Justin...
JONATHAN
En la madrugada siento un empujón en mi hombro, me revolví pero al sentir otro toque abrí los ojos encontrándome con la silueta de Lisa mirándome desde la cama-No puedo dormir -susurró-, ¿puedes subir conmigo? -tallé mis ojos un tanto adormilado, me levanté para acostarme en el lugar que ella había hecho espacio- Sé que eres mi mejor amigo y que sabes mis secretos y todo eso. Sin embargo, no te he contado cosas -tratando de procesar todo a causa de mi nerviosismo, solté un sonido algo extraño-. Mi hermano se fue de la casa porque se drogaba y al parecer le importó mas la heroína que su familia. Mi madre sigue sin poder asimilarlo -limpié el sudor de mis manos en mi pantalón de dormir y suspiré. Giré para poder ver la sombra de su perfil. Abrí la boca para decir algo pero las palabras no salían. Lisa se enderezó intentando ver mi rostro en la oscuridad-. ¿Estás dormido?
-No, claro que no -se volvió a dejar caer en la cama-... Sólo que no sé que decir.
-Puedes callarse par de pervertidos -dijo Henry-, hay gente tratando de dormir -la chica comenzó a reír y yo solté una que otra risa nerviosa.
Desperté con la mano de Lisa en mi rostro, la tomé para quitarla de mi pero eso hizo que se despertara. Talló sus ojos y después volteó a verme-Hola -me dedicó un leve sonrisa que fue correspondida por la mía.
-Hola -a partir de ese momento todo sucedió en cámara lenta. Lisa inclinándose a mí y yo abriendo los ojos sin saber que hacer. Colocó sus labios sobre los míos y separándose casi al instante.
-¡Chicos! -Henry abrió la puerta, entró y se aventó a la cama con nosotros- ¡Este tipo tiene sala de juegos! -se colocó en medio haciendo que nos separáramos. Me enderecé y me senté asegurándome de no darles la espalda- ¡Definitivamente tenemos que ir ya! -los dos repitieron mi acción.
-¿Qué hora es? -preguntó Lisa- Necesito refrescarme -al decir eso se levantó, tomó su bolsa de sus cosas y salió. No esperó a que alguien le respondiera su pregunta. Había estado muy rara, parecía como si estuviera evitando al chico. Me levanté dispuesto a salir también, pero Henry habló e hizo que volteara a verlo.
-Estoy celoso de ti -soltó.
Mis manos comenzaron a sudar y un tanto nervioso le hablé-Mira, lo siento, pero tenias razón... Sí sentía algo por Lisa -se levantó. Temiendo que me hiciera algo tragué saliva-. Si vas a hacerme algo... -hablé temeroso, sin embargo, él con un tono burlón me interrumpió.
-No, no te voy a hacer nada, sé perder -se encogió de hombros-. Y ademas Lisa te conoce más a ti que a mí. Sólo quería decírtelo, ahora estoy mucho mejor -caminó hasta la puerta y salió. Me dejó sintiéndome la peor persona del mundo, tal vez si me merecía un golpe. La entrada a la habitación se volvió a abrir pero esta vez entró Betty.
-¡Oh, lo siento! Pensé que ya no había nadie -pero antes de que cerrara la puerta la detuve.
-No pasa nada -tomé mi mochila con mis cosas-. Es tu casa -ella también me detuvo antes de que saliera.
-¡Oye! Me... Me ayudarías a buscar un cuaderno por aquí -me sonrió pero después se convirtió en una mueca-. Necesitó agacharme, pero me duele mucho hacerlo -asentí amablemente . La encontré en un armario a pocos pasos de la cama donde ella estaba sentada. Se había dado por vencida, sin embargo cuando le dije que la había encontrado, su cara se iluminó-. ¡Gracias! -se la entregué y la chica comenzó a hojearla.
-¿Qué hay en la libreta? -negó levantando la vista hacia mí de nuevo y rápidamente cerrando el cuaderno.
-No es nada -sonrió-. Sólo son viejos dibujos -me senté junto a ella.
-¿Te puedo hacer una pregunta personal? -no tan convencida accedió- ¿Cómo puedes lidiar con todo lo que te pasó?
-Soy una persona positiva -miró sus pies. Me quedé callado, ya en este punto no sé que decir-. Simplemente no dejo que eso me consuma -soltó un suspiro.
-Ojalá pudiera ser como tú -frunció el ceño.
-No digas eso. Créeme, no quieres ser yo -trató de levantarse pero hizo una mueca de dolor y volvió a sentarse.
Me levanté para tenderle las manos-Déjame ayudarte -sonrió y aceptó mi gesto. Justo la puerta se abrió dejándonos ver a Lisa mirándonos confundida. Estiré a Betty para que se levantara-. Te acompaño a tu cuarto -negó tomando su libreta.
-Puedo yo sola, gracias por ayudarme -caminó a pasos lentos hasta la puerta pero su libreta cayó, Lisa se apresuró a levantarla. Observó el dibujo en la página que se había abierto sin querer-. Él me gustaba, era mi mejor amigo, sin embargo... Ya no lo he visto.
Me acerqué a quien tenía la libreta en las manos para ponerle fin a mi duda. La cara de alguien familiar yacía retratado ahí. Estaba sonriendo, su cabello corto despeinado, usando una camiseta de rayas. Era el hermano de Lisa.
-Él es mi hermano -confirmó lo que había dicho-... Se fue de la casa y ya no supimos nada de él -levantó la vista del dibujo-. ¿De dónde lo conoces?
-Justin conoce a mi tío -exclamó-... Él venía y algunas veces estaba aquí. Empezamos a hablar y así nos conocimos.
-Es un hermoso dibujo -Lisa le entregó la libreta y la otra chica sonrió tímidamente.
UNA SEMANA DESPUÉS
El sonido de alguien tocando la puerta interrumpió todas las risas de salón-Lisa, cariño, puedes abrir -dijo Víctor quitando el teléfono de su oreja y tapando la bocina de este. Ella asintió, se levantó de su lugar y corrió a abrirla. La cara de Lisa quitó todo rastro de sonrisa al ver a la persona quien estaba tras ésta.
-Justin... -su palabra casi salió en un susurro. Todos miraron la escena, yo, por mi parte, estaba esperando a que la chica se enojara más con él y empezara a gritarle, sin embargo, se abalanzó sobre él para darle un abrazo mientras el chico se lo devolvía también. Betty se paró de su silla, caminó hasta que llegó a ellos.
-Siento interrumpir -los dos hermanos se separaron. Justin abrazó a Betty-. ¿Dónde has estado? -al alejarse él frunció el ceño para tocar la cara de ella o mas bien sus cicatrices- Es una larga historia, deberías hablar con tu hermana primero -asintió. Betty se acercó a nosotros y nos hizo señas para que nos fuéramos del lugar. Todos la seguimos a la cocina e incluso su tío.
-Te llamo luego -Victor colgó la llamada para después preguntar-. ¿Por qué estamos aquí? -la chica le contó todo.
Henry asomó la cabeza por la puerta de la cocina, escuchó y luego me miró-Será mejor que calmes a tu chica -vi lo que pasaba. Lisa quería golpearlo. Hice una mueca y salí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro