Así el nuevo día llegó a la villa, y no pasó mucho para que Shadow proclamara una reunión a todos los habitantes en medio de la misma. Shadow habló así sobre la nueva oportunidad que se les había presentando para poder derrocar a Eggman, ocasionando que la mirada de muchos se encendiera de esperanza y en las de otros el temor. La voces de aquellos con duda se hicieron presente para preguntar qué era lo que Sonic pensaba al respecto; Shadow suspiró pesadamente para así con una postura autoritaria indicar quién era el nuevo líder de la villa. Los murmullos acallaron de pronto, pero nadie se opuso a él.

Blaze se encontraba a una distancia prudente observando el sermón del erizo negro, percatándose que nadie elevó la voz en contra de Shadow o incluso a favor del erizo azul, era obvio que la villa aclamaba por un cambio. Aún así, le sorprendió que nadie pidiera el inmediato retorno de Sonic, lo cual, le hizo recordar que no lo había visto entre la multitud con un vistazo rápido empezó a buscarlo por los alrededores, y ahí, sobre aquella casa que lo había visto salir y entrar varias veces, vio al erizo azul observando lo que se llevaba a cabo con una mirada llena de tristeza; seguramente se sentía traicionado por la gente que tanto se había esforzado por proteger.

–Bien Shadow, entonces dinos qué hacer– se escuchó entre la multitud.

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Desde la distancia miraba lo que sucedía, escuchando a Shadow proclamándose como el nuevo líder y dando las nuevas instrucciones de pasos a seguir. Dentro de él esperaba que alguien hablara a su favor, que dijeran que lo querían de regreso... pero nadie lo hizo; y entonces eso lo hizo dudar ¿Acaso él había sido un mal líder?

Sonic se sentó sobre aquel tejado dando un profundo y largo suspiro para luego fijar su vista al cielo y ver las nubes pasar. Cerró los ojos e intentó hacer que la idea de Shadow de ir a atacar a Eggman se acoplara en su mente, tal vez era él el equivocado y ya era momento de pelear de regreso; Sonic sabía que tiempo atrás eso sin duda habría sido su primer impulso, no lo habría pensado ni dos veces, pero ahora todo era diferente. Tal vez ahora tenía miedo, no de pelear, sino de perder a alguien más.

–...Tal vez Shadow tenía razón– musitó para sí.

–¿Estás bien?– escuchó decir a sus espaldas, provocando que se pusiera en alerta y despejara su mente.

–¿Blaze?– dijo al reconocerla –¿Qué haces aquí?– preguntó arqueando una ceja confundido.

–Vine a ver si estabas bien– respondió la felina para acercarse a él.

–Estoy bien– respondió desviando la mirada –Mi pueblo... digo, el pueblo tiene lo que quiere– espetó para ver de reojo al erizo negro.

–...Lamento esto– habló ella con un dejo de culpa en su voz –No quería que esto pasará, no quería que ellos...

–Tarde o temprano pasaría– interrumpió él para ponerse en pie –Ellos no necesitan a un protector– dijo para ver a la multitud nuevamente –Necesitan alguien que los dirija a la batalla... y ese no puedo ser yo– admitió cabizbaja.

–¿Por qué?– indagó la felina para pararse a su lado y ver a la multitud a sus pies –¿Qué te pasó? Hace mucho tiempo eras el guerrero más intrépido y grandioso que nadie hubiera conocido.

Su mirada se fijo nuevamente en el horizonte y el recuerdo de ella vino a su mente, su sonrisa y sus palabras resonaron en su mente –"... si algo malo llegará a pasar sé que tú me ayudarías"–. Él no pudo ayudarla, él le había fallado, no pudo con uno... ¿Cómo podría con toda esa gente?

–Todos cambian– respondió al fin –Eso es todo...

–Bien, si no puedes guiarlos, entonces puedes unírteles– habló la gata viendo a hacia la villa por igual, provocando que el erizo la viera con una mirada de sorpresa –Estoy segura que Shadow necesitaría a un gran guerrero como lo eres tú.

–No, no puedo– contestó si titubear.

–¿Por qué?– preguntó sorprendida.

–Ellos tienen lo que quieren y no es a mí– habló viendo en dirección de Tails y Knuckles, quienes escuchaban con atención las palabras del erizo negro.

En su voz se notaba cierto tono de resentimiento. Blaze siguió la mirada del erizo azul para ver al equidna y al zorro ver con entusiasmo las palabras que eran pronunciadas por Shadow; pronto comprendió que él estaba afectado por la traición de sus amigos, era posible que fuera algún tipo de capricho lo que él tenía, y si era así, era posible que no se le pasara rápidamente, sabía de antemano que era una criatura muy terca.

Sonic suspiró pesadamente para así dar media vuelta y caminar de regreso a sus aposentos.

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La noche cayó sobre ellos abrigándolos con su manto nocturno. Pronto las hermosas estrellas alumbraron aquella oscuridad intentando brindar calma, sin embargo, en el pueblo todo parecía ser un caos, con gente movilizándose de un lado a otro para cumplir con las tareas asignadas por Shadow, todos menos un zorrito que desde lo ocurrido la noche anterior no había visto a su mejor amigo.

Tails caminó hacia la casa de Sonic sin saber qué esperar realmente, no lo había visto cuando Shadow se había autoproclamado líder y no lo hacía ahora. Tocó suavemente la puerta principal y dijo su nombre por lo bajo, esperando que él respondiera, pero no pasó. Abrió la puerta con lentitud al ver que no recibía respuesta alguna, asomando la cabeza para ver aquel lugar yacer en penumbras. Tails se adentro con precaución a la casa en un intento de buscar a su amigo en la amarga oscuridad.

–¿Sonic?– llamó Tails nuevamente.

–¿No tienes cosas por hacer?– escuchó decir a una voz, alertándose.

–¿Sonic, dónde estás?– cuestionó aliviado siguiendo la voz del erizo azul.

–Tú nuevo líder seguramente te ha dejado tareas por cumplir– se escuchó decir con cierto resentimiento.

Tails subió las escaleras a la segunda planta para ahí, sentado a la distancia con su mirada en una ventana, poder distinguir al erizo azul con su mirada absorta. Tails exhaló un suspiro pesado al ver la expresión de resentimiento en su amigo.

–Sonic... no fue nada personal– empezó por decir –Es sólo que yo creo...

–¿Qué es hora de atacar a Eggman?– completó él viéndolo al fin.

–De levantarnos– corrigió –Has visto cómo sobrevivimos, tú mismo has dicho que esto no es vida.

–No, no lo es, pero es eso o...– dudo por un momento.

–Sé que después del día negro tú jamás volviste a ser el mismo. Pero realmente crees que ella hubiera querido que te quedaras con los brazos cruzados cuando podemos tener una mínima oportunidad, cuando...

–¡No la metas en esto!– vociferó molesto.

Tails calló para ver a su amigo un poco decepcionado, guardando silencio intentando descifrar cómo poder hacer que él lo escuchara. –Si no lo haces por ella, hazlo por los que aún creemos en ti, por los que dijiste que protegerías.

–¿Te refieres a todos aquellos que hablaron a mi favor el día de hoy cuando Shadow se proclamo líder?

–Si sólo piensas ayudar a aquellos que estén contigo...– silenció Tails para verlo con molestia –Entonces has tomado la mejor decisión al no participar.

Sonic lo vio con sorpresa por sus palabras para que una expresión de molestia se grabara en el zorrito y así, dar media vuelta y salir del lugar, decepcionado de lo que alguna vez, como para muchos, fue su héroe.

Sonic lo vio marcharse y de nuevo un profundo suspiro se escuchó resonar por él lugar. Por un momento vio hacia atrás en su pasado y recordó que muchas veces su ayuda nunca era pedida y de todas maneras él la brindaba; él siempre ayudó porque era lo correcto y ahora no lo hacía por... ¿miedo? ¿enojo? ¿por qué no fue él quien tuvo el valor para ir hasta Robotropolis desde antes?

–Maldición...

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Shadow se encontraba mostrando los planos recolectados y brindando las instrucciones ha seguir a quienes consideraba los mejores de todo el lugar: Tails, Knuckles, Rouge y por el momento Blaze. Les señaló donde deberían de ir para empezar a ocasionarles realmente problemas a Robotropolis en los planos que él había robado y mientras todos dirigían su vista en aquellos documentos, se escuchó como la puerta se abría provocando que la atención de todos se enfocará en el miembro de la villa que acababa de entrar, provocando una expresión de desconcierto en quienes yacían en el lugar.

–¿Sonic?– musitó Knuckles en su asombro. Él erizo azul desvió la mirada sintiéndose obviamente incómodo por los ojos sobre él.

–¿Qué haces aquí?– preguntó imponente el erizo negro, extrañado por su presencia.

–Vengo...– silenció aún no muy convencido de lo que diría a continuación –Vengo a ayudar– completó en baja voz.

–¿En serio?– preguntó Rouge incrédula.

–Sí– respondió Sonic asintiendo con la cabeza –Quiero saber si hay algo en lo que pueda ayudar.

–¡Sabía que no nos abandonarías!– habló Tails con emoción.

Knuckles, Rouge y Blaze dirigieron su mirada al erizo negro, quien aún tenía la última palabra, después de todo él era el nuevo líder. Shadow sintió las miradas de todos sobre él, las cuales parecían ser miradas de suplica; suspirando imperceptiblemente ante la obvia presión ejercida por el grupo.

–Supongo que habrá más de algo en lo que puedas ayudar– accedió a regañadientes el erizo negro, desviando la mirada –Siempre y cuando sigas mis órdenes– dijo cual ultimátum.

Sonic esbozó una sonrisa divertido por la amenaza del erizo negro, una que salió de su boca en muchas ocasiones en el pasado, la cual obviamente Shadow jamás había escuchado.

–Claro– afirmó divertido, con un mohín burlesco, uno que hacia muchos años no se presentaba él –Como tú siempre obedeciste las mías– le recordó con ironía, provocando una mirada iracundo en el erizo negro

–¡Eso era diferente!

–¡Claro que no!– debatió con el ceño fruncido el erizo azul.

Blaze observó la pelea sin sentido que ambos erizos había iniciado respecto a la jerarquía de la resistencia; otro conflicto que se armaba nuevamente. Dirigió su mirada a los otros, para verlos sorpresivamente tranquilos. A pesar de aquel ambiente todos sonreían con gran satisfacción, dejándola confundida por las expresiones en sus rostros.

–¿Por qué están tan felices todos?– preguntó Blaze por lo bajo a Tails mientras observaba aquella escena.

–Hacia mucho que Sonic no actuaba de esa manera.

–¿De qué hablas? Pelea con Shadow todo el tiempo– resaltó.

–No lo entiendes– respondió Tails negando con la cabeza –Esto no es una pelea... es diferente. Es la manera de actuar del viejo Sonic.

Notó atenta a la manera de actuar del erizo azul y notó que las sonrisas y el sarcasmo estuvieron presentes en toda la pelea, entendiendo el punto del zorrito. Cada vez que Sonic hablaba una expresión seria se plasmaba en su rostro, así como una mirada amenazante, muy diferente del Sonic burlón y relajado que veía frente a ella; podía ser que ese cambio era debido a que no sentía la presión de controlarlo todo; fuera lo que fuera era mucho más agradable que el erizo que ella conoció al llegar ahí.

Shadow concluyó la pelea, resignando a la actitud juguetona de Sonic, pues tenía cosas más importantes que hacer que discutir con un caso perdido. Así, dio la primera orden por cumplir: la primera infiltración. En los mapas parecía haber un tipo de entrada norte por los drenajes debajo de la gran ciudad; deberían dos miembros entrar por ahí y llegar al cuarto de control de Robotropolis para poder dejar una entrada libre de la mira de Eggman e iniciar la infiltración. Los miembros serían Blaze y Sonic. Saldrían inmediatamente.