Capítulo 8
"Aún sigue lloviendo. Es tarde, pero esta noche no termina. Mis lágrimas caen como lluvia."
- Teardrop ( AILEE)
Koh Phi Phi los recibió con el extraño encanto de las nubes grises y la niebla sobre el mar. Mientras caminaban juntos hacia el bungalow que habían alquilado, Taehyung se detuvo para fotografiar el paisaje con la sensación de añoranza situada sobre su pecho.
-Es bonito. Me gustan los días de calor con lluvia, el ambiente se refresca y todo lo que nos rodea desprende el olor que deja el agua sobre las superficies calientes. - escuchó decir a Jungkook a su espalda.
-Lo es, realmente es muy bonito. - susurró a cambio.
La lluvia comenzaba a caer sobre el horizonte a medida que el tarareo contento y relajado de Jungkook sonaba de fondo, mientras revisaba un folleto turístico algo arrugado entre sus manos. Era un sentimiento extrañamente agridulce el de saber que pronto ellos dos serían más independientes todavía de lo que ya habían conseguido serlo, porque incluso si era feliz teniendo una vida al lado de Jungkook, un futuro que sabía que disfrutaría, todavía echaba a su hermano mayor de menos en ocasiones. Quizás por los resquicios de ciclotimia que todavía recorrían su cuerpo, los que él sabía que jamás se irían del todo. Tal vez porque sencillamente seguía llevando a ese niño interior en cada poro de su piel, ese pequeño inquieto que siempre buscaba los abrazos y el cariño de un hermano mayor que desde el instante en el que su memoria hacía presencia le había demostrado lo que era ser atesorado.
Era cierto que Jung Taehyung había perdido a sus padres en condiciones trágicas, pero Hoseok se encargó de portar sobre sus espaldas las partes más dolorosas mientras crecían. Lo había cuidado durante años por encima de sus abuelos o de cualquier niñera contratada por estos, él había sido su única familia y en gran cantidad de ocasiones había actuado como padre. La única figura y persona que Tae decidió imitar cuando la inocencia, hace ya demasiados años atrás, bañaba su cuerpo con la felicidad infantil de un muchacho corrompido por el dolor que la pérdida de recuerdos le regalaba. Así que sí, de alguna manera era inevitable convivir con esa sensación de que después de todo estaba dejando atrás esos días de niñez y adolescencia para tomar el control de su propia vida.
Ahora sería él quién tendría que cuidar de alguien, porque en esa mañana gris Taehyung había comenzado a soñar con más fuerza que nunca con la imagen mental de ser padre al lado de la persona que amaba. Jungkook lo haría bien y él… si la enfermedad se lo permitía, le dedicaría todos y cada uno de sus días al niño o niña que completaría su proyecto de familia.
-¿Ocurre algo precioso?
Los brazos de Jungkook rodearon la cintura de Taehyung mientras este cerraba los ojos sintiendo la lluvia tropezar contra sus párpados. ¿Acaso necesitaba hablar? Aquella pregunta solo era una manera de investigar acerca de si necesitaba un hombro sobre el que apoyarse, llevaban juntos el tiempo suficiente como para saberse de memoria. Cada resquicio de piel y reacción en su cuerpo. Cada mirada sencilla y movimiento complejo.
-¿Echas de menos a Yoongi? - preguntó, sin importar que las gotas de lluvia comenzasen a ser un poco más gruesas mientras se enfundaba en el abrazo cálido de su marido. - A veces echo de menos a Hoseok, mientras nuestra madre vivía las cosas no fueron sencillas pero todavía guardo buenos recuerdos de mi padre y… mientras crecía supongo que no pude entender lo duro que debió ser para Hoseok hacerse cargo de todo. Recuerdo esconderme bajo las mantas de su cama cuando las tormentas me asustaban, o el día en el que llegue a casa con Swag en brazos y él corrió a comprar comida para gatos y algo para desparasitarlo porque estaba repleto de suciedad. Hobi siempre ha sido la persona en la que me he sostenido y aunque sé que estarás siempre a mi lado, en ocasiones no puedo evitar echar de menos esos momentos de niñez en los que éramos él y yo contra el mundo, fingiendo ser piratas mientras corríamos por los pasillos de una mansión completamente vacía a pesar de la gran cantidad de personas de servicio que trabajaban entre aquellas paredes.
Jungkook apoyó su barbilla sobre el hombro de Taehyung, pensando en la profundidad de las palabras que esté había compartido. Podía llegar a entenderlo, definitivamente él entendía lo que su pareja le estaba diciendo.
-Supongo que ocurre. A veces echo de menos nuestro apartamento mugriento de Seúl y bailar en el club de Sehun juntos. - Kook sonrió levemente - La manera en la que empecé a percibir que eras para mí muchísimo más que un simple chico guapo. Y sí, de vez en cuando echo de menos a mi hermano y la familia que se supone que durante un tiempo tuvimos. Casi no recuerdo a mis padres, pero en eso estamos empatados. - Jungkook se mantuvo en silencio durante unos instantes, sus ojos captando la forma en la que algunos rayos de sol trataban de abrirse camino entre las nubes negras que amenazaban lluvias torrenciales. - Creo que es parte del ser humano, es inevitable para nosotros sentir nostalgia acerca de algunos momentos del pasado cuando estamos a punto de tomar decisiones importantes.
Taehyung sonrió levemente, estremeciéndose un poco cuando el sonido de un trueno se escuchó en la distancia.
-Supongo que tienes razón.
-Vamos a acomodarnos en el bungalow, precioso. - susurró Jungkook cerca de su oído. - Parece que se avecina una tormenta así que estaremos mucho mejor entre las sabanas de la cama.
Taehyung asintió disfrutando de la caricia que la mano de su pareja dejaba sobre sus brazos. Sus miedos acerca del futuro seguían recorriendo su mente de vez en cuando, Jungkook merecía una familia tan bonita y sencilla como la que siempre había querido, él mismo la merecía también. Así que estaba dispuesto a creer en que sería posible, su enfermedad nunca le había impedido perseguir sus sueños del todo.
Había logrado estudiar una carrera, convivir con su pareja en Londres durante años y en Corea de nuevo cuando este acudió al servicio militar. Su ciclotimia había mejorado a gran escala, él y solo él se estaba causando malestar al pensar en que no podría ser un buen padre. Quizá era el momento adecuado para comenzar a trabajar en la confianza y amor propios, después de todo esa era la tarea más difícil de cada una de las personas.
-Buena idea. - sonrió en grande, dejándose llevar por el camino de madera que rodeaba la playa. El paisaje ante sus ojos era demasiado bonito como para permitir que la inseguridad autoinfligida apagase su felicidad.
Aunque todavía tenía cierto miedo de las tormentas, estas parecían inofensivas mientras caminaba de la mano con Jungkook a través de la playa, o a medida que sus brazos rodeaban el cuerpo del otro sobre las suaves mantas de la cama. Definitivamente los rayos podían ser incluso bonitos si era la piel de Jungkook la que se veía iluminada de mil tonos azules entre la oscuridad de aquella mañana gris, en el interior de un acogedor bungalow frente al mar con sus cuerpos entrelazándose una vez más como si estuvieran recubiertos de imanes que les impedían separarse por demasiado tiempo.
En la penumbra de la noche oscura Taehyung se movió con los pies descalzos sobre la arena de la playa hasta llegar a la frondosa zona de árboles. Sus manos temblaban levemente a medida que la sensación de euforia se extendía por su cuerpo como desde hacía meses no le ocurría.
Jungkook tenía razón, las épocas de cambios y sucesos importantes siempre creaban una reacción en las personas. En su caso la nostalgia de los momentos de niñez buenos, había surgido sobrepasando las memorias trágicas.
-¿Hoseok?
Taehyung se sentía como un niño pequeño por algún motivo, como si se encontrase entre los largos pasillos de la mansión de la familia Jung en lugar de en las maravillosas playas de Koh Phi Phi durante su luna de miel.
Y quizás fue el viento haciendo silbar las ramas de los árboles, tal vez el estruendoso sonido de un trueno rompiendo el firmamento o la fría lluvia que comenzó a precipitarse con intensidad sobre todo el terreno. Puede que fuese el que su corazón no podía pensar en continuar caminando sin sentir la mano de Min Jungkook sobre la suya, con los dedos largos y suaves entrelazándose.
Fuese lo que fuese, Taehyung despertó de la ensoñación que la euforia le había causado solo cinco minutos después de haberse escabullido de su bungalow.
Pero a veces cinco minutos eran suficientes para perderse e incluso aunque trató de respirar como su pareja le había enseñado, el ataque de pánico se precipitó sobre su cuerpo y cabeza cuando se encontró a sí mismo encerrado entre el color oscuro de la noche.
-¡Jungkook! - no supo hacer otra cosa. Moverse sería un error si no podía ver nada, era imposible que se hubiese alejado mucho de la plata así que continuo gritando. - ¡Kook! ¡Jungkook ayudame! ¡Jungkookie!
Mas la madrugada era escándalosa de por sí debido a la lluvia y el viento. Taehyung se dejó caer sobre una zona arenosa, alejada de los árboles que pudo llegar a ver por un instante debido a los rayos que iluminaban solo un poco la zona en la que se encontraba.
-¡Min Jungkook!
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Holiii!
Nuevamente os pido perdón por la tardanza, como sabéis tengo unas cuatro fics activas así que en ocasiones se me complica subir caps pronto.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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