Frente a la ventana, observando en silencio y penumbras el caer de la lluvia,se encuentra el hombre joven.

Sus manos se ven desgastadas, en sus nudillos se puede apreciar una gran cantidad de moretones.

La alta y delgada figura de su cuerpo parece que en algún momento se derrumbará ante el golpeteo de las gotas contra el vidrio de la ventana.

Está cansado, eso lo dicen sus ojeras y el sombrío semblante que embarga su rostro. Toda belleza varonil se ve ahogada por los restos de lágrimas que bajan por sus mejillas.

La culpa comienza a carcomer su físico,pareciera como si no hubiese rastros de esperanza o luz en su alma.

- Wu Yi Fan...

-Era una trampa...

-Sí..tal parece...

-¡Era una maldita trampa!

-Debes mantener la calma...

-¿Me pides que me calme?¡¿Me estás pidiendo que me calme?!

Y todo el silencio se ve perturbado por los gritos de aquel hombre que se sienta sobre el viejo sofá, tallándose el rostro sus gemidos salen en sollozos como en los últimos días han estado presente.

-Tienes que hacerlo...él no hubiera querido...

-Pero ya no está,Tao no está aquí...me lo han arrancado de las manos...se ha ido...

-La policía está trabajando,Yi Fan, encontraremos al culpable.

-La policía, la policía, ¡la puta policía no estuvo ahí cuando les dije! ¡Yo les dije que había alguien más ahí!

-Lo sabemos, pero Yi Fan,ellos tenían una coartada perfecta...eso...

-Me pides que confíe en ellos, pero uno de ellos fue quien nos traicionó... Uno de ellos fue el que vendió la vida de mi prometido...

-Tienes que tener fe, no puedes siquiera pensar en tomar justicia por tu propia mano,¿me estás oyendo? Además..

-¿Qué?

-El nuevo jefe de investigaciones tomará el caso de inmediato y esos rufianes caerán.

- Bien, quiero...quiero verlo cuanto antes.

-No creo que sea una buena idea, deja esto en mis manos.

-¿Cómo que no es una buena idea? Es mi prometido, le prometí a su madre que cuidaría de él con mi vida y...

-Entiendo tu punto,pero el nuevo jefe...Yi Fan, es mejor que sanes tus heridas antes de meterte en el juego de nuevo,podrías salir más herido que antes y esta vez, no podemos perder a nadie...Tu madre, tu empresa te necesitan....

-Bien,te dejaré el inicio en tus manos, pero una vez que haya pasado mi luto, no podrás detenerme,¿me oíste JongIn? Yo me encargaré de poner a esa bestia en la cárcel.

JongIn asiente y Yi Fan se siente muy mal, el esposo de su amigo está a punto de dar a luz y en lugar de estar con él, cuidando de sus últimos días antes del parto, se encuentra a su lado curando o intentando curar un poco de su sufrimiento.

También siente algo de envidia, de soledad al ver como JongIn desvía su mirada de la ventana y sonríe respondiendo a su teléfono celular, puede oír la voz de KyungSoo y suspira...

Si Tao estuviera ahí,si tan siquiera estuviese un poco más podría haber logrado casarse con él y tener una familia.

Y sin embargo, pese a que aquello hubiese sido lo ideal, pese a que su madre amará la idea...

El remordimiento de ser culpable de la muerte de su prometido va más allá de ello, porque Yi Fan es sincero y siempre procuro serlo con el joven Huang.

Su muerte duele, corroe su ser pero la culpa lo abruma hasta ahogarlo. Hubo algo en su pasado que nunca pudo superarlo, existió ese fantasma que se volvió la excusa para retrasar el matrimonio con su prometido.

La cobardía se extendía por su cuerpo negándose a tocarlo más allá de un simple beso y dolía,dolía porque él se encargó de volver penosa la existencia en los últimos días de aquel hombre que siempre le sonreía pese a que él no pudiera hacerlo de la misma forma.

Porque simplemente Wu Yi Fan nunca llegó a amar a Huang Zi Tao, el corazón del ejecutivo chino estaba ahí,ahogado en el pasado, en las manos de un joven que Yi Fan esperaba nunca volver a encontrarlo.