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10

La camioneta se estacionó después de estar una media hora en el camino, aún seguía sobre el regazo de JungKook, quien lo tomaba con posesividad de la cintura, acercándolo a su cuerpo, se besaban, sin hablar, aumentando el calor entre los dos, el deseo estaba ahí, Taehyung se sentía cómodo, pero, debía centrarse, y tener el control de la situación.

—Llegamos señor—dijo el hombre que estaba al volante.

Taehyung rio, ¿Cuánto habrá escuchado? Se encogió de hombros, no era como si tuviera pudor o vergüenza, al contrario, le gustaba ser observado, un fetiche extraño que había adquirido de las reuniones privadas con su mafia. JungKook espero a que le abrieran la puerta, bajo sin soltar su cuerpo, lo sostuvo cerca, como si tuviera ansiedad de alejarlo. Esa posesividad le gustaba, tal vez demasiado.

Estaban frente a una casa grande y elegante, moderna, en medio de la nada, elevó una ceja, JungKook no se detuvo a explicarle o siquiera mirarlo, entró ansioso a la casa, pasaron un gran recibidor, había algunas personas ahí, vestidas de negro y con armas largas, parecían ser su escolta, se fijan en cuántos eran antes de que JungKook lo guiará arriba.

—¿Qué es aquí?

—Mi casa de descanso, paso aquí todos los fines de semana, cuando quiero alejarme de las personas.

Taehyung elevó una ceja, llegaron a la parte de arriba, después de pasar por un pequeño pasillo, que daba paso a un enorme recibidor, había un televisor gigante, algunos muebles negros con pequeñas cosas sobre ellos, casi vacíos, una sala de cuero blanco, en la pared frente a él, ventanales qué dejaban ver un balcón de piedra, un comedor de vidrio de cuatro plazas y una cama King de sábanas negras, dos puertas de madera oscura.

—Vaya—susurró—. ¿Es aquí a dónde traes a tus amantes? ¿O a tu prometido?

JungKook se volvió, quitándose la chaqueta que dejó en el sillón, los primeros botones de su camisa negra estaban abiertos, le sonrió ladino.

—Nadie viene aquí—dijo con seriedad.

—¿Pretendes que piense que soy especial? —rio por lo bajo—. No soy ingenuo.

—No pretendo que pienses nada, no tengo por qué mentirte.

—¿Qué hacemos aquí?

—Tú lo acabas de decir, no eres ingenuo.

Taehyung rio por lo bajo. —Bueno, eso es interesante.

—Pero antes—dijo acercandose, sin esperar ni un segundo, lo tomó en brazos llevándolo a su hombro, Taehyung estaba tan sorprendido que no reaccionó al momento.

JungKook lo llevó a una de las puertas, al entrar se dió cuenta que se trataba de un espacioso baño, con una gran tina blanca, lo dejo en el suelo, y se encaminó a abrir una de las llaves de la tina.

—¿Qué estás haciendo?

—¿Crees que voy a tocarte después de que alguien más lo hizo? No, antes un baño.

—Estás de joda—dijo soltando una carcajada.

JungKook no estaba bromeando, podía verlo en sus ojos, unos tan oscuros que podían hacerse pasar por negros, le miró fijamente, antes de acercarse y llevar sus manos a su camisa, la desabotonó, lentamente, dejando su pecho y estómago descubiertos, la sacó por sus hombros evitando tocar su piel, está cayó al suelo, JungKook miró de cerca su piel, el gran tatuaje de dragón que estaba en su espalda, elevó una ceja, tenía una piel preciosa, acanelada, era delgado, de vientre plano, sin marcas, llevó sus manos a su pantalón y lo desabrochó, se agachó, bajandolo lentamente por sus piernas, Taehyung vio con suficiencia como se detenía a observar sus bragas pequeñas, que se pegaban a su cuerpo, chasqueo la lengua casi saboreando el momento y también las fue bajando, lentamente, estaba semi duro, debido al deleite de aquel segundo, Taehyung quedó desnudo frente a él, sin pizca de pena, sin esconder su cuerpo, JungKook casi quiso tocarlo, pero, se abstuvo, le sonrió alejándose.

—Entra—dijo con una orden.

Taehyung elevó una ceja, estaba divirtiéndose mucho, entró a la tina, el agua era cálida, JungKook se sentó en una silla frente a él, sin dejar de observarlo, como todo un voyerista. Con sus manos, mojó todo su cuerpo, como si ignorara el hecho de que él estaba ahí observando, tomó el jabón líquido de baño y llenó el paño, acarició con este su cuerpo, primero sus manos, sus brazos y después su pecho, acariciando sus pezones, haciendo que estos se endurecieran, bajó lentamente a su estómago, rozando su entrepierna y gimió, el aroma a lavanda del jabón era delicioso.

JungKook lo observaba fijamente, con la mandíbula apretada y la respiración contenida, lo vio cerrar los ojos mientras tallaba de forma delicada su perfecto cuerpo, nadie, absolutamente nadie, había hecho que perdiera los estribos como ese hombre, lo deseaba, desde el primer día en que lo vio, estaba ansioso por poseerlo, con la esperanza de poder sacarlo de su mente.

Taehyung se dió la vuelta, con una mano sostuvo el borde de la tina, y con la otra, llena de jabón, la llevó a su trasero, acariciando, dejando espuma en este, miró sobre su hombro a JungKook quien abrió la boca suspirando, Tae sonrió ladino, con los dedos enjabonados, llegó a su entrada, acariciando por fuera, metiendo uno de sus dedos, lentamente.

JungKook soltó el aire de golpe, podía ver la escena frente a él como la más erótica del mundo, Taehyung de espaldas, con el trasero elevado, las piernas abiertas, penetrandose con sus propios dedos, sin dejar de mirarlo, gimiendo, fue suficiente para él, sin dejar de mirarlo, llevo su mano a sus pantalones, abriendo el botón, bajando la bragueta, y sacando su duro y doloroso miembro, el cual fue acariciando, desde el tallo hasta la cabeza, sin dejar de mirar hambriento esa entrada que estaba siendo penetrada con dos dedos, preparándose.

Los dedos de Taehyung se adentraron con más fuerza, más rápido, cerró lo ojos y comenzó a gemir, estaba muy duro, podía escuchar la respiración errática, y el sonido de un miembro grande masturbado, necesitaba ese pedazo de carne dentro de él, necesitaba que lo cogiera con todo lo que tenía, lo deseaba demasiado, con ese sentimiento, sacó sus dedos y se metió en el agua, enjuagando el jabón de su cuerpo, JungKook seguía masturbando su miembro mientras observaba lo que hacía.

Sonrió de lado, sus ojos dilatados por la lujuria, oscuros, casi negros, que le observaban con ferocidad, como un depredador, estaba muy tenso, Taehyung comenzó a gatear, lentamente, saliendo de la tina, sin despegar la mirada de él, de ese miembro que hizo que su boca salivara debido a lo delicioso que se veía, relamió sus labios, riendo sin voz, llegando a estar en medio de sus fuertes piernas, muy cerca de esa mano que se movía rápidamente. Taehyung acercó su mano, JungKook quitó la suya, pendiente de sus acciones, saco un cigarrillo, mientras los dedos de Taehyung acariciaban su tallo, lo prendió y aspiro, necesitaba calmarse, pero era imposible, quería tirarlo al piso y joderlo hasta no poder más, dió una calada al tiempo que Taehyung acercaba su húmeda lengua a la cabeza de su pene, atrapando una gota de presemen. Saboreo su sabor, el cual le gustó, hambriento por más, metió a su boca el falo, casi por completo, lo llevo hasta su garganta engullendo, JungKook lo vio moviendo su cabeza de arriba para abajo, usando también su lengua, hizo la cabeza hacia atrás gimiendo, era por mucho la mejor mamada que le habían hecho.

Llevó la mano a su cabello, agarrando las hebras con fuerza, guiando los movimientos, jodiendo su boca, era glorioso, sobre todo cuando Taehyung gemía, creando una vibración extra a su pene. El cuarto de baño se llenó de sonidos obscenos, de gemidos roncos y gruñidos contenidos.

Taehyung miraba cada una de las reacciones de JungKook, excitado por su deseo, llevo la mano libre a su propio miembro bombeando con fuerza, buscando liberación, JungKook maldijo antes de mover su cadera, tratando de ir más adentro, tomó sus mejillas inmovilizandolo, penetrando con fuerza, los ojos de Taehyung se cristalizaron, pero engulló todo sin problema, fue así, tan agresivo, hasta que soltó su semen dentro de su garganta, Taehyung chupó y trago con gusto, al tiempo que él también llegaba al climax en el suelo del baño. Dejó que el pene flácido saliera de su boca y relamió sus labios, se puso de pie y se sentó en el regazo de JungKook, comenzó a desabotonar su camisa negra y la sacó por sus hombros, se la quito, poniéndosela él mismo, cubriendo su cuerpo hasta sus muslos, el cuerpo de JungKook era musculoso, lleno de tatuajes, su respiración era errática.

Taehyung se levantó y se encaminó a la salida del baño, JungKook guardó su pene y le siguió. Parecía un gatito curioso, mirando alrededor, tenía una buena colección de alcohol.

—¿Bebes mucho? —preguntó con la garganta rasposa.

—Sí ¿Bebes algo en especial?

—Sólo vino, no me gusta lo demás.

—No has probado un buen vodka ¿Verdad?

—Nop.

—Prepararé algo para ti—dijo sacando de la cantinera una botella de líquido transparente, después saco un vaso de vidrio redondo, lo llenó de hielos y puso el vodka, después vertió refresco de limón. Se acercó con el vaso y la botella en la mano y se lo tendió—. Sabe bien. Pruébalo.

Taehyung lo bebió, no era lo suyo, pero no sabía mal. JungKook se sentó en una silla del pequeño comedor y se relajó, bebiendo de la botella, él se acercó, sentandose en la mesa de cristal, frente a él, subiendo los pies a sus rodillas.

JungKook llevó sus labios al interior de sus muslos, haciendo pequeñas marcas al chupar su piel.

—Quiero matarlo, a ese imbécil italiano, por tomar primero lo que yo quería.

Taehyung soltó una carcajada. —Que posesivo me saliste ruso, será que eres así siempre.

—¿Usaste condón? No me van las enfermedades.

—Claro que sí, no soy tan estúpido ¿Y tú? No me digas que siempre usas.

—Lo use desde la primera vez que cogí con alguien, jamás lo he hecho sin uno, no quiero estupideces, menos niños.

—¿Ni con Jimin?

—No, Jimin se cuida, tampoco quiere niños, pero yo no confío en él, siempre es bueno cargar con un buen condón. ¿Y tú?

—Soy beta, realmente niños no habrá—rio—. Pero, soy muy cuidadoso, en eso no tienes qué preocuparte.

—Eres como yo Tae.

—¿Eres interesante JungKook? Pareces un tipo malo, el jefe, pero también, pareces un hombre solitario y tranquilo ¿Quien eres?

—Lo mismo puedo preguntarte a ti, de los dos, eres quien más secretos tiene, siempre pensé que La Garduña estaba desmantelada, durante décadas se han mantenido en secreto.

—¿Sociedad secreta no te dice nada? —rio por lo bajo—. ¿Tú me hablarías de tu familia? De los temibles rusos. Hay muchas historias sobre ustedes.

—Tienes un pinto, no discutiré eso—sonrió irónico—. Aún eres enigmático. ¿Qué es lo que viniste a hacer aquí?

—Quería conocer, es todo—se encogió de hombros—. Vamos Kook, no seas paranoico, además ¿No eres tú quien se ha acercado a mí?

—Es imposible no hacerlo, me estás volviendo loco.

—¿Más que tú prometido? Es un lindo chico, sus labios son muy dulces, ahora comprendo porque están tan interesados en él, es muy apuesto, ¿Lo amas?

JungKook rio por lo bajo antes de tomar más de la botella. —¿Amor? Esa mierda no existe, ¿Tú has amado?.

—Sí, yo amo a alguien—dijo con oscuridad en sus ojos—. Es el amor de mi vida, y siempre lo voy a amar, nadie ocupara su lugar.

El semblante de JungKook se oscureció. —¿Y dónde está?

—Muerto—dijo bebiendo más.

—¿Seguirás amándolo a pesar de que está bajo tierra? Es patético.

Taehyung rio y se acercó a su rostro. —¿Por qué estás tan molesto? ¿Celoso? Tienes celos de que diga que a pesar de todo, nadie me hará olvidarlo, ¿Querías ser ese alguien?

—Claro que no. No me interesa el amor.

—Pobre de Jimin—bufó—. Él te ama demasiado.

—Realmente no me interesa, lo nuestro es un acuerdo entre nuestras familias.

—¿Eso sigue existiendo? ¿Por qué necesitan ese acuerdo? Es estúpido.

—Poder, todo se reduce al poder—dijo acariciando sus piernas, subiendo cada vez más—. No me digas que tú no quieres poder.

—No, yo no quiero eso, yo quiero libertad—rio por lo bajo.

JungKook negó con una mueca antes de beber, le tomó de uno de sus tobillos y lo volvió hacia la mesa, Taehyung puso las manos en el cristal y subió por completo, quedando en cuatro, parpadeo perplejo cuando JungKook se posicionó detrás de él y subió la camisa hasta sus hombros, dejando al descubierto su espalda y su trasero, acarició con su mano la columna de su espalda, iniciando en su cadera y terminando en su nuca, con la palma de la mano empujó para abajo, así, quedó en una posición muy comprometedora, con el pecho en la mesa, y el trasero elevado, se sintió duro de sólo verse en esa situación.

JungKook acarició su cuerpo, sus costados, su espalda, dejando por último sus nalgas, las cuales amasó y mordió, eso le hizo gemir.

—¿Qué estás haciendo?

—Tengo sed—susurró sobre su piel—. Mucha sed.

—Mmmm.

JungKook chupó la piel suave, al tiempo que acercaba la botella a él, vertió un poco en su nalga izquierda y lamió la piel con sabor a Vodka, Taehyung abrió mucho los ojos, y después los cerró, excitado, JungKook se posicionó bien, detrás de él, vertió un poco más de alcohol, en el inicio de la separación de sus nalgas, dejando correr el líquido, para recibirlo con su boca cerca de sus bolas, dió una larga lamida, saboreando en voz alta.

—Esto es delicioso ¿No detka? (Bebé)

—Mmmm... Joder sí.

Volvió a hacerlo, está vez deteniéndose en su entrada, lamiendo y chupando, estirando con su lengua que entraba y salía, apretó su cadera, comerlo era lo que quería, porque lo estaba volviendo loco, no había podido evitar sentirse celoso del amor que profesaba por otro, había una incomodidad en su pecho, una muy grande, gruñó volviendo a verter el vodka, chupando, probando, hasta que sus gemidos eran más intensos, hasta que sintió cómo temblaba bajo su toque, así es como deseaba tenerlo, desesperado.

Lo bajó de la mesa cargándolo por la cintura, lo llevo a la cama y lo dejo ahí, Taehyung le miró con sudor en la frente y los ojos cristalinos, sus labios estaban mordidos, este se fue desabrochando la camisa, dejando nuevamente su pecho al descubierto, JungKook se desabotonó el pantalón, bajandolo por sus fuertes y musculosas piensas, quedó desnudo frente a él, lamió sus labios al ver su enorme miembro despierto.

Subió sobre su cuerpo, besando sus labios de forma hambrienta y profunda, acariciando con su lengua su boca, era sensual, la forma en la que su cuerpo grande y fornido lo envolvía, como sus caderas se rozaban llevando una sensación exquisita a sus miembros, era húmedo y caliente, Taehyung sonrió entre el beso y lo empujó lejos, dejando que su cuerpo descansará sobre la cama, JungKook lo observaba de forma profunda, sumamente excitado, alargó la mano a la mesa de noche y saco de ahí un preservativo.

—Yo te lo pongo—dijo quitándoselo de las manos.

JungKook no dijo nada, simplemente aspiro, Taehyung acarició su miembro, moviendo la mano de arriba para abajo, JungKook cerró los ojos jadeando, y Taehyung aprovecho, si quería hacerlo perder la cabeza tenía que ir más allá que cualquiera, subió sobre su regazo y rápidamente se penetró, con el goteante pene erecto, dejando de lado el empaque sellado del condón, JungKook abrió los ojos en demasía observando su cuerpo, boqueo, pero, Taehyung no le dió tiempo para pensar, comenzó a mover las caderas, lentamente, tan lento, que era una tortura, lo tomó de la cintura e hizo la cabeza hacia atrás, jamás había sentido esa sensación, de calor y opresión, mientras su pene se abría paso dentro de aquellas paredes de músculos estrechos, era mucho mejor que nada, lo cambiaba todo, estaba perdido, sienpre fue cuidadoso y ahora, estaba jodiendo sin condón con la persona que más deseaba, eso en su mente estaba causando un corto, Taehyung se movía de forma exquisita, era un dios en el sexo, se movía de forma increíble, su cadera no eran pequeña, su trasero tampoco, tenía un cuerpo de impacto, lo volteó, dejándolo debajo de su cuerpo, elevó sus piernas a sus hombros y comenzó a penetrarlo con fuerza, rápido y lento, intercalando sus movimientos, mirándolo gemir con la boca abierta, jugando con su lengua, llevo ambas manos a su cuello y apretó moderadamente, Taehyung se perdió a sí mismo.

Le gusta a el sexo, Taehyung era muy abierto en sus necesidades, lo que quería lo obtenía a la hora que fuera, pero JungKook estaba tocando fibras que jamás pensó que alguien tocaría, estaba llenando esa necesidad con su energía, con su virilidad, nunca había encontrado un amante que estuviera a su nivel.

Lo hacía ponerse en posiciones dónde la penetración era tan eficaz, que le hacía temblar, golpeaba su punto de placer con astucia, por lo que tuvo un orgasmo violento, dónde grito sin importar nada, dónde vio puntos de colores, JungKook gruñó sobre su espalda, ahogado por el orgasmo ajeno, llegando a penetrarlo una vez más antes de desafallecer dentro de él, llenandolo con todo lo que tenía.

La respiración errática les hizo detenerse, acostándose abrazados. No dijeron nada, dejaron que su respiración se calmara y poco a poco se quedaron dormidos.








Salir de esos brazos fuertes que lo tomaban con posesividad fue muy difícil, pero lo hizo, entró al baño e hizo sus necesidades, aún podía sentir el semen de JungKook dentro de él, se limpió y salió del baño, apenas estaba amaneciendo, abrió la puerta del closet, entró a la habitación, dónde había una gran cantidad de ropa y cosas costosas, tomó una camisa blanca y se la puso, después salió y fue al mini bar de dónde tomó una botella de agua, la bebió de un trago, estaba sediento, miró a JungKook dormir plácidamente, al lado de la cama estaba el celular del pelinegro, sonrió y fue a tomarlo, con cuidado agarró el dedo de JungKook y lo puso en la huella, desbloqueando.

Encontró los cigarrillos y prendió uno, se acercó a la puerta corrediza del balcón y empezó a ver lo que había ahí, los mensajes eran poco, lo intuía, era de esos que borraba cualquier evidencia, cuando entró a su galería se asqueo, había fotos y videos de sus amantes, mujeres, hombres y de Jimin, sonrió a medias borrando todo, desapareciendolo de la papelería, después abrió la cámara y comenzó a tomar fotos de si mismo, de su cuerpo, de su pecho, su trasero, un vídeo donde estaba tocandose, y lo dejo ahí, sobre la mesa de la sala, suspiró pesadamente. Tenía un plan y debía de centrarse en eso, no podía perder la cabeza, menos por una buena cogida. Estaba terminado su cigarrillo, cuando sintió la enormes manos en su trasero, gimió cuando JungKook entró de nuevo en él, sin avisar, sin problema alguno, comenzó a penetrarlo, con estocadas lentas, mientras besaba su cuello.

—Buenos días detka.

¿Qué significa eso? —suspiró.

Bebé—dijo en español, con un mal acento.

Mierda, me encantas.

—Lo sé, me encantas tú también. Moya zhizn' (mi vida)

Gimió, escuchar su voz ronca y en ruso en su oreja, mientras era embestido, fue demasiado para despertar su excitación. JungKook deslizó la puerta de vidrio, sin salir de él, lo llevo al barandal de piedra del balcón, lo volvió, dejándolo frente a él, subió su pierna izquierda, hasta que su talón estuvo sobre el barandal, estaba frío, lo vio sonreír, antes de penetrarlo de nuevo, su espalda baja estaba casi en el borde, hacía frío, pero el calor de sus cuerpos compensaba la sensación del viento sobre sus cuerpos, jadeó sonriendo, alguien podía escucharlos, pero eso no importaba, nada más importaba, nada, más que tener a ese hombre fuerte sosteniendolo mientras gemía ronco entre su cuello. Las estocadas fueron aumentando, así hasta que ambos se vinieron, con un jadeó de placer.

—Tengo hambre—rio JungKook entre su cuello.

—Yo también.

Lo levantó de ambas piernas, lo cargo de esa manera y lo metió nuevamente dentro, aún estaba dentro de él, lo llevo a la cama y lo acostó. Saliendo.

—Iré a pedir que suban el desayuno—dijo al ponerse una bata negra.

Taehyung asintió, se dejó caer en la cama, tenía que concentrarse, porque parecía que estaba perdiendo la cabeza. Después de unos minutos subieron el desayuno, ambos comieron en silencio, estaban hambrientos.

—¿Te gusta el italiano?

—¿Jimin? O si, me dejó con ganas de más con ese beso.

JungKook bufó. —Sabes de lo que estoy hablando.

—Se llama Yoongi, si me gusta, es muy guapo y coge de maravilla.

JungKook apartó el plato con enojo, se levantó y lo tomó de los cabellos haciendo su cabeza hacia atrás, acercó su labios a su rostro. Sus ojos eran oscuros.

—Nadie te va a coger como yo, entiende eso.

—Lo haces bien, no seas celoso bebé.

No sé a qué estás jugando, pero, no vas a hacerlo conmigo.

—Ya lo hice JungKook. Recuerda, estoy aquí porque yo quiero, no porque tú lo quieras—rio.

JungKook lo soltó y suspiró pesadamente. —Tomaré un baño.

Lo dejo en el comedor, sonriendo, eso era lo que estaba esperando, esa era la reacción que quería obtener de JungKook, hacerlo caer rendido ante él. Se levantó y fue al baño, el silencio se quitó la camisa y entró a la ducha, lo abrazó por la espalda y mojo su cuerpo con el agua helada.

—¡Mierda, esto está frío!

Se alejó, pero JungKook se dió la vuelta y lo tomó de la cintura acercándolo a su cuerpo, haciendo que volviera a la ducha fría, lo miró a los ojos y lo besó, fue un beso diferente, uno lleno de desesperación, de frustración, Taehyung tomó sus mejillas y siguió el beso, importandole poco el frío del agua que caía sobre su cuerpo, JungKook lo acarició, lo baño, sin dejar de mirarlo, sin apartar sus besos de su cuerpo, era algo más íntimo, incluso más que el sexo. Y no quiso parar.


























Estaba sobre el pecho fuerte y desnudo de JungKook, acostado en el mismo estado, no habían usado ropa desde que salieron de la ducha, se acostaron en la sala mirando televisión, estaba adormilado por las caricias que daba a su cabello, suspiró y se elevó sonriendo.

—Creo que es momento de regresar.

—Por la mañana.

—¿Seguro? No creo que a tu prometido le guste eso.

—Que se joda, si le importa o no, no es mi asunto, deja de hablar de él.

Taehyung comenzó a jugar con su pecho, haciendo figuras invisibles con su dedo.

—Puede que este un poco celoso.

—¿Lo estás?

—Sí, lo estoy.

—No lo volveré a tocar, lo prometo. Pero, tú no puedes dejar que nadie más que yo te toque.

—¿Cómo sé que estás hablando de verdad?

—Mi palabra vale oro Taehyung.

Le sonrió de forma dulce, JungKook llevó su mano a su mejilla y acarició haciendo que cerrará los ojos y se recargara contra su mano, JungKook tragó en seco. Se movió de forma que quedó debajo de él, levantó una de sus piernas, doblandola en su cintura y se adentró en su cuerpo lentamente.

—Sólo contigo puedo hacerlo así, sólo contigo puedo perder la maldita razón.

—Besame.

JungKook lo besó, mientras daba estocadas lentas, no era sexo por lujuria, era algo más, estaban bajando las defensas, creando una atmósfera peligrosa para ambos, porque estaban disfrutando del momento, de ellos dos juntos.  Esa noche fue de esa manera, lo hicieron lento, sin dejar de besarse, sin dejar de acariciarse, había algo nuevo en esa noche, que los consumía desde dentro.











—Que nadie sepa que estuvimos juntos estos días—dijo Taehyung cuando el auto se detuvo cerca de la escuela.

—Bien—asintió, estaba ansioso, por tener que separarse de él.

—Piensa en mí y cuando tengas ganas de mí ve tu teléfono.

—¿Qué?

Adiós cariño—sonrió besando tenuemente sus labios.

JungKook frío lo dejo ir, apretando su mandíbula abrió su teléfono, busco, hasta que dió con la galería y su boca se seco, estaba duro con ver esa fotos. Negó recargando la cabeza en el asiento del auto.

—Maldición.




Hace mucho que no pasaba por acá. Espero les haya gustado, muchas gracias 🖤

🖤🖤

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