Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

34

Harry estaba triste, muy triste.

Desde que su papi Sev se convirtió en una especie de director interino de Hogwarts ya casi no tenía tiempo para él, ni siquiera su papá Remus podía consolarlo, puesto que había recibido una oferta como profesor de Defensas contra las Artes Oscuras. Y en parte era genial, por que tendría a sus dos papis cerca de él sin levantar sospecha y nada le pasaría al lupino puesto que Tom había eliminado la maldición que alguna vez lanzó al puesto de Defensa, por otra parte no lo era tanto; no podría realizar muchas de sus fechorías si tenía dos pares de ojos más sobre él.


Y si contábamos que Severus había convencido a la junta de padres de habilitar nuevas clases, como Alquimia, Rituales Antiguos, Creaciones de Hechizos y materias comunes como Idiomas, clases de Etiqueta entre otros; Lucius, Narcisa y Regulus también habían entrado dentro del plantel docente.

Sirius muy sabiamente había declinado a un puesto de profesor de Rituales Antiguos; no tenía madera de maestro, apenas y podía ser padre, y se lo debía únicamente a la infinita paciencia de su adorado hermano,  y Tom... Harry se hizo una bolita aún más triste en el sofá de la sala.


Ahora como Marvolo Gaunt era presentado en los círculos de sociedad por Lucius y Sirius, la muerte prematura del Jefe del Departamento de Cooperación Internacional Mágica fue una tragedia pero prontamente el puesto vacante fue cubierto por él. El desaparecido Lord de la Antigua Casa Gaunt.


Harry odiaba con todo su ser al Ministerio de Magia Inglés.



Le estaba arrebatando todo lo que quería. Frunció el ceño y miró a Draco, debían ir por sus útiles para su segundo año, ahora la lista un poco más larga debido a sus nuevas materias y no es que le molestaran solo... extrañaba a sus padres, y Tom.



Se hizo una bolita aún más pequeña y Levi se acurrucó en sobre sus hombros dándole pequeñas palabras de ánimo entre siseos.


Así lo había encontrado Tom cuando salió de la chimenea.

Suspirando, Harry se dejó llevar por el hombre mayor y descansó sobre su regazo, abrazandolo como un niño pequeño.



-Lo siento, es solo que nunca había pasado tanto tiempo alejado de mi familia- murmuró dejándose abrazar, Draco comprendía un poco su pesar, pues sus padres también pasaban mucho tiempo en el castillo debido a sus nuevas responsabilidades como maestro; pero Harry pasó mucho tiempo sin familia antes de que Severus llegara. No podía evitar aferrarse a sus padres y cuando no podía se sentía triste; mucho más de lo normal.


-¿Que te parece si planeamos algo juntos para el inicio de clases?- la pequeña sonrisita malvada de Tom logró animar a Harry.































La sala del Wizengamot estaba repleta, sin embargo no era por la razón que Severus, los Black o los Malfoy creían. No era el juicio de Dumbledore; el viejo había movido todos sus contactos para atrasarlo lo más posible, no fue mucho, y en parte ayudó a reunir más evidencia en su contra, pero aún así lograba ponerle de nervios a los Lores.


La razón por la que todos los señores de las ancestrales casas se encontraban en el lugar era por el juicio que se llevaría a cabo a los padres de Hermione Granger, quien estaba de un lado del estrado acompañada de su guardiana provisional, Narcissa Malfoy. Los padres de la niña estaban del otro extremo, lo más alejados de ella dentro de la sala del Tribunal. Cornelius presidía el juicio y por primera desde toda su carrera política se veía como un Ministro debía ser.



-Demos inicio al juicio del 2 de agosto de 1992, contra Jane y Michael Granger por los siguientes cargos... Madame Bones, si nos hace los honores- la voz del Ministro resonó en toda la sala, y la mujer asintió en su lugar antes de comenzar a leer un pergamino.


-Actuar de forma negligente contra un niño mago bajo su cargo, abuso físico, abuso psicológico... violación- para éste punto Hermione bajaba la mirada y todos los ojos fueron puestos en ella, Madame Bones casi rompió el maltratado pergamino reteniendo su ira. Esa niña era compañera de su pequeña Susan, podría ser su sobrina.




-Utilización de sustancias ilícitas en la niña por motivos desconocidos. Se pide a los aurores la utilización de poción de la verdad- la respiración de la mujer era pesada, se contenía con fuerza para no hechizar a esas personas.


-Jane y Michael Granger, ¿Están a favor de que se utilice poción de la verdad? Si no lo están, nuestros aurores están autorizados para obligarlos a que la consuman de forma no muy agradable- la pareja, ya bastante pálida dio una última mirada muerta a Hermione antes de asentir, el auror Lewis —el mayor— dejó beber a los muggles tres gotas de la poción y los miró con todo el asco que podía, nadie dijo nada por el estremecimiento que golpeó a los padres de la niña. No importaba.



-Sus nombres completos- pidió el Ministro. La mujer enseñó los dientes de forma amenazante y el hombre bajó la cabeza. Ambos cambiaron por completo sus actitudes cuando la poción hizo efecto.

-Jane Prewett- dijo la mujer y una serie de jadeos llenó la sala.


-Michael Granger- dijo en un susurró el hombre.


-Jane Prewett, ¿Usted pertenece a una familia mágica?- volvió a preguntar el Ministro, la mujer hizo una mueca de desprecio.


-Sí- fue todo lo que respondió.


-Pero no tiene magia- dijo su esposo, ella se giró a mirarlo y las cadenas sugetas a sus manos se agitaron cuando trató de atacar al hombre.

-¿Eres una squib?- preguntó Madame Bones.

-Sí- volvió a responder únicamente éso. Severus comenzó a impacientarse.


-¿Albus Dumbledore hizo alguna especie de trato con usted por su hija? Explique a detalle- Severus fue quien habló y los ojos oscuros de la mujer lo miraron con odio.


-Cuando fui echada de la familia por ser una squib, Dumbledore me pidio que tuviera una hija; con cualquiera, el punto era que su padre debía ser muggle. Tendría beneficios, ella me serviría para éso. Solo una herramienta, no importaba lo que le hiciera siempre y cuando lo que Dumbledore prometió llegue a mí- hubo una pausa.

-Él me obligó, junto con ella- el pobre hombre se veía devastado y veía con todo su pesar a su hija.


-Yo no quería, pero el Director de la escuela de mi hija usaba su magia en mi, y me daba de beber cosas extrañas y asquerosas... entonces ya no podía controlar mi cuerpo, pero era consciente de todo lo que me obligaban a hacer- la mujer volvió a gruñirle un ''¡Callate!''.


-¡ES SOLO UNA HERRAMIENTA!- gritó la mujer mirando a su hija.



-Producto de hechizos y pociones, no me importa, es más, lo merece por creerse mejor que yo. Tonta niña inútil, se suponía que no harías amigos por lo estúpida y arrogante que eres y sobre todo no debías decir nada- Hermione entonces levantó la cabeza y con ojos llorosos y una mirada lejana observó a su madre. A su lado Narcissa fruncía el ceño y Lucius quería saltar desde el estrado y torturar a esa mujer.


-¿Qué debían hacerle a la niña?- preguntó ésta vez Sirius y Jane no dudó en volver a gruñir como animal salvaje.


-Malcriarla, debía tener una actitud lo suficientemente mala como para que nadie se le acercara. Debía saber su lugar en casa, amenazas, luego de que empezó la escuela fueron golpes- la mujer se veía satisfecha y provocaba un asco general en la sala.



-El director comenzó con las visitas una semana después de que mi hija recibió su carta y la visita de una profesora- habló el hombre en voz baja. La mujer comenzó a retorcerse intentando nuevamente atacar a su esposo.



-Al principio lo hacían mientras yo trabajaba... Hermione nunca recordaba nada y siempre me pareció extraño, fue así hasta el inicio de clases, no sé que haya pasado en su escuela- las miradas de muchos volvieron a la niña quien se removió incómoda.



-Fue en las vacaciones de navidad que todo empeoró- su voz se volvió incluso más angustiosa. No había duda de que el hombre era una víctima más en las tetras de Dumbledore. Se veía destrozado.


-Antes de eso ya comenzaba a sentirme diferente, cada vez que pensaba en Hermione no sentía más que un profundo miedo y asco, pero yo no pienso así de mi hija, ¡La amo!- lo último lo gritó y pequeñas lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. ''¿Cómo pude haberle hecho,éso?'' Se repetía en voz baja el hombre... una y otra, y otra vez.


-Pero... pero sabía que esos sentimientos no eran del todo introducidos por la fuerza, siempre tuve miedo de la magia, de lo que podía hacerle a mi hija, a mi familia- bajó la mirada incapaz de mirar a Hermione a los ojos.


-Pero a pesar de todo intentaba ser buen padre, cuando ése hombre venía yo era obligado a salir de la casa... ¡Pero quería quedarme! ¡Proteger a mi hija! Era éso lo que temía... que por culpa de la magia no pudiera protegerla- agregó en un susurro roto.



-Y cuando volvía...- su voz era apenas un susurro, sin embargo debido al silencio del tribunal todos eran capaz de escucharlo.



-Mi niña- un sollozo del hombre que hizo a más de uno ser consciente del dolor que debió pasar.



-Ella siempre lloraba y decía que le dolía, pero nunca me decía dónde y nunca había señales de nada en su cuerpo... y mi esposa decía que solo era una fase de niña malcriada, y aunque sospechaba no hice nada-



-Entonces dejó de comer lo que su madre hacía y dejó de decirme que dolía-




-Simplemente lloraba en silencio en su habitación, hasta que volvió a la escuela-






-Por un momento le creí a mi esposa cuando dijo que era solo una fase de niña malcriada... pero era mucho peor, siempre fue mucho peor- durante mucho tiempo todo lo que hubo fue silencio.




-¿Puede decirnos cómo se sintió el día del hecho?- las manos de Michael Granger comenzaron a temblar.




-Tenía un mal presentimiento, lo tenía desde la noche anterior. Era una especie de anticipación pero no de la forma en que se imaginan... algo estaba mal conmigo, imágenes de mi hija siendo tocada de formas inapropiadas venían a mi mente- sus manos dejaron de temblar.





-Me pareció sospechoso que Jane insistiera demasiado en que bebiera algo antes de buscar a Hermione a la estación... a pesar de no quererlo lo hice, me sentía obligado a ello y cuando esos pensamientos me atacaban; de forma automática obedecía- miró con toda la culpa que sentía a su hija.



-Durante el trayecto a casa no cruzamos palabras y parecía que Hermione también sabía que algo malo sucedería. Constantemente estaba luchando contra aquella fuerza opresora dentro de mí. Pero mi miedo era mayor, y no tenía magia para hacerle contra-



-Fue recién en la noche, ya bastante tarde, mi esposa me dijo una sola cosa... ''Ve a por ella'' y todo el control que poseía sobre mi cuerpo se desvaneció. Pero aún era consciente de lo que hacía, podía verlo, sentirlo... pero no podía detenerlo- las lágrimas comenzaron a caer por sus ojos.




-Oía constantemente una voz susurrando en mi oído; decía ''castígala'' ''enséñale que debe aprender su lugar'' ''ella no es mejor que tú'' ''rómpela'' ''lastímala''... y yo no podía parar- su voz se quebró y durante unos minutos solo se escuchó su llanto. Un llanto desgarrador que golpeaba el alma de quien lo escuchaba.



-La ataqué... ¡DIOS! ¡ATAQUE A MI PROPIA HIJA! Entré a su habitación y no dudé de en arrastrarla a piso y golpearla... tocarla- cuando Michael gritó asustó a más de uno y Hermione no dudó en abrazarse a Narcissa Malfoy y llorar en silencio. Las manos de Michael sangraban de li duro que las apretaba con sus uñas al hacer puños.



-Cuando me di cuenta ya estaba asfixiándola... sus pequeños bracitos intentaban detenerme- sus lágrimas no se detenían y su tono de voz se oía amargo, a su lado su esposa se movía de manera incontrolable tratando de llegar a él y agredirlo.



-Y desde el pasillo oía las risas de mi mujer, esperando a que todo terminara... porque no debía matarla, no, esas no eran las órdenes, solo debía asustarla lo suficiente para que no hablara, para no cuestionara la autoridad de los adultos nuevamente, debía seguir las reglas- murmuraba, sus ojos se veían lejanos, perdidos en algún recuerdo... muertos.

Michael Granger probablemente hacía mucho que ya había muerto, de manera figurativa, el hombre frente a ellos solo era un despojo de lo que alguna vez había sido.

Y Michael Granger no volvió a hablar.



-Me gustaría hacer algunas preguntas a la señorita Granger- habló tras el tenso silencio Madame Bones, la niñita se despegó con cuidado del abrazo de Narcissa y miró a la mujer con sus ojos marrones inyectados de sangre debido a su llanto.


-¿Alguna vez antes del suceso que mencionó su padre... él la golpeó?- preguntó, Hermione bajó la mirada y negó con la cabeza.


-¿Su madre lo ha hecho?- preguntó de forma inteligente Regulus Black, la chica está vez asintió y para sorpresa de todos continuaba sin emitir ninguna palabras; durante todo el juicio la oyeron únicamente sollozar.


-¿Notaste algún comportamiento raro en tus padres cuando comenzaste a realizar magia accidental?- la niña volvió a asentir y Madame Bones apretó los labios.



-¿Puedes responder de forna verbal?- la niña ésta vez negó con la cabeza.


-Hermione no ha hablado desde la noche del incidente- contestó por ella Narcissa.



-Desde que mi esposo la sacó de ésa casa no ha dicho una sola palabra, durante su estadía en San Mungo los psicomagos la evaluaron, tiene mudez selectiva... cuando vuelva a sentirse segura hablará otra vez- se escucharon varios jadeos en la sala; la magia y la voz siempre habían estado entrelazadas, solo aquellos más versados en la magia podían realizarla sin el uso de la voz.

Hermione solo tenía once años, ¿Cómo podría ella usar magia sin su voz?



-Señorita Granger, ¿Usted recuerda alguna de esas visitas de las que ha hablado su padre?- la niña negó, luego asintió y se vio bastante confundida.



-¿Recuerdas ver al director?- pregunta ésta vez Severus, la niña asiente.


-¿Recuerdas lo que sucede luego?- ésta vez niega con la cabeza.



-Entonces... lo que tratas de decir es, que tu recuerdas ser visitada por el Director Dumbledore pero no lo que ocurría en esas visitas, ¿Es así?- la niña asiente y Severus hace un gesto duro.


-Luego de esas visitas... ¿Recuerdas haberte sentido mal?- preguntó con cautela, para nadie fue sorprendente ver la tensión que causó la pregunta, la menor asintió y su mirada se clavó en el piso.



-Podrías... ¿Podrías señar tu cuerpo en qué partes dolía? Esta bien si no quieres, nadie aquí te juzgará si no estas preparada- todos obserbaron como la niña se mordió con fuerza el labio inferior y de furiosas lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, entonces lanzó una mirada determinada al pocionista.


Comenzó señalando sus muñecas, luego su cuello y orejas, señaló su garganta y con algo de titubeo apuntó a su pecho, más específicamente sus pequeños y aún infantiles senos. Dio un tembloroso suspiro antes de alzar una pierna y tocar sus tobillos, un estremecimiento llegó cuando sus dedos señalaron sus muslos, sus nalgas y sus partes privadas. Casi todos dentro del tribunal parecían haber aguantado la respiración cuando la niña terminó, temblando visiblemente.



-Has sido muy valiente Hermione... Aparte del dolor, ¿No has encontrado nada en tu cuerpo? ¿Como hematomas o sangre?- volvió a preguntar, la niña negó, más calmada aunque sus manos apretaban con fuerza la tela cálida de su falda larga.


-¿Hablaste con ésto de alguien alguna vez?- preguntó, de nuevo Madame Bones, la menor suspiró y asintió.



-Aparte de mi ahijado Harry... ¿Hablaste de ésto con alguien más?- preguntó Sirius, dando a entender de que con quien Hermione había hablado había sido con Harry. La menor negó con la cabeza.



-¿Te sientes segura con los Malfoy?- preguntó ésta vez Lady Longbotton, quien a pesar de no ser cercana al círculo de los Malfoy y Black, recibía constantemente buenas referencias de ellos por parte de su nieto Neville; sin embargo nunca estaba demás preguntar, aún más en éste caso. Ésa había sido la primera vez que vieron una sonrisa en el rostro siempre triste de la niña, la sonrisa era un poco rota, pero sus ojos al menos se veían más vivos. Cuando la menor asintió; todos parecieron suspirar de alivio.



-Señores Malfoy, una última pregunta antes de que la niña sea retirada de la sala para dar el veredicto final- Narcissa adoptó una postura aún más recta y miró al Ministro; quien había hablado esta vez.




-¿Ustedes están dispuestos a cuidar y proteger a ésta niña, ya sea por una unión de apadrinamiento o un enlace de adopción?- ambos Malfoy se veían casi solemnes.

-Lo estamos- dijo Lord Malfoy, tras un asentimiento de Narcissa, la mujer y la niña salieron del tribunal.













La sentencia había sido dicha poco después, pese a ser una squib; Jane Granger fue condenada al beso del dementor después  de una exhaustiva interrogación para saber más acerca del trato con Dumbledore.

Michael Granger por otro lado, fue despojado de todos sus recuerdos acerca de su hija y esposa, al igual que todos sus vecinos, le asignaron una nueva vivienda lejos de donde alguna vez vivió en compañía de su familia y comenzaría de nuevo, como si nunca hubiera pasado nada.

El hombre sería mucho más feliz sin recordar lo ocurrido y el tribunal se sintio misericordioso al ver lo mucho que había afectado éso al hombre.









No pasó mucho antes de que Hermione fuera adoptada por los Malfoy como su hija en Gringotts, sus ojos se hicieron grises, pero más azulados como los de Lucius, su cabello se alisó y se aclaró por los menos tres tonos, era más parecido al de Narcissa que al rubio platino de la familia Malfoy. Y por supuesto, quedó como hermana menor de Draco, del que no se separaba. Siempre se los veía tomados de las manos —ya que la niña se sentía más segura así—, el instinto de hermano mayor que Draco poseía estaba en lo alto, llenaba de mimos a su hermana, de vestidos, de regalos y juntos descubrieron que tenían más en común de lo que pensaban. Leían juntos en la biblioteca; y a pesar de que aún no hablaba, Draco lo hacía por ambos, le contaba historias de su familia, anécdotas, todo lo necesario y ellos parecían incluso más unidos que los hermanos Black.












En la estación de trenes más de uno veía a la hermosa jovencita que iba de la mano del heredero Malfoy, algunas niñas sangre pura hervían de rabia al ver las atenciones del joven heredero hacia ella. Sin embargo, cuando Draco la llamó ''hermana'', los chismes volaron. Aún no había sido presentada a la sociedad, pero Cassiopea Malfoy ya era la comidilla del mundo mágico.


Harry sonreía con los hermanos Black a su lado. Cada uno con sus respectivos padres a excepción de él.

-Draco la echará a perder- dijo con una suave sonrisa cuando el rubio la abrazaba contra sí, protegiéndola de los ojos curiosos de otros niños.


-Tal vez sea al revés- dijo Cástor, sus ojos brillaban al ver como la niña disfrutaba abrazar y dar suaves besitos a la mejilla de Draco, quién parecía morir de amor cada vez que su hermanita hacía algo así. Desde que Hermione tomó confianza en el rubio y su papel de hermano mayor no hubo día en el que ambos no estuvieran así de cariñosos. Draco con todo el amor que había estado guardando para su hermano Abraxas al que lastimosamente no pudo conocer y Hermione con el sueño de tener un hermano y compañero cercano en la vida. Eran en efecto perfectos para el otro.




-No lo sé, pero mientras siga viendo a Draco sonreír así, no importa- fue Póllux quien habló ésta vez, Harry y Cástor compartirían una mirada antes de volver a sonreír.







Todo parecía estar en orden nuevamente, a pesar de que el viejo Dumbledore seguía en San Mungo con su juicio siendo retrasado, tenía michas cosas divertidas que hacer, como un basilisco que conocer, un par de niñas idiotas que torturar, tal vez incluso reclutar más gente a su séquito, Tom se estaba volviendo popular en el Ministerio, sus papás hacían de Hogwarts un lugar mejor, sus amigos estaban felices, sí, todo eso se oía prometedor.







Sin embargo nada de eso logró animarlo cuando una bestia salvaje; con demasiado maquillaje, una falda muy corta y horrible cabello anaranjado lo asaltó en el tren.









N/a: capítulo largo debido a mi falta de no poder publicarlo el mes pasado, fue el capítulo más complicado de hacer para mí, sobre todo la parte del juicio a los padres de Hermione —ahora Cassiopeia—, de verdad siento haber tardado tanto pero realmente tuve un bloqueo, agradezco que hayan esperado hasta aquí, no olviden darle amor a la fic. 
Os amo 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro