YOONGI: Ríe a carcajadas durante un momento.

-Idiota -dice sonriendo-, lo menos que podía hacer era agradecértelo -se encoge de hombros y continúa desayunando-.

JIMIN: Sonríe como un bobo al verle, o más bien, oirle reir, y tiene que decírselo.

-Me gusta cuando ríes, Yoongi, deberías hacerlo más. -"Joder"- Mejor voy a ducharme ya...

Retira su taza y le da la espalda a Yoongi.

YOONGI: Sus mejillas se ruborizan y luego niega con la cabeza.

-Sí, anda, mejor dúchate y refresca esa cabeza que tenemos que ir a trabajar y no creo que al jefe le guste que ligues conmigo durante el trabajo -dice socarronamente-.

Cuando Jimin se va él es capaz de relajarse un poco. ¿Desde cuándo era tan fácil sacarle los colores?, y más importante, ¿desde cuándo Jimin decía cosas tan tiernas?

JIMIN: -Lo dices como si no llevase haciéndolo desde siempre...-dice algo sombrío. Da un respiro corto pero fuerte con su nariz y se va al baño a ducharse.

Una vez le caía el agua caliente sobre la piel pensó: "¿Sabrá Yoongi realmente lo que yo siento por él, o pensará que sólo me gusta porque si?"

Termina de aclararse y se viste rápido, echándose un poco de colonia antes.

Vuelve a la cocina, donde Yoongi repiquetea sus dedos sobre la mesa.

-Listo, nos vamos?

Dice mientras se pone su abrigo.

YOONGI: Gira primero la cabeza para mirarlo y sonreírle, y luego se levanta.

-Vamos -dice asintiendo-.

Ambos salen de casa y cogen el coche de Jimin. Yoongi se abrocha el cinturón y se acomoda en su asiento.

JIMIN: Cuando llegan a la gasolinera, un chico alto que tenía un chupa-chups en su boca, les rellena el depósito con actitud resignada.

Jimin sale fuera del coche para pagar, entonces el chico ve a Yoongi y abre los ojos ligeramente sorprendido. Le dice algo a Jimin, y éste niega con la cabeza mientras sonríe.

Jimin regresa al auto, con una barrita de chocolate en las manos.

-He pensado que quizás te apetecería.

Se la ofrece a Yoongi mientras él se abrocha el cinturón y enciende de nuevo el motor, con sus ojos pendientes en la carretera ya.

YOONGI: Observa la escena que el chico de la gasolinera tiene con Jimin, una por la cual algo de duda aparece en su interior.

Jimin sube al coche y Yoongi se queda observándolo mientras se abrocha el cinturón y arranca.

-Gracias -dice tras coger la barrita. La abre y le da un bocado, acercándola luego a la boca de Jimin para ofrecerle en silencio mientras este conduce-. ¿Conocías al chico de la gasolinera? -pregunta tratando sonar desinteresado-.

JIMIN: Muerde casi sin mirar, atento al tráfico y contesta:

-No, tan sólo le has parecido  mono y me ha preguntado si eras mi novio. Supongo que me habría visto algún día con Jungkook, y por eso preguntaba, no sé.

Enciende la radio, queriendo evitar seguir hablando sobre Jungkook o sobre que le había contestado al chico que, desafortunadamente, no era su novio.

YOONGI: -Ah... -dice en un susurro-.

Entiende que Jimin no quiere hablar más del tema cuando enciende la radio, por lo que decide seguir comiendo su barrita mientras tararea la canción que suena en la emisora.

JIMIN: Llegan por fin a la cafetería y Jimin consigue aparcar cerca. Bajan a la vez del coche y entran al local juntos.

El jefe les ve y levanta las cejas.

JEFE: -Debo estar en alguna alucinación antes de morir porque os estoy viendo por primera vez venir a la misma hora, y encima puntuales.

Jimin sonríe pero no dice nada y se pone enseguida la ropa del local. Hoy no estaba triste de tener que trabajar ahí.
Ahora veía el lugar distinto, más lleno, más limpio, más acogedor...más cercano a Yoongi.
Estaba deseando que llegasen los clientes, y no para distraerse de sus penas, quería compartir su energía y alegría con más gente.

El jefe le sigue mirando, algo extrañado.

JEFE: Jimin, estás...estás bien? Bueno es que ayer...no sé, pareces otra persona hoy.

Dice algo confuso. Jimin se sonroja y mira de reojo a Yoongi.

-Si, lo soy.