Capítulo 2
"¿Fue un error de un ángel? ¿O fue un beso profundo? Esos hoyuelos son ilegales pero los quiero de todos modos."
-BTS (Dimple)
Aviones. Para cualquier persona un avión sería solo eso, un medio de transporte. Pero para Min Jungkook, marido de Jung Taehyung tras muchos años de espera, era un lugar en el que su chico podría ponerse nervioso por multitud de motivos.
Aunque la ciclotimia de Taehyung había mejorado a pasos agigantados de forma paulatina, existían cosas que seguirían causándole inseguridad por mucho tiempo y una de esas era el tener que relacionarse o moverse alrededor de personas desconocidas. Por eso mientras observaba que Hoseok había reservado en primera clase sus asientos, un suspiro de tranquilidad abandonó sus labios.
-Listo. Vamos. - Taehyung sonrió tomando su maleta con los ojos llenos de ilusión.
Él sabía mejor que nadie que a su marido le gustaría viajar como una persona normal, de la misma forma que sabía que no podría hacerlo todavía porque el simple hecho de tener que encajarse en los asientos de clase turista lo estresaría. Y el estrés no era bueno para alguien con ciclotimia que se encontraba encerrado en un avión.
-¿Primera clase? - Taehyung rodeó sus hombros antes de inclinarse sobre su hombro para observar los billetes. - Bueno, supongo que es adecuado para una luna de miel.
Jungkook le sonrió antes de girar levemente su cabeza para depositar un beso cariñoso sobre la comisura de sus labios.
-Es lo mejor. No tendrás que sentarte al lado de un desconocido. - porque él seguía trabajando duro en ayudar a Taehyung a superar su hafefobia hacia las personas que no se encontraban alrededor de este a diario. Y lo seguiría haciendo si con eso lograba ver un poco mejor a la persona que amaba.
Taehyung se limitó a sonreír con el rostro algo adormilado mientras posaba la mano sobre su hombro derecho. Tras la ceremonia y el banquete tan solo habían tenido una hora para ducharse, cambiarse y tomar sus maletas.
-¿Tienes mucho sueño cariño? - Jungkook pasó su brazo alrededor de la espalda de Taehyung, en Londres las personas también los observaban pero no se parecía en nada a Corea. Incluso si cada vez que Hope's Enterprises obtenía algún mérito la prensa acababa llegando hasta ellos de forma inevitable.
-Un poco. - Tae sonrió sin darle importancia al asunto. - Dormiré en el avión, no hay problema. He tomado mi tranquilizante así que solo necesito sentarme en un sitio cómodo para dejar que el sueño reclamé su lugar.
Ambos sonrieron. Taehyung solo tomaba calmantes en situaciones de estrés o viajes como ese, su medicación se había reducido bastante como consecuencia de su mejora y aquello llenaba de orgullo el pecho de Jungkook.
-Supongo que haré lo mismo. Son unas once horas de vuelo, así que tal vez deberíamos cenar algo.
Taehyung solo se llevó una mano al estómago completamente lleno tras el banquete de la boda.
-¿Todavía tienes hambre? Esta tarde he comido como si fuese mi último día en la tierra.
Jungkook volvió a sonreír, sus ojos clavados en la preciosa mirada de Taehyung.
Habían disfrutado de su boda, de sus amigos y conocidos, de su día. Porque después de todo el tiempo que habían tenido que esperar, decidieron que no se dejarían ningún deseo olvidado. Así que desde la comida hasta la música o los invitados, ellos dos se perdieron en cada detalle disfrutando hasta de las cosas más sencillas. Sin importar cuán cansados pudiesen acabar.
Ambos bailaron hasta que sus piernas comenzaron a temblar, comieron hasta que su estómago no aguantó más y se besaron hasta que sus labios se hincharon por el roce continuo.
-Entonces supongo que esperaremos a tener hambre. Nunca he probado la comida tailandesa pero he buscado recomendaciones y siento curiosidad por algunos platos.
Taehyung se tomó un segundo para observar a Jungkook, este se había empeñado en usar una enorme mochila además de la pequeña maleta de ruedas. Sus manos estaban repletas de guías turísticas y libros que había logrado obtener en la agencia de viajes.
Kook se había tomado aquel viaje en serio e incluso había creado un modelo de planning turístico para disfrutar de cada zona de Tailandia. Desde la playa de Maya Bay en Phi Phi hasta Ko Nang Yuang en Koh Tao. Después de todo, Hoseok había dado su visto bueno a cada cosa que quisieran, el imperio de Hope's Enterprises se había recuperado y estaba más fuerte que nunca. Las cifras de dinero seguían subiendo cada día tras los esfuerzos que su propio hermano y el Taehyung habían hecho.
Así que sí, Jung Hoseok pagaría cada pequeño detalle de su luna de miel, y por primera vez a Min Jungkook no le importaba una mierda. Quería disfrutar de su luna de miel con Taehyung al máximo, ir con él a los mejores lugares y perderse entre la naturaleza sujetando su mano.
-Realmente pareces un turista en todos los aspectos. - sonrió el jinete - Probaré lo que sea que quieras comer, si mi marido es feliz yo también lo seré.
Jungkook sonrió tanto que sus mejillas se enrojecieron por el cálido sentimiento de estar siendo mimado. Sus orejas ardían en consecuencia de aquella palabra, una palabra que ahora definía a la perfección lo que ellos dos eran. Era el marido de Jung Taehyung, el anillo en sus dedos lo ameritaba, pero todavía no lograba salir de la sensación de ensoñación que todo aquello le provocaba.
-Marido. - sonrió - Suena bien.
Taehyung asintió antes de acercarse más a él para susurrar en su oído.
-Sonará incluso mejor cuando lleguemos al hotel e inauguremos la luna de miel.
El aeropuerto de Chumphon era pequeño y las personas se movían a su alrededor sin ningún tipo de prisa, por lo que solo les llevó un par de minutos encontrar la zona en la que los taxistas se encontraban esperando clientes. Jungkook giró su cabeza hacia Taehyung y tiró levemente de su mano.
El clima cálido los golpeó tan pronto como llegaron así que siguiendo el pedido de Jungkook, ambos se apresuraron a tomar un taxi hacia su destino. Sin tan siquiera separar sus manos, entraron en el vehículo para acomodarse. El sueño había sido reparador pero incluso con los asientos de primera clase del avión, ambos necesitaban una cama en la que descansar de verdad.
-Vamos, cuanto antes nos subamos al taxi antes podremos llegar al hotel. - había mencionado Jungkook con los ojos brillantes.
Taehyung sonrió, su mirada clavada en la forma tan entusiasta con la que su pareja se movía. Min Jungkook nunca había podido viajar demasiado, y aunque intentaban visitar lugares nuevos con frecuencia durante las fechas importantes, nada se comparaba a una luna de miel. Ellos dos solos, juntos en Tailandia. Rodeados de naturaleza y playas.
El plan era mantenerse los dos primeros días de su luna de miel en un bonito hotel de Koh Tao para visitar los largos arenales, zonas verdes y algunas otras partes de interés cercanas, todas las veces que quisieran. Dejarían Phi Phi para sus dos últimos días en Tailandia, por lo que en general su viaje estaba más planeado para disfrutar de la tranquilidad de las playas que del propio país.
Pero después de todo, así lo habían querido ambos. Estaban acostumbrados a Londres, a una rutina calida que les gustaba y aquello merecía ser completamente distinto. Era su momento, su día y su semana.
-¿Cuánto dura el trayecto desde Chumphon a Koh Tao? - Taehyung paso su brazo derecho alrededor de la espalda de Jungkook, permitiéndole a su pareja acomodarse contra su hombro mientras depositaba suaves besos contra su frente.
Jungkook sonrió, encantado por las muestras de cariño que Taehyung mostraba abiertamente. No importaba que estuviesen en un taxi, o que el conductor hubiese mirado hacia ellos sorprendido a través del espejo retrovisor. Lo único que les importaba a ambos era que en ese instante estaban a solo un paso de comenzar su luna de miel.
-Creo que más de dos horas. Tendremos que sacar los billetes para el ferry en cuanto nos dejen en el muelle. Llegaremos a primera hora así que no debería haber problema.
Taehyung sonrió acariciando con sus dedos la piel del brazo de Jungkook antes de inclinarse para susurrar en su oído.
-¿Y qué quieres hacer cuando nos instalemos? - Tae depósito un suave beso sobre el lóbulo de la oreja de Kook antes de tomar un par de centímetros de distancia. - El hotel es un bungalow a pie de playa, lo que significa que tendremos la suficiente privacidad como para hacer lo que queramos.
Jungkook se relamió llevando su mirada hacia la de su marido. No importaba cuanto tiempo pasase, Jung Taehyung nunca dejaba de hacer su cuerpo temblar. Sentir las leves caricias de los dedos de este sobre su piel, escucharlo hablar con voz ronca o el sencillo hecho de estar a su lado, todos esos eran factores que aceleraban su corazón.
-Bueno, supongo que después de estrenar la cama podríamos ir a bucear. Hay algunas actividades que podríamos disfrutar, ¿quieres que vayamos a ver los corales? - Jungkook posó su mano sobre el muslo de Taehyung y acarició tranquilamente la extensión de la pierna de este antes de mirarlo nuevamente a los ojos - También hay algunas rutas realmente interesantes.
Taehyung sonrió encogiéndose de hombros.
-Me niego a salir de nuestra habitación durante todo el primer día. No he llenado mi maleta de juguetes nuevos para desperdiciarlos.
Jungkook volvió a morderse el labio, notando como el cosquilleo se asentaba sobre su estómago. ¿Cómo se supone que aguantaría casi tres horas de ferry hasta Koh Tao cuando literalmente quería comerse a besos a su recién estrenado marido lo antes posible?
-¿Sabes? El ferry tiene un apartado con camas, no son privadas pero al menos servirán para que podamos pasar el rato. - Jungkook guiño un ojo acariciando de nuevo el muslo de Taehyung mientras éste se inclinaba para besar su cuello, sobre el tatuaje.
-¿Quieres que nos detengan durante nuestra luna de miel? - sonrió Taehyung.
-No exactamente. Sólo he dicho que podremos entretenernos. - Jungkook se encogió de hombros.
Incluso a primera hora de la mañana las temperaturas eran altas y la gran cantidad de turistas que se agolpaban en la cola del ferry lograron que Jungkook pegase su cuerpo al de Taehyung como si su vida dependiese de ello.
Sus brazos envolvían la cintura del jinete apartandolo por completo del toque de cualquier extraño, posaba la barbilla sobre uno de sus hombros y sus manos acariciaban por instinto la piel de la cintura de su pareja sobre la tela de la camisa blanca que este llevaba.
-¿Exactamente cuánto podremos entretenernos? - bromeó Taehyung apoyando su espalda contra el pecho de Jungkook.
Kook dejó escapar un pequeño puchero para a continuación posar un beso sobre la mejilla de Taehyung.
-Estar juntos es lo suficientemente entretenido TaeTae.
Taehyung dejó escapar una carcajada, sus ojos cerrandose debido a los rayos de sol que chocaban contra la piel de su cara.
-Si no supiese que Koh Tao es un paraíso estaría rogando para escabullirme. - argumentó divertido el jinete.
-Tenemos una litera para nosotros dos todavía. Nadie va a rozarte si yo…
-Estoy bien Kookie, que estés a mi lado me tranquiliza y he mejorado bastante en lo que respecta a mí ciclotimia. Deja el trabajo a un lado, has venido aquí como mi marido y no como mi psicólogo.
Jungkook sonrió ante aquella palabra, nuevamente su corazón parecía golpetear con fuerza su pecho.
-Vamos, la cola está avanzando. - susurró.
Taehyung volvió a sonreír.
-¿Cuán extraño será para la gente ver qué caminamos así? - las manos de Jungkook se mantenían apartando a cada persona que se cruzaba en su camino, su cuerpo todavía completamente pegado al de Taehyung mientras avanzaban por la plataforma hacia el ferry - Tengo un marido que es no solo mí psicólogo sino también mi guardaespaldas.
-Un tres por uno. - continuó la broma Jungkook - ¿Dónde conseguirás una oferta mejor que esta?
-En ningún lado. Esta es la oferta que he querido desde los dieciséis años.
Aquello logró derretir el corazón de Jungkook quien detuvo sus pasos para girar a Taehyung. Sus labios se encontraron en un beso profundo y cargado de cariño, la multitud a su alrededor de repente ya no importaba.
Taehyung sonrió entre el beso antes hacer chocar su lengua con la de Jungkook. En cuanto en pequeño gemido se escabulló de los labios del psicólogo, supo que podrían entretenerse en el ferry después de todo.
-Maldito. - protestó Jungkook.
-Tu maldito maridito. - Taehyung alzó la mano mostrando orgullosamente su anillo antes de posar los brazos sobre los hombros de Jungkook.
Sus miradas se cruzaron en un gesto cargado de confianza y ambos rieron antes de entrar en el ferry.
Las playas paradisíacas de Koh Tao los esperaban. Y la cama de su hotel.
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Hiiii!!!!
Segundo Cap de esta mini segunda temporada de The Dancer. Por favor no dudéis en dejarme saber si os está gustando.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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