— Jefe Oh.

—Buen día, director Kim.

Si no hubiese sido por la intervención de JongDae, Yi Fan estuviera todavía en pie sin decir palabra alguna y rechazando la mano que estuvo antes extendida en saludo.

SeHun pareció no incomodarse ante el hecho del rechazo. De hecho, una sonrisa diferente a las que él había conocido se formó en sus labios.

— Presidente, el jefe Oh es quien ha estado a cargo del caso desde que el ex jefe Lee fue desvinculado.

—Vaya...

Ese simple sonido le indicó a JongDae que tendría una conversación interesante con su jefe y amigo. Tal vez JongIn y él habían hecho mal al ocultar la información del nuevo encargado del caso, pero también conocían la situación y no querían imaginar, por esos momentos, cómo reaccionaría Yi Fan al ver a su ex pareja sentimental como el líder de investigación del asesinato de su prometido.

El mundo era realmente pequeño.

—¿Qué hace aquí?

Yi Fan parece más absorto en la sola idea de que Oh SeHun se encuentra en el mismo lugar que él después de ocho años de lejanía. ¿Qué hacía él ahí?, ¿y por qué tenía que ser él?, ¿era una especie broma personal? Porque si así fuese, Yi Fan no estaba de humor ni de ánimos para soportarlo.

— Lo mismo que usted, Presidente Wu, intento descubrir la verdad.

—¿Y justamente usted? ¿No es demasiado irreal?

JongDae puede sentir como la extraña energía oscura que suele rondar a Fan cuando se molesta se empieza a extender por la oficina. Piensa, que debió ser más rápido y preparar a Yi Fan mentalmente para el choque emocional que está enfrentando.

Sin embargo, el murmuro de Oh SeHun, el sutil susurro lo saca de sus preocupaciones porque parece que aquel niño reservado se ha ido y el adulto de ahora, el que mira con toda la molestia y recelo a su jefe, parece tan seguro como sus siguientes palabras.

— Mire, Presidente Wu, usted no está aquí para cuestionar mi situación laboral, ni tampoco para increpar en que yo he propiciado este reencuentro. Puedo asegurarle que he tomado el puesto y el caso, sin intenciones más allá que profesionales.

La tranquilidad con la que sale su voz lleva a Dae a un viaje al pasado, a esos momentos donde SeHun se sentaba al lado de Yi Fan y se ponía a leerles acertijos o adivinanzas con esa faz serena en su semblante. Inmutable entonces, en las dos ocasiones que lo había visto en estos días, lo había encontrado mucho más que eso, más frío, alguien imperturbable.

Yi Fan se tensa un poco más. JongDae no es por nada estúpido y descubre que aquella acción puede representar más que solo molestia, decepción quizá.

Para los segundos que se dejan ir en silencio, el joven investigador tomar el conmutador, espera paciente en la línea y cuando una voz cantarina le responde, es capaz de seguir hablando como la misma decencia y seguridad con la que hablo a Yi Fan.

— MinSeok, necesito el perfil psicolingüístico que han enviado del departamento. Bien, cinco minutos está bien. Gracias.

Para cuando SeHun ha dejado la llamada, Yi Fan se encuentra plenamente congelado frente al escritorio. SeHun parece en verdad irritarse por la situación y simplemente señala la silla a su lado.

—Pueden tomar asiento.

—Gracias.

Es JongDae quien responde y con un suave jalón a la manga del saco de su amigo lo hace reaccionar. SeHun permanece en silencio leyendo un par de documentos. La tensión es tan palpable que tragar se hace complicado. Es como estar en una batalla silenciosa de Yi Fan por incordiar la presencia de un Oh SeHun que no es afectado por la feroz mirada de Fan.

— Jefe Oh, el reporte.

—Gracias Min. Danos el resumen.

JongDae se centra en el tema central. Claro, la carta que dejó el asesino de Tao en la oficina de Yi Fan.

— El análisis detecta que el desconocido es un extranjero. De bajo nivel académico y un coeficiente intelectual relativamente promedio. La amenaza no fue encontrada en los registros anteriores pero coincide con amenazas de incidentes terroristas, por lo que se considera una persona con alto grado de agresividad y potencialmente peligroso.

Minseok termina de leer el informe y le da una copia a cada uno. A JongDae le agrada demasiado aquel chico. Su sonrisa tenue le hace verse excelente y hace lucir sus redondas mejillas. Tal vez, si Yi Fan no intenta matarlo al salir de esto, podría invitarle a una cena. Pero los pensamientos de amabilidad hacia el ajeno se van cuando la voz de SeHun suelta una maldición.

— Esto es una basura.

—¿Qué?

Yi Fan no entiende en dónde se había perdido para que SeHun se atreviese a negar aquello. Yi Fan recordaba la nota dejada sobre su escritorio, cada trazo, cada punto.

El caso es puesto.
Se a encargado de ponernos en aprietos. Usted deberá ir pagando por su acecho. No es cuestión tiempo sino de cuentas señor Wu y el primero es su ser preciado. El amado señor Huang agradecerle a usted la facilidad del llegar al cielo donde estaban sus padres.

Era más que claro por la errónea redacción que el encargado de escribirla no tenía un buen manejo del idioma, además la caligrafía dejaba demasiado a desear. Por otro lado, Yi Fan había asegurado que el actor intelectual era extranjero. El principal sospechoso eran ellos, el grupo coreano de estupefacientes.

Pero antes de poder debatir, JongDae deja salir su desconcierto y lo agradece, no quiere sacar algo más que sus dudas respecto al caso.

— Disculpe, pero no lo entiendo jefe Oh. Usted leyó la nota, el asesino no era capaz de conjugar correctamente y había errores ortográficos y gramáticos.

—También obtuvimos información de que el asesino había preparado los movimientos con tal detenimiento que ninguna de sus cámaras fue capaz de captarlo.

Yi Fan asiente mirando el papel en sus manos. Las cámaras estaban en blanco.

—Hemos visto como tuvo el cuidado suficiente para distraer al Presidente y a todos sus allegados y orillar la situación para que el joven Huang estuviese solo. No, este hombre tiene más que estudios de licenciatura, es alguien letrado, tiene un coeficiente superior a resto, y sin duda, es chino.

Aquella declaración despierta el interés de Yi Fan y por primera vez, desde que llegó, observa a SeHun directamente a los ojos. Este le devuelve la mirada con una ceja levantada, como esperando a que le hable.

Yi Fan no lo hace, porque puede notar como esos ojos café lo miran expectante, como hay un brillo diferente en ellos que no sabe definir. SeHun se ve joven, cansado por las pequeñas ojeras, pero joven y tranquilo.

Como una partícula llena de energía.

— ¿Por qué piensa que es chino, jefe Oh?

Yi Fan no sabe por qué SeHun sonríe después de su pregunta, entonces se da cuenta de que lo ha obligado a hacerla. Le ha obligado a hablarle, a verle y Fan se siente molesto, pero la incordia no dura más que unos segundos.

— Porque el arma fue comprada de forma ilegal en una de las comunas más marginadas de la zona cantonesa, una persona extranjera no aprendería cantonés para comprar una simple arma, él debería saberlo hablar desde antes, el local donde fue comprada tiene un solo vendedor que no conoce una pizca del coreano. Y... Todos esos errores de redacción en la carta son artificiales.

—¿Está diciendo que todos esos errores han sido adrede?

JongDae se encuentra preguntado como un niño lo haría cuando su madre le sorprende con algo que no espera. Yi Fan no está mejor.

— Exactamente.

— ¿Para qué?

— Para que nos enfocáramos en buscar a algún estúpido coreano que se aprovechó de la situación. Le exportadora más importante de la zona suroriente investiga a un cliente potencial de origen coreano, de repente, esta empresa se siente amenazada porque sus futuros socios comerciales quieren saber de ellos y deciden atacar al prometido del presidente, ¿no parece lógico señores?

Un 'clic' hace ruido dentro del cerebro de Yi Fan. Quizá la situación fue tan abrumadora que no se detuvo a pensar realmente. ¿Y si no habían sido ellos?

—¿La mafia...

—Mantenmos agentes investigando a la empresa de los Jung con agentes encubiertos, aquí y en Corea. Sin embargo, sus nexos con la mafia no van más allá de protección por parte de una relación íntima entre los herederos.

Yi Fan se siente mareado. Siente como si el estómago se estrujará en su interior. El aire se vuelve tan pesado que oprime su pecho.

—¿Qué quiere decir Jefe Oh?

— Caballeros, al joven Huang lo han matado por asuntos más allá de los comerciales.

— ¿Quiere decir...

—No puedo asegurarlo al cien por ciento, pero un ajuste de cuenta es lo más razonable.

Y entonces Yi Fan de verdad siente que el aire se le va de los pulmones porque muchas de las cosas que había tenido en mente desde días anteriores se van eliminando dejándolo en cero. Sus pensamientos se retuercen y niega la posibilidad de aquello, ¿ajuste de cuentas? ¿Podría haber tenido Tao algún asunto de esa índole a sus espaldas?

¿Qué había hecho realmente Huang Zi Tao para tal final?

•••

¡Feliz noche ♥!
Pensé que no iba a lograr actualizar pero lo he hecho 💙

Gracias por sus estrellitas y el apoyo que le dan a esta historia. Lo sé, es algo pesada pero en mi mente me gusta la idea.

Nos leemos muy pronto.

Besos lunáticos ♥