Cuando llegaron a casa, Felix y Chan se fueron directamente a la cocina a preparar algo rápido pero pudiera llenar el hambriento estómago del mayor.

Así que optaron por unos tallarines salteados y mariscos surtidos, uno de los platos favoritos de Chan.

Una vez se sirvieron la porción y degustaron en la mesa, Felix había atacado su plato con tal ansiedad y emoción que ni siquiera el se dio cuenta del momento en que había terminado mucho antes que Chan.

Y es que incluso Bang al notar la reacción desesperada de Felix, le hizo pensar que quien tenía más hambre era su novio y no el.

Simplemente rió y continuó comiendo, claro, siguiendo su jueguillo de molestarlo.

Felix tenía un puño pisado sobre sus labios mientras medio mordía la punta de su pulgar, observaba atento como el moreno comía tan calmado y lento, como si no tuviera ninguna preocupación o prisa en algo.

Esto le hostigó bastante y un tic se hizo presente en su pierna al moverse rápidamente por debajo de la mesa.

— ¿No llevarás el plato a la cocina y volverás luego a hacerme compañía? Como siempre haces, amor —cuestionó Chan tan relajado como si no tuviera una ganas enormes de tirarle los fideos en la boca para que comiera más rápido.

— No, yo te espero — respondió con un tono agitado.

— ¿Ocurre algo?

— Para nada, tú terminan tu comida.

— Ujum... — Chan se encogió de hombros y prosiguió comiendo.

Mientras tanto, Felix recordó al chico de hace momentos quien estaba a punto de marcharse con su novio. Le molestó tanto el hecho de verlo tan pegado y meloso con Chan, era como si está fuera su pareja en lugar de el.

No negaba que era bonito, a pesar de la distancia puro distinguir su aura de chico simnático, atractivo y muy... Muy coqueto.

Esto solo lo ponía más amargo.

— ¿Quién era ese chico con el que salías del trabajo, Chan? — un serio tono se escapó sin querer en sus palabras.

El mencionado detuvo su masticar y alzó la vista para encontrarse con la integrante mirada de Felix.

Terminó de tragar y aclaró su garganta antes de hablar —. Un amigo.

— Uhm... ¿Y cómo se llama?

— Jake. Es mi amigo más cercano, también es australiano como nosotros — Chan frunció el ceño — ¿A qué se debe la pregunta?

— No, por nada. Solo que... Lo vi muy, cariñoso contigo... — Felix intentó ocultar su disgusto volteando su cara a un lado y gesticulando una mueca, pero fue algo que Chan pudo notar.

Su novio estaba celoso, y eso lo hizo sonreír por dentro.