Especial I
—¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti!
Miri entona la canción mientras sostiene el pastel, Jinyoung aún sigue en su silla, mal sentado, mirándola sorprendido, se quedó trabajando hasta quedarse dormido, demasiado tarde y despertó al recibir una patada. Cuando Miri termina de cantar, espera a que Jinyoung se incorpore, luego él toma el pastel para soplar la vela.
—Feliz cumpleaños, cariño. —Miri quita la vela. —Mordida, pruebalo.
—¿Quieres embarrarmelo en la cara?
—Claro que no, ¿me crees capaz de hacerlo?
—¿Quieres que sea sincero? —Deja el pastel sobre su escritorio y abre los brazos para invitarla a sentarse.
Miri se sienta sobre sus piernas, en su estado actual no es muy cómodo hacerlo, pero le gusta hacerlo y Jinyoung aprovecha para "hablar" con su hija que puede nacer en cualquier día, sí, hija. El instinto femenino de Jinyoung no se equivocó.
—¿A qué hora te levantaste para hornear ese pastel? —Pregunta, cerrando los ojos mientras Miri pasa sus dedos entre su cabello para tratar de arreglarlo.
—No muy temprano, ¿tienes idea de qué hora es? Demasiado tarde para que sigas durmiendo en esa incómoda silla, deberías descansar un poco más en la cama y después te entrego tu regalo.
—¿Otro? ¿El pastel y tu cariño no es mi único regalo? —Miri asiente. —Estoy emocionado, ¿y tú pequeña Mirae, qué me darás?
—No la llames así, se va a acostumbrar y quedamos en algo.
No más Ji o Jin, Mi o Min, ni fusiones de sus nombres, su hija tendrá un nombre totalmente diferente y si más adelante tienen más hijos, no se preocuparan por combinar sus nombres.
—El mejor regalo de cumpleaños que le puedes dar a tu padre es nacer hoy, tienes suficientes horas para hacerlo, pero no te confíes. —Agacha la cabeza para hablarle a la panza de Miri.
Ella se levanta, Jinyoung enseguida la imita. Una vez más le pregunta si va a descansar un rato, él le responde que si ella lo acompañará, lo hará. Miri apila las almohadas para quedar un poco en alto, Jinyoung se acuesta a su lado y la abraza, ella se dedica a acariciar su cabello, para ayudarlo a dormirse más rápido.
En momentos así, se dedica a observarlo, admirar cada detalle de su rostro, hasta de su cuerpo. A veces, sin darse cuenta, su mente le recuerda la primera vez que lo vio, la primera impresión que tuvo de él, a veces no cree que sea la misma persona que tiene enfrente.
No puede evitar sentirse agradecida por haberlo conocido. Enamorarse de él, ser feliz a su lado. Y ahora tendrán una hija.
Espera a que esté completamente dormido para mover sus brazos, que la agarran con firmeza. Se apresura a levantarse para guardar el pastel, más tarde comprobará que tan bueno le quedó.
Después de hacerlo se dirije a la que fue su habitación por un largo tiempo y ahora le pertenecerá a su hija, ya está todo listo para recibirla. Las paredes fueron pintadas con un color beige, llenaron un mueble con muchos peluches y juguetes, la cuna está en el centro de la habitación, el armario estuvo a punto de no ser suficiente para guardar toda la ropita.
Al ser miembros de una familia influyente, recibieron varios obsequios a lo largo de esos meses. Sin embargo, Jinyoung fue bastante selectivo a la hora de elegir que cosas conservar y cuales no.
—Sería maravilloso que nacieras hoy. —Dice Miri mientras acaricia su vientre. —Todo está listo para recibirte, pero si deseas desobedecer desde ahora a tu padre, no hay problema.
Pasa ahí unos minutos más para asegurarse que no haya nada mal puesto y luego va a la sala de estar para ver algo en la televisión. Cambia de canal continuamente hasta encontrar algo de su agrado, cuando por fin lo hace, disfruta del programa media hora, luego comienza a sentir como su hija se mueve.
—¿Tienes hambre? ¿Quieres cereal o probar el pastel de tu padre?
Apaga la televisión, con calma se levanta y se dirige a la cocina, está por tomar un tenedor cuando siente algo diferente, un dolor algo intenso.
Se recarga de la barra con una mano, se agarra la panza con la otra.
—¡Jinyoung! —Grita. Trata de respirar profundamente, no alterarse.
Vuelve a gritar un par de veces más, a pasos lentos sale de la cocina, apoyándose de las paredes, hasta que por fin llega a la puerta de su habitación.
—Despierta infeliz, ya va a nacer. —Jinyoung abre los ojos al instante, la sostiene antes de que sus rodillas toquen el suelo.
—¿Estás bromeando?
—¿Parece que lo estoy haciendo? Duele mucho.
Busca la maleta que prepararon con anticipación, de paso llama a Youngjae para que se encargue de traer a la madre de Miri y que avise a su familia.
—¿Debería llamar a una ambulancia?
—Puedo caminar, ¿qué más piensas hacer? ¿¡A QUÉ HORA SALDREMOS DE AQUÍ!?
. . .
—Cálmate Miri, ya viene el médico.
Juntos hacen ejercicios de respiración, cuando llegaron la revisaron, luego la admitieron y los llevaron a una habitación. Para esperar.
—¿Cómo quieres que me calme si duele demasiado?
Entra el enfermero, Miri le reclama, está cansada de esperar, los dolores van y vienen, las manos de Jinyoung están llenas de líneas rojas ya que Miri le entierra las uñas.
—Aún no podemos ingresarla a la sala de parto. —El enfermero levanta la sabana que la cubre para revisar. —Por favor resista un poco, aun le faltan unos centímetros más de dilatación.
—¿Dilatación? ¿Puedo ver...? ¡Miri! —Ella aprieta nuevamente su mano.
Repentinamente el dolor cesa, desaparece por completo, como por arte de magia, Miri abre la mano, suelta la de Jinyoung. Trata de normalizar su respiración.
—Creo que ya pasó. Puedo esperar.
Incluso puede sonreír, Jinyoung limpia el sudor de su frente y luego le da un beso. El enfermero avisa que volverá después. Miri está acomodando el cabello de Jinyoung cuando el dolor aparece, el enfermero se da la media vuelta cuando la escucha gritar.
—Se le rompió la fuente. Está lista para comenzar labores.
—Si algo le ocurre a mi bebé o a mi esposa usted será el único responsable. —Trata de liberarse, le duele, siente que Miri lo dejara sin cabello.
—Una vez más por favor. —Escuchan a la doctora decir, Jinyoung sostiene su mano con fuerza.
—Vamos Miri, ya casi lo logras. —Trata de animarla. Está emocionado, por fin conocerá a su hija.
Es el mejor de sus cumpleaños, está seguro que no habrá ninguno mejor. Siente las lágrimas queriendo salir, lo que está sintiendo es inexplicable, jamás se había sentido tan feliz, o eso piensa. No puede recordar algún otro momento así de memorable en su vida.
Aparta su vista de su esposa cuando escucha el llanto, ya nació.
—Felicidades, es una hermosa niña. —Dice la doctora la típica frase.
—¿Cómo está? ¿Está bien? —Miri se adelanta a preguntar.
Minutos después una enfermera se acerca, con la bebé en brazos, es momento de conocerla.
Miri aún tiene energía suficiente para sostenerla, con mucho cuidado la toma entre sus brazos, gracias a Minho tiene experiencia. Jinyoung ya está llorando, no puede creer que ese pequeño ser con quien hablaba todos los días, quien le provocó tantos mareos y más, por fin la esté viendo y no a través de un ultrasonido. Le da nervios tocarla, sus manos son tan pequeñas. Todo de ella es pequeño.
—Es hermosa. —Dice ella.
—Se parece a ti. —Responde él.
—Espero que con el tiempo se componga, no debe ser una simplona el resto de su vida. —Bromea. Dejan salir las lágrimas en silencio, se dedican a observarla.
Poco después la entregan a la enfermera para que continúen con su trabajo.
—Ya vete. —Se voltea a decirle a su esposo. Nos vemos en la habitación.
—Allá estaremos, no tardes. —Besa sus labios antes de abandonar la sala.
Jinyoung se pregunta si su familia ya está esperándolos, si ya está la madre de Miri. ¿Las enfermeras serán tan rápidas para llevar a su pequeña a los cuneros? Ojalá sea así, les pedirá a quienes estén que traten de identificar a su hija, si es que alguien no le gana.
—¡Hermano!
Jihyo es la primera en aparecer frente a él, la primera pregunta que hace es para saber si ya nació su sobrina. Lo lleva a donde está su familia, lo llenan de felicitaciones. Aún no llega Youngjae, así que tampoco está ahí su suegra ni sobrino.
Entonces le avisan que la bebé se encuentra en los cuneros, los Park se apresuran a llegar, Jinyoung rápidamente identifica a su hija.
—Adivinen cuál es. —Dice emocionado. —Olvidenlo, yo les diré quien es.
Sus padres y hermana apenas estaban girando sus cabezas, no les dio tiempo de nada. Se apresura a ponerse las prendas azules nuevamente para poder entrar al cuarto, la toma por primera vez en sus brazos, de nuevo lo atacan los nervios, se toma su tiempo para dirigirse al gran cristal por el que es observado por su familia.
Puede ver como su madre llora, como su hermana y padre lo miran orgulloso.
—Aquí afuera están tus abuelos y tu tía, —Le dice. —me dijeron que tu prima Eunbi y tu otra tía vienen en camino, a conocerte. Taehee, cuando abras tus ojitos podrás conocerlos a todos, también a tu abuela y a tu primo Minho. ¿Quieres ir con tu mamá? Yo si quiero, ¿vamos? Bien, ya que insistes tanto le pediré a la amable enfermera que te lleve, no estoy seguro que pueda llevarte yo mismo.
La enfermera se acerca, le pregunta el nombre de la pequeña.
—Park TaeHee. —Voltean hacia la voz que respondió. La sonrisa de Jinyoung se agranda al ver a Miri. —Ahora entiendo porqué tardaron demasiado en ir.
Camina los últimos pasos para llegar con ellos, la enfermera regresa a su rincón. A través de la ventana, Jihyo le toma una foto a la familia completa.
—Que bueno que estas aquí, temía no poder diferenciarla.
—Nuestra hija es la única niña que nació hoy, hasta el momento. Además, es el bebé más bello de todos. —Miri observa a su alrededor, cuatro niños más duermen.
—Me pregunto cómo sería si todos comenzaran a llorar al mismo tiempo.
—Miri... —Atrae su atención. Cuando ella voltea, nota que sus ojos están atentos a su hija, Miri baja la vista. Taehee está abriendo por primera vez sus ojos. —Te escuchó y quiso conocerte.
. . .
—¡Ya está servida la comida! —Ella grita mientras deja los últimos platos sobre la mesa.
Espera un poco para volver a gritar, no recibe respuesta, opta por ir a buscarlo, no desea despertar a su hija.
Se asoma primero en la habitación de Taehee porque es la primera en el pasillo, pero no está ahí, sigue caminando hasta su habitación. Ahí están los dos, durmiendo.
Jinyoung esta acostado en la cama y Taehee esta dormida sobre su pecho, está chupando su dedito.
No es la primera vez que los encuentra durmiendo así, la primera vez Miri se apresuró a despertarlo, pensó que Taehee podría rodarse o algo, lo regañó por ser descuidado.
La segunda vez intento quitársela de encima y descubrió que Jinyoung la abrazaba lo suficientemente fuerte para evitar que se cayera. Desde entonces optó por observarlos por un tiempo y luego acomodarse junto a ellos.
—Oye. —Pellizca su mejilla luego de hincarse en el colchón. —Vamos a comer. —Se estira para besar su mejilla. —Te dejaré comer solo.
—Ya voy, dame un minuto. No quiero despertarla.
Miri se rinde y se acuesta junto a él, Jinyoung aparta una mano de Taehee para abrazar a su esposa.
—La comida se enfriara. —Amenaza ella.
—Tu te acostaste, nosotros ya nos íbamos a levantar.
Aunque es padre primerizo y nunca antes ha tenido que lidiar con bebés, Jinyoung ha estado haciendo un buen trabajo, incluso le pidió a su padre que volviera a la empresa para poder cambiar su horario y poder pasar más tiempo en casa. Los primeros días fueron algo agotadores, no estaban acostumbrados a tanto, poco a poco lograron acoplarse. Por suerte Miri había ganado un poco de experiencia criando a Minho, aunque era su madre quien hacía lo difícil.
—¿Qué es eso? —Miri señala el pantalón que usa Taehee. Un overol rosa algo ancho.
—Un pantalón, ¿qué, no te gusta? Es algo raro, pero está bonito. —Jinyoung es el encargado de vestir a la pequeña todos los días.
Taehee despierta entonces con intenciones de llorar, Miri se levanta para cargarla.
—¿Tienes hambre? Yo también. —Mira a Jinyoung, él solo se encoge de hombros y observa como su esposa tranquiliza a su hija.
Vengo escribiendo esto desde hace unos días... cuando pregunte dijeron que esto era lo que querían leer en el especial, espero que les haya gustado.
Al final los capítulos especiales de los dos casos de cambio de cuerpos resultaron con una trama similar, no se si tomarlo como algo bueno o malo.
En fin... Tengo planeado escribir otro, ¿tienen idea de que puede tratar o prefieren que sea sorpresa?
Gracias por todo, espero que no hayan sacado esta historia de su biblioteca aún.
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