Antojo de media noche
Danielle tenia una semana en la casa de los Min, una semana sin hacer absolutamente nada, mas que ayudarle a Seokjin a las tareas del hogar y las comidas, cuando no estaba leyendo, estaba viendo alguna serie de televisión, se sentía agobiada, le dijeron que si deseaba salir que solo avisara a uno de los guardias para que la llevaran a donde quisiera. Los Min solo hablaban con ella en la cena y después no los veía más.
—¿Jin? —miro al castaño que estaba leyendo una receta de cocina, este solo tarareo en respuesta —¿Si les pido que me dejen ir? ¿Lo harían?
—Si, te Darian los que les pides y de dejarían marchar.
—Eso es extraño.
—¿Para quién? Dani, hiciste un trato con ellos, pediste alejarte de tu esposo y la libertad, ellos lo están cumpliendo.
—A cambio de sexo, pero no me han tocado.
—Por que ellos no lo tomaran si tu no se los das, parecen de los que lo hacen, pero jamás tocarían una mujer en contra de su voluntad, su ego es tan alto que nunca han requerido de forzar a ninguna —deja el libro de cocina para mirarla— dime linda ¿Por qué no te has ido?
Se quedo en silencio un minuto en lo que terminaba de limpiar los brotes de soja, frunció los labios y se encogió de hombros.
—Me siento segura aquí, nunca me había sentido igual, no desde los trece.
—Igual puedes pedirles irte y tener la protección de ellos, créeme en realidad no te negaran nada —se sentó aun lado de ella — te contare algo a ellos les daba igual Lee Xhuan tenían el territorio que deseaban, ellos empezaron esto solo por defenderse, eran unos niños prácticamente, pero tu sabes que los que se meten en esto no tienen compasión de nadie, así que tenían que sobrevivir de alguna manera y eso fue haciendo una reputación peor que el de las personas que los perseguían.
—¿Niños?
—Catorce.
—Vaya.
—Si, yo los conocí a un año después que comenzaron en esto, llegaron muriendo de hambre a mi restaurante, los alimente sin preguntarles nada, y se les hizo una rutina, cuando llegaron a querer cobrarme plaza y seguridad ellos estaban comiendo, así que te podrás hacer una idea de lo que paso, tu no lo sabes, pero paso lo mismo contigo.
—Yo no he hecho nada por ellos.
—Eso da igual, cuando te vieron en uno de los eventos que hace tu flamante esposo tomaron la decisión de alejarte de ahí, ese día tenían la cara llena de moratones y aun así te exhibía como el trofeo mas hermoso, hasta yo sentí rabia de verte así.
—Se tomaron muchas molestias para alguien como yo.
—Para ellos vales el riesgo de enemistarse con Lee Xhuan, así que date una idea de que harán por ti.
Terminaron de preparar la cena, pero ellos no aparecieron esta vez, estaban cerrando algunos negocios, así como que siendo abordados por personas que deseaban derrocar a Xhuan, pero no querían involucrar en todo eso a Danielle pues seria darle preocupaciones por nada.
En la madrugada Danielle escucho bastante ruido de una de las habitaciones de los Min, tanto que la habían despertado, se puso la bata y camino por el pasillo algo intrigada, pues no los había visto en toda la semana, la puerta estaba entre abierta haciendo que el sonido fuera claro.
Eran gemidos.
El choque de los cuerpos era violento, las pieles sonaban como truenos, Suga embestía a la mujer sin piedad alguna mientras la jalaba del cabello, ella tenia una cara de éxtasis total, su cuerpo estaba empapado de sudor y sus pechos se balanceaban de manera agresiva ante el golpeteo, ella se inclino hacia enfrente para aferrarse a la sabanas con fuerza ante el orgasmo que llegaba, su cuerpo tembló y los gemidos eran pausados. Suga gruño al descargarse, se relamió los labios y salió de ella quitándose el preservativo dejando ver su prominente miembro aun algo erecto.
Danielle no se había dado cuenta que no se movió de la puerta en ningún momento, además de que su ropa interior se hallaba empapada.
—Tienes publico querido —la mujer la miro —tal vez ella quiere unirse.
Suga se acerco a la puerta con su desnudez reluciendo, se agito el cabello.
—Vete a dormir.
Fue lo que dijo antes de cerrarle la puerta. Danielle se quedó quieta unos segundos mas antes de reaccionar. ¿La ignoro?
Un sentimiento de indignación la invadió, el estaba desnudo, aun con una erección latente, y logro ignorarla. Su orgullo de alguna manera fue herido, no tenia caso estar más ahí si en no deseaban nada de ella.
Se paro de nuevo antes de regresar a su habitación.
¿Ella quiere ser tomada por Suga?
—¿No puedes dormir? —dio un brinco y se sujeto el pecho —perdón no era mi intención asustarte.
—Tu hermano —señalo la puerta —esta teniendo sexo con una mujer.
—Entonces te despertó, tranquila solo las usa un par de horas y después se van, ve a la cama.
—¿Es todo?
—Es un adulto, no puedo reprenderlo de lo que hace, además no es algo que yo no haga, solo que yo no suelo traerlas a casa, me da tedio correrlos después.
—Necesito un cigarrillo.
Agust saca uno de su bolsillo y se lo entrega, después saca un encendedor se lo acerca para prenderle el tabaco. Ella da una calada y lo observa, nunca lo había visto sin sus trajes, así que verlo recién salido de la ducha, con ropa holgada era algo nuevo.
—¿Es en verdad que me desean?
—¿Te parece que somos de los que bromean?
—Pero tengo que pedirlo yo según se —coloca el cigarro entre sus labios dando una calada lenta para exhalar cerca del chico — como debo pedirlo —deslizo sus dedos por su pecho —¿Por favor? —se hinco —¿De rodillas?
—Solo dilo y te partiré en dos —la miro desde arriba tocando sus labios con el pulgar —¿Mi hermano te dejo caliente? ¿O estas probando mi paciencia?
—¿Ambos?
Estaba aun con la imagen de Suga desnudo en su mente, además la humedad entre sus piernas aumento al ver a Agust, si el otro la rechazo, este le ayudaría a calmar ese sentimiento que aun no sabia muy bien que era.
—Entonces dilo, di ¿Qué deseas Danielle?
La chica camino hacia su habitación, mientras se quitaba partes del pijama, quedando solamente en ropa interior, entrando mirando sobre su hombro.
Agust no necesito mas que dar algunos pasos antes de que ella entrara totalmente, la tomo con facilidad por la cintura con una mano para con la otra tomar sus mejillas y besarla, hundiendo su lengua, era un beso agresivo en toda la extensión de la palabra, pero ella sentía que cada parte de su cuerpo se estremecía.
Esto era un beso de verdad.
Jadeo en su boca al sentir el bulto ya duro sobre su vientre, si eran gemelos estaba esperando con ansias que esa dura polla fuera del mismo tamaño de la que acababa de observar, Agust se separo un poco para lamer sus dedos y meterlos en la ropa interior, su dedo de en medio toco el duro botón haciendo un poco de presión, mientras su dedo índice se adentraba entre los pliegues de la mujer.
—En verdad no tendré que prepararte, Joder Danielle estas chorreando.
—¿Me dejas hacerlo a mí?
El joven Min se acostó en la cama quitándose la camisa, dejando ver las cicatrices en su escultural cuerpo, aunque era delgado tenía marcado el abdomen, al igual que su hermano, solo que este solo poseía un solo tatuaje en la cadera con el apellido Min resaltando. Se quito el pantalón y el bóxer liberando su erección, se recargo en la cabecera acomodando su miembro en su estomago el cual palpitaba ansioso de sentir a Danielle, en la punta rosada se podía notar gastos del líquido presiminal.
Danielle no despegaba los ojos de la erección, si bien no es algo que notara en los hombres que llegaron a tocarla, podía asegurar que ninguna era de ese tamaño y grosor, además de que se le acumulaba la saliva en la boca por probarla. Así que al subir a la cama, toda la saliva acumulada la dejo caer con lentitud sacando su lengua por el, la punta del miembro de Agust, empezó a mover la mano apenas sintió que podía moverla con mayor facilidad.
La acerco a su boca deleitándose con la textura de la piel caliente, sus mejillas se ahuecaron para succionar mientras bajaba la mano, Agust le retiro el cabello del rostro para disfrutar de la maravillosa vista de su polla siendo devorada por la boca de Danielle. Esta no dejaba de saborear el miembro, quería aprenderse cada vena hinchada de memoria con su lengua.
—Maldita sea —jadeo —si continuas así, me harás correrme a la primera.
Pero la mujer no paro, al contrario, intensifico sus movimientos, haciendo que Agust llenara su boca en totalidad, esta se sentó con las rodillas flexionadas hacia atrás, saco su lengua haciendo que el semen de Agusta saliera de su boca hacia su cuello y pechos, trago lo demás chupando sus dedos con sensualidad.
—Si no vienes aquí ahora mismo iré a por ti y no sere amable.
Danielle se hizo hacia atrás separando sus piernas mostrando la humedad de su coño, abriendo los pliegues con sus dedos de una manera vulgar y sensual.
—Tómalo entonces...
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