Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20


Jinyoung

—¿Por qué sigue aquí?

Pregunta por segunda vez, su voz es irritante, no la soporto. Había olvidado lo horrible que es tenerla a lado.

—Soy su asistente y mi horario laboral aun no termina. —Respondo.

—No te permití hablar. —Voltea a decirme, con un dedo sobre sus labios me indica que guarde silencio. —Cariño, esto es una cita, ¿por qué no dejas que se marche? —Se dirige a Miri. Ella busca mi aprobación con la mirada, con otro gesto le digo que no.

Se lo que es capaz de hacer Miyeon y se que era capaz de hacer yo hace años, así que las cosas pueden terminar mal para Miri.

Ver como ella trata de tocar "mi mano", como son sus dedos la acaricia, hace que mi estómago se revuelva.

Es curioso, hace un par de meses estaría disfrutando esto, pero ahora, con este castigo presiento que no podré vivir mi vida de la misma manera.

Felicidades quien sea que haya provocado este cambio de cuerpos, has podido cambiar mi manera de vivir mi vida.

—Discúlpenme un momento. —Voy al sanitario.

Sí, debo vomitar.

Estoy casi empujando la puerta del sanitario cuando alguien me empuja a mi. Me obliga a entrar al baño de hombres. Me asustaría si no reconociera mis manos.

—¿La dejaste sola?

—Fue a atender una llamada. —Se recarga de la puerta de uno de los cubículos. —Realmente ella es algo, es...

—¿Demasiado caprichosa? Ni me digas. Pero debes saber que no podré venir siempre, debes saber como controlarla y darle lo que quiere, no todo, pero solo así puedes...

—Oh, no, no me voy a acostar con ella.

—Por eso dije que no todo. Un beso tal vez. Hagamosle creer a mis padres y a Miyeon que ganaron, mientras que yo elaboro un plan.

—No me gustan las mujeres, ¿por qué besaría a una?

—Estas en el cuerpo de un hombre, puedes solo adaptarte. Es como las personas que...

—¿Acaso tu te besarías con un hombre? No Jinyoung, no lo haré. Simplemente no.

—¿Puedes dejar de interrumpirme y de gritar? Solo yo puedo enloquecer, tu no tienes el derecho.

De repente escuchamos como alguien le quita el seguro a una puerta, nos quedamos quietos esperando a que ese hombre salga. Me coloco detrás de Miri, la obligo a caminar hacia la puerta para salir rápidamente si las cosas se llegaran a complicar.

—Lamento interrumpir su conversación.

Ese maldito, debe estar siguiendonos. Lo voy a matar.

—Do Miri, te equivocaste de puerta, ¿no te diste cuenta?

—Hola Jaebum.

Giro el pomo de la puerta, pero él me detiene. Me ordena que coloque el seguro.

—¿Me van a explicar que esta ocurriendo? Esa charla es algo confusa. ¿No te gustan las mujeres, amigo?

—Eh... Yo... Es que... —Empujo a Miri tan fuerte que termina golpeándose contra la pared.

Camino hacia Jaebum. —Tu escuchaste mal. Estas imaginando este momento. —Muevo mis manos alrededor se su cabeza como si estuviera hechizandolo. —Nunca nos viste ni oíste.

—Claro que no. —Sujeta mis manos para bajarlas. —¿Por qué no me cuentan?

—Cho Miyeon volvió. —Suelto de repente.

—Tienes razón, esto no ocurrió. Yo no estuve aquí y ustedes tampoco. Adiós.

Me hace a un lado y abre la puerta, se va sin mirarnos una última vez. Pero gracias a eso podemos ver que Miyeon va entrando al baño de mujeres.

—Mejor me voy, llámame cuando te libres de ella. —Espero unos segundos antes de salir y dirigirme a la mesa, iré por mis cosas y escapare.

No se que hace Miri, si se encierra en algún cubículo o trata de seguirme. ¿Qué haremos con Jaebum? Puede que haya huido ahorita, pero en algún momento nos volveremos a ver.

¿Decirle sobre el cambio? Ni hablar. Nadie debe enterarse que Park Jinyoung está atrapado en el cuerpo de una mujer.

Saliendo del restaurante veo a Jaebum a unos metros, antes de que me vea o trate de secuestrarme o algo más, corro en dirección contraria hasta que puedo subir a un taxi.







. . .





Miri

—Deberías ser más amable conmigo, no sabes lo horrible que fue todo después de que me abandonaras.

Estamos en su habitación, acostados en su cómoda cama, comiendo galletas y bebiendo café. Él ya está usando una pijama bastante ridícula que jamás usaría y yo sigo en su típico e incómodo traje.

Alto, creo que sone como él, me estoy terminando de convertir en Jinyoung. No lo puedo creer.

—¿Qué te obligó a hacer?

—Fuimos a reservar su regalo de bienvenida, un collar con muchos diamantes. Después me arrastró a una tienda a elegir su vestido, y también eligió un traje para mi. Me alegra nacer pobre, sino sería igual a ella.

Cuando Jinyoung mencionó lo horrible que es esa mujer, yo imaginaba a alguien extremadamente egoísta, malhumorienta, que tratara a todos con la punta del pie, una versión femenina de Jinyoung, bastante astuta, pero Cho Miyeon sólo es como una niña, bastante mimada y caprichosa. Tal vez sea manipuladora, pero eso es aparte.

—Y lo peor de todo, casi me besa. Tuve que fingir un estornudo para que me dejara en paz.

—Espero que tengas suerte y no te toque besarla, no lo digo porque sea mala en eso, sino que puede ser traumante para ti.

—Suficiente tengo con el trauma de ver tu cuerpo desnudo.

—Quisieras.

—Cambiemos de tema. ¿Qué haremos con Jaebum?

—¿Qué haremos de qué?

—¿Vamos a decirle la verdad? Lo estuve pensando y tal vez sea bueno que alguien más lo sepa, se nos iría un peso de encima y podríamos contar con su ayuda.

—¿Confías en él?

—¿Tu no?

—Por algo dejamos de ser amigos, ¿no lo crees?

—No. —Mete una galleta en mi boca para evitar que diga algo más.

Se queda un rato conmigo, luego se va a dormir. Hacemos un intercambio de celulares, puedo hablar un rato con Minho por mensajes. Mi mamá está bien, es lo que sé. Espero ir pronto a verla.

Tengo intenciones de dormir cuando alguien toca mi puerta. No hablo, espero un poco hasta que escucho la voz de la madre de Jinyoung.

Me levanto para abrirle la puerta.

—¿Podemos hablar?

—Por supuesto, pasa.

Voy al sofá, me sigue. Apenas nos sentamos comienza.

—Miyeon me habló sobre su cita. Es irrespetuoso que hayas llevado a esa mujer y que después la dejaras sola en la mesa.

—Yo no consideraba eso una cita, estaba saliendo de la oficina para comer con Miri cuando ella apareció, quiso acompañarnos.

—Será tu esposa.

—No, no lo será.

—Es lo mejor.

—¿Para quién? Porque no creo que estés pensando en mi.

—Todo lo hacemos por tu bien, nunca encontrarás a alguien mejor que Cho Miyeon.

—¿Es un reto?

—Do Miri no cuenta, ella nunca será parte de esta familia. Hablando de ella, no deberías permitir que este en tu habitación hasta tarde, las empleadas pueden malinterpretarlo.

—No estamos haciendo nada indebido. Y no te preocupes, tampoco la quiero dentro de esta familia. —Me lo ha dejado muy claro. —Pero tampoco quiero a Miyeon.

—Tengo una solución, sácala de aquí. No quiero que siga viviendo en mi casa. Ya ha sido suficiente, te dejo que tu le consigas un lugar para quedarse, pero que sea ya.

No respondo, tengo suficiente en mi repertorio para contestarle y defenderme, pero no quiero que Jinyoung después me regañe por hablar de más.

Mejor lo dejo así.

—Que descanses hijo, eso era todo.

—Igualmente mamá.

La acompaño hasta la puerta, me encargo de cerrar muy bien.

¿Jinyoung seguirá despierto?

Busco mi celular para enviarle un mensaje, pasan varios minutos y no lo ve. Intento llamarle, pero tampoco responde.

¿Debería esperar a mañana?

No, no podré dormir.

Me asomo al pasillo, las luces están apagadas, solo se ve un pequeño resplandor que viene de la primera planta.

Seré rápida, nadie me verá.

En un santiamén estoy dentro de su habitación. Sigilosamente me acerco a la cama, Jinyoung esta dormido.

—Hey. —Sacudo suavemente su hombro para despertarlo. —Jinyoung. Park Jinyoung, despierta.

Pellizco su mejilla. Me vengare de todas las que me ha hecho.

—Soy cinturón negro. —Me asusta cuando abre los ojos. Apenas colocaba mis dedos en su cuello.

Me jala del brazo, caigo boca abajo en la cama, me esta aplicando una llave, no se que maniobra sea, pero me está doliendo demasiado.

–¿Qué haces aquí?

–Tu mamá fue a verme. Quiere que Do Miri se vaya de su casa. Y Miyeon se quejó con ella por lo de hoy.

Me libera, me ruedo para acomodarme sobre una almohada. Jinyoung se acuesta a mi lado.

—Bien, llegó el momento.

—¿De qué?

—De que me independice de mis padres.

—¿No será más problemático? Piénsalo bien, que pensarían de que te mudaras con tu empleada. Solo los molestaría más.

—Mañana comenzaré a ver departamentos, me mudare y cuando termine este asunto con Miyeon te iras tu. ¿Te parece?

—Si. Bueno, me voy. Descansa.

—Espera, ¿y si hacemos enojar a mis padres? Quédate aquí.

—Estás loco.

—Lo sé.





















Tarde pero seguro, ustedes disculpen.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro