07
—Hola Demir.
Al escuchar la voz que le llamaba, Hoseok elevó la vista del libro que leía, le miró con una ceja alzada. Valcov era una de las personas que evitaba por completo, un desgraciado mafioso sabelotodo, que creía que tenía el mundo a sus pies.
—Valcov.
—Hace mucho que no hablamos.
—Desde que me corriste de tu grupo de lame huevos—asintió.
—No creí que fueras una persona rencorosa.
—No lo soy, ¿Qué quieres?
—¿Por qué asumes que me acerco a ti porque quiero algo? Sólo saludo a un viejo amigo.
—Nos conocemos, deja esa mierda y dime lo que quieres.
Jungkook sonrió ladino, con una cara de burla que quería borrar a golpes, ellos habían sido buenos amigos, estaba en su grupo cuando ingresó a la escuela, pero, era envidioso y competitivo, Hoseok contaba con mejor carisma y llamaba la atención, cosa que a Valcov no le gustaba, él siempre buscaba ser el centro de atención. Dejaron de ser amigos cuando este se acostó con su ex novia, Hoseok lo odiaba desde entonces.
—Está bien, he visto que eres cercano a los gemelos italianos ¿No es así?
—¿Qué con eso?
—También que se juntan con el nuevo. Los he visto juntos.
Hoseok elevó una ceja, conocía muy bien a Jungkook para saber que este estaba comenzando a interesarse en el nuevo, bastaba con observar la forma en la que lo veía y que Valcov nunca dejaba que alguien interesante como Taehyung se le escapara.
—¿Por qué contestar algo que sabes muy bien? No tiene sentido, habla claro que estoy ocupado.
—Buen, ambos sabemos bien que hay cosas en las que somos muy parecidos ¿No lo crees?
—No, no lo creo y tampoco te entiendo, deja de jugar—soltó de forma brusca, a él no le gustaban los juegos y Valcov le estaba colmando la paciencia—. Es mejor que hables ahora.
—Seré claro, muy claro, quiero información sobre Taehyung—sonrió ladino—. Cualquier movimiento, cosa que haga, necesito saberlo todo.
—¿Por qué crees que te daré información?
—He visto que eres cercano a Agust—rio por lo bajo—. Se ve alguien interesante. ¿Te gusta?
Tras escucharlo, Hoseok sintió un tirón en el pecho, conocía muy bien esa sonrisa llena de satisfacción, lo estaba provocando y lamentablemente funcionaba, porque estaba perdidamente enamorado de Agust, y tenía miedo de que Jungkook hiciese algo para alejarlo de él, porque nunca había imposibles para aquel alfa.
—Alejate de él. Te lo advierto.
—Me alejaré, pero, quiero información de Falcón, tu sabes, para mantenerme ocupado.
Hoseok mordió con fuerza el interior de su mejilla, debía negarse, no caer en su trampa, pero, una de las cosas que siempre le habían quedado claras era que Valcov siempre cumplía lo que prometía.
—Bien, haré lo posible, ese chico es un enigma.
—Sé que sabrás cómo hacerlo, eres inteligente, bien, nos vemos después.
Con las manos en sus bolsillos, Jungkook dio media vuelta y se alejó a paso despreocupado. Lo observó hasta que desapareció de su vista. Estaba molesto, cabreado de saber que a pesar de todo, ese cabrón seguía teniendo poder sobre él y sus decisiones, bajo la mirada observando fijamente sus manos sobre la mesa de cemento, las personas que estaba a su alrededor ajenas a lo sucedido, empezaban a dispersarse, otras nuevas a andar por los jardines, suponía que era cambio de clase.
—¿Qué tienes? Parece que vas a hacer una matanza.
Namjoon se sentó a su lado. Ambos eran buenos amigos, podían hablar de cualquier cosas sin el miedo a ser juzgado, sin embargo, Hoseok no hablaría, porque de hacerlo mostraría un lado que odiaba de sí mismo, su debilidad.
—Pensaba ¿Y Yoongi?
—Se detuvo en la biblioteca, dijo que estaría estudiando. No sé desde cuándo le interesa eso.
Se encogió de hombros. —Es impredecible. Al igual que su hermano, son tal para cual.
—¿Por qué no simplemente le dices lo que sientes?
—¿Y volver a ser rechazado? Tengo dignidad.
—Entonces es momento de aceptar que Agust es asexual y jamás estará con nadie, aunque eso también debería ser un alivio ¿No? No estará con nadie más.
—Namjoon, nunca confíes en las personas. Todos cambian y no podremos saber sus intenciones.
—¿Qué tienes? —preguntó con una ceja alzada—. Estás demasiado extraño este día.
—No dormí bien.
Namjoon asintió. A la mesa se acercaba Taehyung, quién se sentó frente a ellos.
—Hola chicos guapos—les sonrió—. ¿Qué hay de nuevo?
Hoseok miró fijamente a Taehyung, quién llevaba esa sonrisa que era tan característica de él, internamente se preguntaba, qué es lo que tenía de especial ese chico para llamar así la atención de Valcov.
—Nada de nuevo ¿Tú? Pareces muy feliz.
—Hoy es viernes—dijo con una enorme sonrisa—. Y, hoy es día de diversión ¿Dónde está Yoongi?
—Haciendo no se qué, en la biblioteca.
El semblante de Taehyung cambió por unos segundos. Fue una sombra que nublo sus expresiones, casi intangible para cualquiera, pero no para Namjoon que elevó una ceja confuso, cada día que pasaba afirmaba que Taehyung era más interesante de lo imaginado.
—Bien ¿Agust?
—Quien sabe—suspiró Hoseok con una mueca.
—Te gusta mucho ¿Verdad? —preguntó Taehyung recargando los codos en la mesa y recostando su barbilla en sus manos, le miraba de forma pícara.
—Eso no es asunto de nadie.
—Yo podría ayudarte—se encogió de hombros.
—¿Tú? ¿Cómo podrías hacerlo?
—Hay métodos, bueno ¿Quieres o no?
Hoseok mordió su labio inferior antes de sonreír ladino. —Si tu haces que Agust acepte una cita conmigo, entonces seré tu esclavo por el resto de mis días.
—Me gustan los retos, dalo por hecho—le guiñó un ojo—. Hablando del rey de Roma, creo que viene y con nuestro nuevo mejor amigo, espero que le den una cálida bienvenida.
Ambos se miraron consternados, al tiempo que se volvían hacia atrás, ahí, caminado despreocupado estaba Agust, era normal, con el cabello rubio revuelto, como si acabara de levantarse, lo diferente, fue que a su lado venía un chico más alto, de cabello negro que cubría una parte de su rostro, vestido formalmente, con el rostro plano, sin expresión alguna.
—¿Ese es...? —la voz de Namjoon perdió fuerza al verlos más y más cerca, su corazón comenzó a latir con fuerza.
Agust se sentó al lado de Tae, quién miraba fijamente a SeokJin, él parecía realmente incómodo, se notaba que no quería estar en ese lugar.
—Sientate Jin—dijo sin dejar de sonreír.
Este se sentó al lado de Agust, justo frente a Namjoon, quién estaba absorto en sus pensamientos, mirando a la persona que le gustaba en secreto. Era tan irreal tenerlo frente a él, era incluso más hermoso, su piel perfecta y sus labios rellenos.
—Chicos él es SeokJin.
—Hola—dijo Hoseok extrañado de verlo junto a Agust. Sabía que esté no era muy afín a hacer amigos.
—Hola—respondió Namjoon tropezando con las palabras.
SeokJin les miró con seriedad antes de asentir. Namjoon se puso de pie rápidamente llevando entre sus manos a Hoseok, quién le miró extrañado.
—Nosotros nos vamos chicos, vamos.
Ambos se levantaron y se alejaron de la mesa, Agust miró la escena con una incógnita en la frente.
—Eso fue raro.
—Seguramente no les agradó la idea de tenerme aquí.
Taehyung soltó una carcajada, tanto Agust cómo SeokJin le miraban como si se hubiese vuelto loco.
—¿Puedes compartir el chiste?
—No es nada—dijo ahogado en su risa—. En este lugar todos son muy graciosos. Bien, hablemos de negocios—tomó aire—. Está noche habrá alguien en la taberna, una persona alta, cabello negro y tez acanelada, su nombre es Aragón, obviamente es un alias, lo van a reconocer, su acento es diferente, viene de Colombia.
Agust le observó sin expresión. —¿Colombia? ¿No dijiste que tus contactos eran europeos?
—Tengo contactos en todo el mundo, vivir en algunas partes de Latinoamérica, no es nada interesante, así que niños centrados, él les va a dar una mercancía especial, traten de traerla aquí con cuidado.
—¿Y tú? ¿No estarás ahí?
—No, yo tengo algo importante qué hacer, no se preocupen, tiene que ver con el negocio, ¿Estamos de acuerdo? Créanme que después de esta noche nosotros nos vamos a divertir mucho ganando buen dinero.
—Bueno, eso espero—dijo SeokJin soltando un suspiro.
Agust rodó los ojos. —Espero que tus planes salgan bien, no me gustan los problemas.
—Todo saldrá bien, confía en mí. Bueno, tengo algo que hacer, los veo al rato.
Taehyung se puso de pie y se despidió con una sonrisa picarona, una que le acompañaba siempre.
—Él es extraño—susurró SeokJin.
—Ni que lo digas.
Lo vieron alejarse, caminando de forma despreocupada, Taehyung estaba tranquilo, esperando, porque poco a poco todas las piezas se acomodaban a su beneficio, y no podía está más que feliz, era quien movía los títeres a su antojo, el maestro. Caminó tranquilo a la biblioteca, últimamente su vigilancia estaba mayormente en Yoongi y Jimin, porque esos dos tenían más secretos que el simple hecho de estar acostándose.
Estaba vacío, a esa hora la mayoría de los alumnos se encontraban en clases o yendo a sus hogares, era sigiloso, una de las reglas más grandes era ser como una pluma, ligero y silencioso, así los vio, detrás de unos estantes, comiéndose la boca, a punto de desnudarse para tener sexo en medio del pasillo alfombrado. Jimin estaba disfrutando al máximo de su encuentro.
Elevó una ceja, pensando que estaban siendo demasiado estúpidos, cualquiera podría verlos, sonrió ladino.
—Lastima, me gustabas mucho Yoongi—susurró.
Una parte de él estaba molesta, no le gustaba perder, odiaba ver qué alguien tomaba algo que él quería, pero, se tranquilizó, porque no estaba ahí para encontrar el amor o ser feliz, tenía una misión importante.
Alargó la mano para tirar un libro, después se escondió bien, los vio separarse de golpe, mirando alrededor con una expresión de horror, sonrió, trataba de evitar soltar una carcajada. Se encaminó a la puerta, saliendo de la biblioteca, su mente trabajaba al mil por hora ¿Era normal pensar esas cosas a esa hora de la mañana?
Llegó a los casilleros, abrió el suyo, que estaba casi vacío, dejó ahí unas cosas y tomó la libreta que usaba para todas las clases, realmente no le importaba ninguna de ellas, no estaba ahí para aprender o graduarse, ni siquiera había terminado la secundaria, su vida cambio drásticamente cuando tenía catorce años.
—Al fin te veo, parece escurridizo, como un gato.
—Más bien un tigre—sonrió sin mirarlo.
Jungkook se recargó a su lado mirándolo fijamente, así hasta que le devolvió la mirada.
—Hola, ¿Qué necesitas?
—¿Sigue en pie lo de está noche?
—¿Está noche? —entrecerró los ojos fingiendo que no sabía de lo que estaba hablando—. No entiendo.
—Me dijiste que querías salir este día, que te llevará a conocer algo de esta cuidad.
—Oh, lo había olvidado ¿Tienes algo en mente?
—Tengo algo que será perfecto para ti, nos vemos a las nueve en la puerta, no vayas tan formal, pero tampoco como pordiosero, nos vemos está noche lindo.
Jungkook se alejó, con una sonrisa en los labios ¿Por qué estaba tan entusiasmado por salir esa noche con aquel misterioso chico? Bueno, a Valcov le gustaban los retos, y no estaba en duda lo mucho que le atraía su cuerpo.
—¡Hola amor!
—¿Dónde estabas? —preguntó con una ceja alzada al verlo despeinado y con los labios rojizos—. ¿Traes labial?
Jimin llevó sus dedos a sus labios y asintió inseguro. —Algo nuevo que estoy probando ¿A dónde vas?
—Tengo clase de historia.
Caminó por el pasillo, sabiendo que Jimin no tardaría en colgarse de su brazo para caminar a su lado, porque le gustaba la atención, se alimentaba de ella, siempre pudo verlo, cómo su ego se elevaba cada que alguien les miraba. Su compromiso no fue más que un arreglo entre sus familias, sin embargo, Jungkook no era estúpido, Jimin era muy hermoso, tenía un cuerpo espectacular y el sexo con él era placentero, ambos iniciaron una relación, tratando de hacer ver aquel compromiso como una elección propia, pero por dentro ambos sabían que esa no era más que una vil mentira.
—¿Saldremos está noche o prefieres que nos quedemos en tú habitación? —dijo mientras acariciaba su pecho, se habían detenido afuera del salón de clases, con las miradas fijas en ellos. Eran la pareja estrella, todos lo conocían y a Jimin, por ser un tóxico celopata.
—No, tengo asuntos que atender en la cuidad.
—¿Asuntos? ¿De qué?
—Asuntos de mi padre, cosas que no te incumben.
Al escuchar su molestia, Jimin relajó el gesto, asintió sabiendo que no podía sobrepasar algunas cosas y eso era en los negocios de Jungkook y mucho menos en cualquier cosa que involucre a las familias.
—Bien, entonces, saldré con unos amigos ¿Está bien?
—Sólo cuídate y recuerda que tengo ojos en todos lados.
Jimin rio, de forma divertida. —Claro cariño, nadie puede burlarte o engañarte. Nos vemos mañana entonces.
Se acercó para besar sus labios, fue de una forma tenue, pero pudo sentir que estaban más hinchados que de costumbre. Fue algo que le dejó confundido, pero, no tenía el tiempo para pensar en eso. Jungkook tenía un objetivo y para lograrlo tenía que sacarse de la mente el hecho de que tenía a Jimin.
Jungkook fumaba tranquilo, recargado en la puerta de la escuela, era de noche, estaba oscuro y él trataba de ser discreto y que nadie lo viera, pero Taehyung estaba tardando demasiado, mordió el interior de su mejilla, molesto, porque estaba seguro de que no aparecería.
—Hola—dijeron a su lado.
Se volvió de inmediato y a pesar de que tenía mucho qué decir se quedó en silencio, sin habla. Pasmado por lo que estaba viendo.
—Lamento la tardanza ¿Por qué me ves asi? —dijo con picardía, burlándose de la situación.
Llevaba unos pantalones de cuerno negro, que se amoldaban perfecto a sus piernas, con algunas cadenas colgando en su cadera, botines negros y un chaleco de tres botones, sin camisa, que dejaba al descubierto parte de su pecho, sobre esto traía una gabardina oscura que llevaba hasta sus pantorrillas, cabello ligeramente despeinado y un buen maquillaje de ojos.
—No te preocupes, vamos.
Tuvo que desviar la mirada, pero para Taehyung no pasó desapercibida la forma en la que le miraba, lo cual elevó su ego al máximo, entendía bien lo que pensaba y lo que a Jungkook le gustaba, porque se había pasado mucho tiempo observándolo.
Le indicó que subiera a un auto, un Audi r8 negro y brillante, elevó una ceja, si que estaba ahí para impresionar. Subió al copiloto, y se acomodó en el asiento.
—Ponte el cinturón.
—No, me gusta el peligro.
—¿Morir está en tus planes?
—¿Qué no sabes manejar?
Jungkook rodó los ojos antes de soltar una carcajada. Negó al tiempo que ponía en marcha el motor, haciendo vibrar, arrancando con rapidez, Taehyung comenzó a reír por la adrenalina.
—¿Te gusta este auto?
—Sí, debería pedirte que me dejes manejarlo ¿Lo harías?
—No dejó que nadie toque mis autos, dime ¿Por qué lo haría contigo?
Taehyung se encogió de hombros, antes de acercarse a él, estaba muy cerca de su cuello, puso la barbilla en su hombro y susurro en su oído.
—Porque yo no soy como los demás Jungkook, yo siempre seré la excepción a toda regla, aprende eso.
—Tienes agallas. Me agradas.
Regresó a su asiento y sacó un cigarrillo, el cual prendió. Jungkook no fumaba en su auto y no dejaba que nadie más lo hiciera, pero se limitó a reír, no dijo nada, en vez de eso se concentro en ver de vez en cuando cómo fumaba aquel cigarrillo, sus labios lo amoldaban perfecto ¿Sería así con todo?
Los pensamientos sucios que estaba teniendo en ese momento no ayudaban mucho a la forma en la que iba vestido, lo quería desnudo en su cama, gritando su nombre, pero había quedado claro que al igual que él, Taehyung era un jugador, y no daba pasos en falso.
—¿Me dirás a dónde vamos?
—¿No te gustan las sorpresas?
—Digamos que sí, pero, viniendo de ti, me hace estar en cautela, no confío en ti Valcov.
—¿A sí? ¿Puedo saber la razón?
—No eres muy discreto—sacó el humo lentamente—. Sé que has mandado a tus lacayos a vigilarme ¿Por qué? ¿Cuál es tu interés en mí?
—Somos amigos, pero me cuentas muy poco de ti, soy alguien curioso. Lamento si te incomode, no lo haré más.
—Ambos sabemos que eso no es verdad.
—Bueno, por lo menos ahora serán más discretos.
Taehyung rio por lo bajo. —Me gusta la honestidad, yo soy honesto, espero eso de las personas.
—Veo que tenemos algo en común. Hemos llegado.
Miró por la ventana, eran una serie de edificios de estilo barroco, con calles empedradas, muy normal y tranquilo.
—¿Tú casa?
—No, baja.
Se encogió de hombros, realmente no tenía miedo, bajó al tiempo que él lo hacía y espero. No pasó mucho para que Jungkook estuviese a su lado y le tendiera algo. Al mirarlo se dio cuenta que era un antifaz negro sencillo.
—Pontelo—dijo mientras él se ponía el suyo que era igual.
Se lo puso esperando, Jungkook se encaminó a la puerta de uno de los edificios y tocó tres veces la puerta, está se abrió, Jungkook dijo algo que no alcanzó a escuchar y los dejaron pasar, estaba vacío, sólo había un hombre vestido de negro con una máscara de perro, lo siguió hasta una puerta con clave de acceso, al abrirse dejó al descubierto unas escaleras que iban a la parte de abajo. Ambos bajaron los escalones para encontrar una puerta más, giró la manija y pudo verlo, una fiesta, había una gran cantidad de personas, todas cubriendo sus rostros, elevó una ceja, había iluminación en luces de neón, una música fuerte y mucho aroma a cigarrillo y otras cosas más.
Gente aspirando líneas blancas en las mesas, otros bailando descaradamente, alguien se acercó a Jungkook y le ofreció una botella de alcohol, la cual abrió y bebió.
—Fiestas clandestinas, dónde puedes conseguir o hacer lo que quieras sin que nadie se entere—explicó—. Te dan la dirección una hora antes de que empiece, siempre en diferentes lugares. Bebe es whisky.
No le gustaba beber esas cosas, pero aceptó, quería divertirse, bebió arrugando el gesto.
—Pareces un bebé.
—¿Vienes a menudo?
—Sólo cuando de verdad quiero divertirme.
—¿Solo?
—Eres la única persona que he traído.
Eso le hizo sonreír, bebió más, tratando de entrar en ambiente, Jungkook lo guío a una mesa y saco de su bolsillo una cajita plateada, extrajo de esta un pequeño recipiente negro el cual vacío en la mesa, el polvo blanco se hizo presente, con una tarjeta negra hizo cuatro líneas, y con un tubito plata aspiro la primera con la nariz, después la otra, limpio con su índice su nariz y le ofreció el tubo.
—Empezamos duro—se agachó para aspirar las dos líneas restantes, negó, era fuerte, ahora había probado la calidad de su droga y era buena.
Jungkook lo atrajo a su cuerpo y le hizo que bebiera más. —Sueltate, vamos a divertirnos.
Taehyung se quitó la gabardina, teniendo de pronto demasiado calor, Jungkook pudo apreciar que la parte trasera del chaleco era malla y podía verse su piel, pero eso no fue lo que llamó su atención, sino el tatuaje de serpiente que estaba en toda su espalda, desde su nuca, dando vuelta por su espina dorsal, hasta perderse en su cintura. Le gustó.
—Buen tatuaje.
—Bailemos.
No sabía si era el ambiente, era la droga o el alcohol lo que hizo que su cuerpo se sintiera ligero, tan ligero como una pluma, comenzó a bailar, siendo seguido por Jungkook quien no dejaba de beber y de ofrecerle más alcohol, el aroma a tabaco, las luces y las risas ajenas.
Lo que si sabía era que Jungkook estaba pendiente de cada uno de sus movimientos, que no le quitaba la vista de encima y que cada que se rozaba contra su cuerpo podía sentir lo duro que estaba, el tiempo pasaba, pero todo iba en camara lenta, con su corazón y respiración aceleradas.
Reían sin parar, no dejando de beber y de acariciarse, así hasta que sus labios se encontraron, en un beso que detuvo todo a su alrededor, que calentó su sangre de manera excitante, Jungkook llevó las manos a su trasero y lo amasó con fuerza, Taehyung mordía su labio inferior. Estaba tan excitado que tendría sexo en frente de todos los demás, no le importaba ser exhibicionista.
El calor aumentó y terminaron en un baño pequeño, él sentado en el lavabo, con Jungkook entre sus piernas, besando con fervor su cuello, gimió alto, muy alto, haciendo reír a Jungkook quien seguía mordiendo su oreja.
—Quitate los pantalones—ordenó.
Jungkook estaba por llevar sus manos a sus pantalones, cuando escucharon el revuelo.
—¡Policía!
Maldijo. —¿Sabes correr?
—Sí ¿Por?
—Tenemos que escapar.
Lo tomó de la mano, saliendo del baño corriendo hasta la parte trasera de ese lugar, dónde había unas escaleras abarrotadas de personas, se abrieron paso saliendo a la calle, corriendo como almas que se las lleva el diablo, Taehyung no dejaba de reír como estúpido, porque aquello estaba siendo más divertido de lo que pensaba.
Se escondieron en un callejón vacío, escuchando a los demás seguir, aún con risas, Taehyung se hincó frente a Jungkook, le abrió los pantalones y saco su miembro para meterlo en su boca, Jungkook le observaba pasando, apretó la mandíbula para tomar su cabello y dar estocadas en su boca.
—Maldita sea...
Taehyung estaba caliente, una de las razones por las cuales no bebía era porque se excitaba fácilmente como en ese momento, se levantó sin terminar el trabajo para besarlo con fuerza, Jungkook lo estampó en la pared e hizo que abrazara su cadera con sus piernas, donde empezó a frotarse, sin soltar sus labios en un beso demasiado necesitado, era nuevo, había estado con muchas personas, pero ninguna causaba ese efecto tan inmediato en él.
Pero el sonido de las sirenas le distrajo, lo bajo de su cuerpo y gruñó.
—Tenemos que salir de aquí.
Habían llegado a una posada cerca de ahí, la excitación había bajado un poco, Jungkook estaba acostado en boxers, esperando a Taehyung, quería sexo, estaba seguro de que por fin lo conseguiría.
Lo vio salir usando su camisa negra que le llegaba a los muslos, este sonreía con la botella en la mano, bebiendo, se acercó como un tigre cazando su presa, y subió lentamente a la cama, colocándose a horcajadas sobre su entrepierna dura. Volvió a beber, está vez acercándose a su boca para pasar parte del trago, Jungkook gimió cuando su cadera se movió, puso más manos en sus muslos y fue subiendo lentamente, llevaba una tanga que dejaba al descubierto sus grandes nalgas. Apretó con fuerza.
—No me voy a acostar contigo—dijo riendo, mirándolo fijamente a los ojos. Eso lo hizo detenerse y mirarlo perdido.
—¿Qué?
—Quiero jugar, pero, no quiero tener sexo contigo, no quiero que me penetres.
—Estás de broma, entonces ¿Qué es todo esto?
—Ya te dije, sólo quiero jugar.
—No te entiendo.
—Yo, no soy una recompensa, no soy un culo al cual coger y ya, te lo dije soy la excepción, me acuesto con quién quiero cuando quiero y porque quiero, no por satisfacción de nadie. Y, me gusta que mis parejas sean sólo mías.
—¿Exclusividad? Puedo darte eso.
—No puedes—hizo un puchero triste, Jungkook llevó su mano a su mejilla y acaricio tiernamente—. Porque los tocas a ellos, porque lo tocas a él, yo soy exclusivo.
—Maldita sea, ¿Qué quieres que haga?
—¿Te gustó? Mmm—susurró mientras se frotaba sobre su cuerpo—. ¿Lo quieres?
—Sí. Lo quiero maldita sea, lo quiero ya.
—Entonces demuestra que lo querés.
—¿Cómo diablos haré eso?
—Si me deseas a mí, demuestra que es asi, no los toques, no toques a Jimin, si lo haces bien, entonces te dejaré tenerme.
Jungkook estaba perdiendo la cabeza, porque ese chico le estaba haciendo el peor de los males, le estaba poniendo un alto y nadie lo habia hecho nunca, ¿Dejaría todo por tenerlo en su cama?
—¿Cómo sé que no mientes?
Se separó de su cuerpo, se acostó en la cama y abrió las piernas. —Ven, frotate.
No lo dudo, se posicionó en medio de sus piernas saco ambos miembros y comenzó a frotarlo, su boca salivaba, y los gémidos que escuchaba en su oreja le estaban dejando fuera, estaba perdido en la sensación de su cuerpo y en el calor de sus labios.
—Carajo.
—Oh joder.
Escucharlo hizo que se viniera, al tiempo que Taehyung reía, le miró apenado, jamás había durado tan poco.
—Veo que lo deseas mucho, tal vez no eres como los demás dicen. ¿Me lo quieres demostrar? Bueno, ya sabes cómo.
Sus ojos estaban llenos de diversión y de lujuria, se separó de su cuerpo y se acostó mirando el techo, sonriendose usado y sobre todo, un estúpido niñato que no pudo demostrar más. Taehyung se acercó recostandose sobre él, escondiendo la cabeza en su cuello y besando su mejilla.
Jungkook apretó la mandíbula. El juego en el que se había metido resultó ser más peligroso de lo que pensaba.
No supo cuando se quedó dormido, despertó en la madrugada solo, tomó una nota que estaba en su pecho y la abrió.
Si que sabes cómo divertirte.
Espero tu respuesta.
Tae.
—Bien, estamos en clase de defensa, no quiero niñerías, los primeros en ir son Piromali y Falcón.
Taehyung elevó una ceja, mirando a Jimin quién lucía desinteresado. La venganza era dulce, muy dulce.
Capitulo patrocinado por mi Dulce (no me sale tu usser) gracias por apoyarme, love u.
Espero que les haya gustado, nos vemos pronto
🖤
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