11
Taehyung
Estuve bastante decaído y confundido en los siguientes minutos que pasaron. No dejaba de atormentarme con el dichoso primero de septiembre y el reciente abrazo de Jungkook.
La cabeza no deja de darme vueltas, es que Jungkook es muy molesto. No deja de estar cerca mío, no deja de tomarme del brazo o la mano cada vez que tiene oportunidad, y eso es que simplemente lo hace con el fin del "hacerme sentir mejor", lo ha estado intentando desde que nos largamos del local de ropa deportiva.
He estado pensando en si será verdad que esto de ayudar a alguien que lo necesita puede hacerme feliz a mi. Juro que le he dado mil y un vueltas al asunto y no logro encontrar una respuesta. Quiero decir, ya le he comprando esta ropa deportiva y unos dulces hace tan solo segundos atrás y todavía no me siento feliz por estar ayudándolo.
Solo... Bueno para empezar no se qué es lo que siento cada vez que los ojos de Jungkook brillan cuando le compro algo, o incluso cuando lo miro.
Él me ha dicho que nunca nadie lo ha tratado tan bien como lo estoy tratando yo.
Yo ni siquiera lo estoy tratando bien; él me abraza y yo no le devuelvo el abrazo, me toma la mano o el brazo pero yo solo me quedo rígido sin inmutarme. Me habla bonito aunque yo le hable y lo mire de mala gana. ¿Acaso eso es tratarlo bien?
Quizás Jungkook está confundiendo "tratar bien" con "dar solo un poco de atención". Aparte ni siquiera le estoy comprando estas cosas por voluntad propia, básicamente he sido obligado.
Jimin se ha ido hace ya varios minutos, y dijo que luego hablaría bien conmigo para que yo reflexione las cosas.
— Jungkook acompáñame aquí. — señalo la tienda de cosméticos enfrente nuestro.
— ¿Qué este lugar? ¡Hay mucho rosa! — dice fascinado.
Suspiro antes de entrar.
— Es una tienda que... Normalmente las chicas compran cosas.
— Tu no eres una chica. — me mira extrañado y él corazon me late fuerte. No sé cómo me va a juzgar.
— Ya lo sé... Pero me gustan las cosas que venden aquí. — quiero lanzarme por una ventana.
Entramos a la tienda y me voy directo a la sección de bálsamos labiales, todos los que tengo están secos y viejos, poco humectados, ya no sirven.
— ¿Qué son? — pregunta Jungkook tomando uno rojo de un estante dónde están los que son para probar.
— Labiales — digo seco. — y no te atrevas a decir "ah son para chicas", por qué si, mucha gente me lo dice y ya estoy cansando de contestar que solo los compro para mí madre — me pruebo uno con sabor a fresa, y en definitiva que me lo voy a llevar — porque la verdad me gustan estas cosas, me gusta usar labiales y sombras para ojos ¡Si soy hombre y me gusta maquillarme, ¿Cual es el problema?!
Estoy hablando de más...
— No lo sé ¿Eso es un problema?
Claro...
Miro a Jungkook fascinado. Él seguramente no tiene prejuicios de la sociedad. Ni siquiera debe conocer palabras como "gay, lesbiana..."
Busco más labiales y bálsamos que me gusten y los llevo en un canasto rosa. Esto me hace ver tan gay.
Antes de llegar a la caja registradora me detengo a ver unas sombras de ojos marrones y rojizas, también las pongo en el canastito. Me limpio los labios tan rápidamente cómo puedo antes de que llegue mi turno y una persona idiota me diga: "los hombres no pueden usar esto".
— Es para regalo. — digo cuando llega mi turno.
Sí, lo sé me da vergüenza pagar por esto. Odio que la gente me mire con esa cara como si fuera un bicho raro.
— ¡Tae, esto te quedará bien! — Jungkook dice a mi lado, cuando vuelve a acercarse a una pila de ofertas. Trae un labial rosa, demasiado suave... Creo que nadie lo escuchó. Miro a Jungkook y opino que ese color le iría mejor a él. Lo tomo y lo agrego a la compra.
Cuando pago el chico de la caja me mira con mala cara. Mierda, al parecer si ha escuchado.
— No deberías usar esto, pero...— el chico me entrega la bolsa y el cambio. — disfruta la compra, mariquita.
Arrugo las cejas y estoy así de cerca de golpear el mostrador cuando Jungkook tira de mi brazo para llevarme afuera.
— ¿Podemos ir ahí? — pregunta señalando una librería... Ignora el hecho de que ese CABRON me acaba de insultar.
— Si... Seguro.— contesto con cara larga.
¿Porque siempre me insultan? A veces juro que me encantaría meterme en la mente de las personas homofóbicas, solo para saber sus verdaderos pensamientos y sus reales intenciones de lastimar a los que somos "diferentes".
— Antes encontré libros en la basura. ¡Esto no es basura! — dice asombrado cuando entramos.
— ¿De dónde sacabas los libros?
— Atrás de tu... Escuela ¿Así se llama?
— Dónde voy yo es una universidad, es el nivel alto de educación, Jungkook.
Creo que el insulto de antes acaba de aflojarme. Me siento más... ¿débil?
No tengo ganas de tratar mal a Jungkook... No ahora cuando yo me siento herido, muy sensible.
— ¿Quien te enseñó a leer? ¿Que más sabes?
— Yo... Me enseñé yo.
Casi me río por como ha dicho eso.
Le alcanzo un libro de Brandon Sanderson que él no llegaba a tomar. En el momento de bajarselo me apego a él sin querer, y mi corazon baila cuando me clava la mirada encima.
Esos ojos tan celestes... Tan celestes como el cielo...
¿Pero que mierda estoy pensando?
No, no... Debe ser porque estoy triste, eso es todo.
— Se leer algo. Aprendí a sumar, lo otro no. Se contar solo hasta cien.
Abro los ojos como platos al escuchar eso.
— ¿Sabes contar hasta cien o no puedes pronunciar los demás números? ¿Conoces los números que le siguen al cien?
— Si... Es que no se decirlos.
— Dime cuántos días tiene el año.
Jungkook mira la portada del libro, es Nacidos de la Bruma, dicen por ahí que es excelente, pero dudo que Jungkook pueda entender bien ese tipo de literatura, parece complicado.
— Lo sé... — él parece seguir pensando... — Tres, seis, cinco.
Asiento con la cabeza... Efectivamente no sabe pronunciarlo.
Por lo menos sabe los números.
— Eso está bien. Pero se dice trescientos sesenta y cinco. Luego te enseño. — observo la sección de libros más juveniles y llevo a Jungkook hasta allí. — deberías intentar leer algo menos complicado.
— Leo... Libros que están en la basura atrás de tu escuela.
— Esos son manuales Jungkook. Son cosas aburridas. Mira, para la vida solo tienes que saber sumar y restar, lo otro lo haces con la calculadora en el celular y problema resuelto. Y si, debes saber leer muy bien si en un futuro estudias algo. ¿Qué tan bien sabes leer?
— Yo... Este... — niega con la cabeza, creo que no entiende a qué me refiero.
— ¿Lees en voz alta?
— Ah si...
— ¿Te pausas cuando lo haces?
— Poco... — levanta los hombros desinteresado.
Asiento con la cabeza y junto a Jungkook nos quedamos viendo algunos libros. Presiento que esto dará para largo tiempo.
— ¿Quieres ir a un Macdonald, luego? Yo ya tengo hambre.
— ¡Si! — Jungkook me mira sonriendo y se me acerca. Para mí grata sorpresa deja un beso sobre mi mejilla.
Al principio no reacciono, pero luego...
¡Un beso en mi mejilla!
¿Qué?
::::::::::::::
Ja ja ja, estoy jugando con la estabilidad emocional de Taehyung.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro