Nota: Los mensajes y las llamadas serán narradas con letra cursiva.

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Louis despertó más temprano de lo usual y debatiendo sobre levantarse de la cama o quedarse otro rato acostado, al escuchar ruidos en la cocina decidió ir por la primera opción, así que se puso sus pantuflas y salió a averiguar lo que pasaba, estando ahí se encontró con una Sam en traje y una coleta alta lista para el trabajo.

- Hola Louis buenos días, espero que hayas podido descansar bien y disculpa si el ruido te despertó. - Hablaba algo apenada.

- Buenos días, no te preocupes Sam está todo bien y dormí excelente, ¿ya te vas al trabajo?

- Sii, hay café en la cafetera por si gustas - Hablaba Sam mientras revisaba lo que había en el refrigerador.

- Ya se están acabando algunas cosas, después del trabajo pasaré al supermercado a comprar lo que falta. - La pelirroja hablaba rápido. - Ya me voy a trabajar Louis, normalmente llegó 4:30 y me voy a las 7:30, deje el número de mi oficina pegado al refrigerador por alguna emergencia.- Caminaba directo a la salida mientras tomaba su bolso del perchero cerca de la puerta.

Louis caminaba detrás de ella con una taza de café en las manos. - Está bien Sam, gracias por avisarme, hoy iré a unas cuantas entrevistas de trabajo así que no sé a qué hora llegaré.

- No te preocupes, suerte con eso - Sam atrapó el cuerpo de Louis en un abrazó, se despidió de él y antes de salir se despidió con otro dulce abrazo.

Louis terminó su taza de café y se dispuso a lavar los trastes sucios que se habían acumulado, terminando con su labor se dispuso a limpiar un poco ya que su primera entrevista comenzaba a eso de las 10:00 am y todavía tenía tiempo de sobra. Caminó a su habitación para tomar sus cosas y darse un merecido baño, al entrar recordó desconectar su celular y al hacerlo vio que tenía un mensaje sin leer.

Sam :) :

Por cierto, olvide decirte que tu juego de llaves está en la cocina, encima de la barra. Nos vemos en un rato.

Gracias por decirme, nos vemos.

Mentiría si dijera que no se sintió decepcionado en lo absoluto al pensar que ese mensaje era de otra persona, así que un poco decepcionado de sí mismo por ser tan iluso se metió bajo el chorro de agua.

Al estar en su habitación recién bañado y con la piel humectada debido a sus distintas cremas corporales decidió ponerse algo formal debido al día lleno de entrevistas que tenía, un pantalón de vestir negro con una camisa azul y sus confiables zapatos de charol negros. Se sentó frente al tocador y se colocó protector solar, secó su cabello y le dio ese clásico look despeinado que lo caracterizaba, por último se roció un poco de perfume y lavó sus dientes. Ya listo se apresuró a tomar su celular e ir por sus llaves a la cocina, al salir tomó su bolso del perchero y cerró la puerta con llave.

Estando en el metro de camino a su primera entrevista pudo escuchar el clásico sonido de su celular avisando que acababa de recibir un mensaje, al saber que estaría un rato en aquel lugar decidió abrirlo y se sorprendió al ver de quien se trataba.

H.S:

Hola chico del avión, pensé que no me escribirías... ¿Cómo va tu mañana?

Tuvo que releer el mensaje más de tres veces para asegurarse de que no era una ilusión. Louis enserio tenía que calmarse, era relativamente "fácil", solo tenía que fingir que hablaba con cualquier otro amigo (o eso pensaba él).

Mi mañana va relativamente bien, solo un par de entrevistas de trabajo. ¿Tú qué tal?

Al ver que ya estaba apunto de llegar a su destino guardó su celular y se apresuró a salir del vagón. Caminó unas cuantas calles hasta llegar al imponente edificio donde sería su primera entrevista del día, antes de entrar puso su celular en silencio y caminó hasta la recepción.

Eran las 12:30 pm y acababa de terminar su segunda entrevista del día, estaba verdaderamente agotado de recorrer la ciudad, acababa de salir de las oficinas del periódico The New York Times y ahora se encontraba matando el tiempo por la Octava Avenida de Manhattan antes de caminar unas cuadras a la 7th Avenida donde sería su última entrevista del día. Debido al hambre que tenía entró a un local de las famosas rebanadas de pizza por un dólar, al salir del lugar optó por sentarse en una banca frente a un pequeño parque donde los niños jugaban. En todo ese rato no había tenido tiempo de revisar su celular y al encenderlo pudo notar dos mensajes nuevos.

H.S:

Me alegra saber eso, ¿cómo vas con ello?

H.S:

Por ahora me encuentro bien, descansando antes de retomar el trabajo, así que estoy siendo un poco más flojo de lo normal :)

Pues... ya sabes, me dijeron el típico "gracias por venir, nosotros te llamamos". Pero aún me queda una entrevista más en Vogue así que aún no pierdo las esperanzas.

Que bueno que estas descansando seguro lo tienes bien merecido. No te molesto más y te dejo disfrutar de tu día.

H.S:

Mucha suerte con eso, ya verás que todo saldrá bien.

H.S:

No te preocupes por eso Louis literalmente sigo acostado, no tengo nada planeado para hoy, tú eres al que yo no debería molestar, ve a tu entrevista con calma y háblame cuando termine :)

Louis apagó su celular y decidió no responder, en su lugar se paró de aquella banca donde estaba sentado y emprendió camino hacía el famosísimo Times Square, ya que ahí se encontraba la sede de la mundialmente conocida revista Vogue, unos minutos caminando y ya estaba en la esquina de la Avenida Broadway y la 7th Avenida. Mentiría si dijera que su sueño no era trabajar para está empresa, porque ciertamente ese siempre lo había sido, por eso se convirtió en fotógrafo, así que entró decidido por aquellas puertas de cristal y al estar dentro lo recibió un pulcro piso que parecía ser de mármol, había distintos sillones rojos que contrastan con las paredes y al estar frente a la recepción de aquel lugar noto las letras brillantes de la marca en la pared detrás del escritorio donde se encontraba una chica atendiendo una llamada y escribiendo algo en la computadora que tenía frente a ella, le hizo una seña para que esperara un momento y colgó el teléfono.

- Una disculpa y bienvenido a Vogue, ¿en qué podemos ayudarte?. - Habló la chica tras el escritorio con una linda sonrisa.

- ¡Oh! no te preocupes, vengo a una entrevista con la señorita Beaumont.

- Claro, ¿podrías darme tu nombre?

- Soy Louis Tomlinson. - La chica anotó rápidamente su nombre en la computadora y le entregó un gafete de visitante. - Si gustas puedes tomar asiento, la señorita Beaumont vendrá en unos minutos.

- Gracias. - Y con eso el castaño tomó asiento en uno de los sillones rojos apreciando las copias de la revista que se encontraban en la mesa ratona.

Algunos minutos después se abrió el elevador que estaba en la recepción y de ahí salió una chica con un porte dominante, caminando sobre unos tacones negros de aguja que parecía manejar con destreza, en las manos llevaba un iPad y se dirigía hacía la chica detrás del escritorio, hablaron unos segundos y notó como ambas lo volteaban a ver.

- Louis Tomlinson. - Al escuchar su nombre se levantó del sillón y caminó hacía el escritorio.

- Louis te presentó, ella es la señorita Beaumont y estará a cargo de tu entrevista el día de hoy. - Dio su mejor sonrisa y trató de controlar sus nervios mientras veía a la imponente chica frente a él.

- Un gusto, por favor sígame para poder realizar su entrevista. - La chica caminó rápidamente y Louis fue detrás de ella hasta entrar nuevamente al elevador de donde ella había salido. Al llegar al piso número 10 bajaron del elevador y se adentraron a una oficina bastante acogedora.

-Bien Louis, déjame presentarme correctamente, soy Becka Beaumont de recursos humanos y seré la encargada de realizar tu entrevista, así que comencemos con esto. - Alisó su falda y tomó una posición recta en la silla donde se encontraba. - Según tengo entendido, y corrígeme si me equivoco pero solicitas un puesto como fotógrafo, ¿es así?

En cambio Louis respiró profundamente y al igual que ella enderezó su postura. - Así es, estudié fotografía en el Campsmount Technology College en Doncaster, Reino Unido, me gradué con honores y trabajé un tiempo en el periódico local.

Después de contestar preguntas y algunas cosas más la señorita Becka dio por concluida la entrevista, lo acompañó hasta la recepción y le deseo suerte, diciéndole que le harían llegar un correo con un lapso de dos a tres días diciéndole si tenía el trabajo o no. Louis salió de aquel lugar un poco desanimado, deseando obtener el trabajo porque aunque tenía un poco de dinero ahorrado sabía que no le alcanzaría por mucho tiempo.

Caminó solo por aquellas calles tan transitadas hasta llegar al metro más cercano para regresar a su nueva casa, estando en el vagón sacó nuevamente su celular y notó que Sam le había llamado pero al no contestar le dejó unos cuantos mensajes.

Sam :) :

Disculpaaa, olvide que probablemente estabas en una entrevista, solo quería saber si podrías pasar al supermercado a comprar la despensa, pensaba ir yo pero tengo mucho trabajo y al parecer me quedaré horas extra :(

Sam :) :

Te mando la lista y se que no conoces mucho el lugar pero te prometo que no te perderás, el supermercado está a dos calles del departamento.

Sam :) :

Por cierto, no me esperes para comer, nos vemos para la cena. <3

No te preocupes Sam acabo de salir de mi última entrevista y tenía mi celular en silencio, y claro yo pasó a comprar la despensa tu encárgate del trabajo que tengas.

Si me pierdo eres la responsable de avisarle a mi mamá que su hijo favorito se perdió yendo al supermercado. Ten cuidado cuando regreses, nos vemos hasta entonces. <3

Se preguntaba si sería adecuado mandarle un mensaje a Harry, tal vez cuando esté en su departamento lo haga, después de comprar las cosas que Sam le encargó y como si la hubiera invocado su celular sonó una vez más con la lista de cosas que tenía que comprar, dio un largo suspiro y siguió con su camino.

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Eran las 5:00 pm cuando al fin llegaba al departamento, al entrar con las bolsas del supermercado lo recibió el hogareño aroma a lavanda que desprendían los aromatizantes que Sam tenía por todo el lugar, se dirigió a la cocina y acomodó las cosas donde él supuso que iban y si no era así, ni modo, Sam tenía la culpa por no explicarle tal cosa.

Después de acomodar se dirigió al sofá frente a la televisión, se sentó y decidió escribirle a su nuevo amigo rizado mientras pensaba qué haría para la cena porque seguramente Sam llegaría cansada del trabajo y lo menos que podía hacer Louis era prepararle una buena cena después de la magnífica comida del día anterior.

¡Hey! salí hace un rato de la entrevista, ahora me encuentro en casa.

¿Cómo va tu día de descanso?

Louis se levantó del sofá, dejó su celular en la barra y se encaminó a la cocina para preparar una rica pasta que su mamá le hacía cuando era más pequeño, cuando estaba por sacar los ingredientes se sorprendió al recibir una respuesta casi inmediata del rizado.

H.S:

¿Qué tal te fue, crees que te den el trabajo?

H.S:

Pues... Dusty y yo decidimos dormir un poco más, después desperté y vi unos cuantos episodios de Friends hasta que me dio hambre, pedí una pizza y hasta ahora me levanté de la cama para comer.

H.S:

Por cierto Dusty es mi gato :)

Me fue relativamente bien, fueron muy amables pero siendo honesto, no lo sé, espero que sí me den el empleo porque esa era mi última entrevista. :/

¿Te acabas de levantar de la cama? ¡Wow! a eso sí que le llamo un verdadero descanso y ¿me recomiendas ver Friends? porque estoy buscando una serie nueva.

Owwww se ve tan suave, definitivamente el gato más tierno que conozco.

Louis quedó enternecido ante la imagen de Dusty, le dieron ganas de abrazar al gato, realmente parecía un lindo peluche, con esa imagen del felino en su mente puso manos a la obra y comenzó a preparar la cena.

Cuando la cena estuvo lista Sam acaba de entrar por la puerta de la cocina, justo a tiempo pensó Louis.

- ¡Dios! que huele tan delicioso. - Dijo Sam mientras se servía un gran vaso con agua.

- Hola a ti también Sam. - habló Louis con una sonrisa. - Preparé la cena espero no te moleste, es pasta con la salsa secreta de mi mamá, siéntate, te sirvo un poco.

- Muchas gracias Louis, no te hubieras molestado. - La chica probó un bocado de aquella pasta que olía increíble y se deleitó con el delicioso sabor. - Bendita sea la salsa secreta de tu mamá ¡te quedó increíble!, definitivamente la tendrás que preparar más seguido. - A este punto Louis se encontraba sonrojado por los elogios recibidos y mientras ambos chicos disfrutaban de una rica cena y amena plática sobre su día, el castaño recibió un mensaje que al leerlo hizo que una sonrisa se le escapara.

H.S:

Estoy seguro que te darán ese trabajo, no te angusties antes de tiempo.

H.S:

¿Qué te puedo decir? soy un flojo total y no me avergüenzo de ello. Pero no puedo creer que no hayas visto Friends!!! eso definitivamente podría catalogarse como un crimen.

H.S:

Dusty dice gracias. :)

No quiero hacerlo, lo juro pero no puedo evitarlo, mejor olvidemos ese tema.

Haha, al menos lo admites y oye no me condenes antes de tiempo, necesito testificar a mi favor al menos.

- ¡Vaya, vaya! al parecer alguien está muy sonriente. - Sam tenía una sonrisa digna del gato de Cheshire mientras lo miraba fijamente.

- Muy graciosa Sam, solo estoy hablando con un amigo.

- Me siento ofendida, pensé que yo era tu primera amiga de aquí. - La chica hizo un falso puchero mientras llevaba los platos de la cena al fregadero.

- Pues... al parecer ya te ganaron ese puesto, conocí a alguien realmente interesante en mi vuelo de camino aquí y es con quien estoy hablando.

- ¡Me alegra oír eso!, algún día deberías presentarme a ese amigo tuyo, ya sabes, para ver quien me ganó el primer puesto, y hablando de amigos.. ¿te gustaría acompañarnos a mis amigos y a mí el viernes a un pub? es que les conté sobre mi nuevo roomie y les gustaría conocerte, así podrías conocer a más personas.

- Acepto tu invitación, siento que me hace falta un buen trago, solo mándame la dirección y estaré ahí.

Después de esa pequeña charla ambos se dirigieron a sus respectivas habitaciones para descansar un poco. Louis se estaba preparando para dormir, lavó sus dientes, su cara y se aplicó algunas cremas faciales para enseguida ponerse su cómodo pijama de nubes.

Al estar ya acostado en su cama decidió responder algunos mensajes que su mamá le había mandado, pero al estar escribiendo entró una llamada de ella.

- Hola cariño, ¿cómo estás? ¿Cómo te trata Nueva York?

- Hola mamá, está todo bien, me siento tranquilo al fin.- Habló Louis mientras soltaba un largo suspiro.

- ¡Oh cariño! lamento tanto que hayas tenido que irte por culpa de ese maldito bastardo.

- No te preocupes mamá, todo está bien ahora, hoy tuve algunas entrevistas de trabajo y si todo sale bien tal vez tenga trabajo pronto.

- ¡Eso es increíble! espero que todo comience a ir por el buen camino hijo, sabes que te amo con todo lo que soy y que cualquier cosa puedes decirme, ¿lo sabes cierto? - Se podía notar la angustia en la voz de su mamá.

Louis sabía el trasfondo de esas palabras, pero por más que lo quisiera no podía contarle a su mamá por una simple razón, no era lo suficientemente valiente. - Lo sé mamá, no te preocupes de acuerdo.

- De acuerdo, pero hijo no quiero ser la que arruine tu noche pero, él estuvo aquí hoy y preguntó por ti, se notaba bastante alterado. - Dijo su madre con una preocupación notable.

El castaño volvió a suspirar pero esta vez fue un suspiro de miedo, sentía pánico de aquel sujeto. - Dime por favor que no te hizo nada.

- No corazón, ni siquiera lo deje entrar a la casa, solamente me preguntó por ti, dijo que quería verte porque tenían algo de qué hablar.

- ¿Y tú qué le dijiste? Sabes que ese hombre y yo no tenemos absolutamente nada de qué hablar.

- Le dije que ya no vivías conmigo y cuando me exigió saber dónde estabas le dije que te habías mudado a la granja de la abuela en Italia.

- Desearía que no tuvieras que hacer eso pero te agradezco por ayudarme.

- No te preocupes cielo, es hora de que seas feliz y cumplas con tu sueño de ser fotógrafo.

La conversación duró unos minutos más antes de que ambos cortaran la llamada, hubo un poco de llanto y melancolía de por medio pero al final quedaron en tranquilidad al saber que se encontraban bien. Aunque podría decirse que Louis estaba un poco inquieto le daba cierta seguridad que aquel tipo pensara que estaba en Italia en la granja de abuela, ella había muerto hace varios años años atrás pero él no tenía porqué saberlo. Su mamá y él llegaron a ese acuerdo, que si llegaba a preguntar por su paradero le dirían aquella mentira solo por si algún día se le ocurría buscarlo.

Y con ese pensamiento en mente se quedó dormido, soñando con la seguridad de saber que se encontraba del otro lado del mundo. 

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Sería de gran ayuda que me señales los errores que veas para poder corregirlos a futuro. Nos vemos pronto para otro capítulo, no te olvides de votar y comentar. ◟̽◞̽