24
Jinyoung
—Estás emocionado, ¿cierto? —Aparto la vista de las lámparas para mirar a Miri que me habla.
—¿Por venir a comprar? No.
—Son las cosas para tu departamento, tu propio departamento, estás emocionado por arreglarlo a tu gusto.
—Puedo tener los departamentos que quiera, yo no le tomo importancia a este tipo de cosas mínimas, —Regreso mi atención a las lámparas. —mejor ayúdame a elegir una lámpara, necesitaré una para iluminar mi escritorio cuando trabaje hasta tarde. —Señaló mis opciones, Miri las observa.
—Son iguales. —Concluye.
—No, esta es redonda y esta es cuadrada.
—Pero son del mismo color.
—Tonta. Ve a ver las vajillas, los platos que dieron de regalo son muy pequeños.
No escucho respuesta, pero cuando volteo ha desaparecido. Aunque el departamento esté amueblado, lo siento vacío, pues, vivir con mis padres casi tres décadas en una casa llena de objetos y recuerdos, y de repente mudarse a un lugar diferente, me afectó más de lo que creía.
O quizá solo soy más sensible por estar en el cuerpo de una mujer. Y eso explica por qué a veces Miri es tan insoportable.
Una vez que le indico al empleado que lámpara quiero, me dedico a buscar a aquella mujer, solo necesito más utensilios de cocina. Estamos aquí desde hace varias horas, ya elegí decoraciones y algunos artilugios no tan indispensables, entre los dos hemos elegido. Confío que parte de mi buen gusto se quedo en mi cuerpo y Miri lo tiene, porque hubo cosas en las que le di la confianza total de elegir a su gusto.
Y mi mayor temor es que cuando todo este en el departamento haya cosas fuera de lugar, y se pierda mi estilo.
—¿Por qué quieres tantos utensilios si no vas a cocinar? —Miri ya tiene elegido cada cosa, me muestra sus elecciones.
—¿Y por qué no? —Frunce el ceño.
—Al fin rico. Supongo que contrataras a alguien para que te cocine.
—Para eso te tengo a ti, vivías en un restaurante, debes de saber algo.
—No herede el sazón de mi mamá, pero si se cocinar. Ya se, de regalo de mudanza voy a preparar la cena.
—¿Qué revoltijo harás?
—Olvídalo, no hare nada. Espero que Miyeon sepa cocina bien.
—No la menciones, estoy pasando un buen día.
Sigo sin creer que al día siguiente mi padre llamara a Miri para decirle que se disculpara con Miyeon por dudar de ella y que le dijera a "Do Miri" (yo), que también lo hiciera. Es increíble. Por supuesto, no lo hicimos, pero si le dije a Miri que con Youngjae fueran a recoger todas mis cosas, solo pienso volver a casa de mis padres de visita.
—Por cierto, casi lo olvido. Tu padre me llamó a su oficina.
—¿Ahora qué?
—Mencionó un congreso, dice que este año no irá, tu debes ocupar su lugar.
—¿Qué? ¿Yo? ¿Por qué?
Maldición, lo que faltaba. Si no va mi padre, tal vez deba ser yo quien se encargue de los debates que a veces encabeza, debo opinar y socializar. Los conocimientos de Miri no son suficientes, además, ese congreso realmente es útil, seria en balde todo, porque no podría tomarlo.
—Presiento que es una especie de castigo, pero a la vez es la oportunidad para que demuestres que estás listo para tomar tu lugar.
—Pero no estoy listo y menos siendo tu. No puede ser, ¿ahora qué hago? Eres tan tonta que lo arruinarás, Youngjae no podrá hablar por ti siempre.
—De hecho, Youngjae no irá, dice que quiere tomarse unas vacaciones.
—No podemos permitirlo, vamos, paguemos esto y vamos a buscarlo. Debemos convencerlo.
—¿Le diremos la verdad?
—No, primero renuncia y después me denuncia por usar drogas. Jaebum no nos creyó, ¿por qué Youngjae si lo haría?
No, ya no pienso decirle a nadie más la verdad.
Miri
—Youngjae, te cite aquí por un pequeño motivo. —Él esta sentado en el sofá, su vista vaga por el lugar, es la primera vez que está aquí.
—¿Ahora que hiciste, Park Jinyoung?
—Realmente nada. —Responde Jinyoung. Youngjae se asusta cuando es "Do Miri" quien le responde. —¿Qué? Soy Park Jinyoung, ¿no te lo dije?
Nos levantamos de nuestros asientos, nos paramos frente a él. Fue difícil convencerlo, dormí casi nada rogándole para decirle la verdad. Jinyoung ya estaba listo para reportarse enfermo y de paso iba a golpearme, un asalto mientras iba de camino al hospital, esa era su idea.
—¿Están drogados?
—No Jae, estamos siendo sinceros.
—Esto es raro y poco creíble, pero es cierto. —Digo. —Yo soy Do Miri.
Vemos sus intenciones de levantarse, nos sentamos a su lado para aprisionarlo, está en el sofá mas largo.
Igual la puerta está asegurada. Jinyoung sabía que Jae trataría de huir.
Él trata de explicarle que no mentimos, menciona cosas que solo ellos dos sabían, al final notamos como Youngjae palidece.
—Esto no puede ser cierto, ¿Cómo van a cambiar de cuerpos? ¿Acaso eres bruja? —Voltea ver a Jinyoung, pero al instante se gira hacia mi.
—No, no lo soy, y esto es algo que simplemente ocurrió. Estamos seguros que es temporal, pero desconocemos cuanto tiempo es exactamente y te lo estamos diciendo porque Park Jinyoung debe ir a un congreso, pero el verdadero no irá y te necesito para no arruinarle la vida.
—Sabia que había un motivo oculto para que se inventaran semejante cuento.
—Te juro que no es un cuento. Créenos por favor.
No puedo descifrar su expresión, no estoy segura si nos creyó o si hará lo mismo que Jaebum, irse. Ojala no lo haga.
—Sé que nos crees. —Jinyoung atrapa nuevamente su atención. —Pero piensas que si no te necesitáramos para algo, no te lo diríamos, te juro que no te busco por interés aunque seas mi empleado, mas que nada, tu eres mi amigo y si no corrí a decirte la verdad es porque cuando lo intente me colgaste y después me di cuenta que seria algo difícil de creer.
—Los dejaré solos para que se sinceren. —Trato de levantarme, pero Youngjae me detiene colocando su mano en mi brazo.
—No, quiero que me cuenten absolutamente todo lo que han hecho cambiados, luego planearemos que haremos en el congreso y por ultimo me iré a llorar porque prácticamente me enamore de Jinyoung y estuve a punto de besarlo.
—Eso lo dejaremos en el pasado amigo, tampoco quiero recordarlo.
—Me hubiera encantado ver eso.
Me miran al mismo tiempo, Jinyoung no se detiene y me golpea en la frente. Le regreso el golpea antes de hablar, me presentaré con Younjgae como Do Miri.
—Ya decía yo que era imposible que Jinyoung soportara a una mujer así.
—Si, realmente yo no soy así.
Hablamos por horas, hacemos nuestro plan para el congreso. Mientras nosotros nos vamos, Jinyoung irá con mi familia. Mi mamá ya está en casa, sería bueno que él este allá.
Después de que se marcha, Jinyoung se apresura a ir a su habitación, me tomo mi tiempo en imitarlo, tengo hambre, por hablar tantas horas me olvidé de la cena.
Tenemos cereal, no hay una despensa completa y menos ahora que no estaremos. Cuando regrese me encargaré de hacer las compras.
—Jinyoung, ¿no quieres un plato de cereal? —Toco un par de veces la puerta.
—No. Voy a dormir. —Lo escucho gritar.
—Esta bien, descansa.
Voy a la habitación, me siento en la cama para comer mi cereal. Youngjae esta de nuestro lado, nos va a ayudar. Es un alivio.
¡He regresado! Perdonen la tardanza, pero por fin soy libre de la escuela (por dos semanas).
Aqui esta el capítulo 24, es muy posible que al rato publique el 25...
¿Cómo están?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro