24
La residencia en Calabria estaba recibiendo el mayor de los movimientos, había gente entrando y saliendo, todo estaba preparado para la celebración de mañana, Jimin se sorprendió por la cantidad de decoraciones elegantes y el enorme banquete, se esperaba una presencia de por lo menos trescientas personas, entre familiares y aliados importantes. Era demasiado, no entendía por qué tanto revuelo por el cumpleaños de Francesco, pero su madre lo sacó de su ignorancia al decirle que no sólo estaban celebrando eso, sino su compromiso. Después de la noticia entró al baño a vomitar, estaba nervioso, ansioso y temeroso, sabía que su matrimonio era importante para su familia, para su mafia, que era escencial que se llevará a cabo, pero, le incomodaba, Yoongi estaba invitado al igual que su familia, eso le creo un hoyo en el estómago ¿Y si hacía algo? Estaba aterrado.
Se encontraban en el gran comedor, todos los miembros de su familia estaban ahí, incluyendo a Jungkook, quien se mantenía a su lado, este había cumplido su parte del trato, en cuanto llegó, su actitud hacia él cambio por completo, se volvió más amable, le hablaba y sonreía, además de que tomaba su mano y daba pequeños abrazos, se hubiera sentido aliviado de no ser por lo que estaba planeando hacer.
—Jimin, perché hai quella faccia? (¿Por qué tienes esa cara?) —preguntó su madre con una ceja alzada, era una forma de desaprobar lo que estaba haciendo.
—Scusa, non ho molta fame. Sono nervoso. (Lo siento, no tengo mucha hambre, estoy nervioso)—sonrió mirando a su padre, quien devolvió la sonrisa y negó.
—Smettila di disturbarlo, sta bene, carino come sempre. Sono felice di vederli così felici insieme. (Deja de molestarlo, está bien, tan lindo como siempre, me alegra verlos tan felices juntos) —sonrió de vuelta su padre, Alessandro mirando específicamente a Jungkook.
Jimin miró de reojo al pelinegro quien ensanchó su sonrisa y asintió hacia su padre, después tomó la mano de Jimin sobre la mesa y apretó.
—Certo signore, come posso non essere felice di avere degli omega così belli al mio fianco? (Claro que sí señor, como no estar feliz teniendo a tan hermoso omega a mi lado?) —su voz sonaba tan convincente, que algunos de los presentes les miraron enternecidos.
Francesco, su hermano, quien estaba frente a ellos soltó una carcajada, Jimin rodó los ojos, a su hermano le gustaba demasiado llamar la atención, era casi como su cosa favorita en el mundo, debía estar realmente molesto porque su celebración de cumpleaños jaja sido tomada para anunciar su matrimonio.
—Qualcosa che ti ho detto ti sembra divertente? (Algo de lo que dije te parece gracioso?) —cuestionó Jungkook con voz fría. Jimin lo observó, dándose cuenta de la forma tan seria en la que miraba a su hermano.
Si bien, Jungkook siempre tenía cara de pocos amigos y aburrimiento cuando estaba en ese tipo de celebración, jamás sintió un verdadero enojo de su parte, eso también debió reconocerlo Francesco, quien le sonrió elevando una ceja.
—No, pensavo solo che fosse carino e dolce. (No, simplemente me pareció tierno y dulce)—se encogió de hombros.
Jungkook no dijo nada más, sólo bebió un poco de vino, Jimin en cambio sonrió a medias, su hermano era un idiota, siempre lo fue y era una lastima que fuera candidato para quedarse al frente de la organización, aunque a veces, creía que su padre no estaba del todo cómodo con esa idea.
—Jungkook, domani verrà anche tuo padre, lo sapevi? (Jungkook, tu padre viene mañana ¿Lo sabías?) —dijo su padre con una mirada sería. Ahora Jimin comprendía, por qué todos estaban vueltos locos.
Pudo sentir la forma en la que el cuerpo entero de Jungkook se tensó, no era para menos, su padre era un misterio, jamás lo había visto fuera de su territorio, y si estaba ahí, quería decir que su compromiso era más importante de lo que ambos pensaban, eso le causó náuseas.
—Non lo sapevo, sarà bello vederlo. (No lo sabía, será bueno verlo) —respondió con la misma tranquilidad de siempre.
Después de ese intercambio, la conversación dió un giro diferente, hablaron un poco de negocios sin dar detalles por la presencia de Jungkook, él aún no era un aliado completo, aún no formaba parte de su familia, después bebieron un poco de vino con postre, Jimin no toco ni el alcohol ni la comida, estaba llegando la hora de ir a dormir y sentía un estrujón en su estómago, tendría que compartir la habitación con Jungkook, a sus padres ya no les importaba, puesto que mañana ambos estarían formalmente comprometidos y creía que el pensamiento de tener un bebé en camino no era del todo malo, eso fortalecería aún más sus alianzas. Se despidieron después de una hora, subieron al tercer piso y entraron a la habitación.
Jungkook gruñó al tiempo que se quitaba la corbata y deshacía dos botones de la camisa, se quitó el saco y se dejó caer en una silla, sacando un cigarrillo.
—Tomaré un baño—dijo tomando sus cosas, sin obtener respuesta, rodó los ojos molesto, así es como sería su vida de ahora en adelante, estando con una persona que poco le importaba si vivía o moría.
Se metió a la ducha, sintiendo como sus músculos se relajaban, estaba demasiado tenso, trato de calmar su angustia, sabía que era malo para el cachorro, llevó sus manos a su vientre aún plano y suspiró, ¿Qué haría? Estaba asustado, si algo salía mal mañana, su familia jamás se lo perdonaría. Quería creer que Yoongi no diría nada, no podía, había demasiado en juego, de igual manera, debía ver la posibilidad de hablar con él antes de que todo ocurriera.
Salió de la ducha y se reco, miró su ropa, se puso los calzoncillos negros apretados, miró la pijama, negando, optando por usar la bata de seda roja, se miró al espejo, tomó la pastilla supresora de aroma y después de rezar en su mente para que funcionará, salió del baño. Jungkook aún estaba en el mismo lugar, ahora bebiendo una copa de whisky, sin dejar de fumar, hizo una mueca porque el aroma a cigarrillo últimamente le causaba asco. Este levantó la mirada hacia él, pero no hizo expresión alguna, en otras circunstancias eso le habría molestado mucho, dañado su ego, que ahora no tenía razón de ser, se sentó en la silla, subiendo una de sus piernas al asiento, dejando libre su muslo su cuello también estaba descubierto hasta su pecho.
—¿Por qué estás tan enojado? —preguntó con un suspiró, al no recibir respuesta bufó—. Vamos, habíamos hecho una tregua ¿No es así? Estamos juntos en este barco Kookie.
Jungkook bebió un poco de su trago y asintió. —Mi padre viene, él no vendría de no ser algo importante.
—Sí, lo imaginé, ¿Puedo hacerte una pregunta? —continuo cuando escuchó un sonido de afirmación—. ¿Estás enamorado de Taehyung?
Se fijó en su rostro, por unos segundos se quedó en blanco, pero después su ceño se frunció ligeramente, parecía en conflicto.
—¿Interesa?
—Sí, lo hace.
—Es diferente a lo que he conocido, me saca de mis casillas y eso me gusta, no es sumiso, no hace lo que yo le digo y sin duda tiene una forma de manipular que me hace desearlo más.
—Puso a todo el mundo de cabeza ¿Él está de acuerdo con que te cases conmigo?
—No le importa, no tiene por qué importarle, este es un asunto aparte, es un deber que tengo que cumplir, ambos—dijo mirándolo con una ceja alzada—. ¿Tú querido pálido va a causar problemas mañana?
Jimin miró por las puertas de cristal hacia el balcón y la noche.
—No, no lo hará, los tres estamos encadenados a los mismos grilletes ¿No?
Hubo un silencio profundo después de eso, Jungkook dió una calada al cigarrillo antes de soltar el humo lentamente.
—El plazo es hasta la boda.
—¿Qué?
—Ambos sabemos que estamos enamorados de otras personas, sigue en ello hasta la boda, después los dos dejaremos nuestras aventuras, tendremos que hacer un lazo, la marca.
—Después de la marca no podremos mirar a otros—dijo con voz contenida—. ¿Cómo será Jungkook? Hablo del matrimonio ¿Cómo lo vamos a llevar?
Jungkook le miró con una ceja alzada antes de encogerse de hombros.
—Tenemos dos opciones, llevar un matrimonio normal, o simplemente ser amigos, eres alguien atractivo Jimin, no siento repulsión hacia ti, podremos llevarlo así, estás criado para ser un buen omega, es más que suficiente.
—¿En verdad es lo que quieres? —preguntó sin dejar de mirarlo.
—¿Importa qué es lo que queremos? No, lo que importa aquí es lo que debemos hacer.
Jimin sonrió a medias, le miró de forma compasiva, era la primera vez que hablaban así, entendió, que Jungkook estaba sintiendo lo mismo que él, rechazo por su matrimonio, porque su mente y corazón estaban ocupados por alguien más, aunque su idea del matrimonio no era del todo mala, sabía que podrían lograrlo, no estaba bien, porque ambos vivirían bajo la sombra de quienes eran su verdadero amor. Jungkook se levantó y se acercó a la cama, desabrochando su camisa, Jimin lo miró de reojo.
—¿En verdad crees que puedes tener intimidad conmigo? No lo sé, podría no funcionar.
—¿De qué hablas?
Jimin lo miró de forma sugerente.
—Deberíamos intentarlo ¿No crees? —su tono de voz cambio a uno más seductor. Jungkook lo miró por unos segundos antes de acercarse a él, puso una mano en su hombro, acariciando con sus largos dedos su cuello.
—Extraña manera de decir que quieres que te coja.
—Mmmm ¿Funciona? —se puso de pie, caminando hacia él, dejando que la bata cayera por su hombro, Jungkook sonrió a medias. Puso las manos sobre sus hombros, sobre la piel caliente y dura y quitó la camisa, revelando su muy trabajado torso. Lo miró a los ojos y sonrió—. Deberíamos, por esta noche.
Jungkook llevó sus manos a su cintura y lo acercó, terminamos los besar sus labios, hace mucho que no se besaban, Jimin se sorprendió al no sentir nada, más que miedo de que las cosas terminarán por fracasar, movió sus labios de forma profunda, siendo correspondido, las manos ajenas tocaban su cuerpo, moviendo la bata, hasta que está quedó completamente abierta. No supo en que momento llegó a la cama, pero cayó en la comodidad de esta, con un suspiró, Jungkook abrió sus piernas, apretando sus muslos, lo recibió con los brazos abiertos, parecía muy activo, demasiado ansioso. Llevó sus brazos a sus duros hombros y lo acercó, sintió los besos en su cuello, gimió cerrando los ojos, dejándose llevar, tratando de no pensar en lo que estaba haciendo y lo que significaba. Era un plan infalible, o al menos eso creyó.
Se petrificó cuando sintió en la sien la frialdad dura del cañón, abrió los ojos cuando el conocido click lo sacó de golpe de su excitación. Miró fijamente a Jungkook, quien lo observaba con diversión, al tiempo que sonreía ladino.
—¿De verdad crees que soy idiota? —soltó con seriedad, helado su sangre—. Tú en verdad piensas que vas a poder conmigo, que vas a poder engañarme, ¿A mí? Creo que eres demasiado ingenuo o estúpido. Sí, estúpido es la palabra correcta.
Jimin abrió los ojos en demasia, que rápidamente se volvieron acuosos, gruesas lágrimas recorrieron sus sienes, boqueo, su labio inferior tembló.
—N...no...
—¿No? —soltó una ligera carcajada—. Veamos, ¿Cuál es el problema Jiminie? —susurró de forma divertida mientras que con la mano donde no sostenía el arma acariciaba su cuello con dos dedos, eso lo hizo temblar de pies a cabeza, su cuerpo tenía un desfalco de adrenalina, bajo por su pecho acariciando, riéndose en su cara, y cuando llegó a su ombligo, se quedó quieto, Jungkook rio por lo alto—. Creo que ahora sé cual es el problema contigo omega estúpido—ambos dedos tocaron su vientre y Jimin no pudo detener su temblor, mucho menos callar sus lamentos, era una mezcla entre gruñidos y sollozo, estaba aterrado. Jungkook colocó la palma completa y se sintió mareado, sus dientes castañeaban, temblando, sus ojos no podían enfocar con claridad.
—Por favor, te lo suplico...no—rogó con lo que le quedaba de autocontrol—. Por favor....no lo hagas...
—¿Quien eres tú para pedirme algo? —bufó sin apartar la mano, parecía satisfecho con lo que estaba haciendo—. Creíste que me podías engañar ¡Nadie me puede engañar a mí!
—Tenía miedo Jungkook—susurró sin dejar de temblar—. Mi bebé...por favor...no...
Jungkook dejo de reír, ladeo la cabeza y quitó la mano de su vientre, alejándose por completo de él, se sentó en la cama con el arma en la mano, aún apuntandole de forma floja. Jimin cerró la bata y se sentó lo más alejado que podía de él, recargando la espalda en la cabecera, atrajo sus piernas a su cuerpo y las abrazó sin dejar de temblar, cerraba los ojos con fuerza, tratando de controlar su instinto dentro.
—¿En verdad creíste que iba a funcionar? Hablo de esto, porque estoy muy seguro de lo que planeabas hacer.
No respondió, sólo sollozo apretando con más fuerza sus brazos alrededor de sus piernas, en un pobre intento por sentirse seguro.
—Te dije que te tenía vigilado, sé cada uno de tus movimientos Jimin, pero, esperaba que fueras tan inteligente como para tomar una buena decisión, ahora veo que no es así. Te lo dije, yo no voy a criar al hijo de otro... —se detuvo unos momentos, Jimin realmente no estaba escuchándolo, trataba de concentrarse en su respiración y calmar el terror que sentía, en lo único que podía pensar en ese momento era salir huyendo, buscar a Yoongi, decirle que no le importaba nada más que estar a su lado, porque no había forma de que pudiera soportar una vida al lado de Jungkook. Era imposible.
Fue un largo tiempo, demasiado largo, ya no sollozaba tan fuerte, sólo temblaba, abrazando con más fuerza sus piernas, no habia sentido movimiento de parte de Jungkook, tampoco quería asegurarse de que estaba ahí. Pero, cuando una mano cayó en su cabeza de forma delicada, dejó de moverse y de respirar, Jungkook estaba de pie a su lado, con la mano en su cabello, dando pequeñas caricias que lejos de ayudarle, le causaba más terror.
—Lo lamento, no iba a hacerte nada, tampoco a tu cachorro, sólo quería comprobarlo, no fue un buen movimiento, en verdad lo siento.
La voz de Jungkook sonaba muy diferente, casi arrepentido, mortificado por algo que creía no tenía nada que ver con él. No se detuvo, y a medida que los segundo pasaban pudo sentir en su nariz un aroma fuerte e imponente. Jungkook jamás mostraba su naturaleza de alfa, en realidad nadie lo hacía, porque con el tiempo se había aprendido a mantener el control total de sus instintos, había medicamentos especiales para ello, muchas personas ni siquiera sabían lo que era un celo, una marca o el uso correcto de las feromonas, sin embargo, algunas familias, cuyos objetivos eran muy claros y precisos, dónde el instinto era primordial, aún ponían demasiado enfasis en su naturaleza. Jimin jamás supo como esconder del todo a su omega, esas características lo hacían el candidato perfecto para ser el mejor esposo, jamás pudo controlar sus celos, sabía que era fácil quedar cegado ante sus deseos, Jungkook a diferencia de él, tenía el control total de sí mismo.
Su aroma era boscoso, como estar en medio de un bosque, olía la madera de pino con fuerza, era diferente al de Yoongi, pero, de alguna forma lo hizo sentir tranquilo. Las palpitaciones en su pecho dejaron de ser tan rápidas, el aliento volvió a su cuerpo, y sus músculos se relajaron, pronto dejó de sentir ese sentimiento de peligro, ya no lo vio como una amenaza y no sabía si eso era bueno. Levantó la mirada observándolo. Jungkook jamás fue comprensivo con él, incluso cuando ambos estaban en una relación verdadera, le costaba comprometerse, le fue infiel con la mayoría de las personas, al principio Jimin quería hacer las cosas bien, pero tras ver que el alfa no iba a cambiar nada de lo que era, decidió dejarse llevar por su corazón y aceptar por fin que estaba enamorado de Yoongi. Sin embargo, en esos momentos la mirada de Jungkook no era fría, no era cruel y tampoco maliciosa, en verdad parecía preocupado.
—Tenemos que hablar—dijo sentándose frente a él, alejó la mano de su cabello, pero se mantuvo cerca, esparciendo sus feromonas que lo calmaban—. ¿Él lo sabe?
—S...sí—susurró contrariado, porque no debería estar hablando de ese asunto con él.
—No quiero esto, no quiero un matrimonio, podría aceptarlo, en verdad, me molestaría mucho, pero tal vez, si me trago el orgullo podría aceptar a tu cachorro, pero, no sería feliz, jamás podría amarte o amarlo, esa es la verdad, me preguntaste si podría dejar a Taehyung, no lo creo posible, y tú tampoco quieres dejar a Yoongi y sé que esté no se quedará con los brazos cruzados.
Jimin mordió su labio inferior y asintió. —No quiero estar contigo Jungkook. Jamás podría amarte, ni darte hijos. No podría.
—Si queremos romper esto tenemos que ser inteligentes, no podemos hacerlo aquí, mucho menos porque mi padre estará presente, nos comprometeremos, cuando volvamos tú y Yoongi se irán. Ellos jamás los van a encontrar, te voy a ayudar.
Se quedó pasmado, mirando sus ojos decididos y honestos, ¿Realmente decía la verdad o estaba demasiado drogado en feromonas que creía todo lo que esté decía? Despejó un momento su mente.
—Nada es gratis en esta vida ¿Qué quieres a cambio?
—Quiero información, necesito todos los movimientos, negocios y contactor de Francesco.
El ceño de Jimin se frunció al instante. —¿Por qué necesitas eso de mi hermano? No lo entiendo, él jamás te ha interesado.
—No es algo que te importe, de hecho, no es asunto tuyo.
—De modo que...me dices que me vas a ayudar a escapar y a ser feliz con Yoongi a cambio de que te dé en bandeja de plata a mi hermano ¿Es eso?
—No Jimin—dijo con seriedad—. Te estoy dando a elegir, entre una vida con el amor de tu vida y tu hijo, o una vida amarrado a mí y a tu familia. Tú decides. Pero, debes tomar en cuenta que esto se va a saber, si yo lo supe tú familia también lo hará y cuando eso pase, yo no voy a mover un dedo para salvarte, tampoco diré que tú bastardo es mío, yo no cuido crías ajenas, bueno por ti no lo haré. Quiero que tomes en cuenta también que él no se va a rendir, Gambino no lo hará, al contrario, va a joder más las cosas y lo sabes.
Jimin apretó la mandíbula, por una parte Jungkook tenía toda la razón, cualquiera podía saber lo que estaba pasando o atar cabos porque no fue cuidadoso, eso habría sido su mayor error, la amenaza de Yoongi volvió a su mente, no se iba a quedar con los brazos cruzados. Pero, ¿Traicionar a su familia? Eso iba en contra de todos sus principios, de sus enseñanzas y lealtad. Lo imaginó por unos instantes, Yoongi y él, viviendo alejados, criando a su hijo, siendo felices. La decisión fue tomada en ese momento.
—Francesco guarda todo en su computador, está en su despacho, por la fiesta es probable que se mantenga bajo llave, pero él no irá ahí, le encanta la atención, si me cubres un rato en la fiesta podré entrar y copiar sus archivos, no te aseguro que encuentres lo que buscas, pero es lo único que se me ocurre.
El semblante de Jungkook cambió, sonrió a medias y asintió.
—Bien, al llegar a Francia tendrás un transporte e identidad nueva, no falles Jimin, tienes más que perder que yo.
Asintió inseguro, no sabía lo que estaba haciendo, pero, se hallaba completamente seguro de que era su única salida, miró hacia la ventana a la oscura noche, había un presentimiento extraño en su pecho, algo le decía que a partir de mañana su vida cambiaría por completo.
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