La profesora Umbridge no era exactamente lo que esperaba.

Ella ya estaba sentada detrás del escritorio con su vulgar y esponjoso cárdigan rosa cuando entré al salón de Defensa Contra las Artes Oscuras por primera vez. Tarde.

— Ah, señorita Diggory, es muy amable de su parte sentir que puede unirse a nosotros, después de todo — se rió con una voz dulce y enfermiza.

— Uh-lo siento — me sonrojé, tratando de no mirar el mar de caras que me miraban. — me perdí en el camino.

— Bueno, toma asiento chica.

Tragué saliva, mirando a mi alrededor tratando desesperadamente de localizar una silla vacía. Mi corazón se iluminó al ver a Draco en la clase, pero tristemente ya estaba sentado al lado de Blaise. Ambos me miraron disculpándose.

— Creo que a la señorita Granger le falta un compañero — Señaló Umbridge, con una sonrisa espeluznante todavía estaba fija en su rostro.

Escuché a Draco resoplar y murmurar algo 'Sangre sucia' cuando fui a tomar mi asiento junto a ella al frente de la clase.

— Ahora, como estaba diciendo antes de nuestra pequeña interrupción — hizo una pausa mientras sus ojos llenos de verrugas se dirigían hacia mí — Me gustaría que leyeran el 'Capítulo uno, Conceptos básicos para principiantes' de la copia de Teoría mágica defensiva. no hay necesidad de hablar .

Rápidamente saqué mi libro de mi bolso mientras se escuchaba el sonido de suspiros desdeñosos y paginas pasando.

Cuando pasé al primer capítulo y comencé a leer, noté, por el rabillo del ojo, que el libro de Hermione estaba en el escritorio frente a ella, sin abrir.

Y no solo eso, tenía la mano en el aire que Umbridge estaba ignorando con determinación.

— ¿quieres preguntar algo sobre el capítulo, querida? — Umbridge finalmente preguntó cuando quedó claro que la mano de Hermione no iba a bajar.

— No sobre el capítulo, no — respondió Hermione

— Bueno, estamos leyendo ahora — se enfureció Umbridge — Si tiene otras consultas, podemos atenderlas al final de la clase.

— necesitamos estar practicando hechizos defensivos — Hermione continuó, ignorándola — No vamos a aprender nada leyendo esta basura.

Toda la habitación jadeó. Hermione Granger no solo estaba ignorando las instrucciones de una profesora, ¡sino que también estaba criticando un libro!

— Señorita Granger, siempre que lea el material y estudie la teoría lo suficiente, no hay razón para que no pueda realizar hechizos defensivos bajo condiciones de examen cuidadosamente controladas.

Hubo un alboroto. La gente gritaba lo ridículo que era que no pudiéramos practicar con nuestras varitas. Eché un vistazo rápido por encima del hombro para ver a Draco. Estaba sentado tranquilamente en la parte de atrás del salón de clases con una sonrisa en su rostro, luciendo como si estuviera disfrutando de la conmoción.

Cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando, me guiñó un ojo. Sus ojos grises brillaban con malicia.

— ¿Cómo diablos estudiar una teoría estúpida nos va a preparar para lo que nos espera ahí fuera? — Harry gritó desde el escritorio a mi lado.

Algunos estudiantes se rieron nerviosamente por su valiente uso de lenguaje frente a un profesor.

— ¿Quién piensan que quiere atacar a niños como ustedes? — Preguntó Umbridge, inclinando ligeramente la cabeza hacia un lado mientras estudiaba a Harry con interés.

— Hmm, pensemos ... — dijo Harry con una voz pensativa y fingida, tocando teatralmente su barbilla con el dedo — Tal vez ... no sé, ¿qué tal el maldito lord Voldemort?

La habitación se llenó de jadeos y gritos. Algunas personas (Neville) incluso se cayeron de sus taburetes. Miré a Draco, cuya sonrisa se había agrandado, sus ojos miraban con alegría la parte posterior de la cabeza de Harry.

— Cien puntos menos de Gryffindor, Sr. Potter — Umbridge dijo dulcemente, su rostro era una imagen de sombría satisfacción mientras se abría paso a Harry.

— ¡¿Qué diablos ?! — Escuché una pequeña voz irlandesa desde algún lugar detrás de mí.

— Ahora, déjame aclarar algunas cosas — Umbridge continuó — A todos les han dicho que cierto mago oscuro ha regresado de entre los muertos. Eso es una mentira.

— ¡NO es una mentira! — Harry escupió enojado — ¡Lo vi, luché contra él!

— ¡castigado, Sr. Potter! — Umbridge gritó — Mañana por la noche. A las cinco. En mi oficina. Repito, eso es una mentira.

Harry se puso de pie, con el rostro lleno de ira. Extendí la mano a través del espacio entre nuestros escritorios y tiré de su manga tratando de tirar de él.

— ¡Harry, no! — Siseé. Pero Harry simplemente apartó su brazo.

— Entonces, según usted, Cedric Diggory cayó muerto por su propia voluntad, ¿verdad? — Harry le gruñó a Umbridge mientras su voz temblaba.

Mi corazón dio un doloroso giro y lo miré con completo horror.

Toda la clase parecía contener la respiración mientras miraban a Harry, luego a mí y luego a Umbridge, esperando que uno de nosotros reaccionara. Fue Umbridge quien habló primero.

— Lo que le sucedió a Cedric fue un trágico accidente-

— ¡Lo vi ser asesinado brutal y horriblemente! ¡oi a Voldemort ordenar la matanza como si simplemente estuviera pidiendo un sándwich de pollo! ¡Entonces vi el cuerpo de Cedric sin vida en la Tierra al lado de mi! ¡Y estoy bastante seguro de que no sólo está haciendo una jodida siesta!

Sentí que no podía respirar. Puntos negros brillaron frente a mis ojos. Todo lo que podía ver era el cuerpo de Cedric cayendo una y otra vez.

— ¡Harry! — Escuché a Hermione jadear a mi lado, mientras su brazo pasaba por mis hombros — ¿Estás bien, Aurora?

— ¡SUFICIENTE! — Umbridge gritó, silenciando la charla emocionada que había comenzado, gracias al esclarecedor discurso de Harry — ¡Detención todas las noches de esta semana por ser un sapo mentiroso, Sr. Potter!

— No está mintiendo.

Toda la clase dio un grito ahogado y sus cabezas giraron hacia la dueña de la voz.

Mi voz.

— ¿Qué acaba de decir, señorita Diggory? — Dijo Umbridge, sus ojos se abrieron con entusiasmo mientras se fijaban en mí.

— Harry está diciendo la verdad — Dije, tratando de que mi voz no se tambaleara — Mi hermano fue asesinado por Vol-Voldemort. Creo en Harry y todos los demás deberían hacerlo.

— ¡Te unirás al Sr. Potter para la detención todas las noches de esta semana! — Umbridge dijo, temblando de furia — ¡Me aseguraré de enseñarles a ambos una lección que nunca olvidarán!

Tragué saliva. Eso no suena bien.

[...]

Draco la miró con incredulidad.

¿No sabía Aurora que debía callarse? No quería verla defendiendo a Potter, incluso si el idiota tenía razón.

La esperó fuera del salón después de que la clase terminó.

— ¿Que estabas pensando? — Él imploró, agarrando su mano y tirándola hacia una pequeña alcoba un poco más adelante en el pasillo — Necesitas mantenerte al margen de las cosas entre Potter y el Ministerio.

— ¡No si tiene algo que ver con mi hermano! — Ella dijo, sus ojos miraron con enojo hacia los de él.

Él la miró con preocupación, no se veía muy bien. Sabía que debía haber sido horrible escuchar lo que ese idiota estaba diciendo sobre Diggory. ¡¿Cómo pudo Potter haber sido tan insensible ?!

— Sí, pero mira a dónde te ha llevado - ¡detención con Potter todas las jodidas noches de esta semana! ¡Difícilmente te veré!

— Draco, lo siento, pero no podía sentarme ahí y escuchar a esa horrible mujer fingir que la muerte de Ced no fue lo que fue.

— Lo entiendo, de verdad lo hago — Dijo, mirando a su alrededor para asegurarse de que no los hubieran escuchado — Pero por favor ten cuidado, Aurora. Umbridge está en una alianza muy cercana con Fudge, y sé con certeza que están haciendo todo lo posible para que Potter se enoje. ¡No te dejes arrastrar, por favor!

Ella se puso de puntillas, rozando sus labios contra los de él. Dejó escapar un suspiro audible mientras su estómago se hacía un nudo de gozoso placer. De repente no pudo pensar más; su mente solo pensaba en la chica frente a él y en cómo lo estaba haciendo sentir.

Separó los labios, profundizando el beso, una mano yendo a la parte posterior de su cabeza donde agarró con avidez su cabello, la otra serpenteando alrededor de su cintura debajo de los pliegues de su túnica, sus dedos encontraron el camino hacia la parte posterior de su falda y Su urgencia se apoderó de él, no pudo evitar empujarla con fuerza contra él, haciendo que ambos gimieran en la boca del otro cuando sus ingles se encontraron.

Aurora se separó rápidamente, jadeando pesadamente y luciendo completamente sorprendida y nerviosa al mismo tiempo.

El corazón de Draco se aceleraba bajo su pecho agitado. Le tomó un momento darse cuenta de que tal vez se estaba saliendo un poco de control.

— Lo siento — murmuró, pasando una mano por su cabello, tratando de desviar la atención de sus regiones inferiores, esperando que nada se mostrara.

Aunque lo más probable era que lo hubiera sentido.

— Está bien — ella se sonrojó, y él se dio cuenta de que le resultaba difícil mirarlo a los ojos — Simplemente ... me tomó por sorpresa, eso es todo.

— Vamos — dijo, tomándola de la mano y alejándola por el pasillo, desesperado de que pasara esta incomodidad — será mejor que vayamos a cenar antes de que nos echen de menos.

Ambos caminaban hacia el gran salon, Draco no pudo evitar sentir un escalofrío de excitación en la boca de su estómago.

ella no había dicho que no le gustaba.

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