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chapter sixteen.

━━ CAPÍTULO DIECISÉIS


THE TURNTABLE

⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽ Rivera.

frunzo mis cejas escuchando la estúpida idea que Iván me esta explicando, la cual ha sido pensada sin estar yo presente. básicamente habían decidido que después de una semana de esperar a que Alexis dé alguna señal y al no recibir nada, hoy vamos a hablar con él. yo no he tenido ningún tipo de contacto con el pelinegro y eso tan solo me asusta.

pienso que he creado una buena impresión a Alexis y deseo que sea verdad todo lo que me confesó ese día pero por más que lo pienso, es casi imposible hacer cambiar de razón a una persona, sobre todo una persona como él.

así que sin ninguna otra opción me hacen levantar del cómodo sofá de Mariana en el cual llevamos toda la tarde, dejo encima de una mesa mi carpeta donde he escrito alguna cosa sobre el buen avance de las enfermedades de los chicos ya que a pesar de todo, ellos siguen siendo unos pacientes en observación.

salimos de uno a uno en silencio porque para ser honesta, la relación con ellos ha cambiado bastante y se ha vuelto más cerrada por el hecho de que sé que ellos me esconden secretos y puedo notar que ellos piensan lo mismo de mí. sin embargo Iván me agarra de la mano para anular muchos de los pensamientos llenos de miedo que él cree que tengo pero aún así le dedico una sonrisa ladeada como respuesta a su gesto.

con los chicos llegamos delante de la habitación tan temida por todos aunque esta vez tan solo me interesa saber como está Alexis, por muy extraño que parezca. nadie se atreve a llamar y yo tomando iniciativa, doy dos leves golpes contra la madera.

la puerta no tarda en abrirse lentamente con ese sonido que crea un pequeño escalofrío. una vez dentro todo se vuelve oscuro y la puerta es cerrada con fuerza aunque esa oscuridad desaparece cuando una luz del techo ilumina una gran zona de la habitación, mientras observo el lugar visualizo las velas apagadas y sonrío recordando la escena de ése día.

— ¿a qué se debe ésta grata sorpresa? no paran de sorprenderme.— la voz sarcástica de Alexis aparece y puedo ubicarlo en ese sillón aunque no consigo verlo ya que Mariana y Carre se encuentran delante de Iván y yo.

— creemos que ya sabes el plan y nos estás dejando sufrir pensando en qué es, así que aquí estamos.— contesta Carre y me asombra la tranquilidad de su tono de voz.

— debo admirar ese intento de entender mi mente pero como siempre, volvieron a fallar.— habla Alexis y siento que no ha notado mi presencia ya que en ningún momento crea contacto visual conmigo.

reaccionando a ese ridícula posición dándome cuenta de mi mano enlazada con la de Iván, camino hacia el lado de Carre aún con el rizado de la mano. cuando Alexis clava sus ojos en mí, él crea una sonrisa en su rostro para a continuación borrarla y mirar a Mariana, tardo unos segundos en darme cuenta de la razón a eso sintiendo como Iván aprieta nuestras manos como ganador.

— deja de andar cagando el palo Alexis, habla.— espeta Mariana dejándome aún impresionada con esa calma que llevan encima los chicos hacia Alexis.

el pelinegro ríe y coloca sus piernas encima del reposabrazos mientras coloca sus brazos detrás de su cabeza.

— ¿por qué no nos sentamos y hablamos como personas normales?— pregunta y como hizo en el día que lo vine a ver, hace arrastrar algunos sillones hacia él dejando un ambiente un poco incomodo por su gesto paranormal.

— porque vos no sos normal.- contesta Carre.

a Alexis no le parece graciosa la escena y sus cejas se fruncen con una molestia notaria, para después alzar su mano haciendo que los sillones de antes choquen contra la pared con furia. doy un paso hacia atrás asustada y Alexis se levanta de su sitio.

— me tienen harto con su desprecio hacia mí y más cuando saben que con un simple chasquido con mis dedos no saldrían de aquí con vida.— amenaza en un tono frío y macabro que hasta a mí me asusta.

— no lo harás con ⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽ aquí.— recuerda Iván alzando una ceja otra vez siendo ganador.

miro al rizado confundida sin entender qué quiere decir con eso, no obstante puedo comprobar que es un punto importante ya que Alexis lo reta con la mirada durante unos largos segundos aunque éste acaba rendido y rueda sus ojos, dándose la vuelta para darnos la espalda.

— ¿tenés el plan pensado o no?— espeta Carre impaciente.

— me temo, querido Rodrigo, que el puto plan aún no está decidido.— dice Alexis en ese tono tan característico suyo y gira su cabeza para vernos—. mis pensamientos...están un poco dispersos y confundidos, supongo que no es de su importancia pero eso no quiere decir que no lo estén.

los chicos contestan con un silencio incomodo pero yo guardo ésa información para justificar su desaparición en esa semana, intento que Alexis me mire pero él solo observa el suelo pensativo.

— pueden irse, no tienen nada que hacer aquí.— dice el pelinegro.

los tres chicos se toman eso como una despedida pero yo quedo un poco preocupada por Alexis, mientras Iván me arrastra hacia afuera yo voy mirando de reojo como el chico se sienta en su sillón y suspira pasando una de sus manos por su rostro frustrado.

— ⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽, tú quédate.— ordena Alexis de repente con un tono de voz muy bajo.

me paralizo al momento e Iván gira su cabeza hacia mí sin querer soltar mi mano, los chicos también clavan sus ojos en mí inseguros a dejarme sola pero para dejarlos tranquilos les muestro una sonrisa y a Iván le alzo su mano que me tiene agarrada para dejae un beso en ella. al final consigo que me dejen a solas con Alexis y cuando la puerta es cerrada me giro con las piernas flaqueando caminando hacia él.

cuando estoy a su lado de pie de repente se escucha algo moverse detrás mío y un sillón choca contra mis gemelos haciendo que me siente en él.

— deberías dejar de hacer eso.— murmuro más para mí misma que para Alexis.

el pelinegro suelta una carcajada rota.

— sí, supongo que debería dejar de ser tan tenebroso.

— ¿qué? no, no me refería a eso.— susurro.

Alexis tan solo se encoje de hombros con la mirada baja, cosa que no me gusta ver. supongo que me he acostumbrado a un Alexis sarcástico, divertido y abierto, entonces me doy cuenta que hay algo dentro de él que no está bien, algo le nula ser como es realmente.

— ¿estás bien?— pregunto intentando parecer amable aunque el miedo invade mi cuerpo cuando sus ojos negros me miran fijamente, muerdo mi labio inferior de la impresión y suspiro—. puedes contármelo.

— oye, ángel, ésto no es ninguna noche de chicas donde hablaremos de nuestros problemas.— se burla Alexis y ruedo los ojos divertida como respuesta. el pelinegro me mira con una sonrisa ladeada y esa postura dura unos segundos muy largos, el tiempo perfecto para poder observar en directo cómo ese negro de sus ojos va desapareciendo como una sombra y deja ese color marrón tan bonito—. quiero saber algo sobre tí.

su confesión me deja sorprendida pero no de manera negativa, mis mejillas toman un color carmesí y junto mis hombros nerviosa.

— mi vida no es tan interesante.— mascullo.

— no me lo creo.

— pues debes creerlo, seguro que si hacemos una competencia de qué vida es más aburrida, ganaría yo.

Alexis se toma su tiempo en contestar y en eso deja caer su espalda en el respaldo del sillón.

— en eso estoy de acuerdo.

frunzo el ceño hacia Alexis sin entender por qué dice eso a juzgar por la vida que tengo imaginada en mi mente sobre él , sin embargo los secretos de los chicos me vuelven a la mente y es cuando caigo en cuenta que de seguro Alexis también tiene los suyos.

obviamente no voy a obligarlo a decírmelos ya que sé que no lo hará así que creo una fina linea con mis labios hacia Alexis y observo a mi alrededor, buscando algún tema de conversación.

— no lo puedo creer.— pronuncio asombrada distinguiendo el objeto desde donde me encuentro, el cual está encima de una mesa de madera pegada a la pared. miro a Alexis con una sonrisa y él tan solo me mira confundido—. tienes allí un tocadiscos de la marca Dual encima el escritorio.

las imágenes de mi padre y yo bailando por el salón de la casa cuando era pequeña invaden mi mente recordando lo apasionado que era mi padre por los tocadiscos antiguos.

Alexis sonríe como si hubiera visto lo que pienso ya que su sonrisa muestra ternura pero supongo que es una de esas facetas que tiene de bipolaridad.

— no soy muy aficionado a ellos, supongo que ya estaba allí cuando llegué.— explica Alexis sin importancia y relame sus labios antes de hablar— ¿y tú? ¿acaso eres especialista en tocadiscos?

— mi padre los amaba.— contesto bajando la mirada a mis manos escondiendo la tristeza que deja escapar mi corazón.

— ¿tu padre...?— Alexis deja la pregunta en el aire esperando la respuesta obvia.

— falleció cuando tenía diez años.— digo frunciendo mis labios mientras anulo todos los pensamientos de tristeza que se inician en mi cabeza, suspiro quitando esa presión en el pecho y miro el tocadiscos—. oye, ¿crees que funcione?

Alexis deja ese silencio pensativo en el aire como siempre y cuando lo miro él suspira con una sonrisa.

— solo hay una forma de comprobarlo.

de repente se escucha como el tocadiscos se abre para reproducir una melodía lenta y de inmediato reconozco la canción "The Night We Met". alguna vez había sido un buen tema para la noche según mi padre y supongo que tenía razón, Alexis consigue crear toda mi atención cuando las velas se prenden y el volumen de la canción aumenta. observo al chico alzando una ceja, viendo como se levanta y queda de pie en frente mío.

no puedo evitar soltar una pequeña carcajada nerviosa cuando me ofrece una de sus manos.

— ¿es una broma?

— creo que no tengo cara de estar bromeando, si me permite contradecirle.— me dice Alexis con una sonrisa divertida y a continuación ofrece la otra mano, creo esa fina linea con los labios sin dejar de mirarlo—. vamos, será divertido.

bufo rendida y acabo agarrando sus manos volviendo a sentir esa conexión eléctrica recorrer por ellas, ejerzo fuerza para levantarme y Alexis nos posiciona en la forma de modo clásico para después avanzar hacia el medio de la habitación donde hay más sitio libre, bailando de una manera muy divertida mediante saltos y giros. no puedo evitar reír con las mejillas sonrojadas y para después dar una vuelta rápida y torpe acabando a una distancia donde nuestros pechos se juntan, con su brazo derecho presionando en mi espalda y mi brazo izquierdo encima de su hombro.

— creo que hace demasiado que no bailo con alguien.— masculla Alexis divertido aunque nervioso a la vez.

sonrío dejando ir una risa al aire quitando el hecho que nuestros rostros se encuentran demasiado cerca.

— es fácil, tan solo...— empiezo a decir mientras coloco correctamente mis manos juntando una con la suya libre y la otra encima su hombro contrario—... tienes que seguir el ritmo de la música.

Alexis intenta seguir mi ritmo y la escena empieza graciosa ya que no llega a encontra mi ritmo aunque todo se vuelve tranquilo cuando consigue tomar el control del baile dejándome así llevar por sus movimientos lentos y rítmicos. tomándome por sorpresa, Alexis agarra mis dos manos para colocarlas encima sus hombros y mientras lo miro él me muestra una sonrisa cerrada ladeada antes de posar sus manos en mi cintura.

— ¿puedo decirte algo un poco fuera de tema?—susurra mirándome a los ojos con un poco de inseguridad.

— adelante.

— estás cambiando mi mente, ángel.

quedo paralizada con su confesión y lo único que puedo hacer es quedarme en silencio siguiendo el ritmo de la música que esta apunto de terminar, dedico ese tiempo a observar a Alexis con detalle empezando por los lunares esparcidos por toda su cara para finalizar con el leve morado de su barbilla y su frente. me pregunto a qué se deben esas heridas, mis mejillas toman otra vez color cuando me doy cuenta que Alexis está analizándome también y eso hace que mire hacia abajo para que a continuación el pelinegro se tropiece con él mismo.

— eres un bailarín horrible.— declaro soltando una sonrosa carcajada.

subo mi cabeza otra vez al oír su risa dándome cuenta por primera vez que es muy bonita. de repente, me da por fijarme en sus ojos creándome la curiosidad de cómo es posible que a veces son marrones y otras veces negros.

— Alexis.— consigo su atención en un susurro— ¿a qué se debe tu cambio de color de ojos?

Alexis queda en silencio dejando escuchar que la canción ha vuelto a empezar.

— ¿sabes? dicen que los ojos reflejan tus sentimientos más secretos.—filosofa y yo alzo una ceja esperando a que me dé alguna explicación pero Alexis tan solo se limita a sonreír—. tendrás que esperar otro día a que esté de mejor humor.

— ¿y eso es cuando?— me burlo sonriendo.

Alexis se ríe y me estremezco cuando él sin darse cuenta esconde su rostro en mi cuello. los dos quedamos paralizados a su acción y paramos de bailar al unisono, mantengo la respiración sintiendo sus labios rozar esa zona de mi piel y lentamente Alexis retira la cabeza de allí dejándome ver que sus mejillas también han tomado un color rojizo. ahora es él que cuando me mira esconde sus labios en una fina linea y todo queda en silencio.

pero como una aparición inesperada Alexis cierra sus ojos empujándome sin mucha brusquedad y esconde su rostro entre sus manos. quedo paralizada a su actitud y la preocupación crece en mi interior pero tan solo doy un paso, Alexis alza su cabeza para verme con unos ojos oscuros.

— no puede...no puede pasar, ángel. mierda, lárgate.— susurra con la voz entrecortada y su respiración agitada, empieza a dar pasos hacia atrás mientras empiezo a asustarme viendo que los muebles empiezan a temblar. miro a Alexis con miedo— ¡vete, ángel! ¡no quiero que te hagan daño!

la puerta es abierta de par en par y aunque no quiero dejar a Alexis a solas, no dudo en salir corriendo de allí. me sorprendo al no ver a los chicos allí esperándome pero sin esperar mucho me largo con rapidez hacia mi habitación, muy asustada pero frustrada con la recién escena.


2450 palabras.
[actualizado 21/08/2023]

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