando a nuestra hija por el espejo retrovisor.
— Mhm. —Esta niña es irreal.
— Hazlo entonces, Dahyunie. Pon otra cosa, ya que odias tanto esta. —El tono juvenil de Momo hace a Sihyeon reír triunfante. La mujer de ojos marrones sonríe por provocar esa reacción.
Me inclino y presiono el botón de "2", cambiando a otro CD que tiene listo en el sistema de audio.
Música tribal llena el auto y de inmediato reconozco que es "Circle Of Life" de El Rey León.
El Rey León.
Disney.
Momo tiene un CD de Disney.
— ¿Por qué tienes un CD de Disney? —Me giro hacia ella, confundida. Ella y Sihyeon lucen igualmente felices con la nueva música.
— Tal vez hice una playlist...
— ¿Hiciste una playlist?
— Sí. O dos. —¿Puede ella ser más linda? Momo me mira un segundo y me sonríe ampliamente. Sí, sí puede ser más linda—. ¿Me puedes dar agua, por favor? De ahí atrás.
Me estiro hacia el cesto y alcanzo una botella de agua para Momo y un jugo Squash para Sihyeon. Momo murmura un agradecimiento cuando se la doy, bebe un poco y luego me la devuelve para que yo beba también.
— One minute I'm in Central Park.
Reconozco la canción de Oliver and Company, un pequeño cambio después de Circle of Life, y me cuesta mantener el agua en mi boca al reírme de su playlist. Momo me mira riéndose también y golpea las manos contra el volante, divertida porque se me escapa el agua de entre los labios, amenazando con salir disparada.
Eventualmente me calmo lo suficiente para tragar el agua.
— Momo, ¿hay algún tema en particular para esta playlist?
— ¡Sí, Disney! Pensé que había quedado claro.
— Oh, Dios.
— Oh, Dodger.
Sihyeon se ríe al reconocer el nombre del perro de la película. Me giro para verla y al terminar de reírse, se menea en su silla, bailando la canción. Cuando sé que está distraída, me giro nuevamente hacia Momo.
— Sihyi la está pasando bien.
— ¿Sí? ¡Y aún no hemos llegado! —Me dice, riendo—. Pero me alegro. No parece estar enfermándose, ¿verdad?
— Está muy distraída como para pensar en eso. Normalmente yo ya hubiera tenido que detener el auto, pero ella no parece estar pensando en eso. —Miro de vuelta a nuestra hija, ella continua en su propio pequeño mundo.
— Me alegro. —Me sonríe, sus ojos brillan—. En el cesto hay sándwiches, fruta y bocadillos. ¿Quieres que paremos a almorzar o estarán bien si comemos en el auto?
— Si no te molesta que se ensucien los asientos, entonces comeremos en el auto. Ahorra tiempo. —Propongo. Ella asiente de acuerdo.
Me giro hacia el cesto y saco un sándwich que obviamente está hecho para Sihyeon, de mantequilla de maní y mermelada, sin los bordes. Y una pequeña caja con rebanadas de fruta.
— Gracias por hacerme el almuerzo, mami. —Le habla nuestra hija a Momo, que ahora está cantando algo de Mulán.
— De nada, princesa.
Saco también algo de comida para Momo y yo, sosteniendo un sándwich frente a su cara para que muerda mientras conduce. Tomo turnos para alimentarme yo y luego a ella, ambas asegurándonos de que Sihyeon esté comiendo, lo que por supuesto está haciendo porque Momo lo preparó para ella.
Estamos terminando de comer cuando "Bare Necessities" de El Libro de la Selva comienza a sonar.
La risa de Sihyeon se intensifica al escuchar a Momo cantar:
— Wherever I wander, wherever I roam // I couldn't be fonder of my big home // the bees are buzzin' in the tree to make some honey just for me // When you look under the rocks and plants and take a glance at the fancy ants...
A este punto, las tres no podíamos aguantar la risa. Momo parecía ligeramente avergonzada, pero al final no le pudo importar menos, especialmente si hacía feliz a nuestra hija. Sihyeon y yo nos unimos a la canción y Momo sube el volumen, las tres cantamos tan fuerte que si nos detuviéramos por tráfico, los demás en sus autos probablemente nos escucharían.
El canto continúa cuando empieza Love Is An Open Door de Frozen y Momo y yo inmediatamente tomamos los roles de Hans y Anna, respectivamente. Cantamos la canción completa a dueto, Sihyeon aplaudiendo y riéndose de sus dos madres.
Después de nuestra presentación, veo que nos desviamos de la autopista, hacia un área más aislada. Miro el reloj y veo que hemos estado viajando por 3 horas y Sihyeon no se ha quejado ni una sola vez. Momo la ha mantenido entretenida todo el camino, sin demasiado esfuerzo.
Momo conduce el auto por una pequeña colina e inmediatamente hacia un estacionamiento vacío. No hay ningún edificio alrededor, sólo un gran letrero de entrada guiando hacia un tipo de rancho y un área boscosa. Pero hay personas caminando por ahí, todos en uniforme, cargando varias cosas. Momo conduce a través del estacionamiento y se detiene en un área de césped. Me mira con una gran sonrisa.
— Puedes dejar lo que quieras en el auto, nadie va a robarse nada. —Rápidamente baja del auto y lo rodea para abrirme la puerta y luego a Sihyeon. La saca de la silla y la deja de pie en el suelo junto a nosotras—. ¿Listas? —Le pone seguro al vehículo y nos mira.
— Momo, ¿dónde demonios estamos? Sihyeon, no repitas esa palabra. —Me apresuro a decirle antes de que lo intente.
Antes de explicarse, Momo me da esa risa adorable otra vez que hasta hace sonreír a Sihyeon.
— Es un lugar de rescate animal, pero para leones, tigres... gatos grandes salvajes y así. Es como un negocio familiar. Mi familia, bueno, mi hermana, lo maneja ahora.
Wow.
— ¡Wow! —Sihyeon me quita la palabra de la boca—. ¡Qué genial! Quiero verlos.
Y nuestra hija comienza a correr hacia el área boscosa, dejándonos a Momo y a mí riendo. No corremos detrás de ella de inmediato porque no es muy rápida y su tambaleo es de lo más lindo. Momo da un par de pasos largos y toma a nuestra hija en sus brazos.
— ¡Ahora, señorita! Ni pienses en correr lejos de nosotras. También queremos ver los tigres. ¿Bueno?
— Sí, mami. ¡Ven, mamá! —Me ordena Sihyeon por encima del hombro de Momo.
Caminamos unos 5 minutos a través del área boscosa y Momo nos platica sobre el lugar y lo que pasa aquí.
Básicamente es como una reserva de animales para protegerlos del peligro. O han sido rescatados de violencia en cautiverio, o están muy enfermos o débiles para vivir en la selva por el momento. Momo nos explica que ha venido aquí desde niña porque su familia fundó el lugar y siempre hay uno de ellos a cargo - como su hermana ahora.
— Hola, Momo. —Todas miramos al hombre que es más o menos de nuestra edad, lleva un sombrero vaquero y dos cubetas grandes con agua—. ¡Bienvenidas sean ustedes también! —Nos ofrece una sonrisa a Sihyeon y a mí antes de continuar caminando. Nosotras también lo saludamos.
— Ese es James. Ha estado trabajando aquí desde hace un año, pero lo conocemos de toda la vida.
Deja a Sihyeon en el suelo, y como siempre lo hace, nuestra hija nos toma una mano a cada una, balanceando nuestros brazos. El campo se ha abierto mucho ahora y el lugar es enorme. Ya veo un par de edificios también, pero todos muy juntos, dejando un gran espacio de bosque y césped para los animales.
Mientras caminamos hacia lo que parece la recepción principal, una mujer grita el nombre de Momo y corre hacia ella, envolviendo sus brazos en el cuello de la mujer de ojos oscuros.
— Hola, Hana. —Se queja Momo en su cuello, soltando la mano de Sihyeon para abrazarle la cintura a la otra mujer. Se liberan y de inmediato los ojos de la desconocida nos miran a Sihyeon y a mí. Estaría intimidada si no fuera por su sonrisa amigable.
— Tú debes ser Dahyun. Es un gusto conocerte. —Me da un abrazo igual de apretado—. Soy Hana, hermana de Momo. Ella me ha hablado mucho de ti. —La chica a la que ahora conozco como Hana, me guiña, dejándome congelada en mi lugar, y se agacha frente a la pequeña—. Y tú debes ser Sihyeon. Estoy muy contenta de conocerte. —Le dice dulcemente a su sobrina. Momo me mira y sonríe ampliamente, calmando los nervios que tenía por conocer a su hermana.
Me inclino para alzar a Sihyeon, sosteniéndola en mi cadera. Hana también se levanta.
— Sihyi, dile hola a Hana. Ella es la hermana de tu mami, y es la dueña de este lugar. —Le digo, tranquilizadoramente a mi hija, que parece un poco nerviosa al conocer a alguien nuevo.
— Hola, Hana.
— Hola, Sihyeon. Eres muy hermosa. —Sihyeon sonríe y esconde su cara en mi cuello mientras sus mejillas comienzan a ponerse rojas, haciéndonos reír—. Puedo decir que ustedes dos son sus madres. —Me guiña otra vez. Momo y Hana se ríen de que ahora sea yo quien se sonroja.
— Sihyeon, ¿quieres ir al sanitario antes de que empiece a mostrarte todo?
La pequeña asiente, extendiendo los brazos hacia Momo para que la ponga en el suelo, luego toma su mano.
— Yo espero aquí con Hana. —Les digo antes de que se vayan hacia donde asumo que está el baño.
— Entonces...
— Entonces... —Repito incómodamente.
— Momo y Sihyeon parecen llevarse bien. Por lo que ella me ha dicho, ¡adora a esa niña!
— Sí, la verdad sí. Es muy dulce y yo estoy muy feliz. Se llevaron bien desde el principio y Sihyeon la ama. —Explico con una sonrisa.
— Eso me hace feliz. Momo ha estado muy feliz desde que las conoció. Todos hemos notado el cambio en ella. No la vemos muy seguido, pero ella llama seguido y es obvio lo feliz que la han hecho.
Sonrío más grande al escuchar de otra persona lo feliz que es. Ya sabía que es feliz estando con nosotras, es claro por la sonrisa que tiene siempre que está con nosotras, pero escucharlo de una persona tan cercana como su hermana, se siente grandioso. Hana obviamente la ha visto en la felicidad y la tristeza, y ahora, debe estar más que contenta.
— Sí, puedo ver lo feliz que la hace Sihyeon.
— No sólo Sihyeon, tú también. ¡Ella habla mucho de ti!
— ¿En serio?
— Mhm. Normalmente la gente no repetiría lo que ella dice por privacidad o lo que sea, pero yo soy su hermana, se supone que debo avergonzarla. —Me río antes de que comience a resumir, casi nerviosa de escucharlo—. Ella me ha dicho lo excelente madre que eres y lo mucho que amas a Sihyeon. También me ha dicho lo hermosa que cree que eres, pero no se me permite decir eso. —Me sonríe otra vez. Veo que es una sonrisa marca Hirai—. Y sobre lo cómoda que se siente contigo, lo que aprecio mucho. Es difícil para ella estar cómoda con la gente, como te lo imaginas, pero sé que ella confía en ti. Así que gracias por eso. Y gracias por ser sexy, ¡esa niña es hermosa!
Me río en mi estado agitado, tratando de calmar las mariposas en mi estómago antes de cambiar de tema.
— ¿Y desde hace cuánto trabajas aquí?
Se ríe de mi intento, pero me sigue la corriente de todas maneras.
— Dos años. Nuestra madre fundó el lugar, pero cuando enfermó, yo me hice cargo.
¿Su madre está enferma?
Antes de que Hana pueda continuar hablando, Momo y Sihyeon regresan. La mujer pelinegra lanzando dagas a su hermana en advertencia de lo que pudo haberme dicho.
— Creo que ya me avergonzaste lo suficiente, hermanita.
— Oh, sí que lo hice. ¡Sin embargo sólo dije la verdad!
— Hmm. —Momo bloquea a su hermana con risa y se dirige a mí—: ¿Lista para ir a ver algunos cachorros de tigre?
— ¡YAY! —Grita Sihyeon, tratando de correr, pero Momo la coge en sus brazos otra vez.
— Sin correr, señorita. ¡Los leones pueden comerte!
Momo pretende morder un costado de Sihyeon, haciendo que se remueva entre sus brazos, su risa zumbando en las orejas de Hana y mías.
— Pásenla bien, chicas. Me dices si necesitan algo, Momito.
Hana regresa a la recepción, pero antes me sonríe ampliamente.
Después de caminar algunos minutos, siendo presentadas con varias personas que trabajan ahí y simplemente mirando el rancho, comenzamos a caminar hacia un área grande de césped y yo inmediatamente empiezo a emocionarme al ver a los cachorros de tigre jugando entre ellos y con algunos juguetes.
— ¿Lindo, cierto? —Dice Momo, sonriendo. Sihyeon corre hacia la cerca, tratando de llamar a alguno de los bebés, pero Momo nos sorprende y abre la puertecilla, animándonos a entrar, lo que hacemos sin dudarlo—. Es hora de comer para estas lindas cositas, y nosotras —se inclina hacia un refrigerador externo, sacando algunos biberones— vamos a alimentarlos.
— Wow, Momo. —Tigres bebés están saltando sobre mis piernas, rasguñando mis zapatos, y yo estoy enamorada. Son lo más lindo y Momo me está dando la oportunidad de hacer algo que siempre quise. Sihyeon está tan cautivada con los cachorros como lo estoy yo y está tratando de acariciarlos como si fueran perros, rápidamente quitando la mano si alguno se mueve hacia a ella intentando morderla—. Esto es increíble. —Expreso finalmente.
Momo levanta a nuestra hija del suelo, descansándola en su cadera, y antes de que lo sepa, también toma mi mano, dirigiéndonos a otra parte del césped, junto a los juguetes. Nos sentamos lado a lado, Sihyeon entre las piernas de Momo, y ella nos da un biberón a cada una.
Momo nos enseña cómo sostener la botella y pronto cada una tiene un tigre bebé tratando de alcanzar su comida. El más pequeño cae en mi regazo, descansa la cabeza en mi pierna y coge el biberón en su hocico, bebiendo sin problema.
El de Sihyeon está un poco más emocionado. Momo la ayuda a sostener la botella, pero el bebé no se queda quieto. Toma la botella en su hocico, pero continúa tratando de saltar sobre Sihyeon, cayendo en sus piernas para acercarse más al biberón. Su risa constante me dice que le encanta, aunque muchos niños probablemente estarías asustados.
— Dahyunie. —Busca mi atención, la miro—. ¿Puedes alimentar a este también para yo ayudar a Sihyeon?
Me pasa la botella de leche, el tigresito más grande siguiendo su comida, cayendo encima del otro para beber. Ninguno parece tener un problema con eso.
Momo parece haber domado la emoción del otro cachorro, ayudando a Sihyeon a alimentarlo apropiadamente. Una vez que Sihyeon consigue hacerlo sola, Momo saca su celular y comienza a tomarnos fotos. Las tres alimentando a los bebitos, todas sonriendo y riendo. Miro su celular y veo que le están enviando las fotos a alguien, pero no veo a quién.
— ¡Hey, Baby Boo volvió! —Dice emocionada antes de levantarse—. Vuelvo en un segundo—. Y camina hacia el área siguiente, abriendo para entrar como lo hizo aquí.
Sihyeon y yo nos quedamos con los cachorros de tigre arrastrándose por nuestras piernas, algo que aún no podemos creer, miramos a Momo y ella parece estar en su propio sueño también.
Hasta que un tigre grande corre hacia ella.
Bueno, no es tan grande. Es más grande que los cachorros, pero aún no es adulto.
Momo empieza a emocionarse con el tigre grande, acariciándole la cara y hablándole contenta. Pronto su interacción se torna un poco más agresiva y ella empieza a luchar con él. Una y otra vez, Boo salta hacia ella y Momo lo empuja.
— Wow. —Miro a Sihyeon que acaba de expresar su asombro y ni siquiera le está prestando atención a los bebés que están ahora dormidos en su regazo, está mirando a Momo que parece estar en su elemento. Se está riendo y rugiéndole falsamente al tigre, empujándolo cada vez, pero domándolo cuando se pone más agresivo.
Veo a Hana ir hacia Momo, riéndose del comportamiento de su hermana, pero uniéndose al juego de lucha con Boo, antes de que otro entrenador lo llame para alimentarlo, dejando a Momo y Hana solas. Momo parece un poco estresada ante lo que sea que esté hablando con Hana, pero cuando nos mira a Sihyeon y a mí, ella sonríe genuinamente. Nuestra hija y yo también le sonreímos.
— Así que, Boo, ¿eh? No me dijiste que había un hombre en tu vida. —Le guiño.
Vamos caminando de regreso a la recepción, Sihyeon y Hana van delante de nosotras. Momo me presentó al tigre en cuestión, pero no a Sihyeon porque es muy grande para ella, nuestra pequeña se quedó con James y Hana. Él trató de luchar conmigo también, pero Momo se mantuvo siempre frente a mí, protegiéndome de las grandes garras del tigre. También nos dio un tour por el rancho, enseñándonos al área donde están los leones y hasta nos acercó a uno. Entró al área cercado y guió a un león adulto hacia Sihyeon y yo para que nos tomáramos fotos con él. Aparentemente sus cambios de humor han estado mal desde que enfermó, por lo que los extraños no tienen permito entrar a jugar con él.
Sin darnos cuenta, habíamos estado en el rancho por dos horas y Momo decidió que era mejor irnos porque tenía otra parada en mente antes de ir a casa.
Pero primero quería que fuéramos de vuelta a recepción para mostrarle algo a Sihyeon.
— Mhm, es un gran hombre. Un poco rudo, pero nada que no pueda controlar. —Me guiña también—. Ha estado aquí desde que nació. Yo he sido su compañera de juegos desde el principio. Está ciego de un ojo, y perdiendo la vista en el otro también, pero por ahora no está tan mal. Acaba de salir de una cirugía para ayudarlo. No sabremos lo resultados hasta dentro de un tiempo.
— Awww, siento escuchar eso. —Tomo su mano derecha en mi izquierda y me inclino hacia ella, besando su hombro y acariciando su bicep.
Momo y yo aún no hemos cuestionado la manera en que nos comportamos una con la otra. En momentos como este, parece que estamos juntas y se siente bien, verdaderamente. A veces, somos más distantes. Como cuando Sihyeon está mirando. Ninguna de las dos ha explicado por qué, pero no tenemos que hacerlo. Es como si fuéramos felices haciendo lo que sea que se sienta bien en el momento, sin pensar en lo que podría pasar.
Vivimos el ahora, no las hipótesis.
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