Tras la operación rin despertó un par de horas después, Sisel entró para explicarle sobre su estado, al terminar de escuchar apretaba con fuerza las sábanas, Sisel salió de la habitación dejándola sola, las lágrimas caían de su rostro, trataba de mover sus piernas estas no se movían, entre rabia  jalo la sabana, tomó sus pies poniéndolos en la orilla de la cama, trataba de moverlas nuevamente al no poder hacerlo apretó la bata con fuerza.

Las enfermeras llegaron para volverla a acostar, las horas pasaban lentamente, en esa camilla rin perdía toda esperanza de salir de ese lugar, completamente decidida, se quedó quieta sin moverse, su mirada se perdía en el cristal, veía pasar las camillas de otros pacientes.

DARLIN que observaba desde afuera, notaba su desesperación de salir de ese lugar, después de días le dieron el alta a rin, podía salir del hospital con silla de ruedas, Shiro llevo a ambas al qué sería su nueva casa.

Era una pequeña cabaña lejos del pueblo, estaba lleno de flores, la brisa era suave, al bajar del auto ambas dieron gracias entrando a la casa.

Al llegar rin no decía ni una sola palabra, no comí nada en el día, su rutina era estar viendo la ventana todo el tiempo, el silencio duro semanas, su cuerpo estaba pálido, perdió grasa muscular, se lograban notar su falta de espíritu.

DARLIN sabía que no duraría mucho de esa manera, el silencio llenaba la casa, ella sacaba a rin al jardín para sentir la brisa, cariñosamente le hablo.

DARLIN: este paisaje me recuerda a nuestra primera casa, tu padre y yo solíamos hacer días de campo afuera mientras dormías en su regazo, las diversas exploraciones que hacíamos,

Rin no decía nada, la brisa movía su cabello, DARLIN la miraba tiernamente.

DARLIN; hace mucho no tenías el cabello tan largo, recuerdo que tomabas la máquina de tu padre para cortarlo, eras una niña traviesa.

Soltaba pequeñas carcajadas, esperando una respuesta por parte de rin, ella quedaba inmóvil.

DARLIN: rin se que es difícil estar en esta situación, pero se que ambas podemos lograrlo,  no voy a dejar que decaigas, puede que no lo haya logrado con tu padre, pero no es lo mismo que con el.

Rin volteó a ver su madre, trataba lentamente de decirle algo

Rin: ¿como fue que él murió?

DARLIN sorprendida, le dio una sonrisa para después terminar con un suspiro

DARLIN: tras un accidente quedó inmóvil, estaba recostado en cama todo el tiempo, la mayor parte del tiempo estaba cuidándote que lo deje de lado.

Rin: entiendo, lamento causarte problemas todo el tiempo.

Darlin se puso de pie, camino al frente de ella, acarició suavemente la mejilla de su hija.

DARLIN: rin nunca me has causado problemas, eres lo mejor que pudo haberme pasado.

Abrazo a rin dejando caer lágrimas, se alejó de ella, tomó sus manos y seriamente se dirigió a ella.

DARLIN: creo que llegó el momento de darte algo.

DARLIN entró a la casa, rin la seguía con la mirada, después de varios minutos ella salió trayendo una pequeña caja, suelta un suspiro dándole la caja a rin, ella lo tomó y lentamente lo abre, en ella se encontraba una nota, junto con varias joyas, al igual que varias cartas.

Rin: ¿que es esto?

DARLIN: eso estaba junto contigo la vez que te encontré, solo estaba una nota, en ella estaba escrito que volverían por ti, pero nunca llegaron.

Rin sorprendida apretaba la caja con fuerza, en eso un reflejo llamó su atención, hacia a lado las cosas hasta sacar un condije, al abrirlo estaba la fotografía de una mujer vestida de novia, tenía el cabello blanco como la nieve y unos ojos color castaño.

Rin: ¿quien es ella?

DARLIN: no lo sé, eso estaba en tu cuello, pero puedo deducir que es tu madre, se que tuve que entregártela antes, pero no quería que te fueras a buscarlos.

Rin apretaba con fuerza el condije, lo volvió a dejar en la caja, la tapo para después dejarla a un lado.

DARLIN: rin se qué tal ves te dejaron, pero en la nota estaba escrito que tus padres estaban en peligro y no podías estar con ellos, deduciendo por el condije el que te dejó en mi puerta allá sido tu padre, puede que por él tengas estos poderes.

Rin: no me importar quienes eran yo solo quiero regresar a casa, que todo sea como antes.

Las lágrimas caían de su rostro, DARLIN corrió a abrazarla

DARLIN: vamos a salir de esto te lo prometo.