03
—¿Qué fue lo que sucedió ahí? —preguntó Taehyung con una ceja alzada. Habían bajado a la cafetería donde estaban sentados al aire libre, Taehyung miraba atento a los gemelos, y a los dos chicos que no conocía.
—Bueno, te salvamos de Pironalli loco Jimin—bufó Agust—. Es el omega psicópata, no le habría detenido nada de apretar el gatillo. Realmente está demente.
Taehyung elevó un poco más la ceja e hizo una mueca molesto, se cruzó de brazos y se recargó en la silla observando directamente a los demás. —No me gusta, me cae mal. Demasiado hormonal incluso para un omega.
—Lo es—asintió Yoongi—. Jimin siempre ha sido así, lo suyo es suyo, lo de otros es suyo, es igual a Valkov, por eso son pareja.
—Eso y porque sus padres piensan que están en el siglo dieciocho y que casarlos les traerá fortuna y buenas alianzas—se encogió de hombros uno de los chicos, era algo, de piel acanelada, ojos perspicaces, sonrisa de hoyuelo y grandes brazos—. Por cierto, soy Namjoom Kim. Americano.
—Un gusto, soy Taehyung Falcón.
—Español, por eso Yoongi ha estado hablando tanto de ti—río por lo bajo el segundo chico, este era un poco más relajado, de ojos brillantes, sonrisa encantadora y cuerpo moldeado, por los anillos de oro y diamantes en sus manos, supuso que era un chico de una familia bien acomodada—. Yo soy, Hoseok Demir, turco.
—Es él que tiene el harem—se burlo Namjoon.
Hoseok rodó los ojos, pero discretamente su vista cayó en Agust quien hizo un sonido de asco y se concentró en sus papas fritas.
—Demasiada información que nadie requirió—respondió el rubio arisco.
—¿Valkov es algo así como el que manda en la escuela? —preguntó con una ceja alzada—. ¿No es demasisdo cliché? Digo, de donde vengo, sucede, pero no de esta forma tan cómica.
—Puede entrar en la descripción de cliché, pero, la realidad es que la mafia Rusa es un problema, si eres su enemigo, tienes mucho que perder—respondió Yoongi con un suspiro—. No tienes qué preocuparte, mientras te mantengas alejado de ese par.
—¿Por qué dijiste que era tu pareja? —preguntó con una sonrisa burlesca en los labios mientras le examinaba con la mirada.
—Mi abuelo me pidió que cuidara de ti, si Jimin sabe que eres mi pareja no se va a acercar, bueno, no directamente.
—¿Conoces bien al omega psicótico?
—Sí—dijo haciendo que Agust riera en voz baja—. Siempre estuvimos en las mismas escuelas, en Italia, nuestras familias son de diferentes territorios, pero aliadas, estuvimos en los mejores internados en la provincia, antes no era así, supongo que estar bajo la supervisión de Valkov y ser el hazme reír de la escuela por sus evidentes cuernos, no le ha sentado bien a su orgullo.
—Jimin con el ego herido es peor que una bala enterrada—suspiró Yoongi por lo bajo—. Pero en verdad, si no quieres tener problemas y pasar desapercibido, no te acerques a Jungkook.
—Ese chico tiene más nombres en su lista que nada—chasqueo la lengua Namjoon—. Dice que tiene algo así como una meta, se acuesta con muchas personas para saciarse antes de casarse con Jimin. Lamentable, pero al mismo tiempo envidiable.
—Si ya puso los ojos en Taehyung, bueno, sabemos lo que pasará—continuó Hoseok.
—¿Creen que me acostaría con él a la primera? Mis estándares son demasiado altos, además, yo me acuesto con quien quiero, cuando quiero, no cuando me lo dicen—rio por lo bajo.
Yoongi le siguió al tiempo que negaba. —Me agradas.
—No empieces con tus enamoramientos idiotas—bufó Agust hacia su hermano.
—Tranquilo, ¿No sería buen cuñado? —Taehyung le guiñó el ojo.
—Este chico me agrada—soltó Yoongi antes de dar una carcajada—. Creo que nos llevaremos bien.
Taehyung le sonrió ladino. —También lo creo.
Yoongi caminaba con tranquilidad a sus clases, no era que estuviera muy entusiasmado por asistir, pero su familia quería que se graduara de la universidad ¿Por qué? Ignoraba la respuesta, sólo hacia lo que ellos pedían, mientras no lo molestaran metiéndose con su música, todo estaba bien. La noche anterior no había podido dormir bien, por lo que estaba malhumorado, sin embargo, ese día había sido demasiado interesante teniendo a Taehyung cerca.
No iba a negar que Falcon le gustaba, era muy apuesto, no pudo sentir su aroma, normalmente los omegas ocultaban bien sus feromonas hasta que llegaba alguien que les interesaba, podría ser bueno intentar estar con él, aunque seguramente su abuelo lo colgarla de los testículos si hacia algo mal, tenía entendido que ese muchacho era importante para el negocio.
Entró a la clase cuando esta estaba comenzando, la profesora le miró con una ceja alzada, pero no le dijo nada, claro que no diría nada, Yoongi pensaba que si esta no había dicho nada el día que se le insinuó y le regaló aquellos lindos muslos alrededor de su cadera encima de su escritorio, no diría nada de un pequeño retraso. Le sonrió ladino antes de avanzar a su lugar, estaba atrás, donde no llamaba la atención.
Ignoró por completo la clase, no era algo que le interesara en lo más mínimo, pero cuando escuchó cierta voz aguda, demasiado amable, que se guiaba en una tonalidad dulce y tierna, se puso atento a sus palabras sin levantar la mirada. No pudo evitarlo, así que comenzó a reír por lo bajo, pensó que nadie lo escucharía, que pasaría desapercibido, pero todo se volvió silencioso, levantó la vista y miró como sus compañeros le observaban, algunos divertidos, otros confundidos, los ignoró, porque su vista se fijó en un par de ojos que le miraron con ferocidad.
—¿Qué es tan gracioso? —preguntó tajante.
Yoongi observó a Jimin con una mueca divertida, una de las cosas que realmente disfrutans era hacerlo enojar, el pequeño omega era tan voluble, que explotaba cual vulcano, lo cual para él, era bastante divertido de ver.
—Has confundido la guerra de Nápoles con la Cognac. ¿Eres italiano y no lo sabes? —cuestionó con una ceja alzada.
Jimin hizo una línea con sus labios, sus ojos demostraban que quería asesinarlo, si no hubieran estado en aquel salón de clases, estaba seguro de que haría algo para intentar demostrar que tenía que ser respetado, claro que Yoongi no le tenía miedo, ni siquiera lo respetaba, no era más que un molesto omega con aires de grandeza.
—¿Y quién te dio permiso de meterte en lo que no te importa? Si tan sabelotodo eres debiste de pedir la participación—dijo agresivamente.
—Eso, o tú tuviste que estudiar como se debía, es más, debiste conseguir a alguien que sea inteligente para que haga tu tarea.
—¿Cómo te atreves a decir que no he realizado mis propios deberes? —dejó la libreta en la mesa con un sonido sordo.
—Lo intuyó—se encogió de hombros—. Pensé que estar detrás de tu novio infiel te quitaría demasiado tiempo como para hacer un buen trabajo, pero...tomando en cuenta tus errores, supongo que estaba en lo cierto.
Sus compañeros comenzaron a mirar a Jimin con burla al momento que murmuraban entre ellos, la profesora quiso intervenir, pero la voz de Jimin la calló.
—Stai zitto idiota [cállate idiota]—gruñó empuñando las manos—. ¿Con chi credi di parlare? impara dov'è il tuo posto [¿Con quién crees que estás hablando? Aprende dónde está tú lugar]
Yoongi rio por lo bajo. —Facile ragazzo, è solo un gioco, ferma il dramma [calma niño, es sólo un juego, detén el drama]
Eso pareció molestarlo a un más, porque comenzó a fruncir el ceño al tiempo que cruzaba los brazos.
—Sei solo immaturo, con i tuoi stupidi giochi, ecco perché nessuno si aspetta niente da te [eres un inmaduro, con tus estupidos juegos, por eso nadie espera nada de ti]
—Se pensi che questo ferisca il mio ego ti sbagli. Siamo diversi [si piensas que esto lastima mi ego estas equivocado. Somos diferentes]—le sonrío con burla siendo capaz de ver como algunos de sus compañeros comenzaban a grabarlos—. Semplicemente rilassati. Vuoi che chiami il tuo ragazzo? oh aspetta, penso che sia impegnato a scopare in bagno [relájate ¿quieres que llame a tu novio? Oh, espera, creo que esta follando en el baño]
—Sei invidioso, vorresti essere la metà dell'uomo di quello che è [tienes envidia, te gustaría ser la mitad de hombre de lo que es él].
—Non manderei mai un uomo che ha la sfortuna di sposare un'arpia come te [nunca envidiaria a un hombre que tiene la desgracia de casarse con una arpía como tú] —bufó con molestia. Odiaba ser el centro de atención, pero sabía bien que él lo había provocado todo.
—Quest'arpia non starebbe mai con qualcuno patetico come te [esta arpía no estaría con alguien tan patético como tú] —estampó la mano en el asiento—. Non ci vorrà molto perché il nuovo ti lasci, non sei niente [no pasará mucho para que el nuevo te deje, no eres nada]
Yoongi no le respondió, lo miró de forma tan profunda y fría que Jimin terminó desviando la mirada, la sostuvo por el tiempo necesario antes de despegar sus ojos de aquellos orbes oscuros. Miró alrededor, a aquellas personas que le miraban con burla y diversión, antes de volver a tomar asiento. La profesora parpadeo perpleja antes de aclarar su garganta y obligarse a seguir con la clase, aunque su atención y la de los alumnos estaba dispersa en lo que había sucedido momentos antes. Yoongi chasqueo la lengua, volvió la vista a su libreta y sonrió ladino.
No podía dormir, el simple hecho de saber que estaba en un lugar completamente desconocido, en una habitación que nunca antes había ocupado, sin sus cosas, le puso nervioso. Era desconfiado por naturaleza, paranoico, su abuelo decía que esa era su fortaleza, pero también su debilidad y era en esos momentos donde realmente lo creía. Se puso de pie, tomando su bata negra que le cubría del frío, camino sigilosamente hacia la ventana, la vista de esta daba a un costado de los jardines, suspiro recargando la frente sobre el gélido cristal, sus manos jugaron con el borde, mientras que sus ojos observaban alrededor.
Entrecerró los ojos ante una extraña imagen, ladeo la cabeza y se separó del cristal, con un suspiro tomó sus zapatos de piso, una marca lujosa, porque le encantaban las cosas que no muchos podían tener, se quitó la bata y se puso un abrigo negro, quedando debajo la pijama de seda gris. En silencio, sumido en la oscuridad, salió de la habitación.
El pasillo estaba inmerso en la tenue luz, la decoración era exquisita, elegante, le recordaba un poco a su hogar, sin embargo, algo faltaba, sus pasadizos secretos habían desparecido.
Era sigiloso como un gato, había recibido entrenamiento toda su vida para desarrollar ciertas habilidades especiales, las cuales le habían ayudado a sobrevivir, estar en esa escuela le ponía nervioso, tanto que casi estaba olvidando lo básico de su formación. Evadió al guardia que se pasaba por los pasillos de la planta baja, parecía ser un hombre poco observativo, pero no podía dar por sentada aquella información, aún tenía que asegurarse de descubrir quiénes estaban a su alrededor, por el momento los mellizos y los amigos de estos resultaban ser de confianza, eso tomando en cuenta que su abuelo jamás le pondría al cuidado de personas que no conociera, Jimin y Jungkook le causaban conflicto, pensaba que lo mejor era mantenerse alejado de ellos, eran problemáticos y podrían inmiscuirlo en problemas que en ese momento no necesitaba.
El ambiente estaba fresco, suspiró mirando alrededor con las cejas alzadas, antes de ponerse en marcha hacía los jardines, desde el primer momento que piso un pie en aquel lugar, el enorme jardín fue algo que sin duda había llamado su atención. Intentaba ser lo más precavido posible, así hasta que estuvo frente a la entrada del laberinto.
—No puedo creer que hayas dicho eso—reprochó con los brazos cruzados.
Bufó rodando los ojos. —Tú dijiste cosas peores.
—Pero lo que realmente me enoja es que fuiste tú quien me hizo aquel reporte ¿Esa es tu venganza? Hacerme quedar como un idiota en la clase.
—Tienes que admitir que fue divertido—rio por lo bajo.
Se acercó, sin dejar de mirarlo fijamente, con una mueca, quería ponerse a reír, porque sí, había sido muy divertido, pero no quería darle aquella satisfacción, se plantó a escasos centímetros, el pálido pelinegro terminó con la distancia dando un paso hacia adelante, se miraron profundamente, Yoongi terminó aquella tortuosa necesidad y tomó sus mejillas, Jimin rodeo su cuello con sus brazos, suspirando cuando el alfa hizo lo mismo con su cadera, sus labios se encontraron, en un beso cálido, uno que despertó sus sentidos, mientras que el alfa tomaba con fuerza la pequeña cadera del omega, este último jugaba con los cabellos lacios que se acomodaban en su nuca.
Yoongi bajó sus manos de manera delicada hasta que tomó a Jimin de los muslos y lo cargó, haciendo que este enredara sus piernas en su cadera, apretando con fuerza, comenzando a besar ahora su cuello. Gruñó con satisfacción, Yoongi se sentó en una de las piedras y agarró con lascivia el trasero de Jimin.
—No me gusta—susurró en su cuello con voz gruesa—. No me gusta que te toque, que pasees con él de la mano por los pasillos, estoy harto de que te vea la cara de idiota, quiero darle un tiro en la cabeza.
—En algún momento tenemos que acabar con esto—suspiró con martirio, aunque su boca haya dicho aquellas palabras, sus manos se aferraron a los hombros de Yoongi.
—Entonces hazlo, aléjate de mí, pero si lo haces, te juro Jimin que te olvidaré por completo.
Jimin mordió su labio inferior, con una mueca negó. —No quiero que te acerques al nuevo.
—Taehyung es mi obligación, no me voy a alejar de él—dijo con seriedad, cosa que enfureció a Jimin, porque recordaba como este había estado riendo relajado a su lado, cosa que no hacía con él, ni siquiera cuando estaban solos.
—Si se acerca a Jungkook o a ti, lo voy a matar—susurró con total seguridad.
Yoongi rio ronco, lleno de incredulidad. —En algún momento tendrás que elegir Jimin, y cuando pase, espero que tomes una buena decisión, mientras tanto, no eres quien, para interponerte en mis asuntos, te lo dije, lo quiero todo, no algo a medias.
Los ojos de Jimin decayeron, Yoongi suspiró antes de tomar su mentón para levantar su cabeza y hacer que le mirara, con una sonrisa ladina volvió a besar sus labios, con ternura y devoción, demostrando todo lo que no podía a puertas abiertas.
Taehyung miró entretenido el laberinto, estaba decidido a entrar, cuando escuchó algo que llamó su atención, el sonido estridente hizo que se diera la vuelta, asustado observó la luz del farol redondo que se acercaba, se quedó quieto, creyendo lo peor, cuando aquella motocicleta paró justo a su lado, el conductor vestía enteramente de negro, levantó un poco el protector oscuro del casco.
Estaba esperando con una mirada que no podía descifrar, ladeo la cabeza confundido, pero al mismo tiempo expectante, rio por lo bajo antes de acercarse a él y subir detrás, se aferró a su cintura y aguantó la respiración cuando la motocicleta se puso en marcha.
Mucho misterio aquí 🤭
🖤🖤🖤
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