Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Pantalla estática

LISA

¿Puedes oírme? Jonathan, estoy gritándote. Pero no era cierto, las palabras no salían de mi boca. Todo estaba dando vueltas, no puedo mantener mi vista clara, ni mis pensamientos coherentes, ¿estoy soñando?

—¡¿Qué estás haciendo Lisa?! —seguía insistiendo Justin, me estaba empezando a irritar. Intentó acercarse, los único que quiero es estar en paz, la culpa me consume por dentro, pero él no lo puede entender.

—No te muevas —le apunté con el arma e hice que se detuviera, mi brazo ardió con tal movimiento. No pensaba disparar. Mis ojos comenzaron a divagar hasta encontrar a Jonathan, me daba vergüenza que me viera así parecía borracha. Me apunté con el arma de nuevo, todo estaba por terminar este sentimiento de culpa.

No le tengo miedo a la muerte, pero tengo miedo de dejar a mi madre sola. Esto suena muy estúpido, eso fue exactamente los que hice al irme de casa.

Apreté el gatillo sin más, quería abrir los ojos y ya no verlos más, todas esas personas me dañaron mucho y quiero que desaparezcan, pero no fue así, al abrir los ojos ellos estaban allí aun, se dirigían a mí a toda velocidad. Justin llegó hasta mi lado y me quito el artefacto, era demasiado tarde cuando me di cuenta que el arma no tenía cargador.

No recuerdo nada más hasta que llegamos a un especie de consultorio sucio y mal cuidado. Estaba en una camilla inyectada con suero mientras tenía una venda en el brazo herido, me quite la aguja de donde salía el liquido y me puse de pie, una tipa que estaba en una esquina sentada se levantó e intento llevarme de nuevo hasta la camilla—Es mejor si descansas un poco —me senté y la miré—. Ya vuelvo —salió y en un rato se abrió la puerta dejándome ver a Justin.

—Lisa... —esto no va a ser una charla motivacional—, eres una maldita estúpida, estuviste a punto de arruinar mis planes te dije que si entras no vas a salir. Ahora por tu maldita culpa tengo que limpiar un maldito cadáver —me quedé es silencio, no me hería en absoluto, ya tenía en claro que esto iba a suceder, miré un punto fijo sin tomar importancia de sus palabras—. Mírate, estas sentada ahí sin hacer absolutamente nada —se acercó a mí—, eres débil y das lastima.

Volteé a verlo furiosa, le solté un golpe con el puño en la nariz, me había cansado y enfurecido muchísimo. Él se tambaleo hacia atrás, así que aproveche para volverle a pegar haciendo que esta vez si cayera al suelo, me abalancé sobre él soltándole puñetazos. Su nariz, boca y una parte de su ceja sangraban, mas no podía detenerme, no podía dejar de pegarle. Me hacía sentir bien—¡¿Quién es el débil ahora, eh?! —me paré y continué a patearlo en el estómago—, ¡¿quién lo es?!

Los demás entraron y tan pronto como vieron la escena se abalanzaron contra mí y me detuvieron cargándome, era Jonathan. La tipa que antes estaba aquí se encargó de levantar a Justin. Henry se acercó a mí— Ven, vayamos afuera, necesitas tomar aire —él era la única persona que no me había defraudado, le hice caso y me fui con él afuera—. ¿Por qué quisiste hacer eso Lisa? —me recargué en el cofre del auto.

—No quiero hablar de eso, simplemente creí que era lo mas fácil —me encogí de hombros.

—Vaya, que gran paliza le pusiste a Justin —intentó alejarse de la conversación anterior.

—Se lo merecía. Después de que Justin se fuera de casa, me puse a entrenar artes marciales mixtas —me miró sorprendido.

Una camioneta se estacionó rechinado sus llantas fuertemente echándonos las luces en la cara, de él salió un tipo con traje, su cara quedó a la vista de los dos, sentí mis piernas temblar y mi vista borrosa. Era él, estaba aquí de nuevo con un arma en la mano y dos tipos mas que se acababan de salir del auto—Nos encontramos de nuevo, ¿cómo te ha ido? —me apuntó con el arma.

—¡Esto ya no era un trato, Benji! —miré a Henry extrañada.

—Ahora jugamos con mis reglas —Jonathan salió y miró la escena aterrorizado—. ¡Genial, ahora son todos! Entren en la camioneta o todos se mueren —ordenó. Todos hicimos caso, nos sentaron a todos en la cajuela de la camioneta y ellos se sentaron con nosotros.

—Te dije que estaba fuera de esto Benji —Henry habló.

—Te he dicho que... —lo interrumpí y lo miré.

—Benji, así te llamas. ¿Por qué no nos matas de una vez? —sonrió cínicamente.

—Tengo preparado algo mucho mejor para ustedes, Lisa —sé que conoce mi nombre por Henry—. Y a ti Henry, querido, una recompensa por ayudarme a encontrarlos.

—Henry, ¿por qué lo estabas ayudando? Eres un maldito idiota —me paré y me acerqué a él.

El tipo de la cabaña me estiró de mi sudadera haciendo que cayera hacia atrás—Ya basta, me tienes harto niñita —me dio un golpe en la cabeza con el arma que traía, dejándome atontada, hasta que me sentí cansada cerré los ojos quedando inconsciente.

—Lisa, ¿estas bien? —abrí mis ojos y me encontré con la cara de Jonathan. Asentí.

—¡Ay que lindos! —ironizó el tipo—, ya siéntense, o los vamos a atar —el destino estaba en mi contra, pienso en que matarme que sería lo mejor, hasta que llego este tipo otra vez y entré en pánico de nuevo.

Llegamos a un especie de taller mecánico, nos bajaron de la camioneta y nos escoltaron hasta adentro de este, nos llevaron hasta una especie de oficina en donde nos dejaron solos con un tipo de guardia afuera para que no salgamos.

—¿Qué nos van a hacer Henry? —él se encogió de hombros. Ya no sabía que pensar, él nos había traicionado.

—No sé —agachó su cabeza avergonzado—. Lisa lo siento, al principio solo pensaba en mí, hasta que te conocí bien —intenté interrumpirlo, pero no me dejó—, Lisa, me gustas, me gustas mucho y fue por eso que yo me arrepentí —Jonathan lo miró enojado, pero no decía ni una sola palabra. Me enojaba, esto no era una excusa.

—No te excuses, eres un idiota —rodeé los ojos—. Voy a salir de aquí.

Benji entró a la habitación y se acercó a Henry, le dijo algo en el oído y después los dos salieron sin ninguna explicación —Lisa... —la puerta volviéndose a abrir nos interrumpió, de nuevo entro el tipo de la cabaña.

—Los he traído con mi jefe, la cuestión es que estoy harto de estarlos persiguiendo. Los tendré aquí hasta que decida matarlos —otro de los tipos entró y le dijo que ya había llegado—. Bien siganme —el señor que era el jefe estaba de espaldas—. Señor...

Él volteo y no podía creer lo que veía, mis ojos se inundaron de lagrimas y comencé a llorar. Me sentí feliz, sonreí. Mis piernas me mantuvieron clavada al piso, quería correr a abrazarlo cuando me miró y me sonrió—Papá...



Siento mucho no haber escrito nada, ni publicado. He estado ocupada últimamente y no he he tenido mucha inspiración, por lo que decidí alejarme un poco de esto también. Así que ya volví y espero seguir con esto pronto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro