¿Por qué?
25 de febrero del 2020
He estado agobiada, sabía que era una completa locura salir de mi casa, sabía que mi suerte era tan mala que me traería problemas. Pero aún así me fui y dejé sola a mi madre, tal como Justin lo hizo y mi padre igual.
¿Cómo es que mi pasado influyó tanto en mi presente? ¿Cuáles fueron los hechos que más me marcaron? Pues les explico:
22 de noviembre del 2017
—¿Cómo te sientes linda? —mi padre se percató de que sólo jugaba con mi cuchara y no estaba comiendo mi cereal. Negué, estaba exhausta. Había salido con Justin y sus amigos la noche anterior. Han de pensar que fue una experiencia agradable, pero no, fue todo lo contrario. Había visto qué es lo que el ser humano puede llegar a hacer con tal de recibir droga. Todo se salió de control hasta que alguien apuñaló a otro con tal de que le dieran una calada de marihuana. Saqué a Justin de ese lugar, él estaba intoxicado, le solté un par de cachetadas, más no reaccionó. Fue una completa locura.
—Provecho hermanita —le di una mirada fulminante, no estaba para nada contenta con lo que me hizo ayer. Pasó delante de mí y me sonrió mientras se servía leche.
—Eres un hijo de... —mi padre me interrumpió diciendo que ese vocabulario no estaba permitido en la casa—, lo siento papá, es sólo que me saca de quicio tu hijo —aparte el plato y agarré mi mochila que estaba en la sala.
—¿A dónde vas señorita? —mi papá me detuvo antes de que llegara a la puerta. Me giré para darle una sonrisa, era obvio a donde iba—, el chófer aún no llega.
—Es que me voy a ir caminando —negó. Rodeé los ojos, él jamás me dejaba que fuera sola a una parte, siempre tenía que ir un tipo musculoso conmigo a la escuela. Hasta que él se fue y se llevó a sus tipos fortachones.
Me senté en frente de Justin, lo miré con odio—Buenos días mis amores —nuestra madre estaba bajando las escaleras, al llegar al lado de Justin le plantó un beso en la frente y paso de largo en cuanto llegó conmigo.
El chófer llegó, me despedí solamente de mi padre y de Justin. El empleado musculoso me llevó a la escuela y me trajo de nuevo a casa cuando esta terminó. Nada relevante pasó en la escuela así que omití esa parte.
—Estoy en casa —grité al cerrar la puerta de la entrada, nadie contestó, lo cual se me hacía raro. Fruncí en ceño. De la nada se escucharon sollozos provenientes de la cocina. Entré a esta, mi madre estaba en el suelo llorando desconsoladamente, mi papá sostenía un pedazo de papel e intentaba tranquilizar a mi mamá tomándola de los hombros—. ¿Qué está pasando? —le pregunté a mi padre. Me miró preocupado.
—Justin se ha ido de aquí y ha dejado esto para nosotros —me entregó el papel que tenía entre las manos.
"No encuentro las palabras para poder escribir esto. Han sido una familia excelente, pero no estoy cómodo, necesito estar intoxicado para sentirme bien conmigo mismo, he ido a un lugar mejor. No sé preocupen por mí, yo estaré bien y por favor no me busquen.
Gracias por todo."
Mis ojos estaban llorosos, sentía ese nudo en la garganta que te da cuando no quieres derramar lágrimas, pero era inevitable, así que empecé a llorar junto con mi madre. Intenté animarla pero era imposible.
Pasó un mes desde que Justin nos había dejado, se sentía como si hubiera muerto. Mi madre entró en depresión y ha estado yendo a consultas con el psiquiatra. Siempre se para en una de las ventanas de la entrada y ahí se queda horas esperando por Justin. Un año le tomó para que el psiquiatra la diera de alta, pero ella nunca ha sido la misma desde ese día.
Una noche escuché a mis padre hablar, pero no entendía a donde tenía que ir mi padre hasta ahora—Escuchame Aileth —mi padre le habló a mi mamá—, necesito estar fuera de aquí unos meses, esto es grande y necesito arreglarlo.
—Te entiendo Alexander, pero tenemos que empezar a buscar a Justin —se escuchó un gran golpe a algo, como a una mesa.
—Creí que ya habías dejado eso Aileth —no escuché más voces y a los pocos segundos después, una puerta se cerró.
Hoy era veintidós de noviembre, justamente hoy se cumplen dos años desde que Justin se fue. Mi papá se había ido por cuestiones de trabajo hace tres meses y no ha regresado. Estoy sola con mi mamá, aún que se ha hecho un poco más unida conmigo, solamente que casi siempre me deja sola porque sale con los vecinos, al parecer se había olvidado de Justin en cuanto salió por la puerta esta mañana. Eso no quiere decir que no la escuche llorar por la noche en su habitación.
Hoy había invitado a Jonathan y a un par de amigos más a la casa, vimos películas y comimos golosinas. Fue una tarde estupenda, me ayudó a olvidarme de todo esto que estaba pensando.
—Vaya, Lisa, tu casa es muy linda —dijo una amiga que nos había acompañado—. Quisiera ser tú, ¡te puedes comprar lo que sea! —miró el lugar entusiasmada y llegó hasta mí esperando una respuesta. No sabía que decirle porque en realidad yo no tenía nada, podré tener todo el dinero del mundo, pero no tengo a mi familia unida, no tengo el amor de mis padres y eso el dinero no lo puede comprar. Me limité a solo sonreír falsamente y seguir viendo la película.
Un rato más mi mamá llegó y mis amigos se fueron. Ella se veía feliz, me sonrió y se sentó a un lado de mí—¿Cómo estás linda? —me sorprendí ante su pregunta, nunca me había preguntado algo así.
—Pues genial —mentí, estaba deprimida desde hace dos años, pero intentaba que no me consumiera como lo hizo con mi mamá. Me miró unos pocos segundos y luego desvío la mirada.
—Eres idéntica a él —sonrió mirando hacía la nada—, me quema el alma cada vez que te veo, porque sé que Justin se fue por tu culpa —fruncí el entre cejo, no entendía porqué me culpaba a mí.
—¿Qué? —me limité a decir, ya que quería gritarle.
—Sé que el día anterior de que Justin se fuera habían ido a una fiesta y tú —me apuntó y me miró enojada—, no hiciste nada para detenerlo, él sólo quería ayuda y tú no lo ayudaste —está loca, era todo lo contrario a lo que yo estaba haciendo.
—Tú no tienes ni idea —solté y está vez no me iba a quedar callada—, no te pones a pensar en ti, en papá. Yo no soy el tutor o padre de Justin, él estaba drogandose porque ustedes no le prestaban atención y porque tal vez estaba harto de ustedes, de ti, así como yo lo estoy ahora —me soltó una cachetada y comenzó a llorar. Salí de la sala para entrar en mi habitación.
Ojalá tuviera el valor para irme como lo hizo Justin. Estaba cansada, mi madre se la pasaba hablando de lo maravilloso que era él y me comparaba, así que el 14 de febrero del 2020 me fui de ahí.
Hola, si llegaste hasta aquí gracias por leer. He estado un poco ocupada por eso me he tardado en subir capítulos. Sé que está parte párese relleno, pero será relevante para los siguientes capítulos.
También quería comentar que la historia ya casi está llegando a su fin.
Muchísimas gracias por el apoyo, eso me da mas motivación para futuros proyectos.
Gracias de nuevo por la atención. ❤️
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