“Esa suave voz tuya que me roza, por favor llama mi nombre una vez más. Aunque estoy parado bajo el gélido resplandor de la puesta de sol, caminaré hacia ti paso a paso.”
-Still With You (JK)

El último día en Tailandia estuvo envuelto en ese especial velo de amor que desde hace tiempo caracterizaba la relación de Jungkook y Taehyung. Cualquiera que los viese podría afirmar que era evidente que se querían, porque sus manos estaban juntas casi todo el tiempo y sus labios no obtenían consuelo en nada más que no fuese la boca del otro.

El amor no tenía fecha de caducidad, por mucho que los científicos se empeñaran en demostrar que este solo duraba un par de años. Ellos dos se amaban desde hace tiempo y sus planes comprendían solo el seguir amándose por mucho más, incluso si la pasión disminuía y las noches enteras de sexo acabarían dimuneyendo con el tiempo. Su cariño no se medía por la cantidad de placer físico que se regalaban, sino por los instantes que rodeaban su vida en pareja.

Había mucho más además de esa necesidad que los consumía por tocarse y mantenerse cerca casi constantemente. Eran felices con cosas tan sencillas como charlar acerca del libro que estaban leyendo o la comida que les apetecía probar al día siguiente. Bastaba con ser ellos dos, juntos cualquier cosa parecía ser mucho más bonita.

-¿Y si es una niña? - Taehyung metió algunas prendas de ropa en su maleta mientras observaba a Jungkook. - Me encantaría tener a una pequeña con los ojos tan brillantes como los tuyos, pero en el instante en el que su periodo llegue o… ¿cómo la guiaremos si necesita consejos sobre pastillas anticonceptivas? Maldita sea, si es una niña tendremos que estudiar mucho al respecto Jungkookie.

Jungkook dejó que una sonrisa recorriese sus labios a medida que encartaba las camisetas que estaban sobre la cama. Taehyung solía ser el ordenado de esa relación tiempo atrás, pero con el paso de los años y a medida que su ciclotimia disminuía, se había vuelto una persona más relajada con respecto al orden de las cosas. Por eso sus maletas tenían un aspecto completamente diferente, la de Tae rebosaba con recuerdos que había comprado en cada tiendecita con la que se había encontrado mientras que la suya mantenía un orden estable debido a que predijo que probablemente regresarían a Londres con algunas cosas nuevas.

Era bonito de alguna forma, ese sencillo detalle de la diferencia entre sus maletas y la forma en la que Taehyung parecía un poco exasperado cuando algo parecía no caber. Jungkook sabía que antes de irse probablemente tendrían que obtener alguna mochila para compensar las cosas, y sobretodo para que las cremalleras del equipaje de su marido pudiesen cerrarse bien.

-Creo que sus madres podrían ayudar en eso, les preguntaremos y aprenderemos todo lo que sea necesario. -Jungkook se acomodó sobre la cama con una pequeña sonrisa en los labios mientras observaba como Taehyung continuaba tratando de acomodar cada subenir dentro de esa maleta que ahora parecía más pequeña que nunca. - Ninguno de nosotros dos ha convivido el tiempo suficiente con una chica para conocer esos detalles, no sabemos cuánto duele el periodo o lo que es recomendable que use como método anticonceptivo seguro… Sin embargo sabemos que no basta con que ella se tome unas pastillas, es algo de dos y sería absurdo decirle que ella sola debe llevar la carga de protegerse. Que sepamos poco no significa que no podamos aprender desde el respeto y transmitirle eso a nuestra pequeña. - las manos de Jungkook dejaron la ropa para alcanzar la cintura de Taehyung y atraerlo hacia la cama, sin poder evitarlo su frente se posó sobre la barriga de su chico antes de que sus labios besasen con cariño la piel del torso de este. - Podremos hacerle saber que merece a alguien que la quiera tal y como es, sin importar el género de esa persona. Y podremos dejarle saber que apoyaremos sus decisiones pero también opinaremos desde la experiencia para caminar con ella a través de cualquier camino que decida seguir. - Kook hizo una pausa para volver a mirar a Taehyung. - Vamos a hacerlo lo mejor que sepamos. Podemos ser torpes, podemos fallar y por supuesto está completamente permitido que nos sintamos un poco perdidos al respecto. Sea una niña o un niño, vamos a amar cada parte de esa pequeña personita que llegará a nuestras vidas… Así que eso es todo lo que importa TaeTae. El cariño que le mostremos será más grande que cualquier intento de perfección por nuestra parte.

Jungkook sabía el miedo que causaba en Taehyung ser padre, así como sabía que este tenía tantísimas ganas como él de sostener al bebe en brazos. Los hermanos Jung habían convivido con una mujer enferma que se aprovechó de su nula mentalidad para atacar a sus hijos, ella no tenía nada que ver con Tae y él se encargaría de ayudarle a comprender que la ciclotimia jamás lo convertiría en un monstruo.

Porque incluso si de vez en cuando Taehyung se seguía asustando con el roce de un extraño en el transporte público o las multitudes le hacían sentirse enjaulado, aún si de vez en cuando una fase de euforia llegaba y dejaba más adelante el rastro de una corta depresión bajo sus preciosos ojos… No importaba. A Min Jungkook solo le importaba el hecho de que su pareja tenía un corazón puro en el que todavía residían algunos traumas e inseguridades que él había jurado ayudar a vendar y curar cada día.

Él había perdido a sus padres a una temprana edad, de la misma forma que de alguna manera Taehyung lo había hecho. Ambos estaban perdidos en muchos aspectos cuándo se trataba de seguir el concepto de figura paterna y materna, sin embargo podrían crear una familia desde cero a imagen y semejanza de lo que hubiesen querido tener. Un hogar repleto de cariño donde la principal materia sería mantenerse unidos pasase lo que pasase.

-Es bueno tenerte para poner mis pies sobre el suelo y recordarme que estamos en esto juntos. - Taehyung dejó que sus manos se colasen entre el cabello de la nuca de Jungkook antes de agacharse un poco para besar sus labios. - No sé si hubiese logrado formar una familia con otra persona que no fueses tú. Me conoces bien y eso sirve para que de alguna manera puedas detener mis pensamientos negativos cuando están comenzando. Incluso eres mi psicólogo ahora.

Jungkook no pudo evitar sonreír levemente ante las palabras de su pareja.

-Bueno, se supone que profesionalmente hablando no debería encargarme de llevar la terapia de mi marido pero hemos estado avanzando lo suficientemente bien como para arriesgarnos a que otra persona comience una terapia desde cero contigo. - Jungkook posó su mirada sobre la de Taehyung, sus ojos lo observaban con una expresión atenta y llena de admiración. - Así que vas a tener que aguantar las sesiones semanales por bastante tiempo. ¿Está bien?

-No tengo ninguna queja al respecto doctor Jeon. - bromeó Taehyung con sus manos todavía jugueteando con el cabello ondulado que resbalaba sobre el cuello de Jungkook.

Aquello era cierto, a Taehyung no le agradaban las personas desconocidas y eso había provocado que la mayoría de sus psicólogos se presentasen ante él casi como una pesadilla. Así que aunque sabía que médicamente no era correcto que Jungkook se encargase de su caso siendo su pareja… Tae no podría pensar en una sola persona más a parte de él, que pudiese hacerle sentir que una sesión de psicología liberaba su mente de presión. Con Kook a su lado él lograba hablar sin prisa ni presión, con otros psicólogos el miedo y la ansiedad no le permitían expresarse con la claridad necesaria.

Sus recuerdos eran menos dolorosos cuando se enterraba en el abrazo de Jungkook y sentía las manos de este acariciar la piel de su espalda lentamente, animandolo a seguir hablando solo si él quería hacerlo. Era menos complicado si su pareja curaba con besos cariñosos cada resquicio de llanto.

-Deberíamos aprovechar nuestro último día aquí, mañana por la tarde nos iremos y todavía no hemos ido a la bahía bioluminiscente de Maya Bay. ¿Quieres que llame para que nos apunten? Hoseok ha dicho que se ofrece a pagar una embarcación privada para nosotros dos. - las manos de Jungkook recorrieron la espalda de Taehyung, la piel suave y tostada del jinete contrastaba contra la suya más nívea y repleta de tatuajes alrededor de sus dos brazos.

-¿En serio dejarás que Hoseok y Yoongi lo paguen todo? Eso no es muy Min Jungkook de tu parte. - bromeó Taehyung.

-Es nuestra luna de miel. - Jungkook se encogió de hombros. - No quiero que una manada de turistas interrumpan nuestro momento romántico, si vamos a nadar entre plancton brillante entonces hagámoslo de la forma correcta. Solos y sin nadie que pueda molestar si decidimos hacer algo más que solo nadar.

Taehyung volvió a sonreír.

-Hemos comprobado que follar con arena de por medio es molesto. - sonrió. - Así que si vas a organizar algo privado para nosotros dos con la ayuda de mi hermano, dile que nos consiga una cama King Size en medio de alguna playa suficientemente privada.

-¿Esa es tu vena de chico rico saliendo a la luz? No es muy Jung Taehyung de tu parte.

Ambos sonrieron, dejando que las carcajadas llenasen las paredes de su habitación mientras se precipitaban sobre las sábanas blancas de la cama.

-El final de nuestra luna de miel merece un final grandioso, ¿no crees Jungkookie?

Jungkook posó un suave beso sobre la mejilla de Taehyung y asintió mientras envolvía sus piernas alrededor de la cintura de este.

-Vamos a comer algo, llamaré a Hoseok para decirle que nos consiga el mejor lugar posible. Voy a encargarme de que tengas el mejor final de luna de miel que puedas llegar a imaginarte. Robaré tu puesto de romántico y conquistador oficial en la relación. - la mano derecha de Jungkook se posó sobre el pecho de Taehyung y acarició la piel de este a medida que acercaba su boca hasta su oído. - Solo tienes que prometer que me lo agradecerás con una follada intensa.

Taehyung no pudo evitar relamerse los labios, era impresionante la forma en la que Jungkook todavía lograba que se estremeciese con solo unas palabras.

-Bien, espero que después no te quejes si no puedes salir a correr o a hacer ejercicio, porque voy a joderte tan fuerte que ni siquiera podrás gemir con claridad.

-Bien. - Jungkook sonrió, dejándo que sus labios vagaran por el tatuaje del cuello de Taehyung sin prisa. - Estoy deseando que lo hagas. Yo estaré a cargo del romanticismo y tú del juego posterior.

-Trato hecho. - susurró Taehyung, cerrando sus ojos y disfrutando de la caricia que los suaves labios de Jungkook arrastraban sobre su piel. Desde el cuello hasta el centro de su pecho, unos minutos después más y más y más abajo.

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Holiiii!!

Una vez más pido perdón por la tardanza pero se me ha estado haciendo complicado mantener el ritmo de actualización baes.

Un beso,
os amo
Mel
💜