10
Taehyung
No entiendo por qué tarda tanto en probarse la ropa... juro que me quedaré dormido. No hemos estado mucho tiempo en la tienda y para colmo Jimin me ha prohibido probarme ropa, porque sabe perfectamente que yo me gastaré todo mi dinero antes de siquiera poder comprarle algo a Jungkook.
Jimin estuvo insistiendo tanto en comprarle cosas para hacerlo sentir bien, que, al final de muchas vueltas y discusiones estúpidas, tuve que acceder completamente a su petición.
— ¿Así que le has dicho que se veía guapo, eh? — Jimin me mira desde el asiento de enfrente con una mirada pícara sobre el rostro. Estamos esperando a que Jungkook se pruebe los diez conjuntos de ropa que elegimos para él, tarda bastante. — La verdad es que sí, es bastante guapo, no hay que negarlo.
— Yo lo vi prime... — abro los ojos como platos sin completar la frase. — ¡esos conjuntos de ropa son muy lindos! — digo señalando a mis espaldas.
Jimin lanza una risa ahogada, yo me quiero matar.
— Se supone que lo detesto ¿no? — digo cruzandome de brazos.
— En el fondo de tu corazón yo se que no, amigo. — Jimin me sonríe tiernamente, se queda sin ver por achicar tanto sus ojos — vi tu cara cuando le preguntaste lo de su cumpleaños. Creo que al fin estás empezando a tener un poco de compasión ¿no es así? — miro hacia otro lado — "odias" al chico porque te recuerda a tí mismo en ciertos aspectos.
— Jimin, no tendremos esta conversación, ni mucho menos ahora.
— A lo contrario, TaeTae... deberíamos por fin tener esta charla. ¿Qué te parece si le das una fecha de cumpleaños? ¿Quizás el primero de septiembre?
Instantáneamente volteo mi cabeza en dirección a él cuando nombra ese día.
— Ni se te ocurra. Porque...— lo empiezo a amenazar pero se me forma un nudo en la garganta.
— Taehyung, es tu oportunidad de convertir un día feo, un recuerdo horrible y doloroso, en algo nuevo, lindo y divertido.
El labio me tiembla, y la garganta se me cierra. No... creía que ya lo había superado.
— No Jimin... ¿como me estas pidiendo que reemplace el dia de la muerte de...?
— ¿Me ven bonito? — pregunta Jungkook cuando corre la cortinas. Apenas puedo verlo porque los ojos se me inunda de lágrimas. Largo un sollozo que Jungkook nota.
— Llévate ese, me agrada. — apruebo los pantalones negros con rayas blancas y la remera manga tres cuartos violeta con rayas blancas y rosas. No creo poder aguantar así que le lanzo mi billetera a Jimin y salgo a paso apresurado de la tienda. Me quedo afuera apoyado en la vidriera.
No puedo creer que haya dicho algo como eso. Creía que no tocaríamos más este tema... Veníamos bien hace tres años... ¡Hace tres años que no recordaba la muerte de Hoseok!
Yo estaba bien... yo estaba bien... ¡Yo estaba tan bien! ¿POR QUÉ TENÍA QUE MENCIONAR EL UNO DE SEPTIEMBRE? ¿POR QUÉ?
¡ODIO ESE MALDITO DIA CON TODA MI VIDA!
Yo... lo había superado. ¡Ya no me dolía!
Trago saliva y me seco las lágrimas cuando veo a los chicos salir de la tienda. Jungkook me mira entristecido y Jimin nervioso.
¿Acaso yo también tengo que darle un día de cumpleaños a Jungkook? Bastante que me he volado la cabeza buscándole un nombre, y lo peor es que cuando digo Kook solo me recuerda al frappé de Cookie's & Cream... ¿por que justamente lo tuve que haber llamado como mi bebida favorita?
Mierda.
— No es lindo llorar — me dice Jungkook acercándose un poco. Primero lo rechazo pero no me puedo mover más cuando me rodea otra vez con sus delgados y huesudos brazos el cuello. — Yo lloro mucho, tu no.
— Tranquilo Kookie — Jimin le apoya una mano en la espalda — no puedes hacer sonreir a Taehyung así.
Jungkook se despega de mi, yo ni siquiera lo he tocado, otra vez. Siento el frío llenar su lugar.
— ¿Por qué? No se como hacer feliz a Tae... — admite Jungkook con un puchero mientras nos mira intercambiadamente — ¡Pero puedo intentarlo!
— Jungkook. — lo llamo viendo hacia abajo. — tu no puedes hacerme sonreir, porque yo he perdido mi alegría, hace mucho tiempo.
— No, no... — Jungkook arruga la nariz como un conejo. Lo miro con cara larga. — Yo lo intento. — vuelve a abrazarme y solo puedo mirar a Jimin sin saber qué hacer. — ¡gracias por el regalito, antes nadie me había dado uno! — exclama feliz entre mi cuello. Yo veo a Jimin alejarse para atender una llamada. Jungkook se queda abrazándome, con una bolsa colgando detrás de mi espalda. Me está pinchando. Él se separa un poco de mi para mirarme a la cara. — ¿Un beso como en la tele, te hace bien? — pregunta mirándome de lado y yo recuerdo lo de ayer.
Quizás una minúscula sonrisa se me forma en la cara.
— Solo te dejaré besarme si ves a un dentista antes, Jungkook. — le tomo la bolsa para llevarla por él y me pongo al lado de Jimin, él me entrega mi billetera.
— Oigan, tengo que volver a casa en una hora, así que... ¿deberíamos apresurarnos? — dice él mirándonos a ambos. — Uy... ¿Qué cara es esa Jungkook? — apenas lo volteo a ver, Jungkook sonríe como todo un loco.
— ¡Taehyung dijo que puedo besarlo si veo a un dentista!
Y yo me golpeo la palma de la mano contra la frente.
YO Y MI BOCOTA.
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ESO FUE INTENCIONAAAAAL
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