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Final


—¿Puedes sentir la brisa en tu rostro? —Suga abrió los brazos y dio una vuelta mientras miraba a la luna —incluso la luna ya es roja, como la sangre que se derramara hoy.

—Cierra la puta boca, haces demasiado ruido y nos van a descubrir, estas como un niño —Agust encendió su cigarrillo, mientras miraba el gran almacén —¿Están listos los chicos?

—Todos en posición, ellos se encargarán del perímetro, nos dejarán lo jugoso —saca una goma de mascar de su pantalón para quitarle el envoltorio y meterla a su boca —ya estoy deseoso de llegar a casa y probar de Danielle todo el día.

—Primero debemos de encargarnos de esto.

Caminan con paciencia hacia el almacén, Suga da un silbido largo y el primer disparo se escucha. En la oscuridad solo se notaban los destellos de las balas, ellos seguían caminando tranquilo, Suga llevaba su escopeta recargada sobre su hombre, mientras Agust terminaba su cigarrillo para cortar cartucho y estar listo. Apenas arrojo la colilla y uno de los guardias del interior apareció, Suga disparo sin pensarlo, los perdigones rozaron cerca de Agust, pero este no se inmuto.

Apunto para el siguiente guardia, los disparos se escuchaban por todos lados, mientras Suga golpeaba y apuñalaba para después disparar su escopeta, Agust con sumo cuidado gastaba cada bala de manera apropiada, dejaron despejado hacia el centro de la bodega donde estaban los peces gordos.

—¿Cuándo habías visto tanta sangre? —Suga brinco en los pequeños charcos que se hacían en el suelo —tenia rato sin ver tanto este color, incluso me hirieron, eso me encanta.

Muestra el agujero en su abdomen, pero la bala solo roso dejando un surco algo profundo que sangraba.

—Estoy cruzando los dedos porque te desmayes.

—Sueñas marica.

Suga activo una granada, la cual coloco con paciencia en la puerta, ambos se cubrieron detrás de una columna. Escuchando el grito de algunos hombres, los demás guardias salieron y de nuevo comenzaron a coordinarse para aniquilar a uno por uno, la manera en que se sincronizaban, era lo que daba miedo a sus enemigos, no necesitaban decir nada para pasarse los cartuchos, lanzarse las armas, el que uno golpeara a uno y el otro lo matara, su manera de pelear era lo que los había mantenido, podía ser dos seres totalmente diferentes, pero al momento de hacer un trabajo, mas un trabajo que a ambos interesaba, su precisión y letalidad no tenían comparación.

Caminaron por los escombros y restos de cuerpo, viendo a su objetivo siendo cubierto por dos simples guardias, que los solo les quedaban armas cuerpo a cuerpo pues sus cartuchos habían sido desperdiciados.

—Ve eso, ellos quieren pelear cuerpo a cuerpo — Suga deja la escopeta, incluso las navajas —estoy herido y algo irritado, si creen poder conmigo vengan —los tipos huyeron.

—Por favor —Xhuan salió de rodillas desde el fondo —les dejare la plaza, me iré, pero déjenme vivir.

—¿La plaza? —Agust levanto una de las sillas y se sentó —¿Quién dijo que hicimos esto por una plaza? —se busco los cigarrillos por los bolsillos —esto es solo por una promesa.

—Veras Xhuan —Suga se inclino escupiendo la goma de mascar en su rostro —tenemos una preciosa mujer en casa, que no se siente tranquila, mientras tu estes con vida.

—Esa zorra...

Suga le metió un puñetazo directo en el rostro, rompiéndole la nariz y parte del labio.

—Mas respeto para nuestra mujer, ¿Tienes ganas de torturarlo Agust?

—Solo dale un tiro en las bolas y que se desangre.

Suga busco su escopeta, pero al verla algo lejos, sintió fastidio, saco su navaja y rebano el cuello de Xhuan de un tajo, su cabeza pego en el suelo, al tiempo que su cuerpo se convulsionaba en los últimos instantes con vida.

Un tipo moreno y alto entro con el rostro cubierto de sudor, rastros de sangre en su ropa, deja caer su arma recargándose en la pared.

—¿Cumplirán su parte del trato?

—La plaza es tuya Kim, no es como si nos hiciera falta tener mas territorio, nos quedamos el actual, es mejor tener a alguien conocido en este territorio, nosotros seguiremos con lo normal.

Agust se levanta de la silla, se agacha y apaga su cigarrillo en el rostro inerte de Xhuan.

—Si, creo que es mejor tenerlos de socios a tenerlos de enemigos.

—Eres listo Kim, por eso te escogimos, vámonos Suga, la limpieza ya es cuestión del nuevo jefe del territorio.

El camino a su casa fue largo, pues la ansiedad los consumía a ambos, siempre que terminaban un trabajo, visitaban un club, bebían y follaban hasta el cansancio, pero ahora no necesitaban ir a algún lado, lo que necesitaban estaba en casa.

Danielle escucho cuando el auto llego, estaba en la sala leyendo un libro cuando los hermanos Min llegaron. Seokjin les abrió la puerta les dijo que la chica los esperaba despierta, se despidió para verlos después.

Ambos entraron a la sala, Danielle se levantó mirándolos con atención.

—Este hecho —dijeron al mismo tiempo.

—Entonces es momento de finalizar el trato ¿No lo creen?

Danielle se quito la bata de seda que traía puesta, mostrando el lindo conjunto de lencería que contrastaba contra su piel, los arneses estaban perfectamente armados para que la unión de las medias, el sostén y la preciosa tanga parecieran una pieza sola.

Agust se acerco y la levanto para ponerla en sus hombros.

—Mi cama es mas grande, así que ahí nos iremos.

—Quiero comerme su coño, esta vista me hizo aguar la boca.

Suga iba tras de su hermano, en cuanto llegaron a la habitación, la arrojaron a la cama, Suga fue el más rápido en desnudarse, pero la visión de ambos quitándose la ropa frente a ella la hizo mojarse, su cuerpo comenzó a sentir esa enorme necesidad de ser poseída por aquellos deliciosos hombres, los hermanos Min con su piel pálida, sus cicatrices, ese abdomen tonificado, la apariencia varonil, el pecado mismo nacidos en dos hermanos.

Suga se acerco a Danielle para besarla tomando su boca con brusquedad, mordiendo sus labios hasta sacar algo de sangre, haciéndola, el chico chupaba su lengua con tenacidad, además la manera en que se apretaba contra ella en la cama sujetando las muñecas con esa sensación de sumisión, sus piernas querían rodearlo por la cintura para que su erección se marcara mas contra su cuerpo, pero Suga no la dejo, pues comenzó a bajar por su cuello y pechos mordiendo la piel sobre el sostén, los gemidos fueron apagados por los labios de Agust quien ahora tomaba sus labios de manera lenta pero lasciva, la cabeza le daba vueltas, uno de los hermanos le marcaba el cuerpo, mientras el otro le robaba el aliento.

Y tan solo la estaban besando...

Le quitaron la ropa interior, solo dejando los arneses y las medias, Suga bajo hasta su entrepierna para separar los pliegues de su vagina, pasando un dedo viendo con deseo lo húmeda que esta se encontraba, Agust la acomodo para que su cabeza quedara en la orilla de la cama, acerco su erección a los labios de Danielle.

Cuando metió la punta de su miembro a los labios de la mujer, la lengua de Suga se introdujo en su coño, casi se ahoga por un momento, al olvidar respirar por la nariz, pues lo que le estaban haciendo entre las piernas, aunado al sabor y sensación de ser follada por la boca, no la habían dejado coordinar, su mente estaba sumida en el placer, su saliva salía por los lados, no sabia donde poner las manos hasta que Agust se las movió hacia sus pechos, para que los masajear mientras era atendida de manera adecuada. Sintió como la lengua de Suga presiono sobre su clítoris un par de veces, lo cual basto para regalarle su primer orgasmo, por los demonios estaba sensible, quería más. Suga lo sabia por lo que no dudo en embestirla mientras se lamia los labios disfrutando del sabor de Danielle.

—Por toda la mierda —el sujeto de los muslos abriéndola, para mirar como su enorme miembro entraba abriéndola de golpe — te tragas mi polla como si fuera la ultima vez que te la daré.

—Y esta disfrutándolo, su garganta aprieta la mía con sus gemidos, me correré en nada.

Suga el alzo de las piernas para ponérselas en los hombros moviéndose así mas rápido, a la vez que masajeaba su botón sensible, esto hizo que Agust tuviera un Angulo un poco mas profundo se la mamada, causando que se corriera llenando su garganta, salió aun escurriendo un poco de semen sobre el rostro de la mujer, la morbosa escena estimulo a Suga para correrse también, y dándole el segundo orgasmo a Danielle.

Ambos se separaron un poco, dándole un poco de espacio a la chica, que trataba de regular su respiración, aun sintiendo el hormigueo en su entrepierna por los orgasmos previos, pero esto no acabaría ahí, Agust se recostó en la cama, con su miembro duro nuevamente, Danielle entendió la señal y gateo hasta poder montarse sobre el delicioso Min, solo basto con que bajara un poco para que el miembro entrara, se iba a comenzar a mover, pero Agust detuvo su cadera.

—Espera preciosa, aun no.

Suga se coloco detrás, con la polla brillando por el lubricante, Danielle pensaba que le dolería un poco el ser follada por el culo, pues el miembro de otro hermano era tan descomunal como el que tenia dentro de su vagina, pero para su sorpresa Suga no lo metió por el culo, si no se acomodo para entrar también en su coño, causando un grito leve, el sudor invadió su cuerpo, Suga lamio su hombro y se le acercó al oído jalando un poco su cabello.

—¿Creíste que te fallaría por el culo sin prepararte? No soy un animal.

Ambos hermanos empezaron a moverse dentro de Danielle, el dedo de Suga se hundía en el estrecho anillo, pero no podía concentrarse del todo, ya que el frotar su miembro con el de su hermano dentro de la húmeda cavidad de la chica estaba dándole mas placer de lo que se imaginaba, pero quería corroerse dentro del culo, por lo que embistió un poco más, antes de salirse y hundirse en la entrada trasera.

A Danielle le fallaban las rodillas, la debilidad en sus brazos era notoria, Agust chupaba sus senos, Suga azotaba sus nalgas con las embestidas, sintió el vientre arder y una oleada mas fuerte llegar a su entrepierna, esa sensación hizo correrse a ambos hermanos, ambas cavidades estaban llenas del semen de los hermanos Min, y sus múltiples orgasmos haciéndola delirar hasta el cansancio.

Debió pedir matar a su esposo mucho antes...





debo decir que PTM hasta yo me senti mojada, dios mio como ame este par...

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