Los días que siguieron al velorio y entierro fueron verdaderamente atroces para el empresario chino.

Nunca en su vida, desde que su padre dejó en sus manos la empresa de exportaciones, había pensado en tener que parecer tal pena. Siendo atacado por la molesta prensa que no dejaba de hacer versiones demasiado creativas para su gusto sobre lo que había sucedido aquella noche en medio del desembarque.

No pudo darse el gusto de soltar lágrimas en medio del cortejo fúnebre, tampoco pudo guardar silencio para apaciguar su dolor, no...había que atender a las personas que lo rodeaban.

Se sentía desamparado, tan solo y hundido como lo había vivido ocho años atrás.

-Ya se han ido los buitres, Yi Fan, tienes que dar una versión ante los medios que sea capaz de quitártelos de encima. Y de preferencia, una verdad a medias.

-¿Qué quieres que les diga?¿No una mentira? ¿Quieres que les cuente como fui el culpable de enviar a mi prometido en aquel auto lleno de mafiosos porque yo tenía que atender una junta ficticia? ¿Quieres que les cuente cómo me di cuenta de la emboscada cuando en mi oficina estaba mi asistente atado e inconsciente mientras Tao estaba siendo asesinado a quemarropa por esos malditos?

-No todo, no como tal... pero...hay que calmar los ánimos en los medios de comunicación,la industria comienza a sentirse resentida y mucho de nuestros socios están pensando en que nos hemos involucrado con la mafia china...aunque aquello no es tan lejos de la verdad.

-¿Qué estás diciendo?¿El rechazar hacernos exportadores de ese contenedor de droga nos hace miembros de la mafia?

-No, pero quizá sino hubieras mandado investigar a esa empresa, muchas cosas se hubieran evitado y no te estoy echando la culpa, solamente quiero que veas que grado de responsabilidad tenemos todos como entidad empresarial.

-Ve al grano,Jongdae.

-La junta directiva está pidiendo que el presidente se haga responsable de limpiar la imagen de la empresa con un comunicado, y si lo ves de forma consciente,es lo único que podemos hacer por nuestra parte, tenemos en manos el quince por ciento del mercado de exportaciones, no podemos darnos el lujo de perder credibilidad...hay miles de trabajadores dependiendo de nosotros...

Yi Fan lo sabía,entendía demasiado bien las implicaciones que la situación tenía no únicamente sobre su vida personal,sino también sobre la empresa que su abuelo y padre habían depositado en sus manos.

Pero tener que ponerse frente a un micrófono,en medio de reporteros deseosos de obtener información, el morbo que se desbordaba en sus ojos lo hacía enfadarse, la sangre le hervía porque no era eso lo que merecía Tao, no, su prometido merecía tener un descanso en paz.

Huang Zi Tao se merecía un recuerdo entre las personas como lo que fue, un excelente hijo, un grandioso empresario y la persona con corazón más noble que Yi Fan hubiese conocido en su vida.

Él se merecía un recuerdo limpio e inmune de toda esa manada de bestias que buscaban ventilar los hechos de su muerte a la luz sin ningún pudor.

-Llama a una conferencia de prensa mañana...

-Yi Fan, sino no estás listo puedo hacerlo.

-No, la junta directiva quiere que su presidente hable, y así será, voy a contar lo que pasó en realidad y con ello espero que ese demonio se atreva a acercarse a mí de una buena vez.

-Fan...

-No me mires así Jongdae, estoy cooperando a mi manera con el nuevo jefe de investigaciones.

Tal vez debió prever quién era y lo que sucedía con el nuevo encargado de la investigación cuando su amigo le lanzó una mirada llena de preocupación ,pero en ese momento su mente se centró en el largo discurso que tendría que dar mañana.

No había que disfrazar la verdad, porque no había nada malo que ocultar.

Sí, Yi Fan en su primer año dentro de la presidencia de su empresa había obtenido muy buen reconocimiento por ser capaz de llevar el rubro de las exportaciones a un nivel más moderno y ecológico. En poco tiempo, había empezado a llamar la atención de empresarios importantes y sus lazos comerciales se habían fortalecido tanto que nunca imagino aquello fuese el principal motor de su actual presente.

Aquel día, cuando su secretario en turno recibió la invitación a esa cena su mente estaba más concentrada en el constante pesar de su prometido,aquellas preguntas sobre disponer la fecha de la boda lo aterraban en gran manera pese a que tenía un gran sentimiento de afecto y aprecio por el joven Huang.

Había confirmado su asistencia a esa cena sin prestar mucha atención.

Esa noche, se arreglo con uno de sus costosos trajes y dispuso de tomar de la mano a Tao, quien no podía ocultar su emoción al ser presentado ante los invitados del evento como su prometido.

Un par de copas, un poco de vino y estar sentado en una mesa con varios rostros de empresarios hasta entonces desconocidos fue un error garrafal, pudo haberse cambiado de mesa, pudo haberlo hecho pero no lo hizo.

¿Por qué?¿Por qué si a él le incomodaba el hecho de comer con personas completamente desconocidas?

Porque había escuchado aquel nombre en un pequeño susurro de una mujer demasiado arrogante que fruncía el ceño en señal de molestia, de frustración y pánico.

Ese hubiera sido un incentivo para alejarse de esa mesa e  ir con su prometido que se encontraba de lo más contento acariciando el vientre de KyungSoo.

Debió haberlo hecho, dar media vuelta y todo hubiera quedado en un asunto sin importancia, pero su corazón dio el vuelco cuando aquella mujer mencionaba y maldecía el nombre,ese nombre una y otra vez mientras la rabia desfiguraba su rostro.

Fue así que la mujer le prestó atención, así fue como el hombre se acercó a él y empezando a halagarlo lo conducía a las afueras del lugar mientras entraban en tema.

-Mira, necesitamos alguien que nos pueda ayudar con este contenedor, he oído que tu empresa es de las mejores exportadoras y me interesaría.

-Podemos hablar de eso, ¿qué hay dentro del contenedor? ¿alimentos,textiles o quizás piezas de industria pesada?

-No,es algo más sensible.

-¿Incluso más sensible que los textiles? Créame que esos son mi dolor de cabeza.

-Oh, son sustancias de uso farmacéutico.

Aquello hizo un "clic" en la cabeza de Yi Fan, las condiciones de exportación para ese tipo de sustancias eran demasiado estrictas dependiendo del tipo de sustancia.

Intentó indagar sobre el cargamento, buscó obtener quizá un poco de información porque estaba interesado en el negocio y porque aquel hombre había mencionado Corea del Sur como destino final del contenedor y algo en su interior se movió.

Pero fue demasiada su curiosidad que después de la cena, y con el hombre mirándolo con desconfianza por la serie de preguntas que había hecho, mandó investigar a Minseok sobre aquella empresa.

Había cometido el peor error de todos.

Su egoísmo había iniciado una tormenta, la curiosidad fue su más grande enemigo y el precio de ello fue la vida de un inocente, un alma joven que tenía muchas cosas por vivir.

Yi Fan le había arrebatado a Tao tantas cosas, le había privado de un romance real y había sido quien lo entregó en bandeja de plata a esos mafiosos.

Limpiar su nombre, el nombre de su mano derecha, de su prometido, del director de comercialización era lo menos que podía hacer para pagar un poco de los pecados que había realizado.

- Yi Fan.

Observar a su mejor amigo sonreírle con pesar lo hacía sentir tanta culpa que si esta tuviera forma física sería del tamaño del edificio más alto de Beijing.

-¿Qué sucede, Jongdae?

-Tenemos el comunicado ante prensa mañana a las once, y a las quince horas...tienes que reunirte con el jefe de investigaciones...

-Gracias.

-Hay algo más.

-¿Qué cosa?

- Puede que mañana sea un día muy difícil.

-Lo sé, siempre he aborrecido a la prensa.

-No es por eso, pero te aseguro que el pasado siempre estará ahí para ayudarnos.