05
Le miró con una sonrisa de burla, cerró la puerta de su habitación, no sin antes asegurarse que no había nadie en los pasillos. Estaba impresionado y confundido, la llegada de aquel personaje le había tomado por sorpresa, pero su curiosidad era mayor.
—Y bien, ¿Qué te trae por acá? —preguntó con una ceja alzada.
—No podía dormir y sé que tu tampoco—le sonrió ladino.
Taehyung rio por lo bajo, se recargó en la puerta con los brazos cruzados, elevando una ceja.
—Vaya eso es muy considerado de tu parte, y dime ¿Cual es el plan?
De su chaqueta sacó una botella de vino tinto. —No me gusta esta mierda, pero es con lo único que puedo ponerte ebrio.
Taehyung soltó una ligera carcajada. —¿Debo preocuparme por qué escuchas mis conversaciones? —dijo con una sonrisa de lado.
—Bebamos que sólo son las...cuatro de la mañana—dijo tras mirar su reloj.
—No me has respondido ¿Qué haces realmente aquí? Y ¿Por qué escuchas mis conversaciones? Eso es muy acosador de tu parte.
Jungkook soltó un bufido. —Dijimos que seríamos amigos ¿No? Y no es mi culpa, es todo lo que bebiste está noche, te hace falta un buen entrenamiento sobre lo bueno del alcohol.
—Dime chico ruso ¿Vodka?
—Lo mejor—le guiño un ojo. Miró alrededor, su habitación no tenía nada de especial, algo normal si se tomaba en cuenta que acababa de llegar.
Jungkook estaba perdido en sus ojos, era apuesto, demasiado sexy para su propio bienestar, con una lengua muy filosa. Le gustaba, lo deseaba y no pasaría mucho tiempo para tenerlo, porque todo lo que quería lo obtenía de una forma u otra, quería perderse en su cuerpo, para agregarlo a su lista, nada más, sin embargo, este no parecía ser una presa fácil.
—Toma—dijo dándole una copa—. Eres con el primero que las usaré.
—Me siento honrado.
Taehyung tomó la botella y usó el sacacorchos para abrirla, el sonido de pop les hizo reír, sirvió las copas y bebió con una sonrisa.
—Es bueno.
—Soy muy bueno eligiendo vinos—dijo con una sonrisa de satisfacción, sacó de su bolsillo una cajetilla de cigarros. —¿Te molesta?
—No, pero acercate a la ventana.
Ambos se levantaron y se acercaron a la ventana la cual abrieron, se sentaron en el borde, mirándose de frente, Jungkook comenzó a prender su cigarrillo y le ofreció a Taehyung, este tomó uno delicadamente y lo puso en su boca, dejando que el otro acercara el encendedor para prenderlo, no despegaron la vista uno del otro, se miraban con intensidad, Jungkook con deseo y Taehyung con interés, estaba curioso de saber qué es lo que el ruso tramaba.
—Es una noche interesante ¿No lo crees? —dijo bebiendo un poco más de vino.
Taehyung asintió delicadamente. —Digamos que lo es—bebió el vino—. ¿Tú novio no se molesta por qué estás aquí? No quiero morir a manos de él.
—Jimin es inestable, posesivo, por eso, es mejor que este no sepa nada.
—No me voy a acostar contigo. Si somos amigos él puede saberlo.
—No quiero que te acuestes conmigo, me ofendes, y le diré, lo haré.
—¿No te vas a casar con él? La base de una buena relación es la confianza.
Jungkook hizo una mueca antes de dar otra calada al cigarrillo. Taehyung bebió nuevamente sin dejar de mirarlo, se estaba divirtiendo bastante con sus reacciones.
—Es una buena noche para que hablemos de eso ¿No lo crees?
—¿Matrimonio arreglado? —preguntó yendo más allá.
—¿Por qué estás tan interesado en mi relación?
Taehyung soltó una ligera carcajada. —No lo llamaría interés, sino, curiosidad, soy una persona muy curiosa.
—Tenemos eso en común, yo también soy muy curioso—sonrió de lado—. Tanto, que me sigo preguntando ¿Quién eres y de dónde vienes? Apareciste de la nada, teniendo la protección de los Gambino. A mis ojos eres alguien muy curioso.
Taehyung elevó una ceja. —Ah, eso, la curiosidad mato al gato, no es posible saberlo todo en esta vida. Veamos amigo, me han hablado mucho de ti, tú también eres alguien curioso, con una reputación cuestionable.
—Soy lo mejor que vas a encontrar en está escuela, tengo el poder de todo y todos están a mi merced, es obvio que van a hablar de mí ¿Quién no lo haría?
—Tú ego es enorme—bufó—. Tanto como tus músculos.
—Debo sentirme halagado, tú viste mi cuerpo y mis tatuajes ¿No sería genial que yo viera los tuyo.
—Velos en tus sueños rusos—dijo antes de soltar una carcajada—. Realmente no quiero acostarme contigo, no me gustas, no me pareces atractivo, no creo que seas interesante. Nada, si eres mi amigo, serías aquel amigo del que ni siquiera sé su número. Lo siento, eres exasperante.
—Auch—tomó su pecho sintiéndo el golpe en su ego—. Todos dicen lo mismo al principio.
—Yo no soy como los demás—riño—. Yo soy un beta, no me interesas.
Jungkook le miró de golpe con el ceño fruncido. —Eso es mentira.
—No, realmente lo soy—sonrió ladino—. ¿Quieres doblegarme? Eso no se va a poder.
Jungkook estaba seguro de que este le estaba tomando en pelo, porque no había forma de que fuera un beta cualquiera, aunque tampoco tenía forma de saberlo, porque su aroma estaba bien oculto, se negaba a creerlo.
—¿Y eso realmente importa? Ya te dije, quiero que seamos amigos.
—Amigos...mmm...—suspiró—. No confío en ti.
—Puedo ayudar a que lo hagas, con el tiempo, no me quiero acostar contigo.
—Bien, te creo por el momento, sólo eso, tienes que irte.
Al elevar la mano, Taehyung no se dio cuenta de que Jungkook estaba muy concentrado en sus manos, le tomó la mano derecha de sorpresa, y fue tarde cuando reaccionó, porque este la volteó viendo su palma, sus ojos se volvieron más oscuros, Taehyung se levantó y alejó por completo, con un semblante serio.
—Vete.
—La Garduña—rio de lado haciendo una mueca divertida—. ¿No se supone que están extintos?
—Largo.
Pero Jungkook se acercó a él, mirándolo fijamente, haciendo que retrocederá, y pegara su espalda a la pared, Jungkook tenía la incógnita marcada en su rostro, elevó una mano para tocar su mejilla, pero Taehyung sostuvo su muñeca con fuerza.
—Tienes mucho que explicar, dime ¿Por qué alguien de La Garduña está aquí? Vamos, habla.
Taehyung sonrió, relajó su rostro y el agarre en la muñeca del otro, le miró con profundidad, sonriendo ligeramente, seduciendo con la mirada, Jungkook parpadeo perplejo por el cambio, más cuando sintió las manos de Taehyung en su pecho y cómo se acercaba peligrosamente a su boca, sintió el aliento sobre sus labios, una combinación exquisita de alcohol dulce y tabaco, una que le hizo salivar, relamió sus labios, tomando con fuerza su cadera. Taehyung soltó un suspiro ahogado, uno que erizo por completo la piel de Jungkook, olvidándose de lo que estaba haciendo, incluso de lo que estaba pensando, sólo miraba aquellos ojos color caramelo que le parecían oro líquido, se acercó a sus labios y sonrió tratando de besarlo, pero Taehyung lo volteó haciendo que fuera él quien se quedara de espaldas en la pared, tomó el control y por primera vez en su vida, se doblegó. Taehyung apretó la mandíbula, dibujando de forma infantil pequeños círculos en su pecho, viendo como caía lentamente a sus pies, le sonrió con picardía.
—¿Decías? ¿Quieres que hablemos de lo que viste?
Jungkook negó. —Bésame.
—¿Me ruegas que te bese? —rio por lo bajo, se acercó a su oreja lamiendo el lóbulo de está, sinriendo las manos que apretaban su cintura temblar, siguió hasta que simplemente besó su mejilla, muy cerca de la comisura de sus labios.
Entonces se alejó, mirándolo nuevamente con seriedad. —Es tarde, tienes que irte. Vete.
Jungkook le miró con una sonrisa ladina, no pidua admitirlo, pero su ego estaba realmente herido, sin embargo, sabía que de alguna manera tendría a Taehyung en su cama, rogando que lo joda con fuerza, y era una maldita promesa, suspiró acomodando su camisa, sin prestarle atención a la gran erección que tenía en esos momentos, ya se ocuparía de ella con cualquiera que le pase de frente.
—Descansa Tae, seguiremos está conversación después.
—Descansa Jungkook, duerme bien. Pendejo.
—¿Qué dijiste?
—Es una palabra de cariño, se la decimos a los amigos.
Jungkook bufó. —Adiós.
Se fue cerrando la puerta, Taehyung apretó las manos con el rostro lleno de furia, tomó la botella de vino y la lanzó a la pared. Odiaba sentirse acorralado, fue a la ventana y sonrió, Jungkook Valcov debía aprender que no era el amo y señor del mundo y quien mejor para explicárselo que él.
—Hola.
—Odio que me despierten.
El rubio estaba bajo la sombra de un árbol, acostado, con un cigarrillo sin prender en los labios, apenas abrió un ojo para verlo. Taehyung se sentó frente a él y le sonrió, sacando su encendedor para prenderle el cigarro, Agust aspiró y sacó el humo por la nariz, Taehyung lo tomó y fumó también.
—Te tengo una propuesta.
—No me gusta el sexo.
—No amor, no quiero sexo contigo.
—Pero sí con mi hermano.
—Eso es otra cosa—rio—. Es algo que te podría interesar, un negocio. Nosotros dos.
—Te escucho.
—Tengo algo—sacó de su bolsillo un empaque pequeño, Agust al verlo elevó una ceja—. Tú y yo podemos vender esto, es de muy buena calidad, así, tomaríamos el dominio, ¿No te parece?
—Otros han intantado hacerlo, pero Valcov lo impide ¿Qué nos hace diferentes?
—Que ellos no son yo—se encogió de hombros—. Prueba, es buena, a ellos les va a gustar, sobre todo porque tenemos promociones y bajos precios, lo que ellos quieran, todo lo podemos conseguir.
—Veámoslo—tomó el envoltorio, metió el dedo llevándolo a su boca, poniendo en sus encías y después sacando de su bolsillo un pequeño y delgado tubito aspiró por la nariz.
Cerró los ojos unos momentos antes de sonreír.
—Entonces ¿Le entras?
Agust le observó sonriendo ladino. —Estoy dentro. Pero, no le digas a Suga, no todavía. Negocios sólo entre tú y yo, nada de problemas maritales ¿Entendido?
—Perfecto, hecho.
Taehyung sabía bien que aquello podría significar un enorme problema, porque no había forma de que Jungkook Valcov dejara que lo destronara.
Paso mucho tiempo 🖤🖤🖤🖤
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