" Nunca dejaré tu lado mi amor. De pie justo a tu lado es suficiente, cuenta conmigo si sientes cualquier dolor. Llámame, correre a ti de nuevo. "

- Let's Love
(David Guetta, SIA)

Jung Taehyung en ocasiones todavía se preguntaba cómo era posible que Min Jungkook siguiese a su lado después de tantos años, aquello era algo que por mucho que lo intentaba no terminaba de comprender. Jungkook era una persona repleta de sorpresas, pero sobretodo alguien que había ido evolucionando con el paso de los años. Incluso si de vez en cuando su paciencia decaía o si todavía tendía a llenarse de trabajo hasta que el estrés lo obligaba a desacelerar, había crecido en multitud aspectos.

Sus facciones eran mucho más maduras ahora, también había un mayor nivel de conocimiento y experiencia acerca de la vida en su mente. Y por supuesto estaba ese hecho que Taehyung tanto amaba, Jungkook estaba más abierto a quererlo sin condiciones que nunca antes.

Los dos habían atravesado momentos complicados, los dos se habían sentido en el borde del precipicio en multitud de ocasiones y los dos llegaron a dudar de sí mismos debido a la sociedad asfixiante que a menudo los envolvía. Sin embargo había algo que nunca cesaba de hacer sus días mejores, ambos estaban recorriendo la senda juntos y sosteniendose el uno en el otro para no tropezar ni resbalar cuando el terreno se tornaba cuesta arriba.

-¿Vienes a nadar? - la sonrisa de Jungkook se amplió a medida que envolvía los dedos de su mano alrededor de la muñeca de Taehyung.Las gotas resbalaban de su flequillo mojando así la piel expuesta del contrario, quién no tardó en protestar llevando las manos hasta la cubierta de su libro para protegerlo lo máximo posible del salitre del mar. - Venga, has estado tumbado a la sombra por al menos dos horas. Suelta ese maldito libro y prestale algo de atención a tu marido.

-Mi marido debería saber que estoy demasiado enganchado a esta historia como para permitirme dejar un capítulo a medias. - protestó Taehyung, notando como Jungkook exprimía la tela del bañador sobre una de sus piernas con una sonrisa aniñada y esa bonita expresión traviesa que brotaba de sus labios cada vez que bromeaba. - Kook, realmente me estás haciendo enfadar.

Pero aquello no era cierto, Taehyung había aprendido a amar cada broma bienintencionada de su pareja.

-Tu marido quiere disfrutar un poco de ti, nos quedan pocos días en Tailandia. Así que ven a nadar conmigo o traeré un cubo lleno de agua y te impaparé ese bonito cabello rizado tuyo.

Marido. A pesar de que ya había pasado casi la totalidad de su luna de miel, Taehyung seguía sintiendo mariposas en el estómago al escuchar esa palabra fluir de los preciosos labios de su pareja. Amaba cada parte de ser el marido de Min Jungkook y lo amaba a él, completa e incondicionalmente. Aquello iba mucho más allá de un título o una sensación de pertenencia mutua, significaba que su amor era lo suficientemente fuerte y real como para querer llamarse el uno al otro esposo. Era un compromiso que por suerte mantendrían de por vida, el inicio de una familia con la que habían soñado durante gran cantidad de años. Una familia que por fin él mismo estaba seguro de iniciar.

Taehyung observó el anillo brillar sobre los alargados dedos de las manos de Jungkook. Su marido, lo eran. Incluso si a veces todavía le costaba un poco creerselo, no importaba cuantas veces se pellizcase la piel del brazo para comprobar si estaba dormido. Aquello no era un sueño, esa persona que había sido su novio durante años lo estaba llamando en ese preciso instante “marido”.

-Kooook… - protestó, notando como ahora las gotas de agua salada empapaban su estómago mientras Jungkook removía su largo cabello con la mano derecha. - Para de agitar tu melena, harás que las páginas de mi libro se queden arrugadas por el agua. Si llega a romperse te juro que…

-Tae, estamos en nuestra luna de miel. Podemos hacer cualquiera de esas cosas que se narran en tu preciado libro, ¿no están los protagonistas casi todo el tiempo en la cama? No tienes que leerlo, yo puedo estar contigo a todas horas en la cama si eso es lo que quieres. - Jungkook estaba bromeando, eran pocas las ocasiones en las que ellos dos se enfadaban. Él conocía el amor de Taehyung por las novelas románticas homoeróticas, así que en consecuencia había empezado a amar ver las reacciones de este mientras leía : la manera en la que su ceño se fruncía cuando pasaba algo que no lo convencía del todo, sus sonrisas bonitas cuando un dialogo le causaba la risa o simplemente sus mejillas sonrojadas mientras leía una escena erótica que ni siquiera se comparaba a lo que hacían ellos dos en la cama. - ¿No te vas a rendir?

Taehyung le sacó la lengua a su pareja, dejando escapar una carcajada cuando Jungkook removió su cabello de nuevo para mojarlo con las gotas de agua salada.

-Tienes que pasar más tiempo con tu marido.

-Estoy todo el día con mi marido. - Taehyung acarició el anillo sobre su dedo. - Y amo cada segundo a su lado, pero me apetece continuar con la lectura un poco más.

Admirar el anillo sobre su dedo y juguetear con este se convirtió en un entretenimiento autómatico durante esa semana. Habían sido días preciosos a pesar de las malas situaciones que le jugó su mente, continuaban siendo días llenos de felicidad. Y a veces Taehyung tenía la sensación de que ellos dos ya habían atravesado las fases más difíciles, porque de repente ya nada parecía ser un impedimento para ambos.

Ahora solo tenían que vivir. Dejarse llevar juntos, unidos.

-Solo un capítulo más e iré contigo a nadar, ¿por qué no te recuestas por un momento a mi lado? Te has pasado la mañana en el agua.

Jungkook sonrió, una de esas sonrisas que llenaban por completo su cara y de alguna manera provocaban ese precioso brillo en sus bonitos ojos. Con las gotas del agua salada resbalando todavía por su cuerpo, Kook se apretó contra Taehyung en la hamaca de playa y llevó los ojos hacia el libro que su esposo se encontraba leyendo.

-No tienes remedio, Min Jungkook.

-Podemos leer juntos, ¿no es así? - Jungkook depositó un suave beso contra la barbilla de Taehyung y se acomodó de nuevo, pasando la cabeza bajo los brazos alzados de este que todavía sostenían el libro en alto.

Su mirada contempló las mismas líneas y palabras que la persona que amaba durante varios mínutos, leyó con él hasta que inevitablemente el sueño llegó a su cuerpo y un bostezo escaló hasta su boca. Jungkook escondió la cara en el hueco del cuello de Taehyung buscando la agradable sensación de encontrarse completamente hundido entre sus brazos, como hacía cada noche cuando los dos se dormían.

-Hueles bien. - sonrió, su nariz olisqueando el olor a piña que la bebida sobre la mesa de playa había dejado impregnado cerca de los labios de Tae.

Taehyung le devolvió la sonrisa, finalmente dejando el libro a un lado para poner toda su atención sobre Jungkook quien ahora volvía a esconder su cara contra el hueco de su cuello.

-¿No querías que fuese al agua contigo? - preguntó, su mano acariciando cariñosamente la curva de la cintura de Jungkook antes de desplazar la yema de sus dedos a través de la espalda de este.

-Antes. - susurró el psicólogo, disfrutando de cada caricia lenta que el jinete depositaba contra la piel de su cuerpo. Las manos de Taehyung jamás dejarían de tener ese embriagador efecto en él. - Pero ahora me apetece dormir un poco, no te muevas demasiado.

Las olas rompían tranquilamente contra la orilla de arena blanca de la playa, el sol iluminaba el mar creando bonitos reflejos en cada zona en movimiento, los pájaros escondidos entre las ramas dejaban que su canto acompañase el buen tiempo y los árboles les aportaban sombra a dos chicos que dormitaban abrazados sin que nada más salvo ellos y su amor importase. En otro momento de sus vidas quizás ambos habrían tenido demasiadas cosas en la cabeza como para lograr mantenerse tan sumamente tranquilos, sin embargo en ese instante su vida parecía a punto de comenzar de nuevo. Ambos empezarían un emocionante camino repleto de nuevas emociones, que prometía llenar de felicidad sus días.

-He pensado en un nombre. - susurró Taehyung, su mano ahora acariciaba el cabello azabache que resbalaba sobre la nuca de Jungkook, todavía humedo y levemente ondulado. - Para el pequeño, si es un niño... me gustaría que se llame Soobin. Aunque supongo que deberíamos hablarlo con sus madres antes de pensar en nombres. De todas formas es pronto, ¿no es así?

Jungkook levantó la mirada, sus ojos brillantes inspeccionaron el rostro sonriente de Taehyung antes de que las lágrimas comenzaran a acumularse en sus lagrimales. El sentimiento de alegría llegó de forma inesperada y lo golpeó mientras se lanzaba hacia los labios de Tae en busca de un beso cariñoso. Con los brazos del hermano de Hoseok todavía envolviendo su cintura en un agarre férreo.

-No es demasiado pronto. - Jungkook apoyó su frente contra la de su pareja, le encantaba sentir su cuerpo temblar de alegría cuando se trataba de Jung Taehyung. - Y no sabes todavía lo feliz que me haces al dejarme saber que estás pensando en un nombre para nuestro bebé. Soobin suena bien, es perfecto.

La mano de Taehyung recorrió la nuca de Jungkook, disfrutaba de la forma en la que su marido lo observaba. Repleto de felicidad bonita, de esperanza y amor.

-Te amo Min Jungkook.

-Te amo Jung Taehyung.

Y aunque continuaban pronunciando esas palabras cada día, ellos no temían que el significado pudiese llegar a gastarse. Porque tal y como narraban los anillos en sus dedos, su amor era grande.

--------------

Hiii!!

Una vez más pido disculpas por la tardanza con esta fic pero a veces no logro encontrar el tiempo por ningún lado.

Espero sinceramente que os haya gustado el capítulo.

Un beso,
os amo
Mel
💜