CAPÍTULO I ~No Cuentes Con Ellos Deku~
El día era oscuro, frío, se podía sentir una enorme tristeza en el ambiente como si el día predijera algo, ese algo era una sensación desagradable, una sensación que el chico odiaba le recordaba ese amargo día, con una leve acción de negación se deshizo de ese amargo recuerdo, el recuerdo de como su sueño se acabó en un abrir y cerrar de ojos, restándole importancia a ese recuerdo y a la sensación del ambiente comenzó a vestirse, el chico tenía una complexión semi fornida, no era muy musculoso pero estaba algo marcado, su cabello era verde oscuro con un mechón blanco que según el le daba algo de identidad esto era confirmado por su hermana y su novia, su brazo tenía un pequeño tatuaje de un girasol un gesto lindo para su novia ya que el siempre uso los girasoles para referirse a ella, era un poco alto ya que casi podía alcanzar el metro setenta, al terminar de alistarse poniéndose sobre una camisa azul de botones debajo de esta tenía una camisa blanca del tipo manga larga, la camisa azul tenía un logo de un taller mecánico donde trabajaba por medio tiempo.
El chico salió de su habitación y fue asia la cocina donde encontró el desayuno hecho cortesía de su hermana la cual por alguna extraña razón estaba mucho tiempo ausente en la casa, no es que le molestará pues ella era una chica joven y tenía derecho a divertirse sin embargo esto y el hecho de que su comportamiento asia el se había vuelto más agresivo hacia que el chico se preocupara levemente, sin embargo fue sacado de sus pensamientos cuando escucho una tos débil, la cual por el tono pertenecía a una mujer, el chico sin pensarlo dos veces tomó el plato de comida y camino asia la habitación de donde provenía la tos, en la habitación se encontraba una mujer de cabello verde con un aspecto algo demacrado, vestía una bata blanca y al lado de su cama había un tanque de oxígeno, el chico dejó el plato en la mesita de noche para comenzar a buscar en los cajones las medicinas que ella estaba tomando, sin embargo al tomar el frasco noto que este solo tenía 4 pastillas las cuales sólo daban para dos dosis más.
—te pintaste el cabello?— dijo la mujer con lenguaje de señas.
Ella no era muda, ni nada por el estilo solamente tenía problemas en la garganta los cuales hacían que la acción de hablar se sintiera como clavarse un cuchillo en el cuello, por lo que ella y sus hijos optaron por aprender la lengua de señas aunque sólo él chico lo aprendió fluidamente debido a que su hermana dejó de ir a las clases de un día para otro.
—si, te gusta?— cuestionó el chico.
—claro así pareces más viejo y me hace sentir más joven— respondió con una sonrisa.
—muy graciosa— dijo con una sonrisa para después acercarse a su madre y darle dos pastillas de color azul.
—Hiromi viene a las 3, le dices que te de la otra dosis 30 minutos después de su llegada, ok?— dándole a la mujer una instrucción al mismo tiempo que ella tomaba la medicina.
—si, me quedo claro, pero sabes que yo puedo sola, además tu madre aun es fuerte que importa si se pasa por unos minutos la dosis.
Si había algo que el chico admiraba de su madre era su optimismo ya que siempre trato de buscarle lo bueno a cualquier situacion y su enfermedad no seria la excepción.
—bien señora toda poderosa recuerde tomar las pastillas- dijo para después marcharse del lugar.
Time Skip.
El chico se encontraba revisando un vehículo el cual llevaba semanas en el taller si bien muchos se habían dado por vencidos para poder repararlo ya que tenía muchos problemas, el peliverde era algo terco cuando se trataba de autos.
El chico dejó de trabajar en el auto ya que su jefe lo estaba llamando, su jefe era un hombre robusto y algo malhumorado aunque su quirk de rana no lo dejaba mostrar mucha expresividad siempre encontraba la forma de mostrar su descontento.
—otra vez perdiendo el tiempo con ese auto?— dijo con voz neutra aunque por los movimientos que hacía se notaba que estaba enojado.
—lo siento es solo que me da algo de frustración verlo aquí pasando sus últimos días— dijo mientras entraba al auto.
—si una lastima pero que se le va a hacer, el dueño lo abandono aquí y no se supo mas de él.
—lo se, oye aun sigue en pie la oferta de el que lo arregle se lo queda?— pregunto con curiosidad.
—si, sigue en pie aunque dudo que alguien lo logre.
—ok— dijo el chico para abrir el tablero y conectar unos cables causando que el auto arranque —creo que el auto es mio—
El Hombre estaba sorprendido pues ese auto literalmente estaba muerto en todo sentido ni siquiera el lo pudo reparar y el hecho de que un novato literalmente pudo repararlo en pocos días era algo que lo dejaba sin palabras.
—el auto es tuyo— fue lo único que pudo decir sin salir de su asombro.
Por su parte el chico solo sonrió y pero en ese momento su sonrisa desapareció ya que comenzaría a sentir una leve molestia en su pecho la cual iba subiendo hasta su garganta, sin pensarlo dos veces fue corriendo hasta el baño donde comenzaría a toser, su garganta estaba ardiendo y sentía una extraña sensación como si hubiera respirado humo, su respiración era pesada, su aliento era muy caliente, era obvio que algo quería salir y sin más opción el chico dejó lo salir.
En menos de un segundo el suelo estaba lleno de sangre un efecto secundario del cáncer pulmonar que había desarrollado debido al contacto con el humo de algunos escapes de los autos que habían llegado al taller, su estado actual era algo que sabían sólo dos personas su madre y su novia Melissa, aunque ellas pensaban que era algo tratable la verdad es que era terminal y al chico le quedaba poco menos de un año.
Sin embargo el no podía darse el lujo de dejarse caer, no en estos momentos, su madre lo necesitaba y tenía una hermana que cuidar, sin olvidar a su novia la cual ayudaba en una investigación muy importante, por lo que simplemente limpio el desastre que causó y salio del lugar para terminar su turno.
[...]
Su día laboral había terminado por lo que era hora de ir a su segundo trabajo, sin perder el tiempo se subió a su nuevo auto y se fue del lugar dirigiéndose al bar donde trabajaba.
Durante el camino el chico intentaría comunicarse con su novia pero desafortunadamente está no le respondía, el chico estaba preocupado ya que días atrás ellos habían tenido una discusión en una de sus citas provocando que ella se marchará del lugar sin dirigirle la palabra, ¿cual era el origen de la discusión? Un libro, pero no cualquier libro si no uno tan antiguo como la biblia, el Darkhold.
Uno que había sido encontrado hace varios años por el padre de ella, desde entonces ambos se reúnen para estudiarlo ya que según ella el libro contiene la pieza fundamental para hacer que gente Quirkless manifieste un quirk, aunque a día de hoy no hayan logrado un avance y el hecho de que recientemente ella comenzará a obsesionarse con ese libro al punto de no permitir que nadie más lo lea incluido el.
El chico llegaría al lugar pero al estar enfrente de la puerta principal vería una nota la cual notificaria a los empleados que el edificio comenzaría con remodelaciones ese día por lo que en un periodo de un mes los empleados tendrían una especie de vacaciones pagadas, por su parte Izuku sólo soltó un suspiro y decidió ir al laboratorio de su novia a esperarla para poder ayudarla con su investigación.
[...]
El chico llegó al laboratorio de su novia Melissa pero extrañamente ella no estaba ahí, el supuso que ella se había retrasado o algo por el estilo por lo que se sentó en su sillón favorito y comenzó a esperar pero a medida que pasaban los minutos el se aburría más y más.
—No puede ser tan aburrido aquí!!!!!— grito en señal de frustración pero en eso vería cierto libro en el escritorio de la rubia —Una hojeada no haría mal— dijo para acercarse al libro.
Izuku abriría el libro el cual parecía que fuera de metal por el aspecto de sus hojas las cuales eran grises y algo extrañas, revisándolo notaria que este tenía unas letras marcadas en las hojas como si hubieran escrito encima de ellas, en eso vio en el escritorio una hoja de papel y un lápiz.
—No, vi Evil Dead y se que descubrír el mensaje secreto de un libro siempre terminará en problemas muy graves— cambiando de página.
El joven vería una serie de hojas extrañas hasta que llegó a un capítulo que tenía una imagen algo peculiar ya que tenia un extraño dibujo.
—De las sombras los demonios se arrastraran iniciando un caos incontrolable, los condenados asecharan en las noches, los renegados se alzaran en una revolución, la princesa dará a luz al hijo pródigo y el dragon tratara de comérselo, en esos momentos ella se alzará para iniciar su reinado, la bruja escarlata la hechicera más fuerte capaz de destruir las realidades con un pensamiento, ella impondrá temor en los valientes y construirá su reino sobre los cuerpos de los inocentes junto a su caballero oscuro— en eso se escucharía un golpe seco en el lugar causando que el chico se asuste soltando el libro.
Este vería el lugar de donde provino el ruido dándose cuenta que fue una llave que se había caído, este se relajo por un momento hasta que escucho una risa aterradora en el lugar haciendo que un escalofrío recorra su espalda por lo que no dudo ni un segundo en irse del lugar y buscar a su novia para contarle de lo que había leído, sin embargo este no se dio cuenta de que al momento de que el libro se cayó al suelo este quedó en un capítulo que era peculiar por su dibujo y el texto que tenía.
"Del dolor y la traición el surgirá"
[...]
El peliverde se encontraba buscando a su novia con desesperación tanto que trató de llamarla por teléfono aunque era en vano ya que no respondía.
—Carajo donde estas Melissa?— se cuestionó mientras golpeaba su rostro contra el volante, pero en eso el recordó algo —Sabía que esto sería útil en algún momento— dijo mientras sacaba algo de su mochila.
El chico procedió a colocarse una de parte de las esposas en la muñeca y luego aseguró la otra en en la misma muñeca.
Al hacerlo esta emitió un ruido algo agudo para luego mostrar un mapa holografico el cual marcaba un punto de color rojo.
—Y ella decía que replicar la tecnología de Death Stranding era una pérdida de tiempo— dijo mientras conducían asia la dirección en la que ella estaba ya que ella decidió que cualquiera de sus creaciones se enlace con sus lentes accediendo a la ubicación de estos y viceversa esto lo hizo por motivos de seguridad ya que el único que usaba sus inventos era el peliverde.
El joven condujo hasta la ubicación de ella pero al llegar vio que era la casa de su ex amigo de la infancia el cual busco evitar desde que abandonó la secundaria para poder trabajar.
—Genial esta cosa se averió— dijo para mover un poco su brazo haciendo que una de las esposas se abra desactivando el dispositivo para después volverlo a activar aplicando el clásico "apagado y encendido" para ver si se reparaba pero volvió a marcar ese lugar —bien una revisada no hará daño—
El chico se bajó del auto y entró a la casa pero extrañamente todas las luces estaban apagadas cosa que le daba un mal presentimiento, al caminar por un pasillo comenzó a escuchar una especie de quedijos, este camino en dirección a los quejidos y encontró una puerta semi abierta de la cual se filtraba un poco de la luz del lugar.
Al estar enfrente de la puerta el se quedaría con los ojos abiertos al ver algo que lo molesto demasiado, su novia le sa persona que le juro amor eterno y con la que planeaba pasar sus últimos días había roto su confianza pues ella estaba teniendo relaciones con aquella persona que se encargo de hacer su infancia un infierno, el estaba molesto y más por ver que en la habitación también se encontraba su hermana sin embargo antes de siquiera poder entrar en la habitación y armar un escándalo comenzó a sentir ese mismo malestar, su pecho estaba ardiendo de nuevo, el ya sabía que significa por lo que antes de siquiera pensarlo comenzó una sonora carrera contra el vómito, el peliverde abrió la puerta principal de la casa haciendo que caiga al suelo para después comenzar a vomitar sangre la cual le quemaba la garganta.
A cómo pudo el se puso de pie con mucho dolor ya que su pecho aun le ardía solo que al ponerse de pie pudo ver en la entrada a su novia con una bata de dormir la cual apenas cubría la desnudez de la chica, ella tenía una expresión de miedo ya que su novio esa persona que siempre estuvo ahí para ella seguramente había descubierto su sesión de sexo con el rubio cenizo, el cual venía detrás de ella acompañado de la hermana del peliverde la cual tenía una mirada de enojo asia su hermano ya que había interrumpido su espléndido día.
Dentro de la cabeza del chico todo era un caos, ahora sabía por qué su hermana había comenzado a tratarlo mal, ahora sabía el por qué su novia aveces se marchaba de sus citas sin darle una explicación alguna y también el por que ella se empezó a distanciar, lo único que pudo hacer era limpiarse la boca y caminar asia su auto donde se subió con toda la calma del mundo y se fue del lugar.
En el camino la mente del chico se fue inundando de los momentos felices, esas hermosas veladas donde ambos se juraba amor eterno ¿acaso todo fue una vil mentira?
Todo esto comenzó a hacer que el chico comenzará a derramar lágrimas al punto que era muy molesto ver, por lo que comenzaría a limpiarse los ojos, pero un ruido lo sacó de sus pensamientos y al reaccionar vio como un camión embistió el auto del peliverde, esto hizo que el auto saliera volando por los aires, solo fue cuestión de segundos hasta que al auto comenzó a rodar contra el pavimento al mismo tiempo que el conductor salió desprendido del asiento del pitolo.
"Dios, por favor cuida de mi madre, si estas ahí por favor cuida de ella" dijo el peliverde entre sus pensamientos mientras caía al suelo de forma violenta dejándolo sobre la acera de la calle.
El chico sentía mucho dolor y no era para menos, literalmente se había roto más de 50 huesos, entre ellos las cosillas las cuales se habían incrustado en sus pulmones, este podía sentir como la sangre iba inundando de forma lenta sus vías respiratorias haciendo que le sea más difícil la acción de respirar, pero con suerte y los paramédicos lleguen a tiempo para poder estabilizarlo pero esa idea fue desechada ya que el accidente aún no terminaba, a lo lejos se podía escuchar como más autos chocaban entre sí haciendo un gran accidente que abarcó toda la calle, en uno de esos choques un tubo de escabe salió volando el cual terminó incrustandose en el pecho del pecoso dándole el golpe de gracia ya que tras eso el comenzó a cerrar sus ojos.
[...]
Se puede escuchar un golpe secos como si se tocará una puerta algo vieja ya que entre cada golpe la puerta rechinaba, en eso un joven de cabello verde con pecas un par de pecas en cada mejilla se levantaría de su cama para ir a abrir la puerta, al hacerlo vería a una mujer rubia con una vestimenta muy anticuada, aunque eso era lo de menos ya que tenía una expresión de preocupación.
—Que sucede?— dijo el joven algo confundido.
—Doctor, el último de los ancianos está enfermo, tiene mucha fiebre y no deja de toser sangre— dijo la rubia muy exaltada por su preocupación.
El joven solo pudo poner una mirada pálida por lo que entraría de nuevo a su casa para poder vestirse, al salir este tendría una vestimenta que recordaría mucho a la época Steampunk.
—Tienen que bajar la fiebre con paños de agua fría, si esto no funciona cubrandolo con la nieve, yo iré a las colinas por una hierba especial, hasta entonces mantenganlo estables— recibiendo un asentimiento de parte de la chica la cual se fue corrido del lugar —Y rezale a Madre Miranda para que el resista hasta que regrese— dijo mientras emprendida el viaje hacia las colinas.
Al caminar noto como una anciana lo miraba pero este no le tomó importancia hasta que ella habló.
—El día a llegado Dr Midoriya, y suplicar por más tiempo no te servirá de nada, debiste aceptar su regalo cuando ella era benevolente, ahora este pueblo sufrirá— dijo mientras comenzaba a reírse.
—Quién dijo que suplicare? Conoces el trato no es así, si le salvo la vida un día mas, será un día mas que este pueblo viva en paz— reanudando su camino dejando a la anciana sola.
—Muchacho ingenuo ya veremos cuanto tiempo más podrás retrasar lo inevitable— dijo mientras desaparecía del lugar.
CONTINUARÁ....
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