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18


Jinyoung

La puerta está cerrada, ella salió. Debe estar en el sanatorio.

—¡Do Miri! —No creo que siga dormida, pero necesito asegurarme. —¡Do Miri!

Voy a la clínica. Ya. No perderé ni un segundo más.

Apenas doblo en la esquina la veo venir a unos metros, me detengo. Antes de que pueda notar mi presencia y que yo reaccione a lo que estoy haciendo, camino lentamente hacia ella.

—Do Miri. —Levanta la cabeza. Está llorando.

—¿Jinyoung? ¿Qué haces aquí?

—Te dije que vendría. ¿Ocurrió algo?

Sin previo aviso me abraza, me rodea con sus débiles brazos y esconde su cabeza en mi pecho. Tal vez todo este bien y ella solo exagere, o se sienta mal porque no sabe (ni yo) si esto es temporal como la vez anterior o ya es permanente.

Levanto mis brazos para envolverla con ellos, poso una mano en su espalda y la otra en su cabeza.

—Tiene unos tumores, deben extirparlos lo más pronto posible antes de que afecten algo más. —Dice sin separarse. — Perdón por no saber darte una explicación clara, no me siento bien.

—¿Pueden operarla aquí?

—No tienen el equipo necesario, tiene que ir al hospital más cercano.

—Espera. —Retiro mi mano de su cabeza para sacar mi celular. —Conozco a muchos doctores. Podemos llevarla a Seúl para ser tratada o...

—No es necesario, solo hay que revisar que haya una fecha cercana disponible. Le dije al doctor que revisara eso.

—¿Y si no hay?

—Tendría que tomarte la palabra.

—Vamos a ese sanatorio.

Sujeto su mano, caminamos rápido, en pocos minutos estamos ahí. Yo hablo con el médico. Según lo que me contó Miri en el camino, su madre ya se sentía mal, pero no quiso diagnosticarse antes.

Aún no es tarde, la señora estará bien.

—¿Te quedarás aquí? —Le pregunto luego de terminar de hablar con el doctor.

Tuve que recurrir a uno de mis conocidos para hacerle un espacio en el hospital. Mañana será trasladada.

—Ella quiere que esté con Minho. No quiere que lo deje solo. La vecina se encargará de ella.

—¿Está con Jackson?

—Si, debo ir por él.

—Vamos.











—¿Él es tu jefe, tía?

Me conoces mocoso.

—Si Minho.

La madre de Jackson nos invita de cenar, Miri rechaza la invitación diciendo que no tiene hambre y que yo comí antes de venir aquí. Por suerte no la convence del todo y nos empaca un poco.

Yo cargo con la comida, camino detrás de Miri y el mocoso. Ella le está explicando que que abuela tendrá que quedarse más en el hospital, necesita operarse para curarse por completo.

Está tratando de no llorar de nuevo. Quiere ser fuerte para él.

Alto, ¿qué acabo de decir? No, no que miedo me doy, creo que pasar tanto tiempo en su cuerpo me ha hecho un experto en ella.

Llegamos al restaurante, me sirve de cenar en la casa. Ella insiste en que no tiene hambre, la obligo a sentarse y le pongo enfrente el plato que me dio a mi. Espero a que coma una cuantas cucharadas para levantarme a servirme.

No la dejo levantarse hasta que termina. Le ayudo a lavar los platos.

—Ve a acostar al mocoso. —Le digo quitándole de las manos la esponja.

—No puedo creer que estás haciendo todo esto.

—Siento que aún soy tu. No me juzgues.

Para cuando termino, Miri ya está arreglando su cama.

—Puedes quedarte aquí. —Me dice.

—¿Y tu?

—Voy a tender la cama de mi mamá, pero realmente no tengo sueño. Me da miedo dormirme y despertar siendo tu.

—¿Y si no pasa? Necesitas dormir. Si esto es el fin de nuestro cambio de cuerpos, te apoyaré económicamente hasta que tu madre sea dada de alta, aunque ya no seas "mi empleada". Y para eso, necesitas estar al cien, para que el mocoso no crea que todo está mal cuando no es así.

—No Jinyoung. No tienes porqué hacerlo. —Termina de acomodar la almohada para sentarse. —Ya arreglaste lo de la operación, ya es suficiente.

—Esta bien. No es algo difícil. —Me siento a su lado.

Pasamos unos minutos en silencio.

—Gracias Jinyoung. Por venir aunque no sea algo que te involucre. Creí que ya no volvería a verte. —Voltea a verme, las luces no iluminan demasiado, pero puedo ver como se deslizan las lágrimas por sus mejillas.

—Te dije que no era tan insensible como aparento.

¿Debería abrazarla? ¿Golpearla? No, ya no, sería delito.

—¡Mamá!

Escuchamos al mocoso gritar. Miri es la primera en levantarse. Aparentemente está teniendo una pesadilla.

—Me quedaré aquí, voy a tender la colchoneta. Solo sujeta su mano mientras lo hago, por favor.

Hago lo que me pide. Creo que el mocoso no sintió el cambio. Cuando la cama está lista, lo cargo para acomodarlo. Miri lo arropa bien con las mantas.

Vaya sorpresa, no quiere soltar mi mano. Esta aferrado como si fuera un dulce o un juguete. Espero que no crea que mi dedo es un biberón.

—Cuando me suelte iré a tu cuarto. Apaga la luz e intenta dormir. —Le digo en voz baja.

—Deja de darme órdenes Jinyoung. —Responde de la misma manera.

—Nací para ser un líder y dar órdenes a todos.

Se me escapa un bostezo.

—Toma. —Me da una almohada. —Eres de confianza, te permito dormir en la habitación de mi madre.

—Ni que fuera a hacerte algo.

Y con eso logro que una fugaz sonrisa aparezca. No sólo en su rostro, también en el mío. Me acomodo bajo las mantas antes de que ella apague por fin las luces. Antes de dejar que el sueño me domine, vigilo a Miri, no deja de moverse.

—Te voy a amarrar si no te duermes.

—Creí que estabas dormido ya.

—Lo haré después de ti.
















Miri

Nuevamente ocurrió. Soy Park Jinyoung. Esto aún no ha terminado.

Abro los ojos y soy yo lo primero que veo, y si eso estoy viendo, significa que soy él.

¿Dónde está mi sobrino?

Me levanto tratando de no despertar a Jinyoung. Salgo de la habitación de mamá y Minho y al pasar frente a la puerta del mío descubro a mi sobrino durmiendo en mi cama.

Sigo caminando. Voy al baño. Un trauma más a la lista. Ojalá hubiera aquí ropa de hombre, me gustaría ducharme.

Busco las llaves del auto en el saco que quedó en la sala. A veces Youngjae empaca ropa, él siempre está listo para todo.

—Es mi día de suerte. —Digo cuando encuentro una maleta en la cajuela. —Retiro lo dicho. —Digo cuando la abro.

Solo hay un saco sucio y calcetines.

—¿Miri está adentro? —Jackson aparece como un fantasma detrás de mí.

—Si, esta dormida. —Respondo.

—¿Dormiste con ella?

—¿Te importa?

—Ella dijo que solo eras su jefe, ¿Acaso no está al tanto de lo que tu crees?

—Disculpa, pero no te conozco y no se por que deba darte explicaciones. —Cierro la cajuela, voy a entrar al restaurante. —Y no deberías malinterpretar mis palabras.

—Soy su ex novio, me dejo para irse contigo.   —Escucharlo decir eso me hace frenar. —No me interesa el tipo de relación que tengan, yo sigo aquí por Minho.

—Que amable de tu parte. Oye, ¿sabes donde puedo conseguir algo de ropa?

—¿No tienes?

—Salí de imprevisto. Desconocía la situación.

—Toma esto, te conseguiré algo.

Más comida. Ahora siento como mi estómago ruge solo con el olor.

Jackson jamás regresa, me mintió al decir que me conseguiría algo. La verdad me duele un poco la situación con él, debe quererme mucho. Espero que me olvide pronto.

Despierto a Jinyoung y hago que él despierte a Minho. Almorzamos los tres juntos. Espero que se cambien de ropa para salir. Llevaremos a Minho a casa de Jackson y nosotros iremos a la clínica, se muy bien que no podré acompañarla durante su estadía en el hospital, me tranquiliza un poco saber que por lo menos unas horas pude estar a su lado siendo yo, y también con Minho.

Esperaremos a que sea trasladada, luego pasaremos el resto del día con mi sobrino y después... Nos iremos. A menos que Jinyoung quiera esperar un día más. Todo depende de él.

—No se si ya lo hayas olvidado, pero lo repito. Él es Park Jinyoung, mi jefe.

—Buenos días señora Do. —Saludo a mi mamá.

—Hola joven.

—Él arreglo lo de tu operación. —Dice mi tía, la vecina.

—¿En serio? —Pregunta mi mamá.

—Si, señora. Hoy mismo será trasladada a un hospital más grande y se preparará para la operación.

—Muchas gracias joven. Se lo agradezco, aunque también le digo que no se hubiera molestado, estoy vieja, en cualquier momento me puedo morir.

—No diga eso señora. Usted se ve joven aún, además, su hija y su nieto la necesitan. ¿No es así, Miri?

—Por supuesto mamá. Y todos tus clientes también. ¿Quién les dará buena comida? No heredé tu sazón.

Cuando el doctor llega, ya nos hemos despedido. Mamá dice que debo volver lo más pronto posible a trabajar, tenemos que pagarle a Jinyoung por los gastos. Aunque no lo sean realmente, tomaré esas palabras para reconfortarme, hacerme a la idea de que esta bien si no puedo estar a su lado.

—Por favor cuidela bien tía. —Jinyoung le dice a nuestra vecina y amiga de toda la vida de mi madre.

—Te mantendré informada de todo, no te preocupes.

—Ya todo está pagado, pero si necesitan algo más. Dígale a Miri. —Digo yo. —Me encargaré.

Luego vemos como la ambulancia se marcha. Jinyoung busca mi mano y la sujeta con fuerza.

—¿Será buena idea llevar a Minho a Seúl? —Abro los ojos sorprendida por sus palabras.

—¿Para qué o qué?

—Se quedará solo aquí, te necesita.

—Debe ir a la escuela, y ¿dónde planeas tenerlo? ¿Con tus padres? Creo que sería mucho que de repente una empleada llegue con un niño. ¿Y que me dices de los reporteros? Ahora dirán que tienes un hijo.

—Me estoy preocupando por ti y por él.

—Gracias Jinyoung, pero estará bien con Jackson. Sólo te pido que por favor me prestes o adelantes mi paga para dejarle a su madre para los gastos.

—¿Hay un cajero cerca? No tengo mucho efectivo.














Jinyoung

El mocoso llora cuando digo que debemos irnos. Prometo venir cada fin de semana, Miri no me lo pidió, pero se que es lo que quiere.

Me despido de Jackson le pido disculpas por "mi actitud" (abandonarlo) y le agradezco por todo.

—Llámame cuando quieras. Seremos amigos y me olvidaré de nuestra relación cuando salgas por esa puerta.

Ridículo. Debería presentarle a alguien, desafortunadamente no conozco a nadie de su tipo.

—Lo siento. —Digo una vez más. Permito que me de un abrazo. Debe cerrar el ciclo con broche de oro.

Espero que no se afeite la cabeza.

El mocoso me acompaña al auto, Miri esta en el asiento del conductor, esperándome. Ella conducirá hasta casi llegar a la primera caseta, luego cambiaremos de lugares. Será poco creíble que yo (estando en su cuerpo) tome el volante desde ahora.

—Pórtate bien, no causes molestias. Y puedes enviarme mensajes cuando quieras, si tardo en responder es porque estoy trabajando.

—Si Miri. ¿Cuando podré ver a la abuela?

—Pronto. La visitaremos juntos.

Me abraza una vez más. Me esfuerzo para que mis ojos se llenen de lágrimas. Me suelta y va a la puerta, Jackson está ahí, observando. Agito mi mano hacia ellos y subo al auto.

Miri arranca. Coloco una mano en su hombro. Solo pudo decirle "Adiós" al mocoso.

—Le diré a mi padre que me de el departamento que prometió y llevaremos al mocoso a Seúl.

—Deja de bromear.

—Estoy siendo serio en este momento y siempre.

Busco mis lentes de sol en la guantera. Pongo un poco de música en la radio para animarla.


























Seré sincera con algo, no tengo idea de cuantos capítulos tendrá esta historia, no se si los mismos que la primera parte, menos o hasta más. Hay algunas cosas que apenas van a suceder, pero quien sabe que se me ocurra después. En fin, feliz navidad... Ah no, aún no, me adelante unas semanas.

En fin, espero que estén bien.

Por cierto, planeaba subir os navideños, Perooooo no he avanzado con eso. Me apurare para traer por lo menos uno y si no, hasta el próximo año jijiji

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