01
Era una mañana fría, el otoño estaba arribando a Niza cuidad francesa cerca del mar mediterráneo. en las afueras había un colegio, del prestigio y la magnitud de un palacio, era uno de los mejores en el mundo, que albergaba a cientos a cientos de estudiantes que venían de las familias más prestigiosas del mundo, un lugar donde la excelencia era aclamada y donde el respeto se hacía valer dependiendo del apellido y poderío de la familia.
Cientos de universitarios, con grandes dotes, que provenían de distintas partes del mundo, convivían con el objetivo de demostrar que eran los mejores y de formar alianzas, hijos de políticos, nietos de la realeza y herederos, eran quienes lideraban las aulas, pero ninguno como aquellos que eran señalados como los hijos provenientes de las mafias más poderosas del mundo, cuyo apellido tenía un peso mayor manchado en sangre. Los herederos de la mafia era temidos hasta por los propios profesores, ellos lo sabían y se aprovechaban de ello, tomando privilegios y uno de ellos, era faltar a las clases cuando quisieran.
El teléfono celular no dejaba de sonar, no sabía cuantas llamadas perdidas tenía, estaba cansado y con una resaca terrible, alargó la mano a la mesita de noche y lo tomó, pensó en tirarlo lejos hasta que vio el remitente, se sentó rápidamente ganándose un mareo que le hizo martillar su cabeza con fuerza, llevo el celular a su oreja y tomó aire.
—Buongiorno papà—dijo con temor.
—¿Por qué carajo no contestas el teléfono? Espero que sea porque estas en clases y no siendo un vago bueno para nada—gruñeron en la otra linea, rodó los ojos—. Tengo algo importante que decirte.
—¿Qué pasa padre?
—Necesito que vayas a la oficina del director en una hora, ahí va a estar un muchacho, quiero que le muestres la escuela, desde hoy es tu pupilo, no lo pierdas de vista, es hijo de un buen amigo.
Entrecerró los ojos, pues aquella era una petición extraña. —¿Cuál es su nombre?
—Taehyung Falcón, pero se hace llamar Vincent, vivió toda su vida en España, su madre es coreana, su padre es de Granada—explicó rápidamente—. Es aliado, todo lo que pida se lo das.
—¿De qué familia?
—La Garduña—respondió en voz más baja.
—Pero...se supone que esa sociedad secreta está extinta.
—Ahora comprendes por qué necesito que pongan especial cuidado en él. Espero un reporte por la noche—dijo antes de colgar.
El pelinegro de ojos pequeños miró el celular con una mueca, desvió la mirada a su lado a donde una rubia dormía plácidamente, la hija de un senador sueco que había estado detrás de él por meses, chaqueo la lengua, trató de llamar a su hermano pero este no contestó. Suspiró antes de ponerse de pie, había asuntos que atender.
Todos en aquel pasillo miraron con temor como el rubio pequeño de labios rellenos caminaba con molestia hasta un lugar en específico, todos sabían a dónde se dirigía y eso les causaba burlas y curiosidad, porque entendían que quien fuera el objeto de su furia la pagaría muy caro.
Entró en aquella habitación sin siquiera llamar, miró alrededor buscando algo, eso llamó la atención del chico pelinegro alto que estaba sentado en un sillón leyendo.
—Se toca antes de entrar—dijo con total tranquilidad.
—¿Dónde mirada está? —preguntó planteándose frente a él con las manos en la cintura—. Dime Jungkook ¡¿Dónde carajo tienes a la puta?!
El peligro entrecerró los ojos. —Jimin, calma cariño, ¿De qué hablas?
El rubio buscó alrededor, debajo de la cama, en el baño y clóset, pero no encontró nada. Frustrado volvió la vista a su novio quien le miraba con una ceja alzada y una sonrisa divertida.
—No me respondes los mensajes.
—He estado ocupado mi padre me ha mandado algo de trabajo, te dije que confiaras más en mí.
Jimin uno de los herederos de la mafia más poderosa de italia bajo la mirada avergonzado, al ver que su novio no le contestaba se creo en la mente una película grotesca.
—Merda—suspiró acercándose a Jungkook, el heredero de la mafia roja Rusa, un chico que lideraba la escuela, que era admirado y temido, quien tenía como padrino al mismísimo presidente Ruso, abrió los brazos y recibió en sus piernas a Jimin quien lucía arrepentido—. Lo lamento amore.
—Está bien corazón mío, es mi culpa por no responder—beso su mejilla—. Seré más cuidadoso, ve a clases, te alcanzo en el descanso.
Jimin suspiró y asintió. —Nos vemos ahí—besó ligeramente sus labios antes de levantarse e irse, cuando estaba a punto de cruzar la salida, miró la puerta fijamente, se encogió de hombros y salió cerrando la puerta.
Jungkook sonrió a la castaña que estaba detrás de la puerta, se relamió los labios y comenzó con el jugueteo. Su vida, sus reglas.
Namjoon se encontraba sentado en el salón de clases, detrás de todos, observando a su profesor de cultura hablar en romano antiguo mientras explicaba sobre la cultura hebrea, estaba concentrado hasta que vio al chico que estaba a unas bancas de él estirarse para buscar una posición más cómoda.
Llevaba observándolo un tiempo, era curioso, porque no hablaba con nadie, siempre estaba solo, rodeado sólo de los tres tipos que le cuidaban, siempre lo observaba, estaba interesado en su persona, sobretodo en descubrir si era verdad lo que los rumores decían.
SeokJin miembro de los yakuza nunca mostraba su cuerpo, llevaba trajes con manga y cuello, nadie podía ver debajo, algunos decían que estaba lleno de tatuajes otros que simplemente era pretencioso, NamJoon era curioso y quería averiguarlo, pero el chico no hablaba con nadie.
—Namjoon ¿Supiste que habrá un chico nuevo?
Desvió la vista a Hoseok, un compañero y amigo. Ese día llevaba una vestimenta normal, con una sudadera ancha del colegio, no su vestimenta turca, la cual usaba para verse diferente a todo aquel que usaba uniforme.
—No ¿De quién se trata?
—Nadie lo sabe, me dijo Suga que por eso no llegaría temprano.
Estaban haciendo ruido, por lo que llamaron la atención de un pelinegro quien se dio la vuelta y les miró con frialdad.
—No dejan escuchar—dijo antes de volver a su antigua posición.
Namjoon tragó en seco, porque esa fue la primera vez que escuchó la voz de Seokjin y le pareció hermosa.
—Al fin te encuentro pedazo de idiota—se acercó a su hermano gemelo quien comía un pedazo de pizza acostado en el pasto de uno de los jardines—. Agust, mueve tu culo flaco que debemos hacer algo importante.
—Vete a la mierda—dijo sin dejar de comer.
—Un encargo de papá—se recargó en un árbol esperando.
Agust, su gemelo malvado, como le gustaba llamarlo, se sentó mirándolo con flojera.
—¿Y no puedes hacerlo tú Yoongi?
—No me llames así —entrecerró los ojos.
El rubio soltó una carcajada. —Lo siento Suguita. ¿Qué nos encargó el viejo?
—Cuidar de alguien—se encogió de hombros.
—¿Ser unas putas niñeras? Perdón pero no cuentas conmigo.
—Entonces diré que no quieres hacerte responsable, no es así como nos criaron—gruño—. Si yo voy a ser una puta niñera tu también. Así que mueve el culo.
Agust chasqueo la lengua antes de levantarse, siguió a su hermano mayor por el jardín con fastidio.
Bajó del auto sintiendo la brisa del aire chocar contra sus mejillas, estaba serio, no quería estar en ese lugar, prefería mil veces España.
—Llegamos joven Vincent.
—Joder
Caminó hasta la entrada, tomando su tiempo, mirando alrededor, el enorme edificio frente a él le causó angustia, era la primer vez que salía de su fortaleza para estar en un lugar como ese.
Negó molesto, sin ser consciente de la persona que le miraba desde una de las ventanas, aquella que sonrió ladino esperando el nuevo festín.
Nadie estaba preparado para la llegada del ilusionista Taehyung.
Holaaaaa, lamento la súper mega tardanza, otro capítulo viene el viernes.
Bien, espero que les guste, apenas empezamos.
Cada que un personaje dice palabras en su lenguaje natal aparecerán en cursiva.
Hay un cambio de apellidos para que sea un poco más realista.
Agust y Suga Gambino
Jimin Piromalli
Taehyung Falcon
SeokJin Furukawa
Jungkook Válcov
Hoseok Demir
Namjoon Kim
Gracias por leer los amoooooo 💜
Tuve que volverla a subir porque estaba desacomodado jajaja perdón
🖤🖤🖤
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