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.୭༷ OUR COLORS

Capítulo Final

Inhala aire cargado en rojo. Al mismo tiempo, la carne arrullada contra su pecho se estremeció; tembló antes de apachurrarse aún más, quería convertirse en su segunda piel, incluso, deseaba sentir al bondadoso corazón ajeno latir dentro de sus propias costillas.

Realmente amaban la sensación del reencuentro y unión que flotaba en la habitación. Era como ser acariciado con plumas y besado por unos labios hechos de caramelos.

BeomGyu sentía al fuerte color arder con emoción y no solo en las venas, eso no sería suficiente alcance para describir lo que experimentaba; porque no solo se extendía más allá de su barbilla, y más allá de su inexistente visión. Era todo él quien ardía y flotaba.

Dimensión, TaeHyun es, definitivamente, otra dimensión. El precioso mundo por el cual esperó largos días, semanas, meses y un par de años para volver a conectarse de esta forma tan cercana. No había descripción que encajara con el amor que nunca se perdió, aún con el infernal tiempo que pasó. Así que, si solo dejaba que el rojo lo dominara, sería una pésima elección.

Aún más si la composición de su pareja eran puras estrellas rebosantes de intenso brillo en esos momentos.

Sin conseguir reprimir su instinto se permitió deslizar las yemas por el largo de la espalda desnuda de su pareja; haciéndolo retorcer un poco cohibido y fascinado. — TaeHyun… — murmuró roncamente, guiando los cabellos que encontró detrás de la oreja roja y avergonzada.

— ¿Soy tu inspiración? — cuestionó cómodamente desde el cuerpo ajeno tras escuchar su nombre. Levantó su propia mano para guiarla hasta la mejilla contraria, dejando que la palma que tocaba lo bajo de su cadera siguiera su curso —. En el libro hablas de un bonito universo que te prefiere y protege. Por casualidad, ¿soy yo?

BeomGyu soltó una ligera risa al oírlo —. ¿Qué te hace pensar eso? — Acarició los dedos que estaban en su mejilla, y las atrajo para besar el costado de cada una —. ¿Me prefieres y me proteges? — preguntó tras sonreír, procurando que las falanges sean el escondite especial de sus labios.

— Quizás soy egocéntrico  — susurró un poco tímido, y pese a que BeomGyu no puede observar su expresión, sintió la necesidad de ocultar la cara en el cálido pecho del mayor —. Ah, cielos.

La maliciosa sonrisa pícara seguía sin extinguirse de sus labios, y se ensanchó aún más ante la queja avergonzada de TaeHyun, quien también se removió para escaparse de sus brazos. Por supuesto, no lo dejó separarse de él; en su lugar, se propuso a envolverlo y abrazarlo fuertemente.

— Solo estoy jugando contigo — confesó en un intento de tranquilizar su necesidad de huir. Lo acarició y con el Alfa cubriendo casi todo el cuerpo del azabache, cayeron de costado. En ningún momento soltó al menor —. Después de tu partida... ¿de quién es que empecé a escribir? ¿Uhm? No estaba seguro de ser bueno en ello, o tener siquiera un buen tema del cual narrar; pero pude terminar mi primer libro gracias a ti. Solo debía recordar tu aroma, tu risa, el calor de tus manos, todo tú para que las palabras fluyeran sin problemas.

TaeHyun apresó el cuello del mayor con ayuda de sus brazos, cerró los ojos suspirando por lo dulce que consideraba las respuestas de su pareja —. Tú siempre fuiste y eres capaz de cumplir cualquier cosa que te propongas. Estoy seguro que de cualquier forma hubieras encontrado tu vocación — dijo convencido y contento de poder estar recostado con BeomGyu en una cama que ya no era solo suya. Alzándose acarició sus narices juntas y abrió los ojos —. Aunque me sorprendiste, no pensé que te gustara escribir. En los primeros meses que nos conocimos, o empezamos a salir, no lo mencionaste ni una sola vez.

Tras la última respuesta de TaeHyun se estableció un silencio momentáneo. Pacientemente, el menor esperaba a que el mayor continúe la charla. A pesar de que empezaba a parpadear pesadamente, se esforzaba por permanecer despierto y animado. No deseaba perder ningún instante de esa noche tan especial para él, resistiría todo lo que su cuerpo pudiera. Quería hablar, besarse, acariciarse y reír con BeomGyu. Recuperar el tiempo que no pudieron compartir juntos físicamente.

— Fue por mi padre — susurró el Alfa de manera improvista, TaeHyun prestó atención de inmediato, acallando sus bulliciosos pensamientos; dando paso a un verdadero interés por atender las experiencias del hombre que ama —. Él dijo que no siempre estarías a mi lado para ayudarme. ¿Acaso eso no es natural? Hay momentos que debemos aprender a levantarnos solos, pero lo que sí me dejó pensando mucho tiempo fue, si yo podría ayudarte a ti. Nunca dejé el extremo en el que debía ser ayudado, es como si debiera esperar que las personas vengan a ayudarme en cualquier situación; mas nunca esperan recibir ese mismo apoyo provenir de mí. Yo solo… quería ser alguien en el que pudieras apoyarte.

Las comisuras del menor temblaron en sentimiento, y antes de emitir palabra alguna, alzó lentamente su rostro en busca de los labios del mayor, hizo que su cara se frotara en la contraria, delineando el duro contorno de su mandíbula, la calentura de sus pómulos y tras presionar los largos dedos que sujetaban la esquina de su cintura; alineó conmovido sus bocas. Inevitablemente lo atrajo a un beso tranquilo. Muy al contrario de su interior que se retorcía en alegría y afecto; su cuerpo se adormecía, esperando que en algún momento consiga fundirse entero en el Alfa de cabellos bicolor.

Inició ligero, sin abrir mucho los labios, solo amoldado a la frescura sobresaliente de su aliento, succionando cortamente para disfrutar del acto de obtener dentro de su boca una parte del Alfa el cual saborear. Mordisqueó y extendió la entrada del interior de su boca cuando BeomGyu los atrajo más cerca.

Le siguió el ritmo, y con su anatomía solo cubierta por una sábana arrugada, pasó una pierna sobre su cadera, y aún ardiendo por la combinación de besos profundos e increíblemente sosegados que nublan su mente y maximizan su sensibilidad; se esforzó para conectar con el brazo atrapado entre el pecho de su pareja y el suyo, el cual se había convertido en un debilitado puño bañado en sudor.

Respiró inquieto y entumecido, a duras penas consiguiendo volver a la posición que deseaba. De alguna manera le encantaba recostarse encima del mayor, estando los dos desnudos y solo escondidos tras una delgada sábana.

— Si te digo que me has ayudado mucho más de lo que crees, ¿pensarás que te miento? — apacible cuestionó, su tono endulzado con un vibrante tono.

— Sí — respondió al instante. BeomGyu soltó una risa disimulada poco después, le causó gracia el suspiro nada tolerante de su Omega con ojos cielo. Estiró el brazo y tiró de él que se había sentado sobre su abdomen, acomodando su cabeza en su hombro derecho, le besó en algún lugar al azar del rostro —. Pero, no es que no crea en lo que dices. Solo no siento que te haya apoyado realmente.

Sin mover la barbilla, TaeHyun alzó los ojos, sus párpados arrugándose detrás de sus cortas pestañas negras. La sonrisita que esbozaba no se desvaneció en ningún minuto, y se alargó en desmesurado cariño. Guiando a su índice, la envió a dar pequeños toquecitos a la mejilla acanelada —. Eres malvado conmigo, casi nunca aceptas mis elogios y agradecimientos.

— Y, aún así, sigues lanzándome elogios a cada hora, ¿cómo puedo lidiar contigo? Nunca me haces caso — se quejaba en son de broma. Y bufó para añadir dramatismo. TaeHyun revoloteó los ojos, porque mientras lo criticaba tenía el descaro de hundirse en sus cabellos e impregnarse de su aroma.

El Omega le pellizcó la barriga y el Alfa saltó sorprendido. — Oye, sigo aquí — mencionó, sonando ofendido. Sin embargo, no se apartó cuando BeomGyu, carcajeando, buscó besarlo tras decirle que solo jugaba. Definitivamente eso le robó otra sonrisa que trató de reprimir y por supuesto, el intento no hizo más que fallar —. Siempre lo digo sinceramente.

— ¿Uhm? — Con las frentes unidas y despejadas de cabellos, el Alfa bicolor se centró más en sus pieles que no logró oír lo último que le dijeron.    

Los cortos hilos azabaches y tintados se entremezclaban sin que ninguno de los dos se diera cuenta, bailaban arriba del vestido colchón.  

— Digo, que cada elogio, respuesta, o agradecimiento... salen desde mi corazón — murmuró contento, cada vez estando un poco más somnoliento que antes. Sin embargo, seguía animado y juguetón. Por lo que vengativo; llevó los cabellos rosas a la parte superior de su cabeza. Ninguno de los dos dejaba de tocarse o sentirse —. ¿Cuándo digo que te amo tampoco me crees? Quizás deba dejar de decirlo, no quiero molestarte.

La propuesta le agarró tan desprevenido que no hizo más que reírse, el pecho retumbando. Abrazó a TaeHyun, aplastándolo e ignorando su reclamo a propósito —. Eres tan cruel, ¿cómo puedes decir algo como eso en nuestro primer día viviendo juntos luego de dos años sobreviviendo por medio de visitas ocasionales y llamadas? Ah, de verdad.

—¡Está bien! Hice mal, yo hice mal — se disculpaba veloz palmeando la espalda del Alfa, esperando que sus dedos dejaran de rascar sus costados para ocasionar cosquillas. Pero BeomGyu no fue tan piadoso y continuó un rato más hasta que se cansó —. Como odio las cosquillas — se quejó cansado; rodó lejos de su pareja antes de caer sobre su pecho e intentar obtener de vuelta el aire que le robaron.

Ni se molestó en mirar mal al contrario, sería inútil.

— Tengo sueño — dijo BeomGyu al aire, sin molestarse en jalar a TaeHyun otra vez a su lado. En su lugar, se estiró agotado. El azabache había sido peor que un gusano al retorcerse.

Frunciendo los labios, gateó hasta caer en el hueco de su brazo, pero después empezó a extender bien la sábana.

— ¿Sabes? Aún sigo herido, tienes que compensarme — declaró TaeHyun con seriedad fluctuando de su garganta y arqueó las cejas con dinamismo.

BeomGyu adivinó que probablemente el menor estaría haciendo caras cuando le dijo eso. De buen humor, le contestó —: ¿Cómo te recompenso?

— Uhm…  — Mutuamente se acomodaron cuando el azabache se recostó sobre su hombro. Se enredaron y alinearon felices —. Dime que amas cada hora del día — caprichoso pidió. Cerró sus propios orbes y dejó que el aroma dominante y picoso de su Alfa lo envolviera, que sus manos se entrelazaran y su corazón saltara en emoción.

Porque, ciertamente, esa es su primera noche en una etapa que ambos anhelaron alcanzar.

Finalmente estarían juntos de verdad.

— ¿Incluso cuando duermo? — jugueteó.

— Incluso cuando duermas. Yo dentro de mis sueños suelo encontrarme con alguien para conversar lo mucho que te amo y te quiero — inquirió como si lo presumiera. Aunque no era cierto lo de sus sueños, en absoluto.

— ¿De verdad? Debo gustarte mucho — siguió en su papel de bromista, y el Omega ya le chasqueó la lengua por quejumbroso. Pero TaeHyun sintió el corazón darle un vuelco y los pómulos teñirse tal cual granadas en el momento que le susurró al oído —: Te amo tanto que moriría por tantos sentimientos que me causas. Eres mi mundo, mi inspiración, mi motivación, mis colores, mi lazo y mi pareja. Y si quieres que te ame un poco más que ahora, espera a que el sol salga mañana — depositó un beso en su frente —; ahora hay que dormir. 

El menor se divirtió, era como si un oso lo abrazara. Sin añadir más, se dejó llevar por las caricias y dejó de luchar contra el sueño.

La lámpara fue apagada, y ellos cayeron dormidos en los brazos y buenos deseos del contrario.

BeomGyu es un color bello y TaeHyun es otro color bello; juntos, no son menos que una utopía de bellos colores mezclándose y uniéndose.

Ih, terminamos.
Bienvenidos al final akndkqnq ))):

Me cuesta muchísimo soltar una obra y dios, cada una se lleva un pedacito muy importante para mí; realmente espero que hayan disfrutado todo el trayecto.

Si bien las actualizaciones fueron demasiado lentas y mi constancia fue muy poca; agradezco que hayan dejado su apoyo en todo el transcurso <3):

Jwasng, no se crean.
Queda el epílogo, wi

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