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27

"Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás, que al final nos disfrazamos para nosotros mismos" — Francois De La Rochefoucauld.

Este cap es fuerte.

Taehyung. 

Invité a Jimin a pasar a la casa, pero dijo que lo mejor era que se fuera. 

Yo no espero nada de nadie, sino más bien, de mi mismo. Tengo que dejar de ser de ésta manera, pero... ¿por qué no puedo? detesto que nadie pueda responder aquella pregunta. 

Siento como si algo estuviera terriblemente mal en mí. Y sé que no puedo excusar mi mal comportamiento con Jungkook por culpa de mi pasado, pero al fin eso es lo único que mi tonto cerebro hace. Culpar al pasado para tratar mal a una persona que lógicamente no tiene porqué soportar mis mierdas. 

Jungkook no tiene porqué aguantar todo ésto, solo porque yo estoy enfadado y cabreado conmigo mismo. 

— Hola, Kook. — digo al llegar a mi cuarto, él está leyendo uno de los libros que le compré. Se llama "Buscando a Alaska", es del autor de esa película terriblemente triste, algo así sobre... ¿Bajo la misma estrella? no lo sé, no veo esas chorradas, pero la portada del libro tiene el mismo nombre de autor que el cartel de esa película hace años atrás.

— Hola, TaeTae. — saluda sin dejar de mirar el libro. Recién lo debe estar empezando, lo tiene bastante atrapado por lo que veo. — prepararé algo de comer. — le informo dejando mi bolso sobre un pequeño sillón que tengo en mi habitación. 

Jungkook solo me asiente con la cabeza. 

Está bien, no me estará encima, podré preparar la comida sin que me esté hablando sobre sus besitos. 

Le doy una última mirada antes de salir de la habitación. Cuando llego a la heladera me fijo qué puedo darle de comer. Puedo hacer ensalada... pero hace fresco como para comer cosas frías. ¿Podría darle sopa? 

— ¡Jungkook, ¿Te gusta la sopa?! — pregunto gritando para que me escuche desde donde estoy. 

Me quedo esperando pero no tengo respuesta. Dios, el libro lo comió, literalmente. 

Saco los ingredientes para empezar a preparar un caldo natural con muchas verduras, luego le pondré queso.

— ¿Qué es una sopa, Tae? — de repente pregunta Jungkook a mis espaldas. — sueña extraño. "sopa". — tiene el libro en la mano y me mira con ojos curiosos. 

— Una sopa es como... —lo pienso por un segundo. — bueno, es un caldo casero o comprado que puedes ponerle fideos si quieres. Pero será mejor que te prepare sopa de verdura, es mucho más sano y necesitas esas proteínas, recuerda lo que dijo el médico.

— Sí, sí. Sino mi pelito se seguirá cayendo. 

— Exacto, porque estás teniendo muchos cambios tan de pronto. Has pasado de no comer casi nada a comerte una pizza entera en una sola noche ¿me captas?  Es un milagro que no estés anoréxico, el cuerpo te funciona bastante bien, así que hay que engordarte. 

— ¡Sí, así me darás muchos abracitos, como un osito! — dice levantando los brazos, felíz. Lo veo irse hacia el comedor y dejar el libro en la mesa, con una servilleta en el medio para señalar la página en la que iba. Dios, luego le daré un señalador. — Porque tu no quieres darme abracitos porque estoy flaquito — completa la frase. Yo lo miro sobre el hombro mientras corto algunos vegetales. Jungkook se acerca a mi y de un salto se sube a la mesada, moviendo sus delgadas piernas de un lado a otro. Le diría algo, pero tampoco es que necesite todo el lugar para cortar verduras, solo mi tabla de madera. Mientras tanto pongo a calentar una olla al otro lado de la cocina. 

¿Debería contestarle algo a eso que dijo? ¿De verdad cree que no lo quiero abrazar solo porque está flacucho? Bueno... la realidad es que mucho no me agrada, ya que le siento los huesos, incluso cuando tengo que bañarlo me da un poco de repelús verle las costillas tan marcadas. 

— Ten la vitamina. — se la extiendo y él la toma con cara de asco. Yo hacía las mismas muecas cuando era más joven. 

Por dios, parezco un viejo. 

— Son  feas. — dice dejando el vaso a un lado.

— Lo sé pero las tienes que tomar, aparte te darán fuerzas. 

Él asiente con la cabeza con una media sonrisa, pero luego la veo esfumarse. 

Jungkook es la vivida imagen de un cuerpo en soledad acostumbrado a las heridas. 

— ¿Pasa algo? — pregunto calmado sin mirarlo mientras enfoco mi puntería para no quitarme un dedo cortando la zanahoria. 

— ¿Haz tenido un... día malo? 

— ¿Por qué lo preguntas? — es más que obvio. 

— Tus ojitos. Se ven... tristes. 

Los tuyos también, Kook... 

Pero no se lo digo. 

— Lo sé Jungkook hace tiempo que no tengo "días lindos" prácticamente ya no sé lo que es eso. — mientras termino de cortar todas las verduras las voy poniendo en la olla, ahora a esperar que se cocine. — Hoy no ha sido un buen día, no el peor de toda mi vida, pero sí... ha sido un día terrible.

— ¿Por qué? — pregunta aún sin mirarme. Yo me sirvo un vaso de agua antes de contestarle. 

— Porque escucho a alguien que no está conmigo. Alguien que extraño y me dice cosas. Suena muy alocado, pero es la verdad. Quizás lo soñé o haya sido mi propia voz, no lo sé.  A veces quiero desaparecer de la faz de la tierra, caminar solo y estar conmigo mismo, para... arreglarme. 

— No desaparezcas. — me dice cuando yo me pongo frente a él. Ahora queda un poco más alto que yo. — ¿Qué haría si no estás aquí, Tae? — me dice haciendo medio puchero, apenas tiene ganas de hablar, su cachete sigue inflado, pero por lo menos sus dientes están perfectos, como perlas. Recien ahora me percato que tiene paletas de conejo, eso es muy él. 

Qué chico tan hermoso, maldita sea. 

Jungkook y sus luceros celestes. 

Niego con la cabeza y largo un suspiro. ¿Porque siento que tenemos el mismo ánimo?

¿Porque me duele el corazón de esta forma? Es como si algo dentro de mi se estuviera triturando, estrujando y eso me oprime, me quita las ganas de respirar.

— No me gusta que no estés en casa. — sigue hablando él al percatarse que yo no planeo darle respuesta alguna, simplemente no sé qué contestarle. — es como si estuviera allí — señala con un dedo hacia la ventana de la cocina, al otro lado, cruzando la calle, está el parque. — solo, donde nadie me daba una moneda. Es... ¿vacío? Está el perrito, pero el perrito duerme todo el día, así que yo me quedo solito y tu casa es muy grande para mí. ¿acaso debo volver al parque? es lo mismo... es igual si no estás aquí. No me dejes solo aquí. Todos me dejaron solo en mi fea vida...

No lo digas... no lo digas, Jungkook, cierra la boca, no digas lo que no quiero oir. 

No digas aquellas palabras. 

— Es feo. Estoy solo. 

— Yo a veces me siento igual, aunque esté rodeado de gente. A veces las personas nos sentimos así. Supongo que debo enseñarte algunas cosas sobre los sentimientos, quizás conozcas algunos, pero puedo hablarte sobre los que no conoces. Así, de esa manera, puedas entender mejor algunas expresiones. 

Pero él mira hacia otro lado. 

— Cuando era chiquitito me dejaron solito, no sé donde. No sé como llegué a ese parque. Yo estuve en otros lados. — miro de reojo la sopa, todavía le falta. Vuelvo mis ojos a él, a pesar de que no me está mirando. — ¿Tú tenías razón? — pregunta como si fuera para él, no para mí. — Todos me dejaron, no sé quién es mi mami, ni mi papi... ¿tengo familia? ¿Un hermanito? no sé... pero nadie me quiso cuando era chiquito, y las personas en el parque me trataron mal. A veces ni comía. Era feito tener hambre... pero era mas feito ver los ojitos de las personas. De los niñitos que sus mamis abrazaban, yo siempre quise saber qué era eso que hacían con los brazos en otra persona.  Todo era feo, todo es feo. Y a mi no me gustan las cosas feas, porque yo estoy feito. 

La garganta se me cierra. Y los oídos me dejan de funcionar cuando escucho una voz que claramente la reconozco como si fuera la mía propia. 

— Si lo dejas decir eso, lo lamentarás, toda tu vida, amor mio

Fuera de mi cabeza, Hoseok ¡te lo pido por Dios, vete! ¡No quiero escucharte, no ahora! 

— No entiendo porque... todos me decian cosas feas — continua Jungkook, creo que ha dicho algo más pero no lo he oído. 

— Taehyung... 

¡Basta Hoseok! ¡escúchame, me dueles, fuera de mi cabeza, por favor.. vete!

— ...Mis papis no me quisieron... y yo aprendí todo solito. Pero... — Jungkook me mira con las gruesas lágrimas cayendo de sus ojos. — quise acercarme a las personitas para jugar con unos niños, no me acuerdo hace tiempo fue eso. Y me golpearon, pensaron, como tú, que les iba a robar. Y yo no robo, porque me robaron a veces, cuando estaba solito y era de noche. 

— S-sí... me... lo haz dicho — intento formular una oración coherente ignorando las palabras en mi cabeza. Jungkook seca sus lágrimas con su remera. 

— No me querían. 

— Co-comprendo... hace un tiempo me pasó algo pare...

— Nadie me quiere... 

— Jungkook. 

— Y tu no. 

— Taehyung, deja que alguien ocupe mi lugar. No estoy y no estaré para tí, dejalo a él. Deja que tape el agujero que yo dejé en tu corazón. Déjalo pasar, tú estás sufriendo. 

Hobi... no...

— No sirve que nadie me quiera. — las manos le tiemblan. — es como tu dices. — me mira a los ojos. Todo en mi quiebra. — es mejor que deje de exis...

— ¡¡No!!

Y entonces lo beso. 

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TREMENDO. BUSQUEN SUS PAÑUELOS. 

A ver... cómo rayos les explico. 

SE ME PARTIÓ EL CORAZÓN. Yo sufro con ustedes, creanme, lo escribí con algunas lágrimas cayéndome de los ojos, casi borro todo ésto. 

Datazo: Hobi no le habla como fantasma, Taehyung tiene la voz de él en su cabeza, porque su subconsciente trabaja de esa manera ante el estrés y la ansiedad, es su propia voz, no la de Hobi, pero él cree que sí. 

Les dejaré una frase que tendrá mucho que ver con ésta novela:

"Cuando tu largo camino esté brillando entre blancos y negros, tendrás un rayo de arcoiris asomándose por un pequeño hueco. Derribarás la pared y dejarás que el arcoiris pase y de color a tu vida... ¿pero qué sucedería si construyes otro muro? ese arcoiris se iría, no pasaría otra vez, volverías a donde empezaste."

Frase creada por mi y no te la puedes copiar/ adaptar/ robar. © 

AsylumBlood™

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