Chapter O2
La muerte de la madre del pequeño Jungkook le había dejado un gran vació en el corazón, pues todo lo que sabe es gracias a ella, al contrario de lo que piensan los demás Maléfica tenía un corazón bondadoso pero gracias a algunas situaciones que la vida preparo para ella, robaron su pureza e inocencia desde que era apenas una ingenua jovencita.
La gentileza de maléfica estaba guardada únicamente para su primogénito a quien había criado con amor, Jungkook aun recuerda todas las lecciones de magia, también esas lecciones que su mami dijo que le servirían en un futuro.
Aún recuerda esa vez que su mamá le enseño por primera vez a usar los pocos poderes que poseía.
En el pasillo de aquel grande y oscuro castillo estaban Maléfica y un Jungkook de 5 años, la madre enseñaba con paciencia, explicando todo para que su hijo entendiera como levitar ese libro que estaba en la mesa.
— Ahora concéntrate kookie
— Esta bien mami
Jungkook miraba fijamente el objeto que yacía en la mesa tratando con todas sus fuerzas hacerlo levitar justo como lo había hecho su madre hace un rato.
— Levántate, levántate, levántate... — el pequeñín susurraba con esperanzas que el libro hiciera lo que pedía y mientras cerraba sus ojos e intentaba escucho los aplausos de su madre, abrió los ojos y vio el libro en el aire
— Lo hiciste cariño
— Mami lo logré! — Jungkook sonreía con autosuficiencia y corrió a abrazar a su progenitora poco importándole que el libro volvió a su lugar original. Su madre lo envolvió en sus brazos sonriendo mientras dejaba besos en la cabeza del infante.
— Si kookie lo hiciste, estoy muuuy orgullosa de ti — dejo un pequeño beso en la punta de la nariz de Jungkook cosa que lo hizo soltar una risilla
También esa vez donde su madre lo llevó con ella en un paseo por el bosque, solo que pudo verlo desde arriba mientras se agarraba fuertemente de la espalda de su madre, viendo como se elevaban en el cielo, admirando el paisaje con la boquita abierta, también admirando las alas de su mamá quien cargaba al pequeño niño de 8 años con facilidad.
— Mami y si me caigo — Jungkook dijo antes de emprender el vuelo
— No caerás kookie, mami siempre te cuidará
— Esta bien... — Dudoso se trepo a la espalda de maléfica
— Agárrate bien mi amor — dijo antes de lanzarse hacia el vacío cayendo en picada mientras Jungkook cerraba los ojos con fuerza, pero los volvió a abrir justo al momento donde su madre abría sus alas y se elevaban hacía arriba, aprecio como las grandes y prestigiosas alas los hicieron volar, y Jungkook se sintió libre
— Estas bien kookie? — pregunta su madre un poco preocupada
— Estoy muy bien! mami esto es impresionante!
— Pero no te sueltes cariño
— No lo haré mamá
— Buen niño
Muchos recuerdos de su madre olearon en la mente del joven azabache, que de nuevo soltó sus lagrimas empapando la almohada donde su cabeza estaba enterrada, el deseaba con todas sus fuerzas tener a su madre devuelta, de repente le llegó un recuerdo que no entendía, hasta el día de hoy.
— Escúchame Jungkook debo contarte algo, ven siéntate a mi lado — la mujer palmeo el lugar al lado de ella, el niño fue hasta ella sin titubeos sentándose en el espacioso sofá
— Que me quieres contar mami
— Es una historia pequeño
— Cuéntamela porfis
— Eso haré — el azabache no dijo nada más escuchando atentamente — Bien una vez dentro del bosque existía un hada, esa hada estaba muy sola y quería a alguien que la amará pero no había nadie, hasta que un día llegó un joven del reino, ese joven solo quería riquezas, así que se aventuró dentro del bosque donde conoció a la joven hada, ambos se enamoraron — Maléfica respiro hondo, pues contar su historia era bastante complicado — pero el joven estaba ahí para obtener riqueza y reconocimiento, así que un día robó todas las cosas de la hada, eran cosas muy importantes que el rey necesitaba, por eso cuando robó todo se fue dejando sola a la pobre hada, cuando el llegó al pueblo el rey permitió que se casará con su hija, una bella muchacha, y el joven se convirtió en rey, dejando a la hada sin nada.
Jungkook escuchó todo con atención sin creer que alguien podría llegar a ser tan malo pero su madre solo suspiró y volvió a hablar.
— Esa hada soy yo Jungkookie, tu padre es... el rey Stephan pero nadie debe saberlo si, los humanos son muy malos cariño a ellos solo les importa ellos mismos, sus riquezas, su reputación y el poder
— Oh no mami eso es terrible, pobre mami — Jungkook abrazó a su madre con fuerza, sin darse cuenta que sus ojitos se llenaron de lágrimas
— Lo sé bebé por eso debes ser muy fuerte, ahora yo estoy bien porque fui fuerte y no deje que los humanos me derrumbaran.
— Lo prometo mami seré fuerte por ti — Aunque el aún no entendía por que su mamá no le gustaban los humanos.
— Jungkookie recuerda solo yo te amo recuerda eso, los humanos jamás te van a amar, y tu no debes amarlos a ellos, el amor solo trae cosas malas...
Ese vago recuerdo de su madre le llegó calmando sus sollozos si bien aún no había entendido porque el amor era malo, por fin comprendió el primer punto: los humanos son egoístas
— Ellos... es su culpa — Su tristeza potenció su ira, el odio naciendo en su corazón dañando todo a su paso — mamá tuvo razón... ella siempre tuvo la razón — limpió el resto de sus lagrimas con la manga de su camiseta — Mami te prometo... prometo que ellos aprenderán su lección — se paró de su cama y con la mente decidida fue donde estaba Diaval.
Este al ver a Jungkook le preguntó con tono amable.
— Deseas algo joven Jungkook
— Yo... necesito que me ayudes a vengar a mi madre
Estos primeros caps van a tratar más que todo sobre la niñez de los personajes, gracias por leer
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