28
Jinyoung
—Compraré mi boleto de autobús para mañana. —Bajo mi taza de café.
—¿Estás segura? —Pregunto, ella asiente como respuesta. —Entonces vamos a cenar, por si mi padre sigue insistiendo con el compromiso, salgan notas sobre nosotros.
—Como quieras y si te desheredan, puedes trabajar en nuestro restaurante.
—Tonta. —Me llega un mensaje, Jae ha llegado. —Me voy, cualquier cosa me llamas.
—Suerte con tu padre.
Al parecer todo ha terminado, al día siguiente despertamos siendo nosotros, han pasado más de 24 horas y no hemos vuelto a cambiar.
—Hola Miri. —Me saluda Jae.
—Soy Jinyoung.
—Aja. —Volteo a mirarlo antes de subir al auto. —¿Cómo es que regresaste ahí? Ese ceño fruncido es inconfundible.
—Solo vamonos, tengo que hablar con mi padre. Mientras te pondré al día con lo que hice este fin de semana.
Logro llegar a salvo a la empresa, Youngjae trató de matarme durante todo el camino. Me dio un sermón demasiado largo, no quiero imaginar que es lo que me dirá mi padre en unos minutos.
—Ahorita te alcanzo. —Le digo a Jae antes de que él salga del ascensor.
Continuo con el viaje hasta el piso indicado, es un alivio no encontrarme a mi hermano en el camino. Lo malo es que mi padre aun no llega, debo esperar aún más para conocer mi destino.
Estoy llegando a mi oficina cuando veo a mi hermana, trato de ignorarla, pero también entra. No hay rastro de Youngjae, apuesto que fue a molestar a la secretaria de mi hermano, ya me contó Miri lo que el tonto hace.
Voy directo a mi silla, Jihyo se detiene frente al escritorio, Miri tiene razón, esta radiante. Que bien por ella. Espero que su hijo no sea tan malcriado como Eunbi, lo mismo si es niña.
Sería fenomenal si es como el mocoso, Minho.
—Quiero felicitarte por lo que hiciste en la cena, fuiste muy valiente hermanito. Me siento orgullosa de ti.
—¿Entonces todas las mujeres son así de sentimentales? Creí que solo era Miri.
—Bueno, en mi caso son las hormonas por mi embarazo, a veces puedo ser muy sensible, me lo explico el doctor y... ¿Tu mujer también es así de sensible? Jinyoung, ¿seré tía?
—No digas estupideces, no. Ya di lo que tengas que decir.
—Pues era eso, me hace feliz saber que por lo menos uno de nosotros estará con alguien a quien en verdad ama, porque ya lo sabes, Sungjin no amaba a su esposa y no creo que ya lo haga, cuando yo me case si amaba con todo mi ser a mi esposo, pero con el tiempo eso se ha ido disminuyendo. —Hace una pausa para poder sentarse. —Debes de saber que no me agrada tu novia, pero de alguna forma te ha hecho cambiar y se lo agradezco. Perdóname por pasar mucho odiandote por tu libertad, tratare de ser una mejor hermana a partir de este momento, quiero que mi bebé nazca en una familia que lo haga sentir querido.
No se que decirle, es extraño, siento la sinceridad en sus palabras, no esta mintiendo, pero ¿Qué puedo decirle? ¿Debo poner en práctica lo que he aprendido siendo Miri? ¿Debo hacer las pases con ella?
—El doctor me recomendó alejarme del estrés, voy a dejar de trabajar unos meses.
—¿Te encerraras en tu casa?
—No, iré a nuestra casa en Jeju, eres el único que lo sabe. No planeo decirle a nadie más, mamá es capaz de seguirme y lo que quiero es relajarme, por lo menos unos días desconectarme de todo.
—Puedes llamarme cuando quieras.
—Gracias hermanito.
Vuelve a levantarse, camina hacia mi, me levanto también, viene a abrazarme. No recuerdo la última vez que nos abrazamos, creo que ella aún iba a la preparatoria. Mucho tiempo.
—Seamos de nuevo los hermanos inseparables, aunque dejemos a Sungjin fuera.
—Será lo mejor que podríamos hacer. —Retrocede un paso. —Cuídate mucho y cuida a mi sobrino o sobrina.
Asiente. —Debo irme, quería despedirme de nuestro padre, pero no ha llegado.
—Si, yo también debo hablar con él.
—No te va a quitar tu puesto, eres mejor que Sungjin.
Besa mi mejilla y se da la media vuelta, la veo salir de mi oficina... ¿Por qué quiero llamar a Miri para contarle lo que acaba de pasar?
Pero no puedo hacerlo porque Youngjae aparece para avisarme que mi padre ha llegado.
Antes de poder hablar recibo una bofetada, me reclama por la vergüenza que les hice pasar con los Cho, por haberle desobedecido.
—Pero eres afortunado. Lo lograste.
—¿A qué se refiere?
—Llegué tarde porque me reuní con el padre de Miyeon, pidió cancelar su compromiso y nuestros negocios no serán afectados, al aparecer ellos también se casaron por obligación y su esposa no quiere que su hija tenga la misma vida infeliz.
¿Así de fácil fue? ¿En serio?
—Que no se te ocurra hacer pública tu relación con esa mujer, puede que tu estés "enamorado", pero en algún momento se irá cuando tenga lo que quiere.
—Ella no me abandonará.
¿Ahora que estoy diciendo? Maldición. Hace unas horas me dijo que compraría su boleto de autobús.
Continúa dándome indicaciones sobre lo que debo y no debo hacer ahora, debo cuidar mi imagen. El mismo sermón de siempre.
A diferencia de Jihyo, mi padre deja en claro que mi actitud no es para sentir orgullo. Me deja irme, realmente se me ha ido un peso de encima. Me preocupaba que quisiera tomar represalias con Miri, es un alivio que fueran los Cho quienes pusieran fin al compromiso.
Ahora son dos cosas que contarle a Miri.
—¿Dónde estás? —Responde en mi primer intento.
—En tu departamento, limpiando. ¿Puedo tomar un poco de dinero? No quiero dejarte con la alacena vacía.
—Dame unas horas y nos vemos en el supermercado, ¿te parece?
—Si. ¿Cómo te fue con tu padre?
—Las cosas resultaron a nuestro favor, luego te cuento.
—Esta bien, nos vemos.
Cuelgo, estoy llegando a mi oficina. Ahora si esta Youngjae esperándome. Es hora de trabajar, recuperar el tiempo perdido.
. . .
Dejo a Youngjae frente a su edificio, fue un día bastante productivo. Ahora sigue llamar a Miri para saber su ubicación.
—Voy saliendo. —Dice.
—Voy por ti.
—No, ya detuve un taxi.
—¿Sabes a donde?
—Investigué en Internet, no te preocupes. El más cercano al departamento.
—Esperame en la entrada, no quiero andar buscándote en cada pasillo.
Me tomo mi tiempo para llegar, trato de no enojarme por el tráfico, no hay prisa. Ella puede esperarme.
Al llegar al supermercado, doy varias vueltas buscando un espacio para estacionarme. Nuevamente llamo a Miri, esta casi llegando, me dice.
Me detengo cerca de la entrada, miro en todas direcciones en busca de Miri. Cuando la visualizo entre la multitud, mi celular vuelve a sonar. Es Sungjin.
Vaya, estaba teniendo un buen día.
—Qué quieres. —Digo. Agito mi mano hacia Miri, ya me vio, me está saludando.
—Tengo la responsabilidad de darte una noticia, demasiado grande. ¿Estás listo?
—No tengo tiempo para juegos, dímelo ya si es algo importante.
Miri llega, con una seña le pido que guarde silencio.
—Prepara tu traje negro más elegante y comprale a tu mujer ropa adecuada, Jihyo tuvo un accidente.
¿Qué?
—¿Qué? ¿Cómo está? ¿Y su bebé?
—Perdió al feto y ella está grave, debemos estar listos para lo que sea. Bueno, ya te lo dije.
—¿Dónde está?
—En el hospital, ¿no es obvio?
Maldito. Me colgó.
Supongo que Miri se da cuenta de que ocurrió algo, tal vez mi expresión lo dice todo. No sé, pero comienza a preguntarme si estoy bien y qué fue lo que me dijeron.
¿Cómo es posible? Apenas hicimos las pases, no se puede ir tan rápido.
—¿Por qué estás llorando?
¿Estoy llorando?
Puedo ver la preocupación en Miri, no entiende lo que estoy sintiendo en este momento. Abro mis brazos para que me abrace.
—Jihyo tuvo un accidente, está grave, perdió a su bebé. —Digo ocultandome en su cuello.
—Dame las llaves, yo conducire. Solo dime a donde.
Si, no hay que perder más tiempo. Debo ir al hospital, llamaré a mi padre para preguntarle en cuál está.
Pero cuando me alejo de Miri me veo a mi mismo.
—No, no, no. —Retrocedo unos pasos. Miri toma mis manos. —¿Por qué ahora? ¿Qué no se había terminado?
—Jinyoung, tranquilo. No enloquezcas, no ahora. Tenemos que ir al hospital, Jihyo va a estar bien.
Busca la llaves y sujetándome por los hombros, vamos al auto. Usando mi celular llamo a mi padre, se sorprende que sea "Do Miri" quien le pregunte sobre el estado de su hija. Tengo que colocarle el teléfono a Miri en la oreja para que pueda obtener la información. Luego yo enciendo busco en el mapa el hospital para indicarle a Miri por donde ir.
Debo tranquilizarme, ella va a estar bien. Sungjin solo quiere asustar, a él no le importa como este nuestra hermana. Por eso dijo esas palabras.
—¿Cómo te sientes? —Miri coloca su mano sobre la mía. Rápidamente la quito.
—Aún no eres una experta, las dos manos en el volante por favor.
—Lo siento.
Suspiro. —No, yo lo siento. Es que hablé con ella hace unas horas, me dijo que estaba orgullosa de mi. De alguna manera terminamos con cualquier diferencia, de nuevo íbamos a ser los hermanos inseparables, nos íbamos a llevar bien, pero ahora no se si pueda ser posible. —De nuevo estoy llorando, ahora es más fácil.
—No digas eso, Park Jihyo es una mujer fuerte.
Nuevamente trata de sujetar mi mano, ya no la quito, en cambio, entrelazo nuestros dedos. Se siente bien tener alguien a tu lado, que no te deje solo en momentos difíciles como este.
Ya me voy a poner las pilas, recuperaré mi ritmo de actualización, gracias por esperar cada capítulo con ansias ❤️
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