Taehyung 

— Y me dijo "Hyung, creo que me hice pipi" — termino de contarle a Jimin todo lo que pasó hace apenas unas cuantas horas atrás. Le di a Jungkook una gran sesión de besos húmedos en venganza por haberse subido a mi regazo y haberme dado besos en el cuello sin mi permiso. 

— Deja de burlarte, es obvio que esta es la primera vez que lo hace. Bueno... técnicamente no hicieron nada — Jimin levanta los hombros — pero todavía no puedo creer que se haya corrido mientras le besabas  el cuello. 

— Increíble ¿verdad? 

— Parece que estás de mejor humor ¿eh? ¡eso me alegra mucho! 

— No te creas que estoy tan de buen humor. 

— Aish... cómo sea, aparte también hueles diferente ¿cambiaste tu perfume? Tú nunca haces eso. 

Ruedo los ojos hacia un costado. 

— Cambie de perfume porque le dí a Jungkook el que usaba antes, a él le sienta mucho mejor. 

Jimin asiente con la cabeza y sigue adelantando la tarea. Estamos haciendo tiempo en la biblioteca, luego de nuestro turno ya que no quiero llegar a casa tan rápido. Le deje a Jungkook el almuerzo hecho y le mencioné que eran sandwiches de jamón y queso, y le dije que le diera de comer al perro. 

Ahora que lo pienso, quizás Jimin sí tenga razón. 

— Lamento haberte preocupado... ni siquiera yo esperaba ese episodio ayer por la tarde. Aparte... fue culpa mía, yo empecé a pensar esas cosas y... Todo lo que dije fue absurdo, lo único que logré con eso fue hacer aparecer otra vez mi maldita ansiedad. Jimin... — hago una pausa — esa cosa no me deja respirar, no me deja dormir, no quiero volver a tomar pastillas, me hacen mal. 

Jimin cierra su libro de tareas y lo guarda en su bolso. 

Tengo toda su atención.

— Tae, respira, te estás alterando otra vez. Lo peor es que ni siquiera te das cuenta. Respira ¿sí? mirame... — observo sus ojos café oscuro y me concentro solo en ellos. Ver aquel color me calma de una manera impresionante. Los ojos de mi mejor amigo son hipnotizantes de alguna manera extraña, solo puedo confiar en él para hacer estas cosas. Solo Jimin. 

Respiro profundo, pero otra vez me siento abrumado e inseguro de mi mismo. ¿Dónde está ese tigre que llevo en mi interior? 

¿Acaso estoy siendo un gatito asustado?

¿Por qué todo el mundo insiste en que estaré mejor? ¿Por qué quieren seguir con eso?

Jimin me está hablando pero ya no lo escucho, ahora él se está alterando. 

Me sacude pero no lo oígo. O más bien, lo oigo pero, me siento extraño. 

— ¡Taehyung! — me grita, y ahora sí reacciono. 

— Oh... — me tomo la cabeza entre las manos. Otra vez ese zumbido que me molesta. 

— Deberías ver a un...

— No... Jimin por favor, no me hagas ir otra vez. 

— Iba a decir un médico, Taehyung. Y de paso podrías llevar a Jungkook a que le hagan un chequeo ¿qué te parece? 

Quito las manos de mis oídos y observo sus ojos, sin que me diga nada. 

— No hoy. Tengo que llevar a Jungkook al dentista, y mañana intentaré sacarle el dni, otro día el pasaporte, estoy muy ocupado. 

— Recuerda que tienes que ir al estudio de Yoongi. 

Mi semblante cambia en un segundo y Jimin se altera. 

— Tranquilo... 

Entre nosotros se hace un silencio abrumador en el que solamente nos conectamos con una sola mirada. Intento transmitirle mi fuerza pero no creo que haya entendido lo que quise decirle con los ojos. 

— Deja de recordar a Hoseok, es por tu bien, Taehyung. No puede ser que cada vez que mencionan aquel día te pongas como un loco a llorar y gritar. Ya lo habías superado. 

Me río secamente ante ésto que acaba de decir, me lavanto y cargo mi bolso. Jimin me sigue afuera. 

— ¿De verdad creías que lo había superado? Tú deberías olvidarte de volver a convivir con el Taehyung que existía hace tres años. Deberías haberte acostumbrado a mi yo gruñon, cara larga, cero contacto físico, porque este soy yo y seguiré así para siempre. Hoseok fue un antes y después... creeme si tu estuvieras en mis zapatos, no superarías a Yoongi. 

Seguro Jimin estará pensando: "solo que Yoongi jamás se suicidaría". 

Dejo a mi amigo un poco lejos cuando él me vuelve a gritar. 

— ¿De verdad crees que quedarás así para siempre? 

Pero dejo su pregunta flotando en el aire. 

Las tres cuadras que me quedan para llegar a casa las voy caminando muy lento, necesito un tiempo para mi a solas. como he dicho siempre, no estoy acostumbrado a la compañía las veinticuatro horas del día. Se me fue la cotidianeidad de dormir al lado de alguien, de besar a alguien, de tocar a alguien.

Por Dios, hace tres años que no tengo sexo con nadie, es obvio la razón por la cual soy un amargado. Eso dicen por ahí. 

De todas formas... 

¡No, ni pensarlo! 

Me sacudo al siquiera haber pensado eso. Apenas conozco a Jungkook y él... bueno, pobre chico, no debe tener ni la menor idea de lo que esa palabra significa. Aparte no quiero nada con nadie, no lo necesito, lo extraño, pero no me es necesario para mi vida. En lo absoluto. 

Haberle dado besos a Jungkook ayer fue una excepción, solo porque yo estaba muy sensible... 

Y quizás porque Jungkook se movió sobre mi entrepierna. Quizás porque Jungkook me puso caliente con esos besos suyos, presuntamente inocentes, pero tan atrevidos para mi piel necesitada. 

¿Qué mierda estoy pensando? Debo dejar de pensar con la cabeza de abajo y más con la de arriba. 

Llego a casa rápidamente manteniendo la cabeza en blanco. El primero que me recibe es el perro. El cachorro se levanta en ambas patas y me saluda alegremente. Juro que lo veo sonreír o sea... ¿Qué? me estoy volviendo loco ¿cierto? 

Cierro la puerta a mis espaldas y lanzo el bolso al sillón. Estoy pensando que últimamente los profesores están siendo menos exigentes, no se si se debe a que las vacaciones de invierno están por comenzar o qué rayos. Sea lo que sea me agrada, menos tarea, menos estudio y menos cháchara. 

 — Jungkook, ya llegué. — hablo fuerte para que él me escuche. Veo que se ha comido los sandwiches que le dejé. Bien, por lo menos está comiendo más. 

Camino a mi habitación pero no lo encuentro ahí, así que, primero me cambio de ropa y camino tranquilamente hacia el baño, pero escucho a Jungkook sollozar al otro lado. ¿Y ahora que rayos le pasa? 

— Kook , voy a pasar — advierto pero luego recuerdo que ya lo he visto desnudo antes, así que solo entro y lo primero que me encuentro es a él sentado con la tina llena de agua. Ni siquiera está usando la esponja de baño, ni shampoo. Solo está ahí llorando. — ¿Qué pasa? — digo con un tono un poco insoportable. 

— No sé... — me dice llorando. Me acerco a la tina para empezar a bañarlo pero me doy cuenta que el agua está completamente helada. 

— Jungkook si sigues ahí adentro vas a enfermarte, aparte está haciendo frío. ¿Acaso lloras porque no sabes bañarte bien o porque quieres que yo lo haga? — pero él niega con la cabeza. — ¿Entonces qué?

— Me duele... — dice con la cabeza abajo. 

— ¿Qué te duele? — saco una toalla del cajón y espero a que él se levante. 

— Mi cosito... 

¿De qué rayos me está...?

Oh.. 

OHHHHHH...

— Ya entiendo porqué te metiste al agua fría. 

— ¡Pero el agua estaba calentita! 

— Entonces pasante mucho tiempo ahí adentro. — Lo hago salir en contra de su voluntad y lo primero que hace es tapar ahí abajo. Lo seco siendo un poco bruto y cuando paso la toalla por ese lugar Jungkook se estremece. 

— Duele... Y esta duro ¿Qué le pasa? 

Suena tan tierno... tan inocente diciendo estas cosas. 

— Yo solo estaba pensando en tus besitos y... y... mi cosito empezó a doler. 

Kim Taehyung si te ríes por cómo dice las cosas te irás al infierno, así de simple. 

Me trago la risotada que iba a lanzar y me calmo por un segundo. 

Siento que Jungkook me está llenando el corazón de algo extraño. Algo que no entiendo. Como si su compañía me tranquilizara. Y eso... Me aterra.

Termino de secarlo y dejo la toalla en el palo de la cortina para que se seque. 

— ¿Jungkook me darías un abrazo? 

Y eso basta para que se quite las manos de ahí abajo y me abrace, entonces yo soy más rápido y lo sujeto por sus nalgas delgadas. Él automáticamente enrienda sus piernas en mi cintura para no caerse. 

A la mierda el no necesitar de sexo.

— ¡Tae! — se ríe por la forma en la que lo estoy tocando, pero luego gime alto cuando su entrepierna se roza conmigo. 

— Te duele mucho ¿no es así? — le pregunto de camino a mi cuarto, cuando entro lo apoyo suavemente en el colchón. A todo esto el perro nos está mirando desde la entrada, así que por una vergüenza extremadamente extraña le cierro la puerta en la cara al pobre can. 

Peludo entrometido...

— Sí... duele. — Jungkook está en la cama tapándose su parte — Y... está levantado, ¡Es molesto!

— Yah, tranquilo — me subo a la cama, gateando hasta llegar a él y me coloco en medio de sus piernas. Jungkook se ve obligado a quitarse las manos de ahí. — yo voy a quitarte ese dolor molesto ¿Te gustaría que haga eso por tí, Ggukie? 

— S-sí... Tae, ¡Ayúdame!

Esto va lo volverá loco...

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LO QUE MUCHXS ESTABAN ESPERANDOOOOO. 

Bueno, pero no para tanto...