La tensión dentro de ese baño era palpable por todos los aires. Yoongi maldijo cuando lo vio, recargado en la pared, con la mirada fija en su cuerpo, lo conocía muy bien como para saber que estaba molesto, mejor dicho, furioso, se acomodó el pantalón, yendo a lavarse las manos, nervioso. Una de las cosas que había aprendido desde joven era que hacer enojar a Jimin, era una sentencia a muerte.

—¿Qué haces aquí? —preguntó apacible.

Jimin no contestó, así que terminó por mirarlo, tenía más manos apretadas, se acercó.

—No me puedes reclamar, no puedes enojarte, porque nosotros no somos nada exclusivo.

—Come mierda. ¡Sei una merda, ti odio fottutamente! (Eres una mierda, te odio maldito)—grito.

—Cosa vuole da me? Non sei disposto a scegliere me. (¿Qué quieres de mí? Tú no estás dispuesto a elegirme)

—¡Ti amo e tu lo sai bene! (Te amo y lo sabes bien)—soltó con los ojos rojos, conteniendo el llanto de furia.

—Non posso più andare avanti così (Ya no puedo seguir de está manera) —dijo con un nudo en la garganta.

—¿Stai rompendo con me? (Estás terminando conmigo)—tragó en seco—. Beh, se lo vuoi in questo modo, ciao. (Bien, si así lo quieres, adiós)

Estaba por irse, pero Yoongi lo tomó del brazo e hizo que se diera la vuelta, Jimin se puso como loco, gritando y sacudiéndose para zafarse, lo tomó de los hombros tratando de detenerlo, pero estaba siendo imposible, terminó recibiendo un golpe en la mejilla, no lo soltó, lo empujó a la pared e inmovilizó sus manos sobre su cabeza.

—¡Basta!

—¡Eres un idiota!

—¡Tú también lo eres!

—¡Te acostaste con él!

—¡Y tú con JungKook! Te acuestas con él siempre que puedes. No me digas que no, que lo sé, la otra noche iba a tu habitación y los escuché...no me puedes pedir fidelidad, tú nunca me has sido fiel.

Las lágrimas descendieron por las mejillas de Jimin. —Es un trato, y lo sabes, lo sabías desde antes.

—Ya no quiero estar en medio de esto, pero te amo tanto, que es jodido ¿Por qué yo no puedo estar con alguien más y tú sí? No es justo.

Yoongi pegó su frente a la de él, apretó la mandíbula y negó.

—Vamos a terminar todo hoy.

—¿Por qué? ¿Acaso lo amas?

—Me gusta mucho, no lo amo, pero me gusta.

—¿Más que yo?

—No, nadie se compara contigo.

Jimin jadeó, negó tratando de soltarse, pero Yoongi lo agarro con más fuerza de las manos y de la cintura. Se acercó a sus labios y suspiró.

—¿Qué hago para que no me dejes? ¿Para que seas sólo mío? No quiero que toques a nadie más, no quiero que te guste alguien que no sea yo.

Yoongi lamió sus labios, probando su sabor, era adicto a él.

—No quiero que lo beses, no quiero que dejes que te toque, quiero que seas exclusivamente mío. ¿Verdad que no puedes hacer eso? Porque lo amas, lo sé.

—Jamás volverá a tocarme—lo miró fijamente—. No lo dejaré, lo prometo.

—No hagas promesas que no vas a cumplir.

Jimin acercó más su rostro, besando su mandíbula.

—Confía en mi, buscaré la forma de romper el compromiso, pero no quiero que vuelvas a tocarlo, no. Tú eres mío. Io sono tua.

Yoongi comenzó a besarlo de una forma desesperada, soltó sus manos y Jimin lo tomó de los hombros abrazando su cuerpo, el beso era feroz, y ellos estaban tan ensimismados en el otro que nada más les importó.

—Fammi tuo. Ne ho bisogno. (Hazme tuyo, lo necesito)

—Ya no tengo condones.

—No importa, así, me cuido lo sabes.

Yoongi se separó de él. Le miró con molestia. —¿Dejas que él te coja sin condones?

—Jungkook olvidaría primero su maldita cabeza que el usar condón, sólo contigo lo hago así ¿Usaste con ese maldito estúpido?

—Sí.

—Lo quiero matar, lo voy a matar. Está jugando con lo que es mío.

—Me encanta cuando te pones posesivo.

Lo condujo al lavabo, le desabrochó el pantalón y lo bajo, mirando en el espejo la vista increíble que le daba su trasero, gordito y aprerujable, llevaba unas bragas pegadas, que dejaban al descubierto sus nalgas, las arrancó, Jimin gimió sobre su cuello, el cual besaba con voracidad, lo sentó en el lavabo y saco su pene, para penetrarlo de una, la sensación era maravillosa. Jimin gritó, tomándolo con fuerza de los hombros. Fue embestido con rapidez, gimiendo y jadeando entre sus bocas.

—¡Eres mío, sólo mío! Si me dejas te mataré.

—Jimin. Maldición Jimin.

Siguió embistiendo, Jimin se dejó ir entre sus manos, Yoongi llegó al climax en su interior y mordió su labio mientras sucedía. Ambos se miraron, estaban drogados, el uno con el otro. Su aroma era exquisito.

—Ti amo.

—También te amo Jimin.

Lo condujeron a una camioneta grande oscura, abrieron la parte trasera y le hicieron entrar. Taehyung suspiró mirando a su derecha.

—¿Hace cuánto planteaste mi secuestro?

—Cuando entraste a ese maldito baño—soltó furico, sin mirarlo.

Taehyung sonrió de lado. —Gracias por dejarme terminar.

—¡Muévete!

La camioneta se puso en marcha, Taehyung soltó una carcajada, mirando por la ventana. Estaba inquieto, y mirar a JungKook molesto para él era un plus a su diversión. Podía sentir su tensión, cada músculo de su cuerpo estaba contraído, se acercó, puso la cabeza en su hombro y olió su aroma tan varonil.

—¿Estás celoso? ¿Odias al italiano por ser quien me cogió primero? Vaya que era muy bueno, lo disfruté mucho.

No respondió, pero su mandíbula se tenso más, podía escuchar sus dientes rechinar al sobarse unos contra otros, relamió sus labios, con su dedo acarició la mandíbula de JungKook, subiendo a su labio inferior.

—Te ves tan sexi molesto, creo que haré que tengas celos seguido.

Lo tomó de la muñeca, jalandolo, para que terminara sentado en su regazo, enterró la cabeza en su cuello y aspiró con fuerza.

—Quiero matarte, quiero golpearte y hacerte que me pidas perdón de rodillas.

—¿Me quieres de rodillas? Uy, eso me gusta, ya nos estamos entendiendo. ¿Te sientes muy demente por mí?

—Maldita sea, no sabes lo que estuve a punto de hacer en aquel club.

Taehyung rio por lo bajo acariciando su cabello. —¿Qué ibas a hacer?

—Los mataría.

—¿Y cómo se lo ibas a explicar a Jimin? Lo dejaste solo ahí.

—Me sorprende mucho, lo poco que me importa—rio secamente, lo tomó del pelo, jalando hacia atrás, exponiendo su cuello, el cual lamió lentamente, Taehyung jadeó, cerrando los ojos, estaba excitado.

—¿Lo dejaste por mí? Dilo en voz alta.

—Maldito demonio.

—Dilo—gimió cuando sintió los dientes en la piel sensible de sus clavículas.

—Lo deje por ti, porque me tienes malditamente loco, sólo pienso en ti, sólo te quiero ver a ti ¿Que me has hecho?

Taehyung se enderezó, para mirarlo a los ojos. Se acomodó a horcajadas, las manos de JungKook se posicionaron en su cadera, apretando más cerca de su cuerpo.

—¿Me llevarás al medio de la nada para matarme?

JungKook le miró fijamente a los ojos. Cargando de deseo.

—Te voy a llevar al infierno, te voy a hacer que te refuerzas de dolor y de placer.

—¿Estás dispuesto a pagar el precio JungKook? Porque esto te puede salir muy caro, no saldrás siendo la misma persona, porque le vas a vender tu alma al mismísimo diablo.

—En mi otra vida fui una maldita serpiente del infierno, no me das miedo.

—Claro que me tienes miedo—dijo susurrando sobre sus labios—. Porque nunca habías sentido esto por nadie, porque me deseas tanto, que ardes de deseo. Lo sé.

JungKook gruñó, tomando su nuca para besar su boca de una forma tan agresiva, que Taehyung gimió, ambos dentro de la camioneta, con el calor creciendo entre sus cuerpos, excitados y molestos, todo mientras se dirigían a un lugar secreto, en medio de la nada ¿Qué podría suceder ahí?

No soy experta en idiomas y ustedes no son mis maestras, así que abstenganse de corregirme, porque no voy a cambiar nada, lean sin ser castrozos. Jajajaja (sone bien mamona Verdad jajaja)

Esto se pone cada vez más misterioso uuuuy ♠️

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