02
Miri
Cambian mi traje por otro más elegante, el chico que me trajo a este lugar no se separa de mí en ningún momento, como si temiera que fuera a escapar, la verdad es que si quiero huir, ir con mi familia, despertar de este loco sueño, pero no lo haré porque no se como llegar.
Me sientan frente a un gran tocador, un par de chicas con uniforme se acercan a mí, una con brochas y la otra con pinzas. Sin mirarme a los ojos comienzan con su labor, me siento tan incomoda, no entiendo la situación, lo he dicho antes y lo seguiré diciendo hasta que deje de ocupar el cuerpo de un extraño.
Apenas alejan sus manos de mí cuando las del chico serio me arrastra por los pasillos de la mansión, trato de seguirle el paso, ahora que tengo piernas largas es mas sencillo.
Se detiene repentinamente frente a una puerta el doble de nuestro tamaño, flanqueada por dos hombres, por un momento me siento en un castillo y esos hombres de traje son los guardias que me dejaran entrar al salón del baile.
Tal vez, ver tantas películas con Minho ha echado a volar mi imaginación, ¿debería culpar a mi sobrino por hacerme tener una pesadilla tan rara?
Las puertas abriéndose me sacan de mis pensamientos, queda a la vista un salon que sin exagerar mide más del doble de mi casa, iluminado de candelabros y repleto de personas, hay algunas mesas y al otro extremo se encuentra un grupo de jazz tocando. ¿Qué hago aqui?
Mi mirada viaja por cada rincón del lugar, por supuesto ninguna cara conocida, descubro colgando del techo una pancarta con la frase "50vo Aniversario Park's Laboratory", vaya, es triste que lo unico familiar aquí para mi es el logo de esa empresa, lo veo siempre que paso o voy a la farmacia, ¿así que en este momento soy invitado de una fiesta de aniversario del lugar que se dedica a hacer medicamentos?
Genial, le agradezco a mi mente por traerme a este lugar en lugar de despertar como la asistente o manager de Park Seo Joon.
—Rápido, ven. —El chico serio me empuja para entrar a un círculo. —Señores Park, disculpen la demora, ya conocen a su hijo. —Me da una palmada en el hombro mientras sonríe.
Debo admitirlo, esa sonrisa me gusto, cuando despierte voy a buscarlo en internet, de seguro es modelo o ha salido en algún drama y por eso esta en mis sueños, o tal vez es mi alma gemela.
Otro golpe más a mi espalda, ahora para obligarme a saludar a los presentes, me limito a decir un "Buenas tardes" e inclinar mi cabeza. Sonrió un poco para no parecer un maleducado. Todos, excepto un chico a mi lado y una pareja de adultos, no disimulan lo mucho que les desagrada mi presencia, ¿por qué?
—Jinyoung, hijo, me alegra tanto verte aquí, es un alivio que hayas podido liberar tu apretada agenda como futuro dueño de la empresa. —La mujer que no me miró con odio se acercó a mí para darme un cálido abrazo, levanto mis brazos para darle un par de palmadas en la espalda, tengo la sensación de que "su hijo" no es muy cariñoso.
Como yo no respondo nada, el chico serio se encargó de hablar por mi, les explico el desvelo que pasamos la noche anterior en la oficina para poder estar presente. Me lo hubiera creído si no hubiera despertado en un hotel junto a una mujer, pero bueno, esto solo es un sueño.
El círculo se rompe y yo sigo al chico, saludamos a más personas, casi todos los presentes. Mi boca termina seca y mi cuello adolorido, reúno la valentía para dirigirle la palabra al chico serio con el fin de pedirle un descanso. Parece que está en el mismo estado que yo, acepta sin replicar. Nos dirigimos a una mesa para esperar la visita de un mesero.
Él recibe una llamada, habla en voz baja, pero puedo escuchar lo que dice debido a la cercanía de nuestros asientos.
—Habla Youngjae.
Youngjae, lo tengo. No más chico serio.
—¿Enserio? —Suelta una carcajada. —¿Desde cuando la voz de Park Jinyoung es aguda? Señorita, señora, niña, lo que seas, le pediré que no vuelva a molestar o tendré que involucrar a la policía. Que tenga una linda tarde. —Corta.
Toma la copa llena que le ofrecen, bebe un sorbo y se voltea hacia mi.
—¿Puedes creerlo? Me acaba de llamar una mujer diciéndome que era Park Jinyoung.
Él ríe y yo lo imito, como si entendiera el chiste.
Alto, ¿qué no soy yo Park Jinyoung?
Dejo de reír, ¿puede ser que realmente sea él? ¿Desde mi cuerpo? Así sea o no, estiro mi mano hacia Youngjae, meto mi mano en su saco, tomo el celular en el bolsillo. Me reclama que lo esté tocando, tomo el aparato y le pido que introduzca la contraseña. Esta confundido, no entiende mi actitud, así que hace lo que le pido.
Abro el historial de llamadas, la más reciente es del restaurante, si, él está ahí. Presiono el botón verde y espero a que respondan.
No hay respuesta, por más que intente nadie responde. Youngjae me arrebata el teléfono, me rindo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro