Ya son dos días desde el paseo con el príncipe, y Jungkook no volvió a ir al calabozo del rubio se sentía algo culpable pero desde ayer retomó su entrenamiento de magia junto a Diaval, se sentía débil, se supone que su anatomía no debería poseer tal magia pero ya ha pasado el debido tiempo que necesita antes de volver a entrenar sus poderes y el dominio que tiene sobre ellos, ahora mismo se encontraba practicando. Ayer ya había empezado con lo básico pero hoy debía practicar ya lo más complejo.

Su respiración estaba agitada, miró hacia las nubes que parecían estar tan cerca que las yemas de sus dedos las rozarían y el silencio que lo acompañaba le permitió escuchar el ruido que hacían sus alas al aletear, al aletear sus alas con fuerza hizo que con la ráfaga de viento las figuras de madera que uso para practicar se derribaran. Diaval lo miró todo desde lejos y le hizo una seña de aprobación, Jungkook sonrió complacido, luego se alejo aún más y de sus manos brilló fuego verde, apunto a una de las figuras de madera que yacían caídas y logró desintegrarla hizo lo mismo con las demás figuras.

Al terminar descendió y se tumbo en la tierra teniendo cuidado de no lastimar sus alas, miró al cielo  suspiró mientras Diaval se acerco a él y le habló.

— Lo hiciste bien

— Lo se

— Mañana practicaremos mientras usas el cetro, por ahora ve a descansar — Diaval le sonrió con dulzura, Jungkook se levantó y asintió con su cabeza dando a entender que se iba.

Al llegar a su habitación se sentó en su cama y cerró sus ojos, aun tratando de regular su respiración, ya más calmado calculó cuanto tiempo más debería entrenar para habitar su cuerpo a los niveles de magia que ahora poseía, esperaba que no pasase demasiado tiempo. Aún añoraba su venganza contra el rey Stephan pero se sentía tan cansado, tanto mentalmente como físicamente. Pero lo haría por su madre, para vengar su muerte, su propósito siempre ha sido vengarla, pensándolo de manera profunda se dio cuenta que no sabría que hacer al ya ver muerto a Stephan.

A deseado verlo muerto tanto tiempo que no pensó en que pasará después, en vez de seguir pensando decidió ir a darle alimento al príncipe, fue a la cocina y sirvió la comida en una bandeja, chasqueo sus dedos apareciendo delante de la puerta del calabozo y abrió la cerradura adentrándose al cuarto del príncipe.

Taehyung no se esperó verlo, y dejo de juguetear con la tela que de a poco se iba descosiendo, miró al azabache que dejó la bandeja y se sentó a su lado.

— Uh te traje la comida — el hada se rascó la nuca nervioso, sus palmas sudaban y no sabía porque

— Gracias, no te vi desde nuestro paseo — Pauso sus palabras y dejo de juguetear con la comida — has estado haciendo algo en particular

— Yo volví a entrenar, estoy un poco ocupado...

— Ya veo

Un silencio algo incómodo hizo presencia, Taehyung se centró en comer y Jungkook no sabía que hacer, miró sus palmas y las frotó contra su pantalón, el príncipe se cansó del silencio y volvió a hablar.

— Y a que se debe tu visita — dejo la bandeja ya sin comida a un lado, y encaró al hada.

— Y-yo no sabía que hacer y te traje el almuerzo, solo eso— el hada tronó sus manos con nerviosismo, ya que ni él sabía porque vino a dejar comida al príncipe si Diaval pudo haberlo hecho — bueno la verdad no se porque lo hice, supongo que deseaba verte nada mas

— Planeas ir de paseo de nuevo?

— Podríamos hacer eso

— Tu quieres hacerlo

— Si, creo que si

— Entonces vamos — Taehyung se levantó y le extendió la mano al hada para que la tomase, Jungkook tomo su mano y se paró. Con un chasqueo de dedos ambos aparecieron delante del bosque, había bastante sol no tanto como días antes pero el clima era lo suficientemente agradable para pasear.

En silencio ambos caminaron ya adentrándose en el bosque, sus manos estaban tan cerca que sus meñiques rozaban, las manos del príncipe añoraban tocar las del hada y lentamente entrelazó sus meñiques, su corazón latía tan rápido que sintió que iba desmayarse y sus mejillas se colorearon de rojo, miró a otro lado cuando Jungkook miró la unión de sus dedos. Pero el hada solo tomó su mano por completo y entrelazó todos sus dedos.

El príncipe miró al hada con sorpresa y ambos chicos se sonrojaron bajando las miradas, ninguno dijo nada así manteniendo un cómodo silencio hasta que el canto de un pajarito se escuchó. Al final Taehyung habló.

— Quieres hacer algo más divertido?

— Como que? — Jungkook ladeó su cabeza y miró al rubio

— Jugar algún juego talvez... que tal escondidas?

— Nunca lo jugué, que hago?

— Es enserio? — el hada negó con la cabeza — bueno hoy te enseñare

Taehyung terminó de explicar las reglas del juego a Jungkook y parecía emocionado por jugar, Jungkook notó su emoción y supuso que sería divertido.

— Entonces tu te esconderás y yo te busco verdad?

— Si eso es todo

— Suena fácil

— Ahora cuenta hasta el veinte, me iré a esconder

Jungkook cerró sus ojos y contó mientras Taehyung se escondía detrás de un árbol, pues le entró pánico y se quedo ahí en silencio.

El hada termino de contar y miró a su alrededor, no vio nada así que agito sus alas y sus pies se elevaron del suelo, cuando estuvo a una distancia mayor que los arboles más altos miro abajo. Ahí detrás de un árbol de tronco grueso vio a Taehyung que estaba quieto, soltó una pequeña risa "vaya eso fue fácil" pensó. Decidió acercarse con sigilo y lentamente descendió tratando de no hacer ruido. Cuando estuvo cerca tomó velocidad y en unos segundos empujó al príncipe al suelo con la fuerza del aterrizaje.

Sus alas apresaron al príncipe como un domo, y sonrió un poco agitado. Estaba encima del rubio apoyándose en sus brazos para no aplastarlo.

— Te atrape — habló feliz con una sonrisita pegada al rostro

Taehyung sintió sus mejillas calientes, y habló con una sonrisita nerviosa.

— S-si lo hiciste muy bien

— Lo se, fue divertido y deberías esconderte mejor — respondió con altanería, luego miró su posición y se levantó nervioso sacudiendo la tela de su pantalón— Uh perdón por eso — balbuceó, rascando su nuca mirando a otro lado.

El príncipe sonrió aún avergonzado, y se levanto también sacudiendo su pantalón.

— No te preocupes, lo hiciste muy bien — Pausó sus palabras y miró al hada contemplando su belleza, sus ojos brillaban y sus cachetitos estaban rojizos — ahora escóndete tú y yo te busco, esta bien? — el azabache asintió y corrió a otro lugar en lo que Taehyung contaba y se tapaba los ojos con las manos.

Pasaron toda la tarde jugando y riendo, avergonzándose por cosas estúpidas, y Jungkook sintió  un revoltijo de emociones en su estómago. Y Taehyung?  el sentía que era el ser más feliz de la faz de la tierra, sus cachetes dolían de tanto sonreír, y su corazón bombeaba demasiado rápido.

— Me enseñarás otros juegos? — ambos estaban echados en el pasto, mirando el atardecer

— Si me dejas salir claro que te enseñaré muchos más

— Esta bien, saldremos mucho entonces

Jungkook le sonrió y volvió a mirar al sol que iba desapareciendo de vista dando paso a la luna.

 Desaparecí de nuevo pero ya que, bueno hago que se avergüencen porque se me hace adorable

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