Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1

Capítulo 1.

“ Ni siquiera tenía un nombre hasta el momento en que te conocí. Me diste amor y ahora te has convertido en mi razón.”
- BTS Jin (Moon)

Jungkook dejó a un lado el diploma encuadrado que estaba sosteniendo en sus manos y se giró hacia la puerta de su consulta, ni siquiera necesitaba mirar para saber de quién se trataba. Un radiante Taehyung caminaba hacia él con una sonrisa mientras sostenía en sus manos una caja repleta de esos dulces que siempre compraban en la pastelería que se encontraba a unos minutos de su casa. Tras depositar un suave beso sobre sus labios este se acostó sobre el diván que a menudo usaba con sus pacientes, como si todo el lugar le perteneciera.

-Hola a ti también. - dijo divertido.

Jungkook volvió a sonreír terminando de colgar el diploma mientras Taehyung disfrutaba de la comodidad del caro sillón. Él ni siquiera necesitaba tocar la puerta antes de entrar en su consulta, de algún modo era su paciente y no lo era a la vez. Incluso si Kook trataba su ciclotimia para asegurarse de que ninguno de los síntomas remitiesen con fuerza, a menudo terminaban hablando de temas cotidianos más ligados a su vida en común que a lo que un psicólogo y paciente contemplarían dentro de cualquier terapía.

-He pensado en un lugar para nuestra luna de miel - Taehyung habló mientras abría la caja repleta de macarons invitando a su pareja a obtener alguno de estos - ¿Qué opinas de Tailandia? Las playas son realmente bonitas, hay lugares verdes repletos de naturaleza y bueno, a juzgar por todas esas series BL* que hemos visto parecen suficientemente abiertos como para soportar a una pareja gay andando por la calle de la mano sin que tengamos que permanecer en Europa.

Jungkook sonrió acercándose a Taehyung para depositar un cariñoso beso en su frente tras apartarle el flequillo de la cara. Nunca se había considerado ese tipo de chico gay que apoyaba series y artistas homosexuales solo por el hecho de que pertenecieran al colectivo, pero Tae lo era y de alguna manera ver aquellas series en las que el contenido principal era el romance entre dos hombres se había convertido en algo para compartir. Algo suyo, de los dos. Una rutina que practicaban cada noche después del trabajo, cuando  estaban cansados y el hecho de poder abrazarse bajo las mantas de su cama mientras compartían opiniones, les ofrecía gran felicidad.

La distancia que habían tenido que sufrir mientras él realizaba el servicio militar parecía lejana ahora que por fin podían estar juntos de nuevo, en Londres, en su hogar y con un proyecto de futuro en común.

-Me gusta la idea pero recuerda que lo pagaremos a medias lindo, me va bien como psicólogo así que quiero colaborar con todo por una vez y mientras no nos pasemos podré hacerlo. Tanto en lo que respecta a la boda como a lo que envuelve la luna de miel. ¿Te agrada Tailandia? Entonces iremos a Tailandia, pero lo prepararemos los dos en función de lo que podemos alcanzar. ¿Trato hecho?

Taehyung rascó su nuca con los ojos clavados en Jungkook, una sonrisa traviesa que puso completamente alerta al psicólogo brotó de sus preciosos labios.

-En realidad, Hoseok ha dicho que su regalo de bodas será pagar nuestra luna de miel y ha dejado claro que no va a aceptar un no por respuesta. - Taehyung lo observó por unos segundos. - Así que no entres en pánico por nuestra economía. Es algo que debemos disfrutar, después de todo espero que solo nos casemos una vez en nuestra vida. O varias, si es contigo nuevamente. - un pequeño sonrojo llegó hasta las mejillas del jinete - Bueno… ¿Qué dices?

Taehyung se recostó cómodamente sobre el diván, dejando escapar una sonrisa de complicidad. Ahora que vivían por sí mismos los lujos no eran parte de su rutina pero era inevitable que en alguna ocasión los regalos llegasen por parte de Hoseok y Yoongi. Como si estos pensasen que su humilde a la par que cómoda vida fuese difícil.

Por suerte ambos se la ingeniaron para tener el suficiente dinero para vivir bien y un poco más. Jungkook estaba empezando como psicólogo y aunque el lugar que había alquilado todavía era algo pequeño, el alquiler era justo y sus ingresos bastante buenos. Tenía clientes que constantemente regresaban debido al buen trato recibido y a los progresos que sentían. Por su parte Taehyung había abierto esa escuela de caballos que tantas sonrisas ponía en sus caras, Kook adoraba colarse en sus lecciones para comprobar cómo su pareja enseñaba a cada niño o adulto con total profesionalidad y paciencia. Incluso si Tae seguía actuando con esa pequeña compañía y llenando las salas de Londres de vez en cuando, los caballos eran su verdadera pasión.

Su casa no era enorme pero sí acogedora, estaba repleta de cosas que gritaban que ellos dos pertenecían a ese lugar. Desde las fotos enmarcadas hasta los CDs que reposaban sobre la estantería en conjunto con los libros de psicología.

Ambos disfrutaban de su hogar tal y como era.

-No voy a rechazarlo. Si quiere darnos eso como regalo, estoy feliz de aceptarlo.

Taehyung sonrió ampliamente comprobando como Jungkook obtenía finalmente uno de los dulces de la caja y se lo llevaba a la boca. Los dos habían progresado en gran cantidad de aspectos y el hermano de Yoongi ahora era mucho más fácil de convencer cuando se trataba de aceptar regalos. Por suerte su mente ya no creaba la falsa ilusión de que más adelante tendría que devolver los favores, al menos si se trataba de su familia.

Los dos se miraron por unos segundos antes de que Jungkook ampliase su sonrisa, esa extraña sensación de cosquilleo al ver a Taehyung todavía no había desaparecido de su organismo. No importaba lo mucho que la ciencia se empeñara en afirmar que la pasión tenía fecha de caducidad, porque en ese instante ver a su pareja allí con él charlando tranquilamente acerca de una luna de miel que pronto los dos compartirían, aquello, lograba que se sintiese más apasionado que nunca.

-Te quiero. - la voz de Taehyung atravesó sus miradas y este se levantó para avanzar hacia Jungkook, quien rodeó con los brazos la cintura del jinete en un acto cariñoso. - Y estoy deseando poder decir abiertamente que no solo eres mi prometido sino mi marido.

Jungkook sonrió antes de apoyar su barbilla contra el estómago de Taehyung y alzar la mirada hacia este. No se arrepentía de haberlo intentado, de haberle dicho aquella vez hace tantos años que sería su novio incluso cuando en aquella época creía no estar enamorado. Si se hubiese negado a intentarlo su vida probablemente fuese miserable, ya no lograba imaginarse a sí mismo sin alguien como Tae a su alrededor. Sin esa persona que cada mañana rodeaba su cuerpo en un abrazo repleto de calidez y dejaba fluir un beso lento antes de que ambos se fundieran el uno contra el otro en la ducha.

Con Taehyung todo era hermoso, desde el hecho de compartir un café juntos tras vestirse, hasta el instante en el que coincidían regresando a casa para comer tras una mañana ajetreada. Muchos podrían creer que estaban demasiado apegados, que eso destrozaría la magia en algún instante pero ellos todavía sabían darse un tiempo para sí mismos de vez en cuando y los dos años de distancia durante la estancia de Jungkook en el ejército habían ampliado mucho más su necesidad por mantenerse de forma constante en contacto.

Se amaban, eso era todo lo que hacían a cada hora y cada día.

-No tengo más clientes hoy y le he dicho al recepcionista que podía irse a casa. - susurró Jungkook - ¿Por qué no buscas en el cajón de mi despacho y nos divertimos un poco juntos? Nunca lo hemos hecho en mi consulta.

Una sonrisa traviesa atravesó los ojos de Taehyung. Sus manos se desviaron hacia la corbata de Jungkook para deshacerse de esta y poder contemplar el bonito tatuaje sin problemas.

-Cuando te dije que necesitabas comprar más lubricante no pensé que lo harías tan rápido. ¿Cómo has sacado tiempo si tenías la mañana ocupada hasta ahora?

Jungkook sonrió pasando sus manos por la piel suave de la espalda de Taehyung bajo la camiseta de este.

-Quizás le he pedido un pequeño favor a mi recepcionista, y quizás él se ha ido un poco antes de tiempo porque sospechaba lo que podría pasar.

Taehyung abrió los ojos incrédulo antes de que una carcajada se asomase a sus labios.

-¿De verdad has mandado a tu recepcionista a comprar lubricante? Eso tiene que ser algo ilegal Jungkookie…

-Y condones de sabores, uno tiene sus trucos. Tú también estabas ocupado esta mañana y aunque podemos usar otras tácticas lo prefiero con lubricante. No hemos tenido nuestra sesión mañanera.

Taehyung se limitó a sonreír de nuevo, sabía que su pareja solo estaba bromeando pero amaba el hecho de que hablar de algo así con él fuese tan sumamente sencillo. Como si no hubiera ningún tipo de barrera obligándolos a permanecer tras ciertas líneas. Simplemente podían conversar y hablar de todo aquello que les apetecía sin tener que sentirse avergonzados.

-Por eso te dije que deberíamos adaptar la casa, sería bueno si tienes tu propia consulta allí y…

-Si hiciera eso tendría un único paciente durante todo el día. - fingió protestar Jungkook - Ahora dame lo que necesito, ha sido un día agotador.

Taehyung dejó escapar una sonrisa antes de caminar hacía el despacho de Jungkook y rebuscar en los cajones.

-Entonces mi bebé necesita un premio por haber trabajado tan duramente.

-Que bien me entiendes. - sonrió Jungkook.

La boda que Taehyung y Jungkook planearon era íntima en todos los sentidos, tanto que solo las personas más importantes de su vida se encontraban entre los invitados. Los dos se dijeron lo mucho que se amaban en una pequeña cala donde el mar rompía con fuerza cerca de sus pies, sus anillos brillaban debido al sol del último mes de verano y sus ropas eran blancas a la par que flojas, de manera que la leve brisa movía sus camisas sin demasiada dificultad.

-Sí, quiero. - pronunciaron a la par.

No les molestó la arena a ninguno de los dos, ni tampoco el agua salada cuando corrieron hacia el mar para hundirse juntos mientras compartían una carcajada dejando que el fotógrafo captase el instante en que se besaban con mucha más pasión de la que todos sus invitados esperaron ver. Taehyung había colado sus manos en el cabello levemente largo de Jungkook mientras este lo abrazaba por la cintura y sus labios se rozaron antes de profundizar el toque hasta que los dos sintieron que era demasiado. Incluso si el agua les llegaba hasta un poco más de la cintura, ambos supieron que era necesario detenerse antes de que el pequeño fetiche de Kook aflorase con la gente todavía mirándolos desde la orilla.

-Estuviste cerca. - bromeó Taehyung alcanzando las manos de su ahora marido para observar el anillo. Sus labios sabían a sal por el mar. - Solo unas horas, unas horas y tendremos una semana entera en Tailandia para los dos. Sin trabajo, ni nada que pueda entretenernos. Tú y yo.

Jungkook asintió imaginando aquella bonita escena en su cabeza. Al fin lo habían hecho, por fin estaban juntos en todos los sentidos posibles. Incluso si en muchos países su matrimonio no sería válido, lo era en el lugar en el cual decidieron que querían pasar el resto de sus días.

No había nada ni nadie que pudiese detener ese sentimiento de intensa felicidad que se esparcía por sus cuerpos, incluso horas después cuando se encontraban hablando animadamente con sus hermanos o moviéndose a través de las mesas de los invitados, sus manos jamás se soltaron.

-Irradias felicidad. - Yoongi sonrió dando un pellizco al brazo de su hermano mientras Taehyung parloteaba felizmente con uno de sus amigos - Supongo que después de todo has logrado el futuro que querías, me alegra verte así Jungkook. Espero que seais felices por mucho tiempo.

Aquello era tan cierto que Jungkook sintió que un llanto lleno de felicidad amenazaba con llenar sus ojos de lágrimas. Todo lo que había soñado era eso y nada más ni nada menos. Su pareja, el trabajo que amaba y un hogar al que regresar cada día.

-Por el resto de nuestros días. - corrigió Taehyung abrazando por los hombros a su marido y posando un sonoro beso sobre la mejilla de este. - Lo dice en nuestros anillos también.

Jungkook asintió, en otra época de su vida ver a una pareja como la suya probablemente le habría resultado estúpido y demasiado azucarado, pero su historia con Taehyung era mucho más que un par de momentos dulces. Ahora que finalmente eran felices, quería disfrutar por completo de ello. Plenamente, como su marido había dicho : hasta el fin de sus días.

JUNG TAEHYUNG AND MIN JUNGKOOK, FOR THE REST OF OUR DAYS.









--------------------
Holiiii!!!

No podía esperar a mañana así que decidí publicarlo ya. De todos modos… en Corea ya es 1 de Septiembre, no?

Feliz cumpleaños Jeon Jungkook!!!

Espero que os haya gustado. Amaré saber vuestras opiniones baes.

Un beso,
Mel
💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro