Tem.2 - Cap.10 - 400 años atrás.
Una vez más volvemos al pasado. Antes de que Eddie o siquiera Claudia nacieran, vamos a hace 400 años atrás. Justo en el año 1698. Época en la que el Condado Mandela, tenía más supersticiones que lógica. Tiempo en la que los alternos podían reproducirse y tener a sus crías para generar su gran población.
Pero más que nada. Época en la que los alternos Hunter abundaban en gran cantidad, podían saltar y correr por dónde quisieran.
Gabriel en ese tiempo todavía tenía el ideal de matar a la humanidad. Pero... Se había fijado en un joven de 26 años... Ya casi iba a cumplir los 30. Pero le daba curiosidad más que nada por la curiosa actividad que hacía, que implicaba... Dejarle ofrendas a los alternos. Les dejaba comida, vino y agua. Esto siempre en la entrada del bosque. Un día Gabriel se acercó y vió al joven cociendo algo.
El muchacho estaba bordando una imágen del arcángel Gabriel. Este que observaba guardo silencio y se puso casi a espaldas del joven.
El joven era Intruder, pero obviamente antes de que fuera un alterno. Y si, antes se llamaba Thomas, pero para muchos el era un vagabundo obsesionado con los alternos, ya que el tenía la creencia de que si les daba ofrendas estos no le harían daño a su pueblo y sería como si los dioses regresan para cuidar al pueblo.
Cuando Thomas se encontraba cociendo notó algo atrás de el. Por su puesto era Gabriel.
Gabriel: ¿Quién eres, mortal?
Thomas: N-no puedo creerlo. Eres el arcángel Gabriel nuestro salvador.
Ante este comentario Thomas se arrodilla para darle a entender a Gabriel que lo veneraba.
Gabriel: ¿?
Thomas: Mi nombre es Thomas. Y ante ti pido ser tu sirviente.
Gabriel: ¿"Sirviente"?
Thomas: Claro.
Gabriel: Entonces para eso eran las ofrendas... Bueno... Si lo deseas... Tienes mi permiso.
Thomas: ¡Si! ¿En qué puedo ayudarlo, mi señor?
Gabriel: Hmmm...
En la cabeza de Gabriel pasaba el pensamiento de ¿Que le podría pedir? O ¿De verdad está haciendo esto?
Gabriel: Ya sé... ¿Que tal si para empezar me traes unas moras? Muchas y de las mejores que encuentres.
Thomas: Si, mi señor.
Esto era una pequeña prueba. Pronto estos pedidos subirían y subirían.
Thomas no sospechaba nada, estaba más perdido en su fé que en su razonamiento.
Al poco rato Thomas vuele con Gabriel, con un saco grande de moras. Cuando el arcángel los probó, estas moras eran si duda perfectas. Suaves al masticar, dulces, jugosas .
Gabriel: ¿De dónde las sacaste?
Thomas: De un claro cercano en el bosque, ahí los animales abundaban por la comida, incluyendo estas delicias. Que crecen mucho por la zona.
Gabriel mira con extrañeza a Thomas. Pero al fin y al cabo... Podría aprovecharse del joven para hacer sus maldades si mover ni un dedo.
Paso el tiempo, Thomas hacia trabajos y Gabriel mandaba, comían juntos, hablaban y se contaban datos curiosos del otro. Pero Gabriel nunca reveló sus verdaderas intenciones.
Un día horrible, el pueblo se levantó en armas y fuego. Querían matar a un alterno pequeño. Thomas trato de defenderlo.
Intruder: ¡No pueden matarlo, es solo un niño por el amor de Dios!
Mujer: ¡Es uno de esos monstruos, debe morir!
Hombre: ¡Oigan! ¡¿Que no es el vagabundo loco que los trata como dioses?!
Mujer 2: ¡Si es el!
Hombre 2: ¡Hay que matarlo también!
Y así fue. Golpearon hasta más no poder a Thomas mientras que al pequeño lo quemaron vivo. Al pobre Thomas lo dejaron en el bosque dejando que muriera de dolor desangrándose internamente.
Llega Gabriel, quien aún que se veía tranquilo, tenía tristeza en su mirada. Thomas los ve, su expresión de sufrimiento cambia a una de satisfacción.
Thomas: Jefe... Que alegría verlo...
Gabriel: ...
Thomas: Tranquilo... Yo sé que seguramente no le importaba de verdad... Pero si está en su voluntad que yo muera... Lo acepto... Fue un honor conocerlo...
Gabriel: ... Tu todavía no debes morir... Ni ahora ni en un mañana...
Gabriel cargo a Thomas... Le quito lo que cubría su pecho, le hizo una herida como una cortada profunda, ensalivo sus dedos y los frito en la herida, haciendo que Thomas... Se convirtiera en un alterno...
Al poco tiempo Thomas despierta en una cueva, con moras al lado.
Thomas: ¿Dónde estoy?... ¿Que me pasó?
Gabriel: Estás en mi refugio. Y estabas a punto de morir. Yo te salvé...
Thomas: Entonces... Yo...
Gabriel: Ahora eres un alterno... Y me vas a servir por toda la eternidad. Con la promesa de que no cuestionaras mis órdenes...
Thomas: ... Por nada del mundo las cuestionaría... Después de todo me ha salvado la vida...
Unos minutos después, Thomas sale de la cueva para contemplar el paisaje...
Gabriel: Ahora que eres una nueva persona... ¿Que nombre vas a escojer?
Thomas: Entraré sin permiso a las casas de quienes me golpearon... Y mataron al cachorro de alterno...
Gabriel: Serás un intruso...
Thomas: ... Usted me pude llamar...
Intruder...
Volviendo al presente... Intruder se levantaba de su cama. A su lado dormía Gabriel. Quien se veía "lindo" durmiendo. Y en la cuna dormía Eddie. Que estaba tan tranquilo como siempre, el encapuchado le da un beso en la frente Gabriel.
Intruder: Ya me tengo que ir, cariño.
Gabriel: Noo quédate un ratito más...
Dijo el arcángel casi balbuceando. Pues seguía dormido después de todo.
Intruder: Calma, tranquilo... Volveré antes de que lo notes.
Gabriel: Está bien.
Intruder: Te amo...
Gabriel: Yo también te amo...
Intruder sale de la habitación, se lava la cara y va con César quien estaba prepara do una mochila.
Intruder: ¿Ya estás listo?
César: Si, que bueno que recordé que dejamos una caja con dinero en la montaña, si no, nos cargaba la chingada.
Intruder: ¿Moth está lista?
Nahual: Sigue durmiendo en el ático con Sanguis.
Intruder: Iré a levantarlas.
Intruder sube al ático y ahí estaban las dos criaturas.
Intruder: Moth... Polillita. Levántate.
Moth: *bosteza* ¿Que se le ofrece jefe?
Intruder: Tenemos que ir a la montaña. Resulta que César se acordó que dejamos dinero en la cabaña esa. Y vamos a ir para recuperar ese dinero.
Moth: ¿Como cuanto va a durar ese dinero?
Intruder: Por lo que César recuerda, va a durar para un mes.
Moth: Solo deje me acomodo mi pelaje.
Moth se levanta y esponja la melena que tenía en su cuello dejándola más esponjosa.
Intruder: ¿Lista?
Moth: Lista.
Sanguis: *bosteza* ¿A dónde van?
Moth: Vamos a la montaña, tu quédate aquí y duerme otro rato. Volverémos pronto.
Sanguis: Está bien.
La polilla y el encapuchado bajaron, se prepararon para volar a la montaña. Solo irían Intruder, César y Nahual, llevarían al canino por qué el podría olfatear dónde estaba el dinero.
Al llegar a la cabaña notaron algo extraño.
Intruder: ... Hay huellas en el suelo... Y no son las nuestras.
Nahual: *olfatea* huele a tabaco y a plomo.
César se agacha y toma algo de la pólvora del suelo. Analiza de forma rápida y...
César: La fundación...
Intruder: ¿A qué te refieres?
César: Acuérdate de los pendejos de la fundación. Parece que nos estaban buscando y no de manera a amable. Por eso hay un chingo de plomo en el suelo.
Nahual: ¿Que no se supone que es de lo que están hechas las balas?
César: Estos pendejos no usan balas comunes. Usan unas que no tienen forma exacta, para causar más daño.
Nahual: Eso explica muchas cosas.
Intruder: Entonces hay que buscar el dinero rápido.
César: Que bueno que limpiamos antes de irnos. Amenos no encontrarían plumas de las alas del jefe. O pelo de Nahual o Johnny.
Nahual: ¡Encontré el dinero!
Intruder: Tomenlo y salgamos de aquí.
César abrió lo mochila que llevaba puesta. Agarra el dinero y cierra la mochila.
César: ¡Ya, listo!
En ese momento, los tres alternos corrieron lo más pronto que pudieron para dirigirse a Moth. Esperando a que no los hubieran detectado. Llegaron a casa sanos y salvos con el dinero. Six llega con buenas noticias.
Six: Ya conseguí trabajo.
Johnny: Eso es bueno de escuchar. Pero... Me preocupo por Claudia. ¿Cuando volvera?
Intruder: Dentro de unos dos días, no te preocupes, no hay prisa. Solo faltamos César y yo por conseguir trabajo y que todo vuelva a la normalidad.
Nahual: Espero mamá Claudia este bien...
César: Y los está... Ella lo está... Pero... ¿Si puedes oler las cosas más microscópicas. ¿Por qué no me dijiste nada de la situación de mamá?
Nahual: Me pidió que no te dijera...
César: Ay mi madre... Bueno... Iré a visitar a Mark, con esto del nuevo bebé... Quiero estar más cerca de el, incluso... Quiero protegerlo más y más. ¡Jeje! De tan solo recordar que voy a tener descendencia me hace quererlo más.
Intruder: De verdad quieres tener hijos. ¿No?
César: Aúnque sea uno... Por mi está bien. Quiero un niño. O una niña. Cualquiera de los dos, pero que nazca.
Nahual: Jejeje. Y así yo tendré a alguien con quien jugar a las escondidas.
Intruder: Hablando de eso... Angel se ve algo reflexivo. ¿Que tal si hablas con el?
Nahual: Está bien. Voy a hablar un ratito con el.
Nahual sale al patio donde estaba Angel. Quien miraba al cielo.
Nahual: ¿Pensando en desayuno?
Angel: No... Tengo muchas preguntas...
Nahual: Si quieres puedo responder a algunas de ellas.
Angel: ...¿Por qué estás criaturas se ayudan mutuamente y se juntan en una sola casa?
Nahual: Son como una manada. Una familia que se une para superar cualquier dificultad.
Angel: ¿Y que es familia?
Nahual: Hmmm... Son gente que... Bueno... Ummm...
Angel mira con curiosidad.
Nahual: La familia es un grupo de persona que se apoyan, se quieren y de vez en cuando comparten sangre.
Angel: ¿Nosotros la compartimos?
Nahual: Realmente no. Pero... Nos ayudamos, apoyamos. Incluso nos queremos. Se que para muchos es difícil no poder querer a una familia como tal, pueden ser molestos... Pero sin duda nos aman, pero no necesitamos compartir sangre con un grupo de personas para ser famila.
Angel: :0
Nahual: Si, realmente no necesitamos tener la misma genética, o si quiera ser de su misma especie. Lo que importa es el cariño que se tiene. Y así salimos adelante con ellos de nuestro lado.
Angel mira con impresión. Una dalia es lo que muchos necesitamos a veces, solo deben buscar a las personas correctas.
No solo familia de papá y mamá. Pude ser solo de mamá, de los abuelos, o incluso de solo tus hermanos. O incluso amigos que sean como tus hermanos.
Necesitamos compartir sangre para ser una familia, necesitamos alguien que se preocupe por nosostros, que de lo mejor de su para ti, que intente entenderte. Pero sobre todo. Que te ame y respete de entre todas las cosas. Y por eso quiero que recuerdes está frase...
"Ellos mis mejores amigos son. No tienen mi sangre. Pero son mi familia."
Mientras tanto, César estaba llendo a casa del equipo BPS. Solo buscando a Mark, antes de tocar la puerta se arregla un poco el cabello y se acomoda el moño de su cuello. Ahora sí se dispone a tocar la puerta. Casi por milagro abre Mark. Y este al ver a César los saluda con un abrazo y un beso en los labios.
César: ¿Cómo estás, cariño?
Mark: Estoy bien. ¿Y tú?
César: Estoy feliz por el... Ya sabes.
Mark: Ah sí... Todavía no se cómo sentirme jeje.
César: Creo que es normal. Digo. No todos los días tienes la oportunidad de dar vida.
Mark: Sobre todo siendo hombre.
César: ¿Puedo pasar?
Mark: Claro. De todas maneras mis amigos y Thatcher van a llegar un poquito tarde.
César: Bueno. Está bien. De paso... Quiero contarte algo.
Mark: ¿Que sucede? ¿Es algo malo?
César: Emmm... Un poco malo.
Mark: ¿Y que es?
César le explica a Mark que su madre tiene... Ya saben. Algo que es difícil de mencionar. Mark se sorprende pero también se pone triste por qué. Es difícil perder a la persona que te dió la vida.
Mark: Como lo siento...
César: Pero no solo eso. Te quiere conocer. Quiere ver quién es la madre de mi hijo.
Mark: ¡Jejeje! Me gustó ese término. Pero, si, tal vez está semana vayamos.
Mark y César estaban adentro, en la habitación de Mark, cuando de repente llegan Thatcher y los demas. Los acompañaba Ruth por qué quería pasar tiempo con el teniente.
Continuará....
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