chapter eight.
━━ CAPÍTULO OCHO
❝BROWN EYES❞
⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽ Rivera.
río mientras intento rescatar la pobre galleta con forma parecida a Leonardo Dicaprio, aunque todos niegan mi teoría, no obstante sigo apartando el largo brazo de Rodrigo que está a punto de alcanzar la maldita galleta.
todos nos encontramos en mi habitación, en mi sofá almorzando cuatro cosas que he encontrado en mi diminuta zona de cocina. el doctor, como ha hecho desde que está aquí, se encuentra dentro de su habitación, sin salir ni una vez. la falta de su presencia nos hace estar más tranquilos y estaríamos en silencio si Rodrigo no hubiera robado esa galleta de mi paquete.
antes de que me diera cuenta, él deja caer sus dedos en Leonardo Dicaprio alias "galleta" para comérselo justo delante de mi cara. quedo paralizada viendo como esa única réplica es utilizada como alimento para ese humano inconsciente.
R.I.P. galleta con forma de Leonardo Dicaprio.
2023-2023.
la escena queda olvidada no mucho después, luego de unos cinco minutos, la mano de Rodrigo vuelve a colarse en el paquete de galletas de chocolate consiguiendo agarrar una. gruño y sin importarme que Osvaldo se encuentra en medio de los dos, me lanzo hacia él, tan solo haciendo que mi cintura quede encima de las piernas del cuatro ojos y mis brazos lleguen a los hombros de Rodrigo.
de repente, con un movimiento ágil con la mano ésta roza la galleta y la hace alejarse del alcance del chico. no obstante, antes de que nos dé tiempo a levantarnos, un quejido nos asusta a todos. miramos hacia delante para poder encontrar al doctor entrar por esa puerta. frunzo el ceño viendo cómo entra con tanta tranquilidad en mi habitación.
- buenos días chicos, ¿cómo se encuentran hoy?- saluda con una sonrisa que en lugar de transmitirme confianza hace recorrer un escalofrío por mi cuerpo.
me siento correctamente al segundo que se acerca a nosotros quedando muy confundidos a su nueva actitud. yo miro a Iván, el cual esta frunciendo su ceño observándolo como intentando saber qué le pasa por su cabeza. el doctor como si nada, agarra una silla de madera que tengo apoyada en la pared y se sitúa delante nuestra.
- oye, ¿les ocurre algo?- pregunta él juntando ambas de sus manos encima de sus piernas.
parpadeo varias veces desconcertada con su increíble cambio de personalidad. sin embargo cuando los chicos empiezan a entablar una conversación con él, mi cabeza empieza a recordar la carta de hace unos días, la cual me aconsejaba no fiarme del doctor. y sin saber por qué, creo más en esas palabras que lo que está sucediendo ahora mismo.
quedándome con la carta en la cabeza, mi mente empieza a relacionar hechos y no muchos minutos después creo un lío mental terrible que hace que desvíe la mirada hacia el doctor, eso solo empeora mi situación. sus ojos oscuros se clavan con los míos y su contacto visual duele como un cuchillo afilado contra mi piel.
de la nada mi visión empieza a ser doble mientras no pierdo la mirada en él, y cuando todo inicia a volverse borroso muchas voces distorsionadas llenan mis tímpanos. entrecierro los ojos y antes de que me dé cuenta, caigo desmayada sin consciencia.
[...]
cuando abro los ojos me encuentro a mí misma sola en un pasillo oscuro con tonalidades grises. todo mi cuerpo tiembla y mi frente está sudada sin ninguna razón aparente. cuando quiero avanzar para salir de aquí, un gruñido muy potente hace que retire esa pisada.
todo queda en silencio otra vez, suspiro profundamente y con temor empiezo a caminar lentamente. a menudo que voy avanzando, el pasillo va volviéndose más claro y de repente, en una de las paredes se encuentra una fotografía.
en ésta foto hay cuatro niños, todos con una sonrisa menos uno. el chico que no sonríe parece tímido o miedoso a juzgar por su mirada. no encuentro más detalles interesantes y dejo de observar esa foto cuando justo un pitido agudo invade el lugar.
pero eso tan solo dura unos segundos, ya que de repente, cuando quiero observar mi alrededor, unos ojos se encuentran observándome. su color marrón oscuro no se puede distinguir a la perfección aunque sigue siendo muy penetrante.
- ¿quién e-eres?- tartamudeo, con miedo.
- ángel, huye de los chicos y del doctor. él solo quiere hacerles daño, ¿no lo ves?- susurra con un hilo de voz que llega a mi corazón al momento, por la tristeza que contenía.
antes de hablar intento buscarlo una vez que él ha desaparecido entre esa oscuridad, no obstante no llego a conseguir mi propósito. sus palabras han creado una presión en mi estomago, y no entiendo el por qué.
no mucho después, todo se vuelve negro.
[...]
una mano acaricia mi frente con dulzura y a la vez siento una presión fuerte en una de mis manos, por el tacto de su piel no dudo en saber que es Iván. intento abrir los ojos pero tan solo en querer hacerlo, un dolor insoportable creado por la luz de la habitación me hace cerrarlos otra vez. para que Iván se diese cuenta de mi presencia consigo ejercer poca fuerza para presionar su mano.
- ¿⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽? ¿estás bien? abrí los ojos por...- antes de que acabe, niego con la cabeza con lentitud. y él se queda callado durante unos segundos pensando-. ¿la luz?
sonrío sin poder evitarlo y asiento. noto como la cama pierde presión de mi lado derecho y a continuación la iluminación que siento a través de mis parpados desaparece, poco a poco voy abriendo los ojos pudiendo contemplar el rostro de Iván justo a mi lado. él me sonríe y con agilidad, se acerca a mí para dejar un pequeño y dulce beso encima mis labios.
- ¿qué ha pasado?- mascullo, un poco aturdida pero no sin una sonrisa en mi rostro.
- vos perdiste la consciencia.- explica y empieza a acariciar con su pulgar mi mejilla-. el doctor nos mandó llevarte a tu cama y poner hielo encima tu cabeza. tengo que decirte que Rodrigo no paraba de preguntar si estabas bien y Osvaldo hacía lo mismo pero sin gritar y temblar.
ruedo los ojos sonriendo enternecida por su preocupación.
- ⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽... ¿soñaste con un chico alto o cabello negro?- susurra Iván con temor.
no logro entender su miedo pero niego con la cabeza.
- no, que yo recuerde.- contesto, no obstante sigo hablando-. pero sí que vi unos ojos marrones.
su rostro queda tenso y traga saliva mirándome fijamente.
- ¿te dijo algo?
- no mucho más de que lo que yo ya sabía.- susurro encogiendo mis hombros con indiferencia.
Iván no queda conforme con mis palabras y yo intento sonreír ligeramente para tranquilizar su mente, acaba asintiendo con un suspiro y acaricia su pelo con sus manos, se baja encima la cama y se sienta en una silla que se encuentra justo a mi lado. junta nuestras manos mientras se cruza de brazos y los deja apoyados encima la cama para esconder su cabeza allí.
- ⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽⎽.- susurra hablando y lo miro aunque no pueda ver su rostro-, te quiero.
1177 palabras.
[actualizado 13/08/2023]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro