"Recuerdas cuando te dije que no importa donde yo vaya. Nunca me voy a ir de tu lado, nunca estarás solo. Incluso cuando vamos a través de los cambios, incluso cuando seamos viejos. Recuerda lo que te dije. Voy a encontrar mi camino de regreso a casa."
—Shaun (Way Back Home)

Las olas del mar rozaban los pies de Taehyung mientras sostenía la mano de Jungkook, ambos se encontraban caminando tranquilamente y parloteando acerca de todos esos planes de futuro que de manera constante les provocaban cosquillas en el estómago. Los dos sabían que ahora llegaría la parte real en la que su relación se asentaría de forma definitiva o caería en picado.

No solo planeaban seguir viviendo juntos sino que también querían formar una familia, con un bebé que llegaría lo antes posible. Incluso si Taehyung todavía tenía algunas dudas, su deseo de ser padre al lado de Jungkook a menudo superaba cualquier rastro de incertidumbre. Su mente descansaba cuando su chico le prometía que lo harían juntos y lo conseguirían hacer bien si se apoyaban el uno en el otro, el miedo a convertirse en un monstruo también parecía descender en cada ocasión que Kook le hablaba con cariño prometiéndole que no había nada malo en su interior y que la ciclotimia no sería un problema nunca más porque ellos se encargarían de dejarla en un punto secundario como llevaban haciendo todos esos años.

-No creo que nos vaya a ocurrir a nosotros. - Tae sonrió antes de saltar sobre la espalda de Jungkook para que este lo alzase - Hemos vivido juntos desde hace años, el matrimonio no cambia demasiado. Solo pone un anillo en nuestros dedos que confirma que somos esposos.

Jungkook sonrió, un asentimiento haciendo que su cabello levemente largo se moviese sobre sus ojos mientras se adentraba un poco más en el agua con Taehyung sobre su espalda. Amaba aquella preciosa sensación de escuchar la risa de su marido chocando contra su oído, o la forma en la que sus brazos lo rodeaban cariñosamente. Los días parecían haberse parado en aquel lugar, lejos del estrés del trabajo o la rutina.

-Opino lo mismo, ¿cuánto hace que estamos juntos? Ni siquiera la distancia ha podido con lo mucho que nos queremos y después de estar dos años lejos de ti, pediré perdón por cada error siempre que sea necesario. Eso es lo bueno de nuestra relación, sabemos como arreglar los conflictos, hemos aprendido con el paso del tiempo. - Jungkook sonrió con más amplitud - Un bebé solo nos unirá incluso más, nos crecemos cuando las cosas son difíciles. Todos pensaban que después del ejercito nuestro amor se asentaría un poco, pero ahora estamos casados y felizmente de luna de miel. Seguimos siendo dos idiotas enamorados que ya saben acerca de cada virtud y defecto del otro, nos aceptamos tal y como somos hace mucho tiempo. Puede que vayamos a discutir algunas veces, pero nunca hemos dejado que eso nos supere. No va a cambiar ahora TaeTae.

Taehyung asintió, deslizándose como un koala sobre el cuerpo de Jungkook hasta quedarse frente contra frente con él. Sus labios rozaron los de su pareja con mimo a medida que sus piernas se envolvían en la cintura de este. A veces todavía le costaba creer que realmente ellos dos hubieran durado tanto, solían ser un desastre... Durante sus primeros años como pareja en Londres tuvieron que conocer muchas más partes del otro de las que creían que podrían llegar a conocer. Aquella fue una época impregnada en el estrés de los estudios combinado con románticas escenas, jamás se rindieron. Ellos se aprendieron el uno al otro, conocieron a la persona, al ser humano que necesitaba ser entendido por encima de cualquier otra cosa.

-Te conozco bien. - Jungkook susurró, rozando su nariz contra la de Taehyung. Había susurrado aquella frase, de repente sintiendo la calidez del sentimiento recorriendo todo su estómago - Sé las cosas que te ponen nervioso y cómo ayudarte a lidiar con los días malos. Y tú me conoces a mí, tan bien que a veces me asustas cuando lees mis pensamientos mientras estoy en silencio y te adelantas sin tan siquiera la necesidad de que me exprese en voz alta.

Taehyung le regaló la más bonita de las sonrisas, esa que siempre hacía temblar de felicidad a Jungkook cuando la veía asomada en sus preciosos labios. El rostro de Tae era precioso, pero lo era todavía más cuando la dicha se asomaba a sus ojos.

-Vamos a llegar tarde a nuestro curso de buceo, señor romántico. - bromeó Taehyung apretando todavía más el agarre de sus piernas alrededor de la cintura de su marido.

Jungkook sonrió.

-Yo puedo enseñarte, solo tienes que sumergirte y te daré un poco de oxígeno con mi boca. ¿Suena bien? - continuó la broma el hermano de Yoongi.

-Suena como una buena idea, si no fuese porque realmente me apetece ir estaría tentado a aceptarla.

Jungkook no había sonreído con nadie tanto como con Tae, su pareja lograba hacer de los días comunes una experiencia nueva y llena de elementos impresionantes. Lo amaba tanto, él realmente estaba completamente perdido por Jung Taehyung y saber que aquel sentimiento de adoración era mutuo iluminaba su mirada cada mañana. Iba más allá de ser una pareja, ellos eran amigos también y reían juntos siempre que la oportunidad se presentaba ante ellos.

Con Taehyung, Jungkook no necesitaba a nadie más a pesar de que los dos tuviesen días propios para mantener el espacio de vez en cuando. Tae tampoco ansiaba otra cosa que no fuese llegar a casa y probar la deliciosa comida que su pareja le preparaba, los días en los que estaba cansado parecían esfumarse cuando después de un baño el olor del hogar lo recibía junto a un abrazo de oso apretado y unos labios encantadores.

Su hogar era bonito y estaba lleno de todo ese amor con el que los dos siempre soñaron. Desde que perdió a sus padres siendo tan solo un niño, Jungkook quiso saber cómo se sentiría tener una familia y Tae le regalaba aquel bonito sentimiento cada día. Desde el instante en el que despertaban en una desastrosa cama con las sábanas revueltas y sus piernas entrelazadas, hasta el instante en el que se recostaban de nuevo y observando la oscuridad de su habitación hablaban del día que habían tenido antes de notar como el sueño los invitaba a dormirse. Entonces el abrazo de cariño siempre llegaba, llenando sus corazones de toda esa felicidad que ambos habían ansiado toda su vida.

Porque Taehyung tuvo a Hoseok, y Taehyung amaba a su hermano mayor. Pero antes de Jungkook no había logrado asentarse en un hogar real, uno en el que pudiese moverse a sus anchas sin recibir ningún tipo de pregunta o mueca de preocupación. Aunque su pareja también era protectora en ocasiones, su comportamiento se alejaba mucho del yugo de sobreprotección que su hermano había puesto sobre él durante toda su adolescencia debido a los traumas del pasado. Tae podía ir a donde quería, siempre que quería y Jungkook se mantendría con una sonrisa cuando ambos se encontrasen de nuevo, totalmente feliz de ver a su chico sonreír con sinceridad. Confiaban lo suficiente el uno en el otro como para no necesitar perseguirse. Tenían sus propios momentos de independencia a pesar de ser una pareja unida, momentos que a menudo disfrutaban en compañía de sus amigos antes de que ambos grupos se uniesen y los dos se fundieran en abrazos mimosos tras varias horas lejos el uno del otro.

Porque todavía se necesitaban como al inicio, todavía encontraban la pasión en las caricias y los besos profundos. Y aquello que enviaba un escalofrío a través de su espalda cuando se fundían juntos, era lo que mantenía su relación tan viva.

-Si no me sueltas no podremos llegar a tiempo. - Jungkook ayudó a Taehyung a bajarse, solo un segundo después sus manos se habían entrelazado y volvían a caminar por la playa mientras se dirigían al muelle.

-No finjas que no te gusta. - bromeó el jinete.

-No se me ocurriría, me encanta que no me sueltes pero eres el mayor interesado en el curso de buceo. Te lo he dicho, si fuese por mi podría enseñarte aquí mismo con mis…

Taehyung posó un beso juguetón sobre sus labios antes de tironear de su mano para animarlo a seguir avanzando. Jungkook se limitó a seguirlo con una sonrisa atontada adornando su cara. Debería agradecerle de nuevo a Yugyeom por empujarlo a los brazos de Tae, cuando volviesen a Corea durante las vacaciones lo haría.

Taehyung sonrió al percibir como el brazo de Jungkook alrededor de su cintura le permitía mantener cierta distancia con los desconocidos que se encontraban con ellos en aquel barco. Le había pedido a Hoseok que no alquilase nada excesivamente exclusivo, su hermano mayor era el que estaba pagando la luna de miel pero las experiencias debían ser completamente suyas y aunque había ciertas excepciones, Tae y Kook coincidían en que preferían lo sencillo. Por eso su mayor sueño se limitaba a un bonito hogar y una familia feliz.

Después de recibir la clase inicial en la que les indicaron cómo usar los trajes de buceo y el equipo que portarían, los dos habían caminado animadamente hacia el barco que los llevaría a una de las mejores zonas. Y a pesar de que estaban rodeados de otras personas, a ellos dos no les importaba demasiado.

-Vamos a sentarnos. - Taehyung entrelazo sus dedos con los de la mano de Jungkook a medida que avanzaban hacia la parte trasera del barco. Aquella zona estaba levemente menos concurrida debido a que el motor resonaba cerca y lanzaba gotas de agua sobre la cubierta.
Jungkook acomodó su cabeza sobre las piernas de Taehyung cuando este se recostó despreocupadamente en el suelo del barco. El cielo estaba despejado ese día y las gaviotas volaban tranquilamente en la distancia.

-¿Estás cómodo? - los dedos de Taehyung se colaron entre los mechones de su cabello masajeando tranquilamente su cuero cabelludo.

Jungkook cerró los ojos, disfrutando de la sensación de calma que embargaba su cuerpo.

-Realmente cómodo. - confirmó. - Cuando volvamos te llevaré a comer a uno de los sitios que he buscado, apuesto a que te gustará.

Jungkook había llenado su agenda con posibles lugares que visitar, algunos de ellos basados en el gusto personal de Taehyung pero en general del de ambos. Ese era el día perfecto para caminar por las zonas verdes hasta llegar a un restaurante cercano a la playa que se encontraba rodeado de árboles. La suave brisa unido al reciente baño tras el curso de buceo los mantendría frescos mientras comían. En su cabeza Kook no podía encontrar una definición mejor para una comida de luna de miel.

-Quiero comer algún plato local. - parloteó Taehyung todavía acariciando su cabello.

-Lo sé, el lugar que he elegido sirve comida tradicional. Te gustará.

Taehyung sonrió antes de inclinarse sobre Jungkook para depositar un suave beso sobre los labios de este.

-Alguien necesita más crema en la nariz. - bromeó tras apartarse - Te quemas con facilidad.

Jungkook bufó asintiendo, a pesar de que en ese instante parecía un cangrejo cocido no había nada que eliminase su sensación de felicidad.

Entonces notó la mano de Tae depositar un poco de crema sobre las zonas de su rostro que comenzaban a enrojecerse sobre el sol, y sonrió dejándose hacer. Encantado ante la sensación de ser mimado por su marido.

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Hiiii!!
Nuevo capítulo de The Dancer : Honey Moon Time. Espero que os este gustando, no dudéis en dejarme saber vuestra opinión.

Un beso,
os amo
Mel
💜