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i. luz de día

▬▬ capítulo #1 ▬▬
❛❛ luz de día.❜❜

[ WNG: ] Violencia explícita
Body shaming.

2013, Tokio, Japón.

LA SOGA alrededor del cuello de aquella chica parecía cada vez estar más apretada, había manchas de sangre por todo el piso, y la tensión dentro del ambiente era cada vez más notoria, pero, en casa de los Shinohara eso solo podía significar algo: Una hechicera estaba lista para ascender.

Mina sentía sus manos quemarse ante la fuerza que ejercía por sujetar la soga, quería creer que el sangrado nasal había parado, y que las lágrimas rodando por su rostro se confundían con el sudor que la empapaba.

La mano de su prima, Yuriko Shinohara, la rival que estaba sometiendo, se levantó como una forma de rendición, ante esta señal, el campo se llenó de ovaciones, las hechiceras gritaban victoriosas ante el ascenso de la menor del clan, Minari Shinohara.

La joven azabache soltó la soga que sujetaba el cuello de Yuriko, quién había peleado arduamente para ganarse el ascenso en la familia, pero en ese instante, solo había lugar para una, y la que fallara pagaría las consecuencias.

A algunos metros del campo de batalla, Hina Shinohara, madre de Mina, miró al hombre parado junto a ella, la persona que se encargaría de recomendar a su hija para el cuasi-primer nivel, mintras Hanako y Ume, hermanas mayores, sonreían con gracia.

Hideki Shinohara, la persona mayor de la familia y líder del clan se puso de pie para recibir a Mina, la joven azabache se acercó tratando de contener las náuseas y llanto.

A medida que iba hacia su abuelo, su mirada se posó en la de su prima, ambas sabían que no era algo personal, Mina pedía a los dioses que ella sobreviviera en la familia sin tener el rango mayor.

El lugar quedó en absoluto silencio una vez que nieta y abuelo se miraron en cercanía, Mina controló su respiración, mordió el interior de su labio para no pensar en el dolor, y sonrió falsamente.

—La menor de mis niñas, nacida de la desgracia e impureza, por años te mantuvimos en la sombra, esperando que un día puedas demostrar ser digna ante tus hermanas—recitó, tomando el rosto de la joven—. Pero el día de hoy, todas tus cadenas dejarán de arrastrarte, se convertirán en tus armas, llevarás el nombre de tu familia con orgullo... recibe a Namanari tu corazón, y que su fuerza sea tu mejor aliada, Minari.

Una vez más, las hechiceras de la familia llenaron de festejos el lugar, rodeando a su joven compañera, mientras ella deseaba con todas que esa gran ovación, fuera su próximo boleto de escape.

Pasada la primera semana desde la pelea, Mina comenzó a sentir como el trato por parte de su familia comenzaba a cambiar, ya no le cerraban la puerta en la cara, sus hermanas la invitaban a caminar por los jardines, incluso su madre comenzó a darle pequeños consejos, si es que constantes comentarios sobre su cuerpo para bajar de peso contaban como un consejo.

Entonces ahí estaba, nuevamente apoyada contra la pared mientras su madre ajustaba fuertemente el corsé de su hija, Mina se aseguraba de no hacer el mínimo ruido para no molestarla.

—Descuidaste tu figura—dijo Hina—. De no ser por tus ojos verdes y la marca en tu cuello, la gente no creería que eres parte del clan Shinohara, todas aquí tenemos el cuerpo de una auténtica peleadora, pero este corsé te ayudará, luego trabajaremos en tus piernas y brazos...

Hina miró los brazos de su hija una vez más, las cicatrices que los rodeaban eran evidentes, y el hecho de que ella había provocado muchas de las mismas.

—Viste presentable, ahora que tienes estatus los jóvenes hechiceros podrán pedir tu mano—soltó la mujer, restando importancia al asunto—. Mira a tu hermana Hanako, felizmente casada, al menos sirve para tener hijos.

Mina sintió la mirada de su madre, quería creer que en el fondo se arrepentía de sus tratos, puesto a que ella había sido sometidos a los mismos desde muy corta edad. Hina Shinohara solamente plasmaba su dolor a través de sus hijas.

La mirada de la menor paseó por la habitación de su madre, jamás se le permitió entrar, era bastante amplia, un ambiente pacífico.

—Mamá—dijo Mina, armándose finalmente de valor—. Es posible que vea a mi papá pronto.

—¿Qué?

—Ascendí ante el clan, la recomendación está hecha, eso atribuye mi mayoría de edad en la familia, por lo tanto tengo derecho a un...

—No tienes derecho en la familia, ninguna lo tiene—Hina sujetó con fuerza las muñecas de su hija, haciendo que ella se estremezca con miedo—. Te lo he dicho cientos de veces, la única razón por la que el abuelo me permitió tenerte es por haber nacido mujer, debes ser agradecida, tu padre no es un hechicero, ni siquiera puede ver maldiciones, ha cumplido su rol pero es suficiente, si quieres desperdiciar tu deseo en verlo permanecerás como una mediocre, eres hija del clan, no de Thomas... ¿Lo entiendes, Minari?

–Sí—respondió ella, en el tono más firme que su cuerpo le permitía expresar, todo para evitar recibir una respuesta peor.

Hina soltó a su hija reincorporando la compostura, aquella que aparentaba frente a la familia, pero ante su propia hija, era una mujer sumida en la tristeza e ira.

—Será mejor que te vayas de una vez, no llegues tarde a tu reunión—dicho aquello, Mina hizo una corta reverencia ante su progenitora, para luego dejar el lugar.

Desde aquel instante, Minari comprendió que no importaba cuanto ascendiera ante la familia, o incluso si llegaba impresionar a Taiki Shinohara, Hina jamás velaría por los deseos de su hija.

—¿Papá?

¿Ah? ¡Ah, sí!—Thomas Callen sonrió nuevamente, tratando de ocultar la decepción en la llamada—. No vayas a preocuparte por eso, hija mía, créeme que si tu madre dice que es mejor así, es por que realmente es mejor así.

—Lo siento, en serio quería verte.

Y pronto lo haremos ¿Sí?—animó el hombre—. Oye, ya pasaron un par de años, estoy seguro que bajarán la guardia, por ahora me basta con ver tu rostro ¡Mira esta maravilla de Skype! Siento que nunca más te dejaré en paz.

—Eso me encantaría, por ahora debo irme, pero en cuanto termine mis asuntos volveré a llamarte, ve a dormir, ya es muy tarde en Londres.

Lo sé, pero puedo arriesgar un par de minutos de la madrugada para escucharte—Callen soltó una risa cansada, ya que el trabajo empezaba a consumirlo—. Llámame después ¿Sí? Te amo Minnie Mae.

—Y yo a ti—sin más, Mina colgó el teléfono.

Al momento de terminar la llamada, un suspiro escapó de sus labios, todavía se sentía decepcionada de no poder ver a su padre. A parte de su prima Yuriko, Thomas Callen fue el único que se comportó como una verdadera familia, cuando Mina nació el se ofreció para criarla en su totalidad, sin embargo, al ver que la recién nacida era una mujer, el clan se negó inmediatamente, de todas formas, Thomas se esforzó por vivir con su hija los primeros tres años, con el pasar del tiempo solo tenían visitas supervisadas, hasta que una oferta de trabajo llamó a Thomas nuevamente a Londres, desde donde se mantuvo en contacto constante con Mina.

Lo cierto era que solamente accedió a regresar para conseguir el suficiente dinero y poder pelear por la custodia de su hija, pero nunca fue suficiente. Ambos creían que con la mayoría de edad de Mina y el permiso por parte de Taiki, quizás podrían reencontrarse, obviamente, esos planes se hundieron.

Lo único que Mina tenía en ese momento era su estatus, aquello que la mantendría con vida dentro del clan.

—¿Empezarás hoy?—una voz pasándose junto a ella causó que la joven saliera de sus pensamientos—. La reunión acerca de tu puesto concluyó hace bastante.

—Profesor Yaga—saludó la chica con una amplia sonrisa—. Primero quisiera revisar el equipo, debe ser el mismo, ha de estar muy viejo, recuerdo que una vez el kunai salió disparado.

Masamichi se abstuvo de decir algo ante su falta de tacto, sabía que no era con una mala intención, solo era Mina siendo Mina.

—Es bueno ya no encontrarte escabullida aquí, podrás cambiar el equipo con autorización —dijo Yaga—. Si que eras un dolor de cabeza.

—Gracias, me lo dicen seguido, especialmente  Ijichi—dijo—. Y hablando de él, es un magnífico asistente, pero creo que le urgen unas vacaciones, que bueno que ahora dividiré mi tiempo en la escuela y mi trabajo, ya que no recibiré dinero por mi trabajo aquí.

—Confío en tus resultados, luego hablaremos de la paga—añadió Masamichi—. No te irrumpo más, seguro tienes bastante trabajo por delante.

—¡Se lo agradezco mucho, profesor!—Mina hizo una reverencia para luego dirigirse al almacén con entusiasmo.

—¡Soy tu director ahora!—reclamó el hombre con algo de molestia, pero sabía que era en vano, estaba casi seguro que la chica ni siquiera lo escuchó, así que se limitó a regresar a sus asuntos dejando a la joven en soledad.

Minari recogió aquella soga con un kunai en la punta, inmediatamente el sentimiento de nostalgia la invadió, ese dardo de cuerda fue su mejor aliado a la hora de entrenar, recordaba con exactitud las tardes junto a Kento Nanami y Yu Haibara, su difunto amigo, pasaban las horas entrenando hasta no respirar. Constantemente pensaba en ellos, después de todo, fue con quienes compartió un corto pedazo de su vida.

La joven comenzó a mover la soga con lentitud hasta que esta tomó el suficiente impulso, al tenerlo, Mina jaló con brusquedad causando que el kunai cortara el trozo de madera a algunos metros de ella.

Por un par de horas más, Mina se dedicó a entrenar con todas las armas a su alcance, no podía explicar como se sentía fuera de su hogar, aquella enorme mansión de los Shinohara, que por más que siempre se encontrara llena, la soledad la invadía.

Al momento en que Mina sintió una suave brisa rozar sus brazos, supo que el sol comenzaría a esconderse pronto, por un instante se decepcionó pues el tiempo había pasado demasiado rápido, pero no tenía nada más que hacer en el lugar, en algún momento debía regresar.

La joven recogió sus pertenencias, comenzando a caminar mientras miraba su teléfono dispuesta a conectar los auriculares e irse a casa en silencio escuchando a Fleetwood Mac.

En sus notificaciones había un mensaje, lo cual le pareció extraño ya que venía de Gojo, el mensaje fue enviado horas atrás, creyó que estaba demasiado ocupado para siquiera pensar en hablarle.

Satoru.

《 No he podido felicitarte como se debe
¿Esa tétrica ceremonia
requiere una felicitación?》

《 Gracias, pero eres
terrible felicitando a la gente, querido.》

Satoru.

《¿Ya recibiste mi sorpresa? :)》

La azabache frunció el ceño sin entender a que se refería, amaba las sorpresas, las que eran buenas, pero odiaba cuando su amigo hacía eso, no le gustaba que alteraran su rutina.

—¿Qué te traes?—susurró para si misma.

—No creí encontrarte aquí, veo que algunas cosas nunca cambian—en cuanto alzó la vista, Mina no tardó en reconocer al hombre parado frente a ella—. Shinohara.

—¿Nanami?—la joven azabache se quitó los audífonos inmediatamente, sin poder creer lo que veía—. No puede ser ¡Hola! ¿¡Qué haces aquí!?

—Gojo me dijo que viniera—explicó—. He retomado mis actividades como hechicero.

—¿¡Hablas en serio!? Eso es maravilloso—soltó Mina con alegría.

—Eso veremos.

—Uh, pero Satoru no está aquí.

—¿Qué?

—Se fue unos días, tiene cosas que hacer, ya sabes, es el más fuerte blah blah blah—dijo la joven con algo de burla

—Él dijo que viniera hoy, nos veríamos en este...

Kento paró al comprender la situación, Gojo había faltado intencionalmente. Mientras tanto, Shinohara parecía no haberse percatado aún.

—Ya lo conoces, es algo despistado, aunque la mayoría del tiempo no logro entender si es así por naturaleza o lo hace para molestarme ¡Cómo hace un instante! Dijo que si me llegó mi sorpresa, pero no hay nada... tal vez la dejó en mi casa, lo dudo por que el odia todo lo relacionado a mi familia, menos a mí, claro está.

Nanami prefirió no decir nada al respecto, no quería incomodar a su amiga, pero en su mente ya imaginaba de que se trataba, y se limitó a maldecir a Satoru Gojo en su interior.

El hombre bajó la vista hasta las manos de su excompañera, notando el arma que llevaba consigo—¿Aún practicas el dardo de cuerda?

—Yup, es mi especialidad—dijo ella—. Pensaba llevármelo, cambiarle el kunai ya que está oxidado, alguien se puede lastimar, ¿Qué me dices tú?

—He perdido práctica.

—Que curioso, ya que me nombraron entrenadora en la escuela.

—¿Van a pagarte?

—Ni un centavo.

El rubio le dio una mirada rápida, por un instante había olvidado como era Minari Shinohara, pero al momento de volver a verla, todos los recuerdos lo invadieron de golpe, seguía siendo ella, aquella joven hechicera, despistada, extrovertida, con un sentido del humor peculiar y un carácter gentil.

En el fondo, le alegraba saber que aún estaba ahí.

—Entonces serás maestra.

—Algo así.

—Tienes habilidad en el combate, es bueno que lo uses en actividades profesionales como estas—respondió el hombre, antes de notar como una pequeña risa escapaba de Mina—. ¿De qué te ríes?

—Satoru dijo que volverías–explicó–. Y me hace muy feliz que lo hayas hecho.

El hombre sintió una leve sorpresa al escucharla, si bien Mina era alguien optimista en todo nivel, jamás fueron muy cercanos, por lo tanto el hecho de que ella se alegrara por su regreso era extraño.

—¿Estás contenta?

—Así es, y me encantaría que un día trabajemos juntos.

—Supongo que podría ocurrir.

—Aunque te darán casos que requieran mayor rango, tu eres de primer nivel, seguro te asignarán lo mejor.

—Tal como lo he dicho, perdí práctica.

—No te creo—sugirió ella mientras ladeaba la cabeza—. Es más, creo que serías capaz de darme pelea en este instante.

Kento pensó un poco en la propuesta, dada la situación le sobraba el tiempo, y en el fondo quizás podía reconocer que extrañó a Mina, quería recordar como eran las cosas antes.

—Uy, no creí que aceptarías ¿En serio vas a dañar ese costoso traje?—dijo la joven al notar como su compañero se quitaba el saco—. Está bien, será divertido.

—Sólo me tomará un instante.

La joven volteó con sorpresa, para luego soltar una corta risa.

—¿Cuándo te volviste un presumido?—retó Mina regresando a su posición, mientras quitaba el kunai oxidado para dejarlo de lado.

—¿Sin kunai?

—Solo necesito la soga.

—¿Y yo soy el presumido?

—Gracioso... ¡Oye, eso también es nuevo! Volviste diferente.

—Mina—llamó Nanami—. ¿Te importaría si primero si primero practicamos sin energía maldita?

La joven ladeó la cabeza con algo de confusión, sin embargo, no veía problema alguno, así que solamente encogió los hombros.

—De acuerdo, sin energía.

Sin más, Mina arrojó la punta de la soga, el primer instinto de Kento fue sujetarla y tirar de la misma, pero al instante en que lo intentó, Mina se deslizó por el suelo, aprovechando la fuerza ejercida por Nanami para tirar de él y así hacer que tambaleara.

Al momento de reincorporarse, Kento notó que Shinohara había enredado parte de la cuerda entre sus piernas, lo que hizo que Mina tumbara a su compañero.

—Puedes tomar un arma si quieres—sugirió Shinohara, mientras desenredaba la soga de un solo tirón—. ¿Ya no utilizas la espada? Ya sabes, la enfundada, me daba miedo.

—Estaré bien—afirmó el rubio poniéndose de pie.

Kento volvió a acercarse dispuesto a enfrentarla, a cada puño que lanzaba, la joven lo esquivaba, incluso hacía movimientos que llegaban a confundirlo hasta tirar golpes al aire.

Mina era veloz, pero su mente era dispersa, si estaba concentrándose en su patrón de golpes, probaría con algo nuevo. Nanami trató de lanzar una patada contra ella, cosa que la azabache evitó tomando un salto que la alejaría, aprovechando este movimiento, el rubio tiró de  la soga que Shinohara trataba de enredar con cada golpe que daba, haciendo que su contrincante se acercara entre tambaleos.

Por un corto instante, Mina se encontró en una cercanía que podía sentir la respiración agitada de Kento, su primer gesto fue dirigir la vista hacía sus ojos, Nanami jamás había observado ese par de orbes esmeralda tan de cerca.

—Yo no creo que hayas perdido forma—soltó la joven, rompiendo el momento—. Aun recuerdas mi patrón de pelea.

—¿Por qué no lo cambias?

—Tengo un problema con probar cosas nuevas, hace unos días mis tías me dieron una vajilla nueva lo que es raro por que antes jugaban a que yo no estaba ahí, en fin, mi madre dice que es mejor guardarla por que sabe que no la usaré nunca—Mina comenzó a relatar mientras se alejaba para regresar a la posición inicial—. Pasa lo mismo con mi técnica, mi hermana dice que es una manía.

—Estás llena de ellas.

Mina mantuvo una corta sonrisa en sus labios, a pesar de que aquellas palabras habían causado una pequeña aceleración en su corazón, la idea de que incomodaba a Nanami invadió su pensamiento por un instante, quizás estaba siendo muy suelta de lengua otra vez, pero, a juzgar por la mirada de su compañero, no pudo evitar preguntar.

—¿Eso es bueno?

—Te hace especial, con eso es suficiente—aclaró el rubio.

La joven Shinohara sonrió auténtica, pues esa era una respuesta nueva para ella. Siempre consideró que su forma de ser ahuyentaba a las personas, que esa esa era la razón por la cual sentar cabeza era tan difícil.

—¿Dije algo malo?

—No, al contrario—murmuró Mina.


El pasar del tiempo evitaba que alguno pensara en preocupaciones externas, se hicieron compañía hasta que el sol estaba a punto de ocultarse.

Los últimos rayos hacían que el campo de entrenamiento se viera nostálgico, un paisaje que decidieron observar mientras caminaban para dejar la escuela.

Inevitablemente, la presencia de Mina hizo que Kento hablara con mayor fluidez, le contó lo molesto que le resultaba la oficina, ella habló un poco de la amistad que desarrolló con Gojo.

Al principio, Mina planeaba quedarse la menor cantidad del tiempo posible, en el fondo todavía sentía que solo iba a molestarlo, pero había algo que no podía negar acerca de Kento, él era una persona serena, tanto, que Shinohara podía sentir algo de confianza en su amigo, justo lo que necesitaba en ese instante.

—Creo que te he robado mucho tiempo—soltó la azabache con una pequeña sonrisa.

—Descuida—aclaró Kento rápidamente—. ¿Tienes prisa?

—Nope—Mina apoyó su rostro en su propia mano, antes de suspirar entrecortado—. Pero, es suficiente... debo ir a casa, o se pondrá peor.

—¿Aún vives con tu madre?

—Si lo dices así voy a llorar—comentó ella, causando una corta sonrisa en Kento—. Me divertí, gracias por quedarte.

—Creo que soy yo quién debe agradecerte—Nanami volteó su vista hacia ella.

Kento finalmente se dio el tiempo de mirarla con detalle, aún era ella, debajo de esa mirada ahogada en la tristeza disfrazada de cordialidad, aún podía reconocer a Mina Shinohara, los rayos de la luz del día a punto de desaparecer le favorecían bastante, aun era aquella chica de ojos esmeralda y una sonrisa con la capacidad de iluminar hasta el alma más solitaria.

Siempre supo que era especial, incluso tras su separación y la muerte de Haibara, Minari pasaba por su pensamiento de vez en cuando, por lo cual tenerla frente a él todavía resultaba difícil de asimilar.

Aún así no quería tener que volver a alejarse, estaba a tiempo de corregir las cosas, era como si ella hubiera aparecido en el momento indicado, una señal de que podía retomar esa vida que dejó de lado.

—Realmente espero verte pronto, Mina.

La joven Shinohara sonrió, era un sentimiento difícil de comprender, una mezcla de nostalgia por haber visto a alguien que creyó no volver a encontrar, era emocionante por saber si realmente volverían a encontrarse como en aquella ocasión.

Pero sobre todo era deseo, un deseo desesperante de reunirse nuevamente con Kento Nanami, quién le había devuelto la felicidad que se obligó a guardar entre los recuerdos de su adolescencia.

Sin decir más, ambos se despidieron dispuestos a caminar en direcciones contrarias, Mina subió con tranquilidad a su auto, manteniendo esa sonrisa y el sentimiento extraño que recorría su curro, antes de arrancar, Shinohara sacó su teléfono una vez más, dispuesta a contestar a Gojo.

《Ya entendí.》

Satoru.

《Pensé que decidiste ignorarme, aunque eso me habría dolido de por vida. 》

《 Jamás ignoro, no seas
dramático. 》
Gracias, Satoru.♡》




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QUE TAAAAL ♡ chee estaba ansiosa por publicar esto que es que Mina y Kento viven en mi cabeza.

Trataré de poner advertencias acerca de los temas sensibles que pueden presentarse a lo largo del fanfic, ya que la violencia que Mina vivirá dentro de su familia será muy evidente.

ANYWAYSSSS espero que les haya gustado, saben que siempre estoy leyendo lo que ponen y no se olviden de interactuar, eso me ayuda bastante.  ♡

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