chapter nine.
━━ CAPÍTULO NUEVE
❝HE'S DEAD❞
[ MARATÓN 1/3 ]
⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽ Rivera.
unos gritos provenientes de la puerta hacen que me remueva en mi cama con un gruñido, escondo mi rostro en la almohada mientras sigo oyendo los cansados y ruidosos golpes contra la puerta. sorprendentemente el sitio se queda en silencio pero aparte de aliviarme, solo hace esperar a que algo pase de repente.
y como predije, un cuerpo se posiciona encima mio asustándome durante un momento pero justo cuando oigo su risa, suspiro frustrada.
— Rodrigo.— susurro como un quejido soltando todo el aire retenido en mis pulmones.
— muy buenos días.— dice y empieza a sacudir mi cuerpo con alegría. las ganas de tirarlo al suelo y pegarle crecen con cada segundo que pasa—. te estamos esperando desde hace media hora y te aseguro que si hubiera venido Mariana ya estarías rodando por las escaleras.
ruedo los ojos divertida y suspiro.
— ya voy ya voy, no tardo en bajar.
— así me gusta, con entusiasmo.— dice Rodrigo y siento su cuerpo bajar de encima mío—. nos vemos abajo, dormilona.
una vez escucho cómo el chico abandona mi habitación, con mucha pereza me levanto ejerciendo fuerza con mis brazos y mientras salgo de la cama, enredo mi pelo para crear una especie de moño mal hecho. me acerco al armario con un bastante porciento de mi ropa y agarro las primeras cosas que visualizo.
una vez termino de atar los cordones de mis converse negras, salgo por la puerta de mi habitación sin mirar la de mi lado con miedo que ocurra algo estando sola. cuando bajo las escaleras, los chicos se encuentran hablando con el doctor un poco incómodos. frunzo el ceño y aparezco por detrás lentamente observando que la piel de Jacobs es extremadamente blanca, sin embargo cuando crea contacto visual conmigo, quito mi cara de confusión y sonrío.
— oh, ya ha llegado ⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽. entonces, ya puedo marcharme.— dice él y da unos cuantos pasos hacia a mí sintiendo las miradas de los chicos—. me alegra haber visto que dejo a cargo a los chicos en buenas manos.
sonrío sin tener mucho que decir y de repente, el doctor avanza hacia a mí hasta darme un pequeño y poco duradero abrazo. cuando nuestras pieles rozan, el frío que desprende la suya recorre todo mi cuerpo.
todo se vuelvo oscuro y un silencio reina el lugar, no obstante a los segundos gritos de horror y gemidos de dolor inundan mi mente. la estancia allí se hace insoportable y tan solo pienso en escapar y llorar pero mi cuerpo queda paralizado.
la visión desaparece cuando Jacobs deja de tocarme y yo quedo con la respiración agitada, un poco asustada con lo que acabo de ver. él se aleja de mí y se despide por última vez de todos para a continuación abrir esas puertas, no duda en empezar a caminar volviendo a cerrar esas puertas, dejándonos en silencio.
me pregunto por qué en esos casi dos meses no he pensando en salir, aunque si me paro a pensar; ¿qué puedo ir a visitar? estamos en un pueblo antiguo apartado de toda civilización. antes de pensar nada más, unos manos se posan en mi cintura.
— ¿pasa algo?— susurra la voz dulce de Iván y a continuación pasa uno de sus brazos por mi hombro, sonrío y giro mi cabeza para ver su rostro—. buenos días, princesa.
ese apodo ya no me molesta tanto y hasta llega a ser necesario para hacerme sonreír más. arrugo mi nariz como reacción a ese apodo para hacer que la curva de sus labios se agrande y a los segundos después los coloque encima los míos.
— ya estamos otra vez.— escucho la divertida voz de Rodrigo y no puedo evitar reírme en ese beso. Iván se aleja de mí y los dos miramos al chico que recién acaba de hablar—. hay gente solitaria por aquí, si no les importa.
vuelvo a soltar una carcajada y de broma golpeo el hombro de Rodrigo, éste fingiendo su dolor, se cae al suelo dando mucho drama a la situación. ruedo los ojos divertida mientras río y Osvaldo sigue la escena, da una ligera y pequeña patada contra el torso de Rodrigo.
— ¡eso! ¡todos contra el pobre Rodrigo!- se hace el inocente en el suelo y río.
Iván con su mano unida a mí, señala al chico en el suelo con su dedo índice de su mano libre.
— levantate del suelo Rodrigo antes de que lo haga yo.— amenaza Iván con ese acento de Santa Fe cosa que nos hace reír a todos.
[...]
ruedo los ojos escuchando a los chicos diciéndome que pase de canal, vuelvo a presionar el botón de ese mando sin pilas para que, como todo el rato, la pantalla de la televisión se vea borrosa.
para resumir la situación, estamos en el sofá de Rodrigo, a mi lado tengo a Iván, quien con sus caricias en mi brazo con sus dedos, calman mis ganas de gritarles a los otros dos, los cuales querían la televisión y yo como estúpida tomé el control siendo un grave error. los chicos al no tener señal como es obvio, se imaginan cosas con ese pantalla borrosa.
al principio era gracioso pero ahora ya me esta hartando.
sin soportar otra orden sin sentido, tiro el control hacia Mariana y él feliz lo acepta cambiando el canal unas mil veces. pero aún así los gritos no cesan y yo debo admitir que tengo un sueño tremendo por las noches que llevo sin dormir por las pesadillas. así que con un suspiro frustrado, acabo estirándome encima de Iván quedando con la cabeza en el reposabrazos y arrodillo mis piernas para no molestar a Carre.
Iván alza una de sus cejas viendo mi posición y ríe dejando caer sus brazos encima de mi torso con cariño.
— ¿cómoda?— susurra con una sonrisa ladea y yo asiento copiando su gesto. el rizado ríe y uno de sus brazos se alarga para que su mano empiece a acariciar una de mis mejillas—. te quiero.
antes de que conteste, baja su cabeza y sus labios encuentran los míos pero en ese beso no siento lo mismo de siempre, el tacto es frío y un mareo invade mi mente al momento.
una sala en reproducción en slow motion se proyecta enfrente mío y escucho unas voces cerca mío. las imágenes dan paso a una sala oscura iluminada por fuego en unos papeles o mejor dicho pergaminos y por si no fuera suficiente tenebroso todo, aparecen un hombre; el doctor. él llora sin compasión y de repente, todo se llena de sangre para acabar viendo su cabeza rodar por el suelo.
suelto un grito alejando a Iván al segundo y éste me mira confundido, eso hace que los dos otros chicos ajenos a mi visión me presten atención.
— ¿estás bien?— pregunta Rodrigo, sin entender por qué dejé ir ese grito.
— C-Carre, él está, él está...— balbuceo empezando a sentir las lágrimas en mis ojos. acabo por negar con mi cabeza y me lanzo a los brazos del chico ojiverde.
intento retener las lágrimas aunque los jadeos no cesan y mientras Carre me rodea con sus brazos sintiéndome segura, una y mil teorías invaden mi mente y no quiero afirmar ninguna de ellas.
— ¿besa tan mal Spreen?— se burla Mariana poniendo un poco de diversión a la situación.
Iván suelta una risa sarcástica y cuando esta apunto de empezar a pelear, Carre presiente lo que está por empezar y me aleja unos centímetros de él para poder verme la cara.
— e-el doctor verdadero.— susurro y cojo aire—. está...muerto.
el lugar se queda en un silencio pensativo. con el dorso de mi mano retiro algunas lágrimas que se escapan de mis ojos tratando de tranquilizarme, los ojos de Iván preocupados se conectan con los míos y él suspira.
— explícate.
— tuve como una especie de visión cuando abracé al doctor y vi como moría.— explico siendo lo más clara posible.
los tres vuelven a quedar en silencio pensando en cualquier cosa, me crea ansiedad la cara de preocupación que muestran todos.
— Alexis.— dice Osvaldo en un susurro.
— no lo sabemos.— sigue Rodrigo y vuelve a mirarme—. ¿desde cuándo tenés visiones?
— hace unas semanas.
— ¿otra cosa que tengamos que saber relacionada con ésto?— insiste Iván con un rostro serio.
quedo un momento callada sintiendo que estoy obligada a contar sobre los sueños misteriosos y tenebrosos.
— durante todas las semanas tengo pesadillas como la que te expliqué.— confieso sin mirar a nadie a la cara.
la habitación queda en otro silencio, esta vez con un ambiente extraño e incomodo. mil preguntas atormentan mi mente e intento anular todo pensamiento de huir de aquí.
— ⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽ , eres una...— Osvaldo empieza a decir pero Rodrigo rápidamente golpea la cabeza de éste.
— ¿qué hacés?— gruñe el ojiverde con el ceño fruncido— ¿la querés asustar más de lo que ya está? eres idiota.
— tú sí que eres idiota. ¿no ves que ésto se está complicando si no le contamos ya la verdad?
frunzo el ceño a su conversación sin entender que mierda hablan.
— paren de discutir.— sentencia Iván—. ya sabíamos que este día llegaría, y es inútil discutir. así que la unica solución que veo es llevarla antes donde Alexis para salir de dudas y llegar a un acuerdo.
—¡¿QUÉ?!— chillan Rodrigo y Osvaldo a la vez.
— ¿no ven que es ridículo esconderla? Y
ya la ha visto, es mejor enfrentarnos a él antes de que haga algo más.
— estoy de acuerdo contigo.— dice Rodrigo cambiando de opinión aunque no muy seguro.
Osvaldo parpadea varias veces iluso a las palabras del chico aunque termina por suspirar.
— están locos.
— sí lo estamos.— contesta Rodrigo con media sonrisa— ¿pero sabes qué? las mejores personas lo están.
Osvaldo rueda los ojos y golpea el hombro de Rodrigo divertido, sin embargo, su diversión no me parece graciosa ya que sigo igual o peor de confundida, así que quedo quieta tan solo mirándolos fijamente hasta que ellos noten mi presencia.
— ¿puedo saber a quién voy a conocer?
todos ellos se miran durante unos segundos muy nervioso e inseguros y después se giran hacia mí de la misma manera.
— A Alexis.
1690 palabritas.
[actualizado 14/08/2023]
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