Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

"Me imagino tu cara diciéndome hola y entonces todos los malos días no son nada para mí. Contigo. "

-Winter Bear (V)



Taehyung todavía no podía terminar de creerse que en ese instante se encontrase corriendo por los pasillos de un hospital de la mano de Jungkook, en realidad ni siquiera podía asimilar que ya hubiesen pasado nueve meses desde que él y su pareja decidieron finalmente dar el paso de ser padres al lado de sus mejores amigas. Y sin embargo ahí estaban, él aún con las sucias botas de hipica y su marido con aquel bonito traje azul marino que a menudo usaba cuando acudía al programa de televisión en el que colaboraba como experto psiquiatra.

En ese instante eran un desastre, tanto en la parte exterior como en lo que respecta a su interior. Estaban a punto de ser padres después de nueve meses enteros leyendo cada uno de los libros sobre bebés que sus mejores amigas les habían regalado, con la habitación del pequeño a medio decorar porque ninguno de los dos lograba decidir si la cuna estaría mejor situada al lado de la ventana o separada de la misma. Sin más experiencia que la de hacer de niñeros de vez en cuando para su sobrino y con una lista completa de dibujos animados que podrían resultar educativos sin ser completamente aburridos.

A su manera, se habían preparado para aquello. A su manera, se habían esforzado. Y a su manera, los dos se encontraban completamente aterrados ante el hecho de que al fin podrían sostener entre sus brazos a su bebé pero no sabían exactamente cómo hacerlo. Después de tanto tiempo podrían besar la frente de ese niño que habían estado esperando durante nueve meses completos. Aquel pequeño había sido su tema de conversación constante durante el último año completo, incluso antes de nacer ya era parte de su vida. Todavía no lo habían podido acariciar, y aún así lo amaban.

-Mueve los pies más rápido Jungkookie. - Taehyung tiró levemente de la mano de su marido, ignorando los reclamos de algunos de los trabajadores que se encontraban a su alrededor.

El acuerdo había sido claro, su pequeño tendría dos madres y dos padres a los que podría amar de la misma manera sin importar lo que la sociedad consideraba como una familia normal. No estaban alquilando el vientre de nadie, incluso si Hoseok y Yoongi lo habían hecho en medio de una acción desesperada. No, ellos dos estaban teniendo un hijo con sus mejores amigas porque de alguna manera las cosas se habían dado del modo adecuado. In vitro, en Londrés y con el amor de cada una de las personas implicadas puesto en cada fase del proceso.

Completamente seguros de que las cosas funcionarían y de que cada parte de esa ecuación inesperada, estaba dispuesta a darlo todo para que aquella familia pudiese llegar a funcionar.

-¿Cuál es la habitación? - Taehyung se detuvo por un instante y apoyó las manos sobre sus piernas mientras observaba el pasillo del area de maternidad del hospital. - Han dicho que la instalarían en su habitación cuando el parto terminase. Quizás debería llamar a Yuqi para preguntarle, no sabemos aún cómo ha ido el parto.

Estaban llegando tarde. Era absurdo, frustrante y tan real como la vida misma. Ni ellos, ni Shuhua y Yuqi habían esperado que su pequeño llegase al mundo ese día. En cierta manera eso explicaba el motivo por el cual tuvieron que dejar sus trabajos de lado para correr hacia sus coches y acto seguido hacia el hospital.

Jungkook ni siquiera se había molestado en despedirse del resto de colaboradores con los que trabajaba en ese programa de televisión sobre casos de crimenes y enfermedades mentales, después de recibir la llamada y tras recoger a Taehyung en el establo estaba casi seguro de que su marido se encontraba tan ansioso como él por llegar lo antes posible al hospital. Tae no estaba sufriendo un ataque de ciclotimia, en los últimos nueve meses habían sido bastante infrecuentes, pero lo cierto es que sí parecía completamente superado por el hecho de que probablemente llegarían tarde para recibir en brazos a su hijo tan pronto como este naciese.

Soobin había decidido llegar al mundo mucho antes de lo previsto.

-La 121, Yuqi ha dicho que esperemos en el pasillo. En cuánto la trasladen nos avisará, sigue en la sala de parto de momento. - Jungkook sonrió levemente, tomando un pañuelo de papel para limpiar el sudor que resbalaba sobre su frente y deshaciendo el nudo de su corbata. - En realidad es posible que todavía tarde, un parto no es cuestión de algunos minutos.

-Hemos tardado casi una hora en llegar aquí debido al atasco del centro. Una hora es mucho tiempo.

Jungkook volvió a sonreír, sintiendo esa rafaga de ternura que todavía no se disipaba de su organismo cuándo percibía esas miradas llenas de ilusión que hacían brillar los ojos de su pareja. Sus pasos fueron tranquilos mientras se acercaba a Taehyung para romper cualquier rastro de distancia entre ambos, posó su mano sobre la espalda de su marido y le sonrió.

-Ve a sentarte, conseguiré un poco de agua fresca para los dos. - dijo. - La habitación 121 está cerca, las veremos llegar si esperamos en el pasillo. Solo tenemos que mantener la calma, estoy seguro de que si algo hubiese ido mal Yuqi nos habría informado al respecto.

-Cierto. - Taehyung se enderezó, sus ojos recorrieron el pasillo del hospital antes de posarse sobre los ojos de su chico. - Necesitaré algo dulce también, ya sabes…

-Dopamina gratis. - Jungkook se adelantó a lo que sabía que su marido diría. Era la excusa preferida de Taehyung cuando se trataba de comer dulces. - Iré a la cafetería del hospital entonces, conseguiré un poco de tarta o algún pastel para ti pero tienes que prometerme que te sentarás y me esperarás manteniendote lo más tranquilo que te resulte posible.

-Prometido. - Taehyung sonrió, estirando su mano hacia Jungkook quien simplemente ignoró el gesto para envolverlo en un abrazo. - Voy a esperarte tranquilamente aquí, Jungkookie.

Taehyung se mantuvo en la misma posición por al menos un mínuto, tratando de relajarse mientras estrechaba a Jungkook entre sus brazos. Podía notar como su marido estaba exacramente igual de nervioso que él, Kook podría engañar a un extraño con esa mirada de seguridad pero jamás lograría convencerlo a él. No cuando habían pasado tantos años aprendiendose el uno al otro.

Jungkook necesitaba ese abrazo repleto de calma familiar, lo necesitaba porque llevaba semanas tratando de mostrarse fuerte y decidido a pesar de las dudas. En su intento por mantener sana la paz mental de Taehyung, había cargado con más presión de la necesaria.

-Yo también tengo miedos. - confesó escondiendo su frente en el hueco del cuello de Taehyung. A cualquiera le hubiese resultado asqueroso abrazar a una persona repleta de pelos de caballo y tierra, pero a Jungkook no le importaba lo más mínimo. El olor a hierba recien cortada y heno era parte de su vida con Tae, su nariz sensible se había acostumbrado mucho tiempo atrás al aroma que los establos dejaban impregnado en su marido. Y lo curioso de todo aquello es que Jung Taehyung ni siquiera olía mal sin importar cuántas horas al día dedicase al cuidado de sus animales, porque él olía a casa. A su hogar y su mayor felicidad. Las duchas juntos después de un día de trabajo, la sensación de rutina al toparse con las botas de montar de su pareja acomodadas en las escaleras de la entrada porque tenían demasiada tierra como para ser depositadas en el interior antes de ser limpiadas, los paseos en caballo y los paisajes repletos de gran diversidad de tonalidades verdes que a menudo visitaban. - Tengo miedo a ser un mal padre, a no saber hacerlo bien o a presionarlo demasiado. Tengo infinidad de miedos pero eso forma parte de nosotros. Somos humanos así que tenemos el derecho de asustarnos, cometer errores y aprender de la experiencia. Vamos a dejar que las cosas fluyan con naturalidad, si podemos proporcionarle amor y cariño lo demás será solo cuestión de aprender poco a poco. Tenemos toda una vida por delante con nuestro pequeño. Tae, no prometo que seremos los mejores padres del mundo pero al menos lo amaremos del modo adecuado. Dejándo que sea libre y eliga aquello que ama, aconsejandolo en el proceso de cada toma de decisiones sin empujarlo hacia lo que nosotros haríamos…

-Va a ser complicado, seremos cuatro personas educando a un pequeño niño. - Taehyung sonrió, permitiendo que su mano se colase sobre el cabello de la nuca de Jungkook mientras lo sostenía entre sus brazos cariñosamente. - Sin embargo hemos decidido cada cosa con cuidado, estamos teniendo hijo con otras dos personas que han demostrado ser responsables y cuidadosas. Nuestras formas de pensar son amables, creo que podremos ponernos de acuerdo para criar a Soobin con una educación que tenga como base el respeto hacia todo ser humano. - Tae no pudo evitar sonreír levemente. - Y por supuesto que cometeremos errores, pero al menos estaremos juntos en el proceso de solucionarlos.

Jungkook se mantuvo en silencio duranre varios segundos más, disfrutando de la cercanía que aquel abrazo le proporcionaba.

-Bien, volveré en solo unos minutos TaeTae.

-Recuerda traerme algo dulce, necesito esa dopamina para atreverme a alzar a nuestro pequeño en brazos.

Jungkook sonrió, mirando a Taehyung antes de entrar en el ascensor.

-No lo olvidaré cariño.

Tras regresar de la cafetería Jungkook no pudo hacer nada más que tomar asiento a un lado de Taehyung, lo observó comer su pedazo de tarta mientras le acariciaba los mechones de cabello que resbalaban sobre su nuca. Pronto serían padres juntos, pronto podrían sostener a su hijo y pronto lograrían cumplir su sueño de tener una familia.

Menos convencional de lo que la sociedad aceptaría a simple vista, pero una preciosa familia a su modo de verlo.

Una de las partes que podrían haber resultado más complicadas con cuatro personas teniendo un hijo juntas podría haber sido la de decidir su nombre. El destino se había encargado de que uno de los papeles que Taehyung había escrito fuese seleccionado y sacado de ese recipiente repleto de opciones que los cuatro progenitores habían ido llenando poco a poco durante nueve meses completos. Y el jinete no podría haber estado más feliz con su elección, quizás porque aquel nombre parecía gustarle especialmente o tal vez por el hecho de que en cierta forma aquello le ayudaba a entender que él también era parte de esa familia que se empezaba a crear.

En cuanto al apellido, Jungkook había sido el encargado de donar su esperma por lo que el pequeño se llamaría Min Soobin desde ese día en adelante. Y mientras observaba a Taehyung acariciar las manecitas de su pequeño, Kook no pudo evitar preguntarse si acaso su bebé heredaría esa asquerosa manía de los Min de evitar los sentimientos hasta que todo terminaba por estallar. Bueno, él esperaba que no.

Quizás Min Soobin podría ser la primera parte de una nueva generación en la que los Min ya no se encontrarían avergonzados con la tarea de ser sentimentales desde el inicio. Una nueva generación en la que ya no habría pobreza ni esfuerzos excesivos porque ese muchacho contaría con padres dispuestos a ayudarle a vivir del modo en el que desease hacerlo. Yoongi y él siempre habían sido demasiado lentos en la tarea de amar porque jamás creyeron que llegarían a tener lo más minimante parecido al amor en sus rutinas de vida, deseaba que con su hijo las cosas funcionasen de manera distinta. Ansiaba que ese pequeño que ahora se acurrucaba entre los brazos de Taehyung mientras este conversaba con Shuhua y Yuqi, fuese un niño repleto de felicidad y con la suficiente confianza para saber que merecía ser amado.

-Hola, Min Soobin. - Jungkook se agachó para acariciar la mejilla del bebé y sonrió al percibir como este abría los ojos levemente para observarlo. - Bienvenido al mundo y a nuestra extraña familia.

Había algo en su pecho obligandole a dejar escapar las lágrimas que se acumulaban en sus ojos. Jungkook era feliz, muy feliz.

Y esperaba de verás que su familia también lo fuese.

-Min Soobin. - Taehyung repitió. - Supongo que tendrás un hermano con un apellido diferente.

Aquellas palabras obtuvieron la atención de Jungkook quien no pudo evitar observar a su marido con asombro. Meses atrás a Taehyung le aterraba la idea de que de alguna forma su ciclotimia pudiese afectar a sus hijos en el futuro, sin embargo mientras acunaba a Soobin entre sus brazos sus ojos estaban repletos de una preciosa esperanza.

-Tendremos que darle un hermano, yo he crecido con uno y creo que es realmente importante. - Taehyung giró su cabeza hacia Shuhua y Yuqi. - ¿Qué opináis?

---------------
Hola!!

Por aquí os dejo el epílogo de la mini segunda temporada de The Dancer. Es muy probable que suba algún extra en esta historia con el Taekook y sus hijos o algo similar. Dejadme saber vuestras opiniones.

Realmente es una pareja sobre la que disfruto escribir pero las cosas han sido complicadas últimamente y el tiempo ha escaseado para mí. Es por eso que muchos de los capítulos son más cortos de lo que yo misma había planeado en un primer instante.

Un beso,
os amo
Mel
💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro